Aventura, fantasía, manga y humor. El legendario Shotaro Ishinomori, autor de merecido culto, llevó el videojuego Legend of Zelda: A Link to the Past de la SNES al papel con un tono marcadamente juvenil, regalando a los lectores y apasionados por la saga de Nintendo una divertida adaptación con sus muchísimas licencias y sus todavía mayores aciertos.Y pese a que Ishinomori no vivió para ver el debut de Ocarina of Time, resulta fascinante la cantidad de elementos de su obra que quedaron perpetuados en el juego de N64 y todo lo que llegó después.
Que no se me malinterprete: el manga de Legend of Zelda: A Link to the Past de Ishinomori es una obra que no busca integrarse dentro del canon de la serie o ser fiel al mismo. Sería casi, casi un crimen pedirle al autor de Cyborg 009 o Kamen Rider que se limitase a plasmar lo mostrado en El Cerebro de la Bestia a costa de su creatividad y, en el proceso, limitar su estilo y tono cuando éstos deben ser un reclamo en sí mismo.
Incluso cuando, técnicamente, este manga se estrenó allí donde su propio nombre y sus trabajos no eran demasiado conocidos: en la revista Nintendo Power de Estados Unidos.
En lugar de estrenarse en Japón, el manga Legend of Zelda: A Link to the Past de Shotaro Ishinomori comenzó a publicarse por capítulos y de manera mensual en la revista Nintendo Power entre los números de enero y diciembre de 1992, de modo que los lectores japoneses no lo conocerán hasta un año después. Una espera que, en el caso de España y buena parte de Europa, hasta nada menos que 2016. Revalidando sus aciertos y su atemporalidad como obra: mucho de lo originalmente mostrado en él acabó integrado de un modo u otro en la saga.
Y ojo, que Ishinomori hizo un esfuerzo adicional de cara a esta adaptación, ya que se tanto el dibujo como la lectura se realizó para leerse de izquierda a derecha (como en occidente) en lugar de cómo se leen los mangas en Japón. Lo cual nos lleva al primero de los temas a tratar: ¿es una adición a una revista juvenil o una obra más ambiciosa?
O dicho de otro modo: ¿hasta qué punto es posible ver reflejado el videojuego de Nintendo en cada página de Legend of Zelda: A Link to the Past?
De entrada, la estructura de la aventura en sí transcurre más o menos parecida, pero el retrato de Link, del Reino de Hyrule y hasta del propio Mundo de las Tinieblas son una genuina extensión de la obra de Shotaro Ishinomori. Enriqueciendo y amenizando la lectura y, en el proceso, haciendo que cada capítulo se disfrute de manera muy especial para los fans de la saga Zelda.
El Héroe de Hyrule dibujado a través de los pinceles de Shotaro Ishinomori
Se cuenta que hace unos 400 años, el poderoso Ganon quedó sellado en el Mundo de las Tinieblas gracias a la voluntad de los siete sabios del Reino de Hyrule. Durante todo ese tiempo, su mal fue esparciéndose poco a poco y corrompiendo el mundo, alentado por la voluntad de Ganon de liberarse de su condena. Sobre todo, ahora que la Espada Maestra no es una amenaza para él.
La legendaria espada temida por Ganon ha pasado a ser una leyenda olvidada en Hyrule, e incluso si alguien lograse encontrarla debería ser digno de esgrimirla. Un aventurero lo suficientemente valiente, poderoso y sabio como desatar su verdadero poder. Sin embargo, el último descendiente del gran linaje de héroes acaba de ser sido eliminado, con lo que lo que sólo necesita realizar siete sacrificios para regresar de su exilio.
La princesa Zelda, la legítima heredera del Reino de Hyrule, completará el ritual de sacrificios orquestados por el perverso hechicero Agahnim. Pero todavía queda un último atisbo de esperanza en Hyrule: el joven Link se despierta a través de la llamada desesperada de Zelda, y sin pensárselo demasiado, decide enfrentarse a lo desconocido. Pero, ¿qué puede hacer un sencillo campesino ante una amenaza tan poderosa?
Legend of Zelda: A Link to the Past de Shotaro Ishinomori toma de manera muy arbitraria los acontecimientos, personajes, eventos y escenarios del videojuego homónimo y los pone al completo servicio de sus pinceles, de modo que se aborda la fantasía, los momentos de humor y las grandes secuencias de acción y emoción a través de un Link cuenta con una personalidad propia pero que, a la vez, descubre todo lo que ocurre página a página junto al propio lector.
De hecho, no se le puede reprochar que se trate de una adaptación con sus propias licencias del videojuego. Entre otros motivos, porque se trata de un medio muy diferente, de modo que se debe encontrar su propio lenguaje para fortalecer la esencia de A Link to the Past y, en el proceso, saber seleccionar qué añadir, qué quitar y qué cambiar. Porque hay una barbaridad de cambios y todos son ampliamente perdonables.
Un ejemplo de ello, por no ofrecer demasiados detalles, es Link queda atrapado en el Mundo de las Tinieblas y no puede retomar su aventura en Hyrule, lo cual tiene sentido dado que en un cómic o manga dar vueltas y regresar hace que el lector se desoriente con facilidad o no le llevan a nada. Y, en este sentido, en este mundo en lugar de quedar expuesto a una transformación sin la Piedra Lunar, basta con controlar sus emociones.
Pero al final todo acaba encajando de maravilla de cara a una historia creada para ser publicada de manera mensual, dividida en 12 capítulos y que sabe conservar todo lo esencial del videojuego. Desde los viajes para obtener reliquias a los enfrentamientos contra jefazos finales e incluso un curioso paseo por mazmorras y templos. Un conjunto de elementos muy bien hilados y en los que hay margen para la comedia, sin que la aventura o la acción cedan su espacio e importancia.
En cuanto al estilo de dibujo, y cómo ya comentamos, los muy reconocibles pinceles de Shotaro Ishinomori heredan lo aprendido durante su prolongada trayectoria (ganadora de un récord Guinness) conservando lo mejor de ese trazo de japonés de corte clásico clásico anterior a la década de los 80 y, a la vez, asimilando el contexto y la esencia del juego sin verse limitado a la manera en la que se le plantea las mismas ideas a los jugadores de consola. Y eso tiene doble mérito.
De hecho, Ishinomori pone mucho, muchísimo de su cosecha, incluyendo personajes creados para la ocasión como un rival del héroe Roam o un hada llamada Epheremelda que, casualidad o no, se adelantó seis años a la existencia de Navi en The Legend of Zelda Ocarina of Time. Y, siendo sinceros, no fue lo único que primero vimos en el manga de Legend of Zelda: A Link to the Past y luego acabaremos descubriendo en los videojuegos.
Una secuela magistral de Ocarina of Time (y todo lo que llegó después) publicada en 1992
Resulta impresionante leer Legend of Zelda: A Link to the Past, no solo tras haber jugado al videojuego homónimo, sino a cualquiera de los títulos de la saga de Zelda que llegaron después. A fin de cuentas, tuvimos que esperar a 2015 para verlo en Europa, y un año después para que esté traducido al español, lo cual significa que todavía faltarán un largo año para que se estrene Breath of The Wild.
Y, sin embargo, en sus páginas no solo vemos reflejado aquella aventura para el Cerebro de la Bestia, sino que hasta podemos encontrar referencias o ideas que regresarán en prácticamente todos y cada uno de los juegos de la saga principal que llegarán durante los siguientes años. Empezando por la referida Epheremelda y cómo ésta, de manera oficial, se adelantará a Navi siendo la primera hada acompañante y guía de Link en una aventura de The Legend of Zelda.
Elementos que van desde la transformación de Ganondorf en Ganon, el cual fue originalmente referido en el videojuego de SNES, pero no estuvo plenamente desarrollado hasta Ocarina of Time, el concepto de las aves de los guardianes que en un futuro pasarán a ser los pelícaros de Skyward Sword y, pese a que técnicamente los acontecimientos de Majora's Mask suceden en una línea temporal paralela a A Link to the Past, incluso se tanteó por primera vez el concepto de las máscaras de Link.
Como resultado de todo lo anterior, y siempre que tengamos muy claro el tono juvenil del conjunto, nos encontramos con 12 capítulos terriblemente amenos y entretenidos que casan de maravilla con todos los juegos lanzados tras A Link to the Past. Que, sin estar atado a la cronología oficial de Nintendo, la asimila y la presenta de manera muy amena y entretenida sin descarrilarse demasiado de la visión original de sus creadores, los cuales parecen haber acogido de muy buen agrado elementos muy específicos de las páginas de Ishinomori.
Llegados a este punto toca hablar de la edición que Norma Comics ha editado en España, y es un verdadero tesorito: la primera edición nos llegó el 29 de octubre de 2016, ofreciendo los 12 capítulos de manera integral en un único volumen de tapa dura, con 196 páginas a todo color, cuyo tamaño (20,6 x 27,6 cm) es algo más pequeño que los grandes tomos de Hyrule Historia, pero elaborado con el mismo cuidado.
En este aspecto, Shotaro Ishinomori no fue el único en adaptar The Legend of Zelda: A Link to the Past al formato del manga. Ataru Cagiva hizo su propia versión en 1995 y la de Akira Himekawa llegará en 2005 y hasta será lanzada en España también por la propia Norma Editorial.
Aunque, claro, hay que reconocer que, pese a su tono marcadamente juvenil, el manga de Ishinomori es mucho más agradecida para el que no conoce la saga y aporta algo especial a quien está muy metido en ella: pese a sus defectos, prevalece una sensación de atemporalidad que solo aparece en las obras realmente excepcionales.
La opinión de VidaExtra
The Legend of Zelda: A Link to the Past, de Shotaro Ishinomori es un manga tan curioso como excepcional. Pese a ser dibujado para la revista Nintendo Power, despliega el talento del autor en cada página y su identidad tanto con los pinceles como a la hora de ofrecer una aventura divertida, entretenida y juvenil. Que aborda la esencia de Zelda desde sus raíces y, desde ahí, amplifica el talento y los aciertos de Ishinomori como dibujante y guionista.
Humanizando a Link en las escenas relajadas, pero también haciéndolo el legítimo portador de la Espada Maestra reteniendo la iconografía de la saga.
Ishinomori no aspira a ofrecer la adaptación más fiel de The Legend of Zelda: A Link to the Past, sino a algo todavía mayor: adaptarlo al gran público y a todos los lectores deseosos de disfrutar de una historia en la que hay héroes, fantasía y mucha aventura. Que se lee en un ratito, pero que como el videojuego en el que está basado, da mucho gusto retomar desde cero cada cierto tiempo.
Especialmente, cuando descubres entre sus páginas algún detalle nuevo que, casualidad o no, acabó apareciendo muchos años después en alguna aventura posterior del héroe de Hyrule.
Y, en el proceso, A Link to the Past de Ishinomori se convierte en una lectura obligada para cualquier apasionado para la saga de Nintendo y un verdadero tesoro para los enamorados de las aventuras de Link. Con sus defectos, con sus licencias y también con gratos aciertos que solapan lo anterior. Es más, no descartamos que en los próximos videojuegos de The Legend of Zelda sigamos encontrando ideas que asomaron de algún modo entre sus páginas. Como ese globo aerostático de Tears of the Kingdom.
Excusas, a fin de cuentas, para darle una nueva lectura a esas aventuras de Link dibujadas con tanta gracia por el legendario Shotaro Ishinomori.
Ficha de The Legend of Zelda: A Link to the Past, de Shotaro Ishinomori (1993)
- ISBN-10 : 8467920688
- ISBN-13 : 978-8467920680
- Editorial: Norma Editorial
- Autor: Shotaro Ishinomori
- Traducción: Marc Bernabé - Daruma Serveis Lingüístics
- Número de páginas: 112 páginas
- Tamaño: 20,6 x 27,6 cm
- Formato: Tapa dura (cartoné) sin sobrecubierta
- Interior: Color.
- Nota adicional: Publicado por Norma Editorial el 29 octubre de 2016
THE LEGEND OF ZELDA: A LINK TO THE PAST
Más de The Legend of Zelda en VidaExtra
Ver todos los comentarios en https://www.vidaextra.com
VER 0 Comentario