'Ryse: Son of Rome': análisis

'Ryse: Son of Rome': análisis
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La experiencia nos dice que cuando algo se retrasa y sufre modificaciones importantes en su desarrollo el resultado no puede ser satisfactorio al 100%. Cuando catamos una versión inacabada de 'Ryse: Son of Rome' en la Madrid Games Week nos sorprendió comprobar que no era tan malo como decían algunos (lo de que era tan divertido como teclear un número de teléfono). Pero claro, eso era tan solo un aperitivo de pocos minutos de duración. La valoración que cuenta es la final, tras haber exprimido un producto. Y lo cierto es que ya no nos parece tan divertido como al principio.

Aunque tampoco es malo hasta ese extremo. Término medio. Y es que se podría decir que el principal problema de 'Ryse: Son of Rome' radica en su naturaleza, con un desarrollo que ha durado siete años y con una primera intención por sacarlo en Xbox 360 con Kinect a modo de calzador. 'Ryse' intenta ser Batman, pero adolece de ciertos aspectos en combate. Toca analizarlo sin más demora.

Nos decía Patrick Esteves, director de diseño de Crytek, en una pequeña charla que tuvimos con él tras su presentación en la capital, que no ocultaba la influencia de la saga de Batman a cargo de Rocksteady Studios en los combates. Es más, de un modo humilde dejaba claro que su equipo no había alcanzado las cotas de excelencia del Caballero Oscuro, esa fluidez y capacidad de diversión que transmitía. También hay que tener en cuenta que es la primera vez que Crytek se anima con un título de estas características en tercera persona. Que a este estudio se le conoce, principalmente, por estar a la vanguardia tecnológica por su saga 'Crysis'. De hecho podemos adelantar que lo mejor de 'Ryse: Son of Rome es su apartado gráfico, sin lugar a dudas. Pese a que obviamente Xbox One todavía tenga mucho que ofrecer en este sentido, que lleva poco más de un mes a la venta.

La decadencia de Roma según Crytek

Ryse: Son of Rome

No soy muy dado a centrarme en este apartado en un análisis, ya que para mí siempre ha primado más la jugabilidad y la música que todo lo demás. Pero al César lo que es del César. 'Ryse: Son of Rome' entra por la vista, como todos los trabajos de Crytek. Se ve de maravilla, con un nivel de detalle de la antigua Roma y otras zonas emblemáticas de la historia que nos hará, por momentos, parar de luchar para observar el paisaje. Cierto es que por temática no habrá gran variedad de localizaciones, y que echaremos en falta más objetos que se puedan destruir y menos barreras por el camino para imprimirle más vidilla al asunto, pero pocas pegas se le pueden poner en este apartado.

'Ryse' es muy explícito, sin cortarse a la hora de mostrar sangre o desmembramientos de toda índole. Excepto sexo, y ya que estamos, la calidad narrativa de Roma, de la HBO, aquí vamos a poder desahogarnos blandiendo nuestra espada a destajo. La pega es eso, que al principio puede divertir, pero a la larga se hace algo pesado debido a una mecánica con pocas variantes.

Suerte (en este caso) que tampoco se trata de una aventura muy larga. En mi caso la tuve en pausa unas semanas, pero no llega, ni de lejos, a las diez horas de juego en su campaña. Y su modo multijugador, que a Patrick Esteves le gusta tanto o más que ella, tampoco es que motive mucho darle durante horas y horas para subir de nivel y desbloquear más equipamiento para nuestro gladiador.

En la campaña también hace acto de presencia una de las constantes de la pasada generación, la de los coleccionables. Tenemos cuatro tipos, siendo uno de ellos automático al completar cada misión (los distintos temas de la banda sonora; que no desentona nada con la ambientación visual, dicho sea de paso). Al menos aquí sí que motiva un poco buscarlos por la información que nos brindan, tanto a nivel visual como de texto: crónicas, pergaminos y vistas. Así podremos conocer mejor a personajes clásicos como Nerón, Leontius o Cómodo, entre otros, con qué tipo de elementos interactuaremos en el juego, como los escorpiones (unas torretas con ballesta muy letales), o simplemente ver arte conceptual de las zonas por las que hemos transitado. 'Ryse: Son of Rome' no será fiel con la historia de Roma (ni lo pretende), pero al menos conserva parte de su esencia, y eso nos gusta.

El principal problema de 'Ryse: Son of Rome'

Ryse: Son of Rome

Entrando en lo verdaderamente importante para un videojuego, 'Ryse: Son of Rome' peca de ser muy benevolente en los combates, de no saber penalizar correctamente al jugador. Cuando lo vimos por primera vez (en Xbox One) en el pasado E3 2013 nos sorprendió, para mal, la elección de los QTE para los combates. Daba la sensación de que hiciésemos lo que hiciésemos, pulsásemos el botón que pulsásemos, las ejecuciones se realizaban sin penalización aparente. ¿Lo ideal aquí qué sería? A mi juicio, que el combo, y por lo tanto, la ejecución se rompiese, con lo que habría que aturdir de nuevo al rival para poder realizar el "fatality". Pero nada, aquí la penalización es irrisoria, porque deriva en los puntos que obtendremos (sea de salud, experiencia, etc) en base a nuestros reflejos.

¿Ejemplo práctico? Si la máquina nos pide que pulsemos el botón X y nosotros pulsamos el botón Y, la ejecución se hará, pero nos saldrá un mensaje de "golpe de recluta", que es la peor calificación de todas. Y si somos demasiado lentos, pero pulsando el botón correcto, también nos saldrá ésa. Mientras que si somos un pelín más rápidos nos saldrá "golpe de soldado", si lo hacemos mejor, "golpe de centurión", y finalmente la mejor valoración de todas, "golpe legendario", con el que tendremos que ser ultra-rápidos, siendo lo más recomendable saberse al dedillo las animaciones de cada ejecución (que no son pocas) para estar al tanto de si tenemos que pulsar X o Y. Algunas ejecuciones serán de un golpe, otras de varios, con rodillazos o golpes con el escudo de por medio... Y sin duda será algo a lo que recurriremos asíduamente si queremos salir con vida de Roma.

Esto deriva en otro problema. Porque 'Ryse: Son of Rome' se recrea demasiado en las ejecuciones. Pero no me malinterpretéis, que soy el primero al que le gustan. Lo malo es la cámara lenta de las ejecuciones, el romper el dinamismo de los combates, y alargándolos, en consecuencia, con lo que se pueden hacer pesados a la larga. Y eso que curiosamente el sistema de combate funciona bastante bien. Marius Titus (el protagonista) no será Batman, pero se maneja muy bien con su espada y escudo. Y aquí sin el escudo no seríamos nadie, puesto que Crytek ha basado su núcleo en este objeto, ya que es el pilar básico defensivo en todo combate, y a la vez nos sirve para encadenar golpes, romper defensas e incluso ejecutar al rival. Es otro de los aspectos que más nos han gustado, pese a que se vea empañado por la ya comentada benevolencia y recreación.

Tenía mucha razón Patrick al decirnos que dominar las habilidades de Marius Titus nos llevaría tiempo. Controlar los tiempos del escudo a la hora de bloquear un ataque, el saber cuándo evadir ante golpes que no se pueden cubrir, cuándo es el momento perfecto para romper una defensa, cuándo conviene cargar los ataques para golpear con más fuerza, no dejar que nos rodee el enemigo ya que los ataques serán más constantes... Nos podrán matar varias veces a lo largo de la aventura mientras aprendemos todo esto, pero no será hasta probar el modo Legendario cuando nos daremos cuenta lo importante que será utilizar con sabiduría los premios de ejecución para obtener recompensas de vida o experiencia, entre otras, ya que ahí la variedad de ataques del rival será mucho mayor. Traduciendo "mayor" por "puñetera". Vamos, que nos darán la del pulpo y más, con lo que peligrará nuestra vida.

Esto sería lo ideal si 'Ryse: Son of Rome' fuese rejugable, pero no es así. Salvo que seáis completistas, porque el modo Legendario se desbloqueará al completar la campaña, no habrá ningún aliciente para hacerlo salvo que nos queramos poner a prueba al máximo antes de enfrentarnos al modo Gladiador, ése que ya habíamos catado en Madrid y que consiste en diversos coliseos dinámicos que nos plantean hordas de enemigos con varios objetivos de por medio, como asegurar una zona. Éste podemos disfrutarlo tanto en solitario como en compañía de otra persona (en modo cooperativo online), y lo bueno es que la experiencia y dinero que consigamos aquí también la podemos utilizar en la campaña (y viceversa, claro), por si queremos desbloquear más ejecuciones, mejorar ciertos parámetros para la campaña, o comprar equipamiento para nuestro gladiador.

Pequeños resquicios de su origen para Kinect

Ryse: Son of Rome

Antes de profundizar un poco más en el modo Gladiador, comentar una cosa que me ha crispado un poco de la campaña. El tema Kinect. Por lo general los comandos de voz me han funcionado correctamente, como el de "¡disparad una salva!", salvo momentos puntuales en los que me vi obligado a utilizar el botón. Y aquí viene la crispación, aparte del fallo de reconocimiento en la voz, claro. Porque no es pulsar el botón y se realiza la acción, no. Es mantener pulsado el botón casi un par de segundos, con lo que resulta peor el remedio que la enfermedad. Crytek lo ha hecho claramente para promover el uso de los comandos de voz mediante Kinect. El problema es que no siempre atina. Y molesta cuando sucede, pese a que no sea en muchas ocasiones. Menos mal.

Entrando un poco más de lleno en el modo Gladiador, del que ya habíamos probado un adelanto en la feria madrileña y en solitario, nos ha gustado el hecho de empezar casi sin nada, con el equipamiento más básico. A medida que luchemos ganaremos dinero, y ese dinero podremos gastarlo después en sobres de tres tipos (bronce, plata y oro) que nos concederán objetos y consumibles de cinco niveles distintos. Lo malo es que aquí la suerte puede no estar de nuestra parte, ya que en mi caso me han salido varios objetos bastante pobres. Aunque si tenemos en cuenta que hay un total de 113 (26 de nivel 5), resulta evidente que habrá que luchar mucho para que la diosa fortuna nos consiga los mejores. Y aquí si luchamos con un colega, mejor, que así resultará más divertido y podremos sincronizar con más garantías las ejecuciones dobles, que molan lo suyo.

Haciendo un recuento está claro que Crytek no ha tenido todas consigo en 'Ryse: Son of Rome', pero tampoco nos ha parecido un mal producto. Es un juego de lanzamiento, con todo lo que eso conlleva. Y se agradece que venga doblado al castellano, pese a que personalmente haya echado en falta el latín hablado (veremos algunos textos, eso sí) para darle más verosimilitud al asunto. Esperemos que Crytek tome buena nota para la secuela y sepa imprimirle más dinamismo.

,5

A favor

  • Parajes de suma belleza
  • Su doblaje al castellano
  • Las ejecuciones de los combates y el escudo

En contra

  • La absurda penalización de los combates
  • Y que sean tan lentas las ejecuciones
  • Los comandos de voz forzados
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