Wii U, la nueva consola de Nintendo. La próxima gran apuesta. La primera en HD y con una potencia seria para desarrollar cualquier tipo de experiencia interactiva. ¿Qué tal se juega con el mando? ¿Qué tacto tiene? ¿Y los juegos? El año pasado pudimos tener un primer acercamiento a las demostraciones técnicas y al prototipo de la consola pero este año hemos podido profundizar más y mejor en una versión casi final. Bienvenidos a la era Wii U.
Una consola que parte de una premisa sencilla y a la vez complicada: expandir el área de juego y pasar en el mundo de las consolas de sobremesa de una pantalla a dos. Repetir de algún modo lo que ya consiguieron con DS hace años .
¿Para qué queremos dos pantallas?
Muchos se lo preguntaron al ver la primera DS y ahora, con el paso del tiempo, la respuesta queda mucho más clara. Las posibilidades jugables se multiplicaron y con Wii U pasará algo semejante. Que el público o los desarrolladores quieran aceptarlo es diferente pero la apuesta de Nintendo es clara y concisa.
Usemos una segunda pantalla para mejorar y expandir la experiencia del jugador. Hagámosla táctil, que tenga giroscopios y acelerómetros, cámara, micrófono y todo tipo de botones… expandamos el juego tradicional ahogado en sólo una pantalla y veamos qué pasa.
Y lo que pasa es que el resultado no deja indiferente a nadie.
Desde desarrolladores emocionados por poder poner a prueba su creatividad, hasta jugones avezados que ven en la doble pantalla un nuevo reto al que enfrentarse, pasando por el grupo casual que en Wii U encontrará también a una gran aliada. La consola parece tener suficientes argumentos para todos y aunque dicen que quien mucho abarca poco aprieta estando Nintendo detrás de ella tenemos garantizados, como mínimo, unos cuantos títulos de calidad.
La sensación de tener el mando en las manos es extraña. Es una sensación buena, seamos claros, pero extraña. Y no por la experiencia en sí si no por los materiales. El mando es un juguete. Todavía no está claro el precio de venta pero la calidad de los materiales y la sensación al tenerlo en la mano no acaba de ser lo que esperábamos de una compañía como Nintendo.
Evidentemente funciona a la perfección, es muy cómodo y pesa poco pero es aparatoso, grande y tosco. Es grueso, mucho más grueso que una tableta y sinuoso para mejorar su ergonomía en la parte posterior. En resumidas cuentas, te da la sensación de acabar teniendo un juguete con pantalla entre las manos y no un producto tecnológico que se supone más o menos puntero.
Pero una vez pasada la primera impresión (por cierto es mucho más bonito el modelo en negro que el de color blanco) llega el turno de ver como funciona y aquí sí que no hay medias tintas. Es Nintendo y ya sabéis que si la compañía japonesa está detrás todo va a ir como la seda.
En las demostraciones que hemos podido probar dentro de ‘Nintendo Land’ el mando ha resultado tal y como se esperaba. Aporta un toque diferente y muy necesario en esos juegos para toda la familia. Moverte con él y usar su pantalla a modo de ventana por la que asomarte es siempre espectacular y la disposición de botones es comodísima. Como os decía es grande y tosco pero funciona a la perfección, se adapta a la mano y pesa poco. Lo uno por lo otro.
Dos pantallas por las que asomarte al mundo y un par de Wii mandos
Como ya sabéis la consola soportará dos mandos con pantalla como máximo, es el límite del hardware de la consola según nos contaba el productor de ‘Nintendo Land’ y pasar de ahí perjudica seriamente al rendimiento de los juegos, y también mandos tradicionales de Wii.
Los juegos que hemos probado permitían disfrutar de la experiencia con los dos mandos adaptando las habilidades de los personajes a ellos. Así si encarnábamos a un arquero podíamos mirar a través de la pantalla del mando de la Wii U pero si nos tocaba ser un espadachín no había nada mejor que repartir mandobles con el Wii Motion Plus.
Es curiosa la sensación de estar jugando junto a otros amigos y ocultar tu pantalla. Ellos se ven en la grande pero gracias al mando de Wii U pueden no ver la tuya y si el juego va de atraparlos por sorpresa como en el mini juego de ‘Luigi’s Mansion’ las risas están aseguradas.
¿Y en otro tipo de juegos? No todo iban a ser títulos para jugar en pareja o amigos, parece que Wii U tiene bastante que decir en otros terrenos. Usar la pantalla como inventario en tiempo real sin tener que pausar, como una vista en primera persona o simplemente como GPS que localiza tu posición es algo que a los usuarios de Nintendo DS les sonará pero a los de sobremesa no.
Y funciona igual de bien que en su hermana pequeña. Mucho me temo que una vez acostumbrados a tener toda la información en una pantalla secundaria y jugar aprovechando también sus posibilidades táctiles ya no habrá marcha atrás.
¿Y a nivel visual?
Los juegos de la consola, ya todos en HD, no tienen nada que envidiar a las versiones de XBox 360 o PS3. De hecho se supone (hay sólo filtraciones pero nada oficial) que su potencia es similar a las dos consolas de la competencia así que es normal que los juegos se vean igual de bien.
Lo que ya no es normal es disfrutar de ese aspecto visual tan particular con el que Nintendo viste a todos sus juegos. Y eso amigos, eso mola. Ver a Mario tan definido, con unos paisajes coloristas a más no poder, con efectos de normal mapping y specular en la plaza central de ‘Nintendo Land’, con cantidad de texturas diferentes, con decenas de detallitos en movimiento… eso merece la pena.
Y es que la compañía japonesa siempre sabe cómo darle a sus juegos un aspecto visual diferente y ahora con la definición HD y con la potencia de la consola para hacer virguerías tienen manga ancha para sorprendernos y lo hacen. ‘Super Mario Bros U’ es una prueba de ello pero tendréis que esperar un poquito para leerlo en nuestro primer contacto.
Resumiendo, Wii U ha venido para darle un soplo de aire fresco al sector y para proponer una alternativa a los juegos más tradicionales. Una alternativa no tan rompedora como lo fue Wii en su día pero sí lo suficientemente interesante como para que los desarrolladores puedan sorprendernos con mecánicas innovadoras y que hasta ahora no habían sido posibles en el mundo de las consolas de sobremesa.
El mando, principal estrella de la función, cumple en casi todo pero falla en lo físico. Es ergonómico y cómodo pero no está a la altura en materiales y fabricación de lo que cabría esperar de una empresa como Nintendo. Tendréis entre las manos un juguete que da la sensación de estar hueco y de valer menos de lo que realmente vale. Quizá en sucesivas revisiones del diseño acaben dando con otro más satisfactorio y de mejor calidad.
Los fans de Nintendo que piden un extra de originalidad estarán contentos con las posibilidades que abre, los jugones más hardcore que quieren franquicias serias y maduras pensarán lo mismo y además contarán con una máquina de potencia similar a PS3 y Xbox 360 y finalmente los casuales… bueno, a los casuales les dará lo mismo ya que se la comprarán pensando que es la Wii y les dará el mismo servicio.
Así que todos contentos de momento y Nintendo relamiéndose mientras piensa en el dinero que puede hacer si la cosa sale bien. ¿Y qué necesita para salir rematadamente bien? Apoyo de las third parties y franquicias potentes para competir cara a cara en cualquier mercado y ante quien sea. Pero como os decía más arriba, después de haber probado las bondades de la segunda pantalla estoy convencido de que el asunto no se quedará en una mera rareza. La era de Wii U ha llegado. A ver cuando y cómo responden el resto de participantes de este divertido circo.
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