'Super Mario 3D World': análisis

La vida y muerte de una saga no la marcan los años, la marcan sus desarrolladores, y 'Super Mario 3D World' es otra patada en la boca a aquellos que insisten en comparar al fontanero con el agotamiento de 'Call of Duty', 'FIFA' y franquicias similares. Hay muchas formas de definir el nuevo título de Wii U, pero la más correcta es afirmando con rotundidad que estamos ante un gran juego.

Es sorprendente que en pleno debate next-gen sea Nintendo la única que parece poder reinventarse. Los japoneses, que se mantienen a un lado de la lucha generacional con paso firme pero seguro, son capaces de coger un género manido y un personaje aún más sobado y crear uno de los mejores plataformas que recordamos.

Super Mario 3D World ¿menor?

Había demasiadas esperanzas puestas en una secuela de 'Super Mario Galaxy 2', o al menos ese título grande de la bigotuda mascota que incluya novedades revolucionarias y a Miyamoto en la foto. Nintendo ha optado por la vía de la paciencia y se limita a entregar lo que ellos entienden por un juego intermedio.

No hay una gran historia detrás, ningún cambio significativo como el de la gravedad de la saga 'Galaxy', y pese a ello consigue transmitir una sensación tan cercana como sorprendente. Decían que se trataba de un título menor, pero eso nunca puede significar poner menos empeño u originalidad. 'Super Mario 3D World' es la viva imagen de que la calidad nunca puede estar ceñida a lo bien o mal que vayan las cuentas. Hay que jugársela una vez tras otra.

Le pasaba a 'The Legend of Zelda: A Link Between Worlds', que optaba por la vía fácil para el jugador novel y la de la nostalgia para el de toda la vida, y en el nuevo juego de Mario y compañía pasa algo similar, pero mejor. Más coherente.

Están las ayudas para los que sufren con algunos niveles, la inclusión del multijugador local con un personaje para cada miembro de la familia, la eterna lucha de Nintendo por hacerse un hueco en Miiverse, esta vez aderezada con la gran idea de esconder un sello en cada nivel que luego podremos incluir en los mensajes.

Cartas que sabemos dónde van y qué sentido tienen en esta época, los que llevan acompañando a Mario no pagan las facturas de una compañía como Nintendo, hacen falta varias carteras más para seguir con la cabeza arriba y el juego en familia quiere ser una seña de identidad en la marca.

Casual y hardcore: el Mario todo en uno

Con 'Super Mario 3D World' hay que separar dos conceptos, el de echarte unas risas con los amigos durante media hora y el de adentrarte en solitario en el juego durante tardes enteras. En ambos sentidos raya al mismo nivel, pero no hace falta que os diga que opción es mejor.

Corta introducción, Bowser, unas hadas y al lío. Caemos en escenarios limitados que invitan a la exploración, lo suficientemente anchos para que quepan cuatro jugadores pero sin poner sus plataformas aburridamente accesibles. En cada nivel nos esperan tres estrellas y un sello, el sueño de los completistas, así que uniendo unas cosas y otras acabas con un diseño de niveles que supone un paseo lo suficientemente agradable para volver a repetir pantallas varias veces.

Sabe ponerse duro cuando llega el momento, pero como viene siendo habitual la curva de dificultad es mucho más asequible que en los títulos clásicos. Puede que mueras, pero no deberías preocuparte por el número de vidas. Las batallas contra jefes finales podrían arrojar algo más de suspense a la fórmula, pero acaban siendo más recordados por su originalidad o mecánicas que por ser imposibles de superar a la primera.

A menudo nos suele echar una mano la adquisición de trajes, entendido otra vez como una mecánica más en vez de limitarse a ser un simple salvavidas. El añadido queda en mejor posición gracias a algunos de los diseños más acertados de la saga, usados en su justa medida y plantados ante ti para que aprendas a dominarlos. Y luego está el Gato, pero eso merece una sección para él solo.

El Gato

Espero no ser el único talibán que se quedó con cara de tonto al ver la presentación de 'Super Mario 3D World' y comprobar el aspecto del Mario Gato. Probablemente sea una de esas situaciones en las que piensas "se han vuelto locos" para poco después descubrir que algo de razón tenían. No aprendo, porque no es la primera vez que me la cuelan.

Trepar, saltar, atacar con las garras y caer en diagonal hacia enemigos y plataformas, sigue siendo un Mario, pero uno más fanático de la velocidad de Sonic que de el desarrollo pausado de la saga. Es el traje que más usas durante la aventura y convive perfectamente con clásicos como la flor de fuego. Eso ya dice bastante de él.

La agilidad y velocidad de Mario se ve incrementada y sólo un nivel homenaje a 'Mario Kart' podía animar aún más el cotarro. No quiere ser 'Super Meat Boy' ni lo pretende, pero lo de correr y saltar tanto en niveles plagados de turbo como en los que el tiempo se encarga de marcar el ritmo, le sientan de maravilla.

Mención especial reciben las cerezas, otro de los añadidos junto a un cubo cañón o un traje de Goomba, que clonarán a nuestro personaje añadiendo otro factor de dificultad al superar plataformas y enemigos. Van separados pero la dirección que toman es la misma, así que hay que estar alerta a rezagados que quedan tras una esquina o no han conseguido superar un salto.

Vuelve a brillar la conexión entre trajes y diseño de niveles, encargados de crear situaciones específicas para cada novedad o incluso invitarnos a mantener un número determinado de personajes en pantalla para acceder a algún secreto. Clones y bolas de fuego, no digo más.

Super Mario 3D World: un juego para enmarcar

Si me molestaba la pereza gráfica de Wii y me preocupaba que Wii U no pusiese más empeño en brillar era por querer encontrarme con un Mario parecido a 'Super Mario 3D World'. No es exactamente lo deseado porque sufre en algunas distancias cortas y el redondeado de los personajes no suele ser todo lo liso que debería.

Tengo muchas ganas de un Mario que se vea igual de bien que uno de los artwork de Nintendo, no de gráficos sobresalientes, perfectos, y ahora que casi puedo rozar con la punta de los dedos mi sueño, va Wii U y me corta las alas. Poco le falta a estos diseños para convertirse en dibujos animados, y es que compensa el número de polígonos que forman sus personajes con un color, unos diseños y unas animaciones capaces de despegar de la silla a cualquiera.

La forma en la que Mario echa a correr, cómo mantiene pegados los brazos al cuerpo mientras sus dos pequeñas piernas se mueven dando pequeños brincos... es una delicia. Es entonces cuando te enfrentas a una de esas situaciones en las que pondrías la mano en el fuego al afirmar que cualquier seguidor del fontanero va a disfrutar con eso.

Paisajes y elementos le ponen el broche visual, que se luce con el agua y no se preocupa a la hora de aprovechar la originalidad para repetir diseños de escenarios. ¿Funcionaría aquí un escenario plano que juegue con la sombra de Mario en vez de con el personaje? Pues sí, lo hace, y permitiéndose el lujo de introducir una coña con un Bowser de cartón al más puro estilo caverna de Platón.

Super Mario 3D World, la next-gen de Nintendo

Por si completarlo al 100% te parece poco Nintendo se guarda en la manga personajes secretos, desafíos o un incluso un homenaje a el reto de los pingüinos de 'Super Mario 64' (tonadilla incluida) acompañados de un nuevo personaje. Las fases del Toad explorador, dispuestas para ser superadas sin saltar y moviendo el mapa, se encargan de añadir el broche de oro.

Hay mucho que ver y disfrutar en 'Super Mario 3D World', un juego al que no cuesta cogerle cariño ni hacerle sitio en tu lista de los mejores títulos, al que lo único que le puedes echar en cara es que te haga esperar entre nivel y nivel con sus clásicos mapeados. Sería una pena que en un 2013 plagado de grandes novedades no consiga hacerse un hueco porque Nintendo ha hecho lo que mejor sabe hacer, divertirnos.