Lara Croft es conocida como una de las heroínas más populares del mundo de los videojuegos. Desde la primera vez que protagonizó Tomb Raider en 1996 ha aparecido en una buena cantidad de aventuras diferentes que han pasado por multitud de consolas, aunque una de las mayores curiosidades sobre ella es que originalmente iba a ser distinta a como la conocemos hoy en día.
En un principio su diseñador, Toby Gard, contempló la posibilidad de que fuese un hombre el personaje que iban a controlar los jugadores en la franquicia, pero el hecho de se pudiese considerar un clon de Indiana Jones fue lo que decantó la balanza para crear mejor una mujer. A su vez, también tuvo que ver el hecho de que Gard veía cómo sus compañeros de trabajo elegían principalmente personajes femeninos en los juegos de lucha.
Entre unas cosas y otras, al final todo esto provocó la creación de una arqueóloga que iba a responder al nombre de Laura Cruz y cuya procedencia iba a ser de un país de América del Sur. Con respecto a su físico, iba a ser el de una mujer algo más musculosa, con un pelo que en realidad sí que se asimilaba al de la Lara Croft que conocemos, aunque su vestimenta sí que era distinta, ya que iba a contar con unos pantalones militares.
Core Design, la compañía que se ocupó del desarrollo del primer Tomb Raider, no terminaba de ver con buenos ojos todo este conjunto de ideas. Por lo tanto, lo primero que hizo fue escoger otra vestimenta y otorgarle un diseño más similar al que ya vimos hace casi 30 años, con un top más ajustado, un pantalón corto y unas botas de montaña, pero este no fue el único cambio que se llevó a cabo, porque el nombre no parecía el adecuado para la famosa arqueóloga.
Para empezar, Laura se modificó porque se consideraba que a los jugadores de habla inglesa les iba a costar pronunciar su nombre, de ahí que pasase a ser Lara. Con respecto a su apellido, como se optó por alterar su nacionalidad y se convirtiese en una mujer británica, el equipo creía que Cruz no sonaba demasiado acorde, de ahí que se consultara un listín telefónico y se seleccionara Croft como el apellido que iba a tener.
De esta manera, Core Design estaba convencido de que Lara Croft iba a sonar más amigable para los jugadores de habla inglesa, así que desde entonces se convirtió en la arqueóloga que hemos visto tantísimas veces desde su primera aparición en SEGA Saturn, PC y la primera PlayStation. Además, desde hace unos meses también podéis revivir sus orígenes gracias al recopilatorio remasterizado Tomb Raider I-III.
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