Análisis de Two Point Campus, con universidades así cualquiera se animaría a estudiar en ellas

Gracias a Two Point Studios pudimos revivir hace unos años la grandeza del legendario Theme Hospital con el lanzamiento de Two Point Hospital, un sucesor espiritual que nos conquistó de pleno y que se acabó convirtiendo en un juegazo de gestión de hospitales. Ahora sus creadores han vuelto a la carga con una nueva propuesta de la mano de Two Point Campus.

Se nota claramente que es la misma compañía la que está detrás de ambos proyectos y que es uno de esos juegos con el que fácilmente las horas se te pasan volando rápidamente. Con las primeras impresiones ya me causó esa sensación y es algo que he podido reafirmar por completo tras haberle dedicado un buen puñado de decenas de horas.

Por lo tanto, ha llegado el momento de dar paso al veredicto final del que sin ninguna duda se ha convertido en uno de los títulos con el que las últimas semanas han resultado más entretenidas todavía. Pero, ¿hasta qué punto ha mejorado esta nueva entrega con respecto a su predecesora?

El director de nuestra propia universidad

La mejor manera de definir a Two Point Campus es que prácticamente es lo mismo que ya vimos en Two Point Hospital, con la diferencia de que en aquel momento dirigíamos hospitales y ahora nos tocará encargarnos por completo de la gestión de unas universidades. Eso sí, no os penséis que tendrán ese toque tan serio y formal como las de la realidad, porque aquí es totalmente lo contrario.

Más que nada porque si hay algo que caracteriza a esta serie es el sentido del humor que desprende constantemente, lo que sin duda hace que resulte más divertido todavía gestionar todos y cada uno de los detalles de nuestro propio campus para lograr que sea lo mejor posible. Eso mismo no tardaremos en descubrirlo en cuanto se comiencen a impartir las disparatadas asignaturas que tendremos a nuestra disposición.

Para que os hagáis una mejor idea, aquí no están los típicos cursos que podemos encontrar en la mayoría de universidades. En su lugar han sido sustituidos por cursos de caballería, hechicería, espías, arqueología y hasta se podrán impartir clases de cocina con cacerolas descomunales en las que se pueden cocinar platos que servirían para alimentar a decenas de personas.

A su vez, esto mismo influye en el tipo de alumnos que irán llegando a nuestras instalaciones, lo que sin duda le otorga también otro punto cómico. Por ejemplo, los estudiantes de caballería irán equipados con armaduras medievales, los de hechicería vestirán túnicas, los espías llevarán trajes e incluso habrá algunos que tengan la cara pintada como un payaso por si queremos convertir algún curso en una especie del club de la comedia.

La variedad de cursos que se pueden impartir es lo suficientemente amplia para que no tengamos la sensación de que todos los niveles de la partida sean idénticos o estemos haciendo lo mismo una y otra vez. De hecho, algo que también influye en este aspecto son los desafíos, ya que cada fase tendrá los suyos propios con los que iremos obteniendo estrellas, hasta un máximo de tres cuando nuestra instalación sea simplemente perfecta.

Aun así, el camino hasta llegar a ese momento no es cosa de unos minutos o un par de horas, ya que fácilmente podéis llegar a dedicar entre ocho y diez horas a un mismo nivel hasta lograr las tres estrellas. Por otro lado, los retos no pararán de variar, obligándonos a veces a que nos esforcemos en mejorar el ambiente, que los alumnos consigan una cierta puntuación en sus notas u obtener una buena suma de dinero, por poner algunos ejemplos.

Precisamente estos desafíos son los que le otorgan una cierta dificultad a la partida, porque algunos de los objetivos son un tanto complicados de llevar a cabo y requerirán que nos esforcemos al máximo para alcanzarlos. Es más, se podría decir que gracias a ellos nos encontramos con el auténtico desafío del juego, porque lo cierto es que avanzar en los niveles resulta un tanto sencillo.

Sobre todo eso mismo es algo que apreciarán aquellos que hayan jugado a títulos similares o a Two Point Hospital, a quienes les resultará muy familiar todo lo que se vayan encontrando. Por eso mismo, las dos primeras universidades que hacen la función de tutorial pueden no ser lo suficientemente entretenidas en comparación con el resto, pero en líneas generales la dificultad del juego se ha visto reducida si la comparamos con la de la anterior entrega.

Solo ha habido un nivel que me resultó un tanto complicado al principio porque no gestioné bien las necesidades que me pedían, pero la verdad es que en cuanto tienes un poco bien encauzada una universidad es prácticamente imposible que la situación se descontrole y todo se vaya al traste. Así pues, he de volver a hacer hincapié que lo que de verdad importa (y cuesta) es cumplir con los desafíos que vayan estableciendo las universidades.

Un aula por aquí, una biblioteca por allá y que no falte una buena fiesta

Cada una de las universidades cuenta con su propia temática. Si bien nosotros podemos escoger con el tiempo qué clases se impartirán, hay algunas básicas que serán las que predominarán en ciertos campus. De todos modos, también existen ciertos conceptos básicos que no faltarán cada vez que empecemos nuestra andadura en una nueva universidad.

Empiezas construyendo aulas y de ahí pasas a las residencias, bibliotecas, baños, lugares para descansar y por supuesto también hay que estar pendiente de contratar a profesores, auxiliares y bedeles que se encarguen de limpiar la suciedad o arreglar todo lo que se rompa. Sobre la marcha se irán desbloqueando más asignaturas, salas y objetos, por lo que siempre habrá una excusa para volver a ciertos niveles pasados.

No obstante, no todo se resume en colocar salas, artículos y ofrecer empleos, porque también hay que permanecer atentos a la felicidad y las necesidades de los propios alumnos. Esto servirá para que nos otorgue una cierta puntuación que influirá en que mejoren sus estudios y las notas que saquen y en que pagarán más por los alquileres y las matriculas. En cambio, si no son felices, entonces se negarán a pagar e incluso decidirán marcharse del campus.

Por suerte hay formas de evitar llegar a esos extremos, ya sea con clases particulares, curando enfermedades o haciendo que mantengan charlas de apoyo. A todo esto se sumará que hay que procurar mantener un buen ambiente en las instalaciones, que todo luzca encantador, espectacular y vigilar muy de cerca quién viene, porque se puede dar el caso que nos invadan alumnos de otros campus con ganas de liarla parda.

Entre medias de todo esto también habrá que mejorar a los profesores y formarles para que aprendan otras asignaturas u optar por optimizar su comportamiento para mejorar el estado de ánimo y su rendimiento, mientras que en el caso de los estudiantes podemos hacer que monten fiestas, acudan a sesiones de cine o incluso mantengan relaciones entre ellos. Cualquier cosa con tal de hacer que la universidad sea un lugar al que todo el mundo le encantaría acudir.

Cada año lectivo avanzará sin parar y cada mes llegará el momento de cobrar, pudiendo aumentar la velocidad o incluso pausarla si nos vemos en la necesidad de cambiar cualquier detalle sin que afecte al tiempo. Partiendo de esta base, nunca pararéis de hacer cosas porque constantemente irán llegando peticiones de alumnos o profesores para que coloquemos objetos o con problemas que les surjan y debamos atenderlos.

El único momento que es verdaderamente de descanso es cuando llega el verano y las vacaciones, ya que en ese caso tendremos todo el tiempo del mundo para construir más aulas, contratar empleados y colocar cualquier cosa que haga falta. Son detalles que no se pueden pasar por alto porque gracias a ellos los edificios o las explanadas subirán de nivel y con ello la felicidad de los estudiantes.

El encanto que desprenden los campus

Algo que me ha encantado de Two Point Campus es su simpático apartado visual que le otorga un aspecto amigable y familiar para que cualquier persona se pueda poner delante de la pantalla a jugar y pasar un rato muy divertido. Asimismo, el comportamiento de los alumnos es desternillante en multitud de ocasiones gracias a los disparatados cursos para elegir.

Ya no solo por las indumentarias de cada uno, como he mencionado previamente, sino también porque habrá algunos que son auténticos cerebritos o góticos, algo que salta a la vista claramente por su aspecto y forma de comportarse. Además, los objetos a colocar por todas partes no se quedan atrás, porque habrá máquinas recreativas, clubes para unirse, piscinas, fuentes en forma de bañera y más elementos para personalizar el escenario a nuestro antojo para que resulte único.

También he de agradecer que el rendimiento me ha parecido excelente. Lo he probado en dos ordenadores diferentes, uno más potente que el otro, y en ningún momento he tenido problemas u observado fallos visuales y tampoco he sufrido ralentizaciones de ningún tipo, así que el título está perfectamente bien optimizado.

Con respecto al apartado sonoro, en todo momento nos acompañarán unas melodías que encajan muy bien con la temática, aunque lo que se merece un aplauso son los mensajes que se escucharán a través de la radio, con los tronchantes chistes que soltarán y que sin duda se hubiera agradecido que estuviesen doblados al castellano. Al menos cuenta con traducción que hay que establecer desde las opciones, dado que no viene activada por defecto.

La opinión de VidaExtra

He de decir que nunca me han gustado las universidades y que es una pena que no existan en la realidad unas como las de Two Point Campus, porque así me habría animado a acudir a cualquiera de ellas en las que la diversión está más que garantizada de principio a fin. Tal vez los primeros compases pueden resultar un tanto aburridos, pero a partir del tercer nivel empieza realmente lo bueno.

Los desafíos ayudan a alargar considerablemente la duración del juego, a pensar en nuevas formas de jugar y gestionar todos los aspectos. Sin embargo, para los más veteranos puede que las novedades lo resulten suficientes, lo que no quita que sea un juego estupendo con el que estaréis bien entretenidos durante decenas de horas. Ya lo consiguió Two Point Studios con los hospitales y ahora con las universidades. ¿Qué será lo siguiente?