Rebellion ha conseguido lo que a día de hoy parecía imposible en esta industria. Me encantaría poder decir que ese logro se llama ‘Sniper Elite V2’, pero en realidad hablaba de la demo del juego. Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con una demostración para después acabar maldiciendo cada cinco minutos el juego final. Un espejismo más, uno realmente bien hecho, desconozco si por error o a conciencia, la última prueba palpable de que las expectativas deben ir siempre varios puntos por debajo de lo que nos gustaría y un ejemplo más de ese conocido mal que lleva a las desarrolladoras a conformarse con “un juego más“ teniendo al alcance de la mano una verdadera joya. Vamos, lo de casi siempre.
Sniper Elite V2, lo que pudo ser y no fue
No es habitual que alguien valore por igual un juego de sigilo que uno en el que vayas a pecho descubierto pegando tiros a mansalva. O una cosa u otra, está claro que te pueden gustar ambos géneros, pero los juegos de sigilo intentarás disfrutarlos con calma y paciencia mientras que los TPS irás lo más a lo loco posible. Yo en cambio no le hago ascos al efecto sorpresa en un título como ‘Metal Gear Solid’, y más a menudo de lo que debería intento acabar el juego con mi mente en modo speedrun para ver hasta dónde puedo llegar.
Lo comentado es importante porque ‘Sniper Elite V2’ funciona más o menos así, es un juego en el que lo primordial es el sigilo pero acaba pidiéndote a gritos todo lo contrario. Lo bonito sería llegar a una ciudad, limpiarla de soldados sin que te descubran y preparar el siguiente enfrentamiento con las tropas enemigas, dejando bombas por el escenario y asegurando las zonas desde las que apretarás el gatillo de tu rifle. Como ya sabréis lo bonito suele ser un sueño que pocas veces se convierte en realidad.
La demo era más o menos así, ofreciendo unas limitaciones que achaqué al nivel mostrado o a no estar jugando la versión final del juego. Pero finalmente los peores males de ‘Sniper Elite V2’ se confirmaban como reales: escenarios pasilleros en los que la infiltración no ofrece alternativas, y una inteligencia artificial enemiga que tan pronto convierte a los soldados nazis en dianas con piernas que salen de sus coberturas a tomar un rato el sol, como en verdaderas máquinas de matar que pueden detectar tu presencia con una precisión de cirujano a kilómetros de distancia.
Malas decisiones de diseño
Por una y otra razón actuar con sigilo pocas veces acaba saliendo bien, así que pese a usar piedras para despistar al enemigo o colocar bombas para cubrir tus pasos, el resultado acabará poniéndote en la difícil tesitura de intentar esconderte en una de sus frágiles coberturas o echar a correr ametralladora en mano hasta intentar alcanzar el próximo checkpoint. No es que no quiera jugar como debería a un título de este calibre, es que las propias mecánicas no me lo permiten.
Se hace bastante raro que potencien tanto los enfrentamientos directos cuando estamos hablando de un juego en el que el protagonista debería ser un maldito fantasma que atraviesa las líneas enemigas sin que nadie se percate de su presencia. Pero como comentaba antes tampoco me echo para atrás ante la opción del ataque a lo Rambo por sorpresa, así que sin pensármelo mucho intento encarar el juego con esa estrategia, algo que tampoco acaba bien debido a un control al que le quedan muchos veranos de estudio para conseguir rozar el aprobado.
Mi cabreo con este tipo de juegos sólo atiende a una razón: el inmenso potencial que hay en él queda totalmente desaprovechado, presentando a ‘Sniper Elite V2’ con un traje impoluto que inevitablemente llama la atención, para acabar descubriendo que debajo esconde barriga cervecera, un tercer pezón y unas uñas que llevan sin cortarse desde el día en que hizo la primera comunión. Y molesta porque ante todo es un tipo simpático capaz de arrancarte, no una, varias sonrisas, y consigue que te olvides de los fallos que lleva cargados a la espalda en más de una ocasión.
Y otras buenas que caen en saco roto
Las alegrías las ofrecen el componente de simulación, salvando las distancias, que ofrecen los rifles de francotirador en los niveles de dificultad más altos, obligándote a controlar el viento, la distancia y el peso de la bala antes de apretar el gatillo; así como esa maravilla visual que suponen las muertes a cámara lenta, con el añadido de rayos X a lo ‘Mortal Kombat’ o ‘Batman: Arkham Asylum’, que permiten realizar locuras como atravesarle el ojo a través de su mirilla a un enemigo sniper o reventarle sus queridos huevos de oro a un pobre desgraciado que pasaba por allí.
La verdadera lástima es que al poner unos y otros componentes sobre una balanza el resultado acaba siendo más insatisfactorio de lo esperado, provocando que ni la aplaudible idea de lanzar ‘Sniper Elite V2’ directamente a precio reducido sea suficiente para decirte que te tires de cabeza a por él. Es una verdadera lástima que no se haya puesto un poco más de mimo en su diseño de niveles, porque un juego de sigilo puede permitirse pecar de muchas cosas, pero nunca de dejarte en una balsa roja en medio del océano confiando en que encuentres un sitio en el que esconderte.
Sniper Elite V2 | Xbox 360
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Plataformas: PC, PS3, Xbox 360 (versión analizada)
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Desarrollador: Rebellion
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Distribuidor: Rebellion
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Lanzamiento: Ya disponible
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Precio: 49,95 euros
<p>Sniper Elite V2 es un juego de francotiradores que nos devuelve a la Segunda Guerra Mundial en una misión en la que la espectacularidad de las muertes que consigamos serán su seña identificativa.</p>
Vídeo | YouTube
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