Sunset Overdrive: análisis

Llevaba un par de horas con 'Sunset Overdrive' y veía venir el desastre. Pensaba en otro mundo abierto con un continuo ir de aquí para allá y volver a un “recógeme esas cajas” y “mátame a esos bichos”, otra muestra más de que no todas las compañías saben aprovechar el potencial de un mundo enorme por explorar.

Sin embargo, 16 horas después, con todas las misiones de campaña y secundarias ya superadas y sólo la idea del multijugador, los coleccionables y la enorme cantidad de desafíos incluidos esperándome, me he quedado con ganas de más. No es fácil que eso ocurra en un mundo abierto, y acaba siendo un toma y daca entre el mérito del juego al hacerlo todo tan increíblemente bien, y demérito del mismo por convertirlo en algo tan fugaz.

Una historia que es la manga de un chaleco

Más de una vez me habréis leído por aquí hablando sobre la innecesaria suma de horas que algunas compañías incluyen en sus juegos para alargar un chicle que no puede estirarse más. Eso me serviría para justificar lo corto que acaba siendo 'Sunset Overdrive', al fin y al cabo tiene la duración perfecta para ser igual de intenso de principio a fin, pero el fallo viene por el lado opuesto.

Aquí, como era de esperar, tocará ir de un lado para otro masacrando bichos y otros enemigos, pero lejos de limitarse al cambio de escenario o el añadido de nuevas amenazas, cada pantalla incluye algo nuevo capaz de convertir esa repetición en algo sorprendente.

Usa esa grúa para matar, sube a esa torre recordando con cariño a la edad dorada de los plataformas, aprovecha las trampas para aguantar las oleadas... Que ninguna prueba se haya convertido en tedio es muy buena señal, te hace comprender que en Insomniac Games han querido hacer las cosas lo mejor posible.

Por eso cuando llegan los créditos y queda poco más por hacer más allá de lo que comentaba arriba, es inevitable recordar todo lo superado con cariño y pensar que quieres más. Más historia, más chistes, más personajes zumbados enviándote a misiones más locas aún, más poderes. Más todo.

A diferencia de los juegos que se alargan innecesariamente aquí había hueco para mucho más y es una pena que no se aproveche al máximo. Las excusas restantes para seguir alargando la vida del juego carecen de la chispa que te ha mantenido enganchado tres tardes seguidas, así que sólo los cazadores de logros, por los que hay relativos al multijugador y los coleccionables, o los picados por las tablas de puntuación, por los desafíos, podrán seguir sacándole punta a un lápiz que sólo puedes sujetar con índice y pulgar.

Sunset Overdrive: chistes y saltos

Hay una gran diferencia entre intentar ser gracioso y conseguirlo, y 'Sunset Overdrive' forma parte de los que dominan ese segundo grupo. Puede ser cuestión de gustos, no cabe duda, pero está más cerca del monólogo que te acaba produciendo dolor de barriga que del chiste del perro Mistetas.

Fizzie Rulez

La mascota de la compañía que desata el Apocalipsis es una joya cuyo guión nos sacará más de una sonrisa.

Los chascarrillos y referencias lo acaban inundando todo, desde las misiones secundarias hasta algo tan bien medido como los respawns, algo que sin duda será una seña de identidad de la saga si algún día consigue su propia secuela.

Sólo hay algo que raye al mismo nivel que su humor, y son las mecánicas que convierten el ir del punto A al B en todo un espectáculo. Puede no parecerlo al principio, pero a las pocas horas la idea de grindar y rebotar suma varios enteros al incluir el desplazamiento rápido aéreo, ideal para conectar entre una y otra habilidad, y el ataque con carga y rebote para mantener el combo cuando el siguiente cableado queda demasiado corto para continuar.

Mantener ese momentum que te permitirá utilizar los ataques especiales de personaje y armas es vital para disfrutar el juego al máximo, así que pronto te ves doblando esquinas mientras corres por las paredes para balancearte en una pértiga, rebotar en un barco y seguir con tu particular espectáculo de parkour corriendo sobre el agua.

No exagero al decir que desplazarme por Sunset City me ha parecido una auténtica gozada, pero una vez dominadas esas pocas mejoras en el combo definitivo te quedas con ganas de que otro NPC te llame para avisarte de una nueva posibilidad que nunca llega.

Batallas épicas

Las luchas contra jefes finales siempre son un divertido espectáculo en el que aprovechar todas las posibilidades del plataformeo del juego.

Shooter amplificado

Tras ello tu única opción de seguir mejorando el personaje, más allá de los trajes y accesorios meramente estéticos, viene de la mano de los amplis, potenciadores que se aprovechan cuando el combo sube de nivel y te permite utilizar daños elementales para el arma cuerpo a cuerpo o poderes especiales para el gran surtido de armas con el que cuentas.

Su evolución pasa de meras descargas eléctricas aturdidoras a disparos capaces de crear una explosión nuclear, todo ello mientras corres por el suelo levantando columnas de fuego o una nube lanza rayos sobre tus enemigos. Su único problema es ese “quiero más” que caracteriza al juego, así que cuando te hagas con el combo ideal de arma y amplificador, sólo la falta de munición te obligará a experimentar con otros.

Cada enemigo tiene su punto débil, así que la rueda de armas debe estar lo suficientemente nutrida para poder hacerle frente a cualquier peligro, pero no tardas en vislumbrar que unas son infinitamente mejores que otras, así que no vas a desperdiciar un hueco por el simple hecho de querer subir de nivel las nuevas adquisiciones.

Además de los amplificadores que te ofrecen nuevos poderes también están los de turbo, que te ayudarán a subir la barra de poderes más rápido, que los enemigos suelten más munición, y una serie de trampas que deberás colocar por la zona cuando la misión lo requiera. Añadidos anecdóticos de cara a la jugabilidad pero vitales para mantener esa sensación de variedad que obtiene el juego.

Que la muerte no pare

Tras el final podrás seguir consiguiendo dinero y Overcharge para aumentar tus poderes de cara a los desafíos y el multijugador.

Sunset Overdrive: buena compra, mejor alquiler

No puedo evitar haberme quedado con una sensación agridulce, la producida por un juego que lo ha hecho todo tremendamente bien para intentar divertirme pero no durante el tiempo ideal. 'Sunset Overdrive' es el rollo perfecto que tras una noche de pasión desenfrenada te dice que tiene marido, hijos y un vuelo esperando para escapar a la otra punta del mundo.

Sabes que no volverás a vivir esa sensación a no ser que tires de memoria fotográfica (la repetición de misiones, en este caso), así que la única opción que te queda es olvidar y pasar a otra cosa con la esperanza de que algún día te enteres que hay una hermana gemela soltera esperándote.

En resumen, que querrás una secuela de 'Sunset Overdrive' porque el primero te ha dejado con ganas de más, así que es como pasar de la risa al llanto sin el tiempo suficiente para disfrutar como es debido lo primero. Una auténtica pena. Una con una tímida sonrisa en la cara, pero pena al fin y al cabo.