Análisis de The Callisto Protocol, el terror espacial que entra por los ojos y mira al pasado con sabor agridulce

Estamos hablando del último gran lanzamiento del año y eso que proviene de un estudio de nuevo cuño como Striking Distance Studios. The Callisto Protocol se ha erigido como la estación final de este 2022 que ha tenido un inicio y un final trepidante. Además, llega abalado por el mismísimo Glen Schofield.

Y es que el padre del Dead Space original se pone a los mandos de una obra que, no nos vamos a engañar, se fija muchísimo en el título de Visceral Games de 2008. Ahora, ha llegado el momento. Es hora de dejar claro si merece la pena encerrarse en la prisión de Ferronegro.

Ferronegro te da la bienvenida

Año 2320, luna Calisto, Júpiter. Jacob Lee se encuentra en una misión de transporte hacia la prisión de Ferronegro cuando sufre un accidente. Tras sobrevivir al choque de la nave, es rescatado por los robots del centro penitenciario y por el capitán Leon Ferris. Una serie de circunstancias desembocan en que nuestro protagonista termine encerrado entre las rejas de tan indeseable lugar. Pero ese es el menor de sus problemas, pues los presos comienzan a transformarse en seres abominables llamados Biophage dispuestos a matar.

Es a partir de este momento donde las comparativas con Dead Space comienzan a surgir sin parar, pues se nota de quién es hijo el juego. Podemos ver la vida de Jacob en todo momento gracias a un aparato que tiene en su nuca, contamos con un menú holográfico, hay criaturas del averno recorriendo los conductos de ventilación y hasta las taquillas donde recogemos recursos son muy similares. Si habéis jugado a la aventura de Isaac Clarke, os daréis cuenta de todos estos tipos de detalles y muchos otros más.

A lo largo de unas 10-11 horas de juego tendremos que superar las diferentes zonas de la prisión para lograr escapar de la luna, al mismo tiempo que conocemos a diferentes personajes y desentrañamos el misterio que hay detrás de la infección. Contamos con un reparto más que interesante, ya que Jacob está encarnado por Josh Duhamel, Dani Nakamura la interpreta Karen Fukuhara y el mencionado Ferris no es otro que Sam Witwer, el cual pudimos ver en Star Wars: El Poder de la Fuerza.

Entre ellos, y algún que otro invitado, transcurre la trama, si bien la mayor parte del tiempo estaremos solos con Jacob. Son muchos los lugares que recorreremos, pero muy pocos quedan impregnados en la memoria. Los escenarios resultan demasiado genéricos en muchas ocasiones y a los que le falta una explosión más de personalidad. Bien es cierto que hay pequeños caminos secundarios que podemos tomar para conseguir recompensas.

Respecto a los puzles, sería muy osado referirse así al proceso de llevar un fusible de un lugar a otro para que se active una puerta o mover una simple caja hacia un lado. Esta ausencia de carisma también se aplica a las armas. No pasan de ser "pistola básica" a "pistola básica que dispara más fuerte", si bien podemos mejorarlas en una máquina llamada Reforja.

En el inventario acumularemos recursos para vender y créditos de Calisto que podremos usar para sumar más balas al cargador, aumentar su daño... etc. A su vez acumularemos varias grabaciones de otros miembros de Ferronegro relatando qué es lo que sucede, aunque se echa en falta poder escucharlos en movimiento y no tener que pararnos por completo para oír qué dicen.

Una de guantazos, otra de sangre

El combate de The Callisto Protocol es uno de los puntos críticos de la obra, con decisiones que no ayudan a que el ritmo de las luchas sea fluido. Estamos armados con una porra eléctrica para las distancias cortas y podremos hacer uso de un puñado de armas para defendernos a distancia.

Ya avisó Schofield en su momento y no nos engañó: aquí venimos a liarnos a guantazos. Todo consiste en que debemos esquivar con el joystick izquierdo, esperar a que el enemigo termine su secuencia y comenzar a arrearle. Si lo hacemos bien, una retícula aparecerá encima de los contrincantes. Pulsando el gatillo del mando, el juego hará que apuntemos automáticamente a ese lugar para que disparemos y cercenemos partes del cuerpo. Además, hay que estar atentos, pues si tardamos demasiado en rematarlos comenzarán a salir unos tentáculos de sus cuerpos para transformarlos en seres todavía más peligrosos.

En este baile entre rival y protagonista se nota lo pesado que es Jacob. No porque sea un charlatán, sino porque es lento en sus movimientos, incluso corriendo. En 1 vs 1 o 1 vs 2 sale airoso sin problemas, pero la cosa se atraganta en cuanto el número es superior y sucede con cierta frecuencia.¿Cuál es la respuesta? Disparar, evidentemente, pero esto no es todo lo efectivo que uno podría pensar.

Los enemigos no tienen un punto débil, no son más que un montón de carne como nosotros. Si les disparamos a las piernas, tardan muchísimo más en caer al suelo que si realizamos toda la mecánica cuerpo a cuerpo que he descrito. Así pues, disparar a bocajarro es malgastar la munición. Tampoco ayuda el hecho de que el sistema para cambiar armas sea muy engorroso y más por culpa de las animaciones.

Si queremos que Jacob saque rápido la porra, el personaje está obligado a hacer toda la animación a su ritmo. Lo mismo sucede en los cambios de armas de fuego, pudiendo dejarnos totalmente vendidos cuando menos lo queremos. Por suerte, hay un as bajo la manga llamada GRP. Se trata de una herramienta de seguridad que utilizaban los guardias para hacer levitar e inmovilizar a los presos y otros objetos.

Gracias a ello, podemos agarrar durante unos segundos al inoportuno monstruo que se nos echa encima para... triturarlo en un ventilador gigante. Efectivamente, los escenarios cumplen un papel fundamental en los combates en muchos casos, pues hay que aprovechar la maquinaria que hay alrededor, sin olvidarnos de alguna que otra bombona explosiva.

A nivel de gore, no conozco rival que le haga sombra a The Callisto Protocol. Veremos dónde deja el listón el remake de Dead Space, pero lanzar a un Biophage contra una pared llena de pinchos y que se quede empalado es una gozada. Detalles tan bien incluidos como que la sangre salga en forma de lluvia por los ventiladores añaden muestra el cariño en este sentido.

Qué decir de cuando dejamos sin alguna parte de su cuerpo a las criaturas. Nos seguirán atacando aunque no tengan cabeza, brazo o pierna, arrastrándose si hace falta. De hecho, sus huesos quedan a la vista y se convulsionan unos segundos después de acabar con ellos. Aunque claro, no todo son risas para Jacob.

La desarrolladora lo celebró como uno de los puntos fuertes y es verdad. La variedad de muertes que han introducido para el personaje es muy amplia y gráfica. Desde que se le arranque la cabeza de un puñetazo a que termine cortado por la mitad. Sencillamente fenomenal. En esta labor entran en juego los diferentes Biophage, que si bien no son muchos, sí que tienen sus características únicas.

Tenemos al preso estándar transformado, el que abruma por su peso, el que repta y tiene una carga explosiva en la espalda y el que se dedica a transformar al resto, por ejemplo. Salvo un par de excepciones, los enfrentamientos siempre son iguales, incluyendo a los jefes finales que resultan muy decepcionantes. No hay que realizar ningún patrón distinto y se rigen por las mismas normas que el resto de enemigos. Amén de que hay Biophage que provocan muerte instantánea.

Por otro lado, resulta difícil de entender lo increíblemente desaprovechados que están los robots de seguridad. Apenas nos encontramos a un puñado y siempre para esquivarlos y no enfrentarnos a ellos. Que hubiese mezcla de lucha entre Biophage y amenazas mecánicas hubiese sido genial, pero no es así.

Entra por los ojos, no lo hace por los oídos

Sin embargo, hay que tener en cuenta que The Callisto Protocol está más cerca de parecerse a Dead Space 2 que a cualquier otro título. Esto es debido a la propuesta de espectacularidad que toma en muchos momentos el juego, pues hay secuencias en las que caemos al vacío o somos arrastrados sin remedio por un torrente de agua mientras esquivamos obstáculos.

Striking Distance Studios ha trabajado realmente bien el apartado gráfico. Ya pudimos verlo durante los diferentes tráilers y adelantos, pero lo cierto es que luce realmente bien el título, gracias a un enfoque muy cinemático. No estamos hablando de nada especialmente revolucionario, si bien se nota el empeño que ha puesto la desarrolladora en que todo luzca a las mil maravillas. Sin duda se lleva la palma en este aspecto el tramo en el que salimos al exterior, a la tormenta de nieve de Calisto. Fantástica la sensación de estar perdidos, de que cada cadáver congelado puede saltar hacia nosotros y de toparnos con un Biophage en mitad de la ventisca.

Todo ello todavía más disfrutable si optamos por jugar a 60FPS rocosos y fluidos en el modo rendimiento, lo cual es una gozada. Jacob mira hacia atrás preocupado por si le siguen, el rostro cae sobre su frente y tiene que secarlo y hasta contamos con ray tracing, el de verdad. Lo mismo puedo decir del DualSense tras haber jugado en PS5, que recrea a la perfección los efectos que suceden en pantalla. Sin embargo, toda una mención aparte merece el sonido, tanto para lo bueno como para lo inexplicable.

Es fabuloso lo que ha logrado el estudio en este apartado y más os vale jugar con cascos. Escucharéis perfectamente cómo llega un enemigo por la izquierda, por arriba, como repta por el conducto de la derecha... se nota claramente por dónde van a venir. No aplica lo mismo para los propios Biophage.

En The Callisto Protocol tenemos secuencias de sigilo que no están excesivamente bien resueltas. Son tremendamente sencillas de superar, especialmente cuando nos cruzamos con unas criaturas ciegas, así que basta con ir agachado para pillar por la espalda a quién haga falta. Con todo, el mayor debe de la obra es el relacionado con el doblaje/subtítulos.

Y no porque las interpretaciones de los actores estén a la altura de lo visto en Control, ni mucho menos. Ese es precisamente el problema, ya que no se aprecian bien y me explico. A falta de que se corrija con, esperemos, un parche, los subtítulos muchas veces no aparecen, se cuelan frases en inglés jugando en castellano y lo que es peor: hay muchísimas pistas de audio que no se escuchan.

Es decir, los personajes hablan y te enteras de lo que está pasando porque lees las frases en pantalla. Por no mencionar que en otras tantas ocasiones los diálogos están desbalanceados, con alguien hablando muy alto o extremadamente bajo. Frases que entran muy tarde respecto a los movimientos del personaje y otras que entran demasiado pronto, provocando que dos personajes hablen por encima el uno del otro. Un completo desastre que se extiende a las notas de audio de personajes secundarios que ofrecen información. En el último tramo de The Callisto Protocol, directamente no se escuchaba ni una sola de ellas.

Mucho texto el leído hasta el momento, pero todavía hay una duda que resolver y es si la obra da miedo, que para algo hemos venido aquí. Los hay más y menos curtidos en el género del survival horror, pero lo cierto es que algún que otro susto te llevarás. Hay ciertos intentos al principio y al final de acercarse hacia el plano del terror psicológico, aunque el grueso de la aventura se centra en que haya más tensión.

La opinión de VidaExtra

No es fácil hablar de The Callisto Protocol, porque siempre parece que lo estás alabando demasiado o defenestrando por cualquier motivo. La apuesta de Glen Schofield se empeña tanto en mirarse al espejo del pasado de su autor que las comparativas terminan por ser obligatorias.

Un apartado gráfico más que potente y el mejor gore que he visto hasta ahora son excusas para disfrutar, pero se quedan algo cortas. Hay fallos realmente imperdonables como el relacionado a los diálogos, un combate anodino y diversos fallos en otros aspectos muestran que a la obra le faltaba un poco más de cocción.

No estoy refiriéndome a un mal juego, pero sí a uno que no ha terminado de colmar las enormes expectativas con las que llegaba .El viaje en el que nos lleva The Callisto Protocol es un valle que comienza muy fuerte, tiene un tramo largo en el que los sobresaltos son pocos y despega de nuevo en su parte final.

El apoyo que ha prometido Striking Distance Studios para los próximos meses puede resultar clave para que la balanza se incline hacia el lado favorable, pero por ahora he sentido a The Callisto Protocol como una oportunidad perdida. Se nota que lo ha intentado, aunque también se nota demasiado que la sombra de Dead Space es muy alargada. Veremos si en la -hipotética- segunda parte hay un golpe encima de la mesa en el que se aprecia una personalidad única.