Mi historia con la saga 'Far Cry' es algo complicada. Pasé de puntillas por el primero y dejé el segundo aparcado por aburrimiento, cansado de ir de aquí para allá haciendo recados. No es un ataque frente al juego, seguro que muchos de vosotros lo disfrutasteis, pero es una de esas situaciones en la que, tal vez por factores externos, no coges algo con todas las ganas que lo harías en otro momento.
Con aquella situación en mente me acerqué a 'Far Cry 3' con pocas esperanzas de que la situación fuese a cambiar y, vete tú a saber por qué, la espiral de piratas, animales e historia me acabó enganchando como pocos juegos lo habían conseguido aquél año. Salí de él encantado, así que cuando tuve la oportunidad de echarle el guante a 'Far Cry 4' no me lo pensé dos veces.
De Far Cry 3 a Far Cry 4
Ya con el mando entre las manos lo primero que hice fue ir de cabeza a chafardear los poderes que se pueden desbloquear gracias al sistema de progresión del juego, uno de los puntos que más me gustaron de la anterior entrega.
Empecé la partida con varias de las habilidades más jugosas ya desbloqueadas (la muerte desde arriba o la posibilidad de encadenar dos muertes sigilosas tirando el cuchillo) y aunque entre el resto de “poderes” hay opciones espectaculares como saltar de un vehículo a otro para acabar con enemigos me dio la impresión de que iba a pasar menos tiempo intentando desbloquearlas por falta de interés en la mayoría de ellas.
Aquí, a diferencia de las tres ramas que encontrábamos en 'Far Cry 3', sólo encontraremos dos, la del tigre para los ataques y la del elefante para vida y bonus de experiencia. Como decía el cambio tienes sus contras, pero también un pro por el que estar bastante agradecido: ser un asesino con relativa facilidad para hacer entradas triunfales casi desde el principio y a partir de ahí seguir subiendo.
Lo de emular películas de acción de las formas más locas posibles es lo que realmente me encandiló en el anterior juego, y aquí la suma de oportunidades amplía aquella frase de marketing sobre el “juega como quieras”, con sigilo o a lo Rambo, hasta límites insospechados.
O entras a una base enemiga a bordo de un elefante pegando tiros y lanzando coches por los aires con su trompa de adamantium o tiras por la vía Sniper Wolf atacando desde lejos con el silenciador y acabando con los enemigos que quedan saltando desde los tejados y atravesando gargantas con tu cuchillo. El sistema era una gozada entonces y vuelve a serlo ahora.
Patrullando por Nepal
Su mayor provecho lo sacas en el ataque a dichas bases, que además de crecer con distintos emplazamientos fuertemente fortificados, te obligan a estar atento para defenderlas de ataques enemigos en cualquier momento, y con esa necesidad de volver a cierto punto del mapa para repeler la invasión entro en uno de los aspectos que más me molestaron de esta nueva edición, el mapeado.
Como ya sabréis por vídeos y noticias, en esta ocasión cambiamos una isla por una región montañosa del Nepal, un terreno mucho más abrupto plagado de montañas entre medio que nos obligarán a rodear grandes extensiones de tierra para llegar a cierto punto. Si tenemos suerte podremos ahorrar tiempo, además de con los viajes rápidos entre bases, utilizando un pequeño helicóptero que puede sobrevolar a cierta altura el mapeado ahorrándonos ingentes cantidades de tiempo.
La otra alternativa es la escalada, una de las novedades de 'Far Cry 4', pero utilizar una cuerda con gancho para agarrarnos a una pared y tirar por la vía rápida implica ir mirando hacia arriba buscando un punto de enganche que, puede estar ahí o puede no estarlo.
Lo que vengo a decir es que me resultaba más cómodo pasear por el escenario en la anterior aventura, y en un juego en el que la principal diversión es estar siempre centrado en la acción estilo Los Mercenarios, pasear de aquí para allá buscando el camino más fácil consiguió romper el ritmo de mi partida. No deja de ser una apreciación personal e imagino que será cuestión de acostumbrarse. Ya lo comprobaremos con la llegada de la versión final.
Cuatro manos no siempre son mejor que dos
También tuve la oportunidad de meterle mano al modo cooperativo, en el que un amigo se suma a tu partida para repartir caos a dos manos. Recalco lo de amigo porque aquí tirar de desconocidos va a ser un error. La mezcla de sigilo y acción implica estar en consonancia para destruir alarmas y atacar de forma sincronizada comunicándonos por voz, sobre todo si nos creemos lo suficientemente valientes para atacar una de las bases fortificadas.
No tenía grandes esperanzas con la idea, básicamente porque uno es de esos lobos solitarios que pretende tener todo atado y bien atado antes de entrar a repartir tiros, pero hay que reconocerle el mérito de llevar un paso más allá el ambiente de locura del juego con vertientes tan surrealistas como salir a cazar tigres arco en mano y con un elefante bajo tu entrepierna.
Hay hueco para la diversión con esta nueva propuesta, pero sé de antemano que va a ser algo más anecdótico de lo que Ubisoft quiere vender por mi estilo de juego. Cuestión de gustos, una vez más, pero es de agradecer que la saga intente evolucionar más allá de incluir cuatro cucamonadas para intentar ampliar la experiencia.
'Far Cry 4' apunta a ser un mucho más con un ligeramente mejor, demasiado tímido para que la sorpresa recibida con la tercera entrega vuelva a repetirse, pero una buena excusa para volver al campo de batalla a pasear entre montañas con tu ala delta y saltar sobre osos con el lanzagranadas preparado. No cabe duda de que si disfrutaste entonces, vas a volver a hacerlo ahora. Podría pedírsele más, está claro, pero en estos tiempos que corren, plagados de decepciones, ir a tiro fijo parece una opción lo suficientemente atractiva.
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Plataformas: PC, PS3, Xbox 360, Xbox One y PS4 (versión analizada)
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Multijugador: Sí
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Desarrollador: Ubisoft Montreal
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Compañía: Ubisoft
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Lanzamiento: 18 de noviembre de 2014
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Precio: 71,99 euros (en Amazon podéis encontrarlo por 59,29 euros)
En VidaExtra | Far Cry 4: primeras impresiones
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