‘Enslaved’ ha llegado al mercado sin hacer demasiado ruido, lejos de la parafernalia mediática que acompañó a ‘Heavenly Sword’ como título emblema de Playstation 3. De hecho, da la sensación de que Ninja Theroy ha contado con menos presupuesto que en el título precedente. A pesar de todo, el juego exhuma el mismo mimo por los personajes, combinando en esta ocasión la gravedad de lo que se cuenta con inéditos toques de humor.
Me gusta ‘Enslaved’, y lo digo aceptando las críticas que se han vertido sobre él, tanto las buenas como las malas. Su excesiva accesibilidad, sus saltos guiados en los que es imposible fallar, su esplendida ambientación, su interesante historia… El juego de Ninja Theory puede no ser un reto para los jugadores más experimentados pero, de la misma manera, supone una estupenda introducción a los videojuegos para aquellos ajenos a este mundillo.
Si, me gusta ‘Enslaved’, y lo curioso es que ya me gustaba antes de jugarlo, incluso antes de que saliera a la venta, de hecho, me enamoré de este título desde el momento en que vi su primera imagen de juego y sus primeros artworks. Todo en ellos me recordaba a aquellos tiempos de Metal Hurlant, 1984, Zona 84 y CIMOC, revistas de cómics que se alimentaban de futuros distópicos, y que contaban historias de sociedades sepultadas por la miseria humana, o de humanos perdidos en mundos desolados y ciudades destruidas.
Moebius, Alejandro Jodorowsky, Carlos Trillo, Horacio Altuna, Juan Gimenez, Liberatore, Pepe Moreno… Autores todos ellos que dieron entidad a una serie de fantasías (unas llenas de color, otras en un sombrío blanco y negro) sobre lo que está por venir, con imágenes en forma de viñeta y textos dentro de bocadillos.
Así, la dirección artística en ‘Enslaved’ es arrebatadora y recurre a una acertadísima paleta de brillantes colores que aleja los diseños de la realidad acercándolos al mundo de los relatos fantásticos. Las ciudades derruidas y desiertas donde la naturaleza ha retomado su reinado son de tal belleza que es imposible dar dos pasos sin pararse a admirarla.
Cuando empiezas tu primera partida te das cuenta de que toda la mecánica de juego resulta excesivamente familiar, que no muestra nada nuevo y que encima lo ofrece de manera insultantemente fácil. Da igual, a un servidor esto le parecen menudencias al enfrentarse a una excelente introducción de acelerado ritmo cinematográfico y que contextualiza la historia en un par de segundos brillantes que, encima, hacen referencia directa al inolvidable final de ‘El planeta de los simios’.
Esa accesibilidad y ese toque cinematográfico hacen precisamente de puente entre los videojuegos y las personas que nunca se han atrevido a coger un mando. Es lo mismo que se puede desprender de ‘Heavy Rain’, lo que ocurre es que el título de Quantic Dream, siendo aún más fácil de jugar, es mucho más radical en el cambio que supone su mecánica de juego. Las difíciles comparaciones en el caso de ‘Heavy Rain’ son obviedades en el caso de ‘Enslaved’ (de ‘Uncharted’ a ‘Jack & Daxter’ pasando por ‘Beyond Good & Evil’).
Para un no jugador, ‘Enslaved’ (al igual que ‘Heavy Rain’) supone un excelente primer paso dentro de los juegos con historia (en contraposición con la pura interacción de los juegos casual y sociales), el primer billete a un mundo nuevo lleno de increíbles sensaciones.
Para un jugador de toda la vida puede ser un viaje tranquilo, una bellísima experiencia visual alejada del estrés que suponen los auténticos retos. Hay tiempo para hacer rafting o parapente, como también para una placentera estancia en un balneario. Opciones igualmente válidas, simplemente depende de qué queramos o necesitemos en cada momento.
Vídeo | Youtube
Sitio oficial | Enslaved
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