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Hemos jugado a Resident Evil 3, un título llamado a convertirse en uno de los mejores remakes de los últimos años

El mes que viene viviremos una auténtica batalla entre dos de los videojuegos más esperados de este año que combatirán por ser el mejor remake de 2020. Por un lado estará Square Enix con Final Fantasy VII Remake y por otro lado tendremos a Capcom plantándole cara con Resident Evil 3.

Hace tiempo tuvimos ocasión de probar la nueva versión del aclamado RPG y ayer mismo pudimos comprobar con nuestros propios ojos cómo lucirá el lavado de cara que ha sufrido la tercera entrega de Resident Evil. Está claro que viendo el éxito de Resident Evil 2 solo podíamos esperar cosas buenas del juego y lo cierto es que no ha defraudado en absoluto.

Hemos regresado a esas mismas calles de Raccoon City por las que pasamos en su momento hace 20 años y no hemos podido sentirnos más satisfechos con el resultado, así que vamos a pasar a contaros por qué Resident Evil 3 apunta a ser un pedazo de remake.

Una Raccoon City más aterradora que nunca

Como ya sucedió en Resident Evil 2, los acontecimientos de esta nueva versión serán exactamente los mismos que los que tuvieron lugar en el juego original. Esto supone que nos pondremos en el papel de Jill Valentine para viajar a Raccoon City e investigar qué está ocurriendo en la ciudad, donde se han detectado una serie de extrañas desapariciones.

Los problemas no tardarán en dar comienzo cuando nuestra protagonista y el escuadrón especial de policía de S.T.A.R.S. descubran que un temible virus se está extendiendo como una plaga y está infectando a todos los civiles, transformándoles en zombis. Así que, en vista de la peligrosa situación a la que está expuesta nuestra heroína con sus compañeros de armas, será indispensable encontrar la forma de escapar de la ciudad sanos y salvos.

Las dos primeras horas de la aventura que hemos jugado hemos pasado por ciertos lugares que resultarán familiares a aquellos que se pasaron el título que se lanzó en la primera PlayStation. Naturalmente todos ellos lucen ahora de escándalo gracias al motor gráfico RE Engine, otorgando a todas las zonas un realismo simplemente impresionante y una ambientación de lo más aterradora.

Entre que las calles están en ruinas, hay coches hechos pedazos que están ardiendo y habrá otros tantos lugares en los que no se verá ni un pijo, no nos ha quedado otra que mantenernos constantemente alerta porque no sabíamos en qué momento podía aparecernos de la nada uno de estos temibles muertos vivientes. En este sentido hemos de hacer hincapié de nuevo en la ambientación que te atrapa desde el primer minuto porque es simplemente sensacional.

El aspecto de los zombis sigue siendo tan espeluznante como en el remake de Resident Evil 2 y una vez más presenciaremos cómo los miembros de sus cuerpos se harán pedazos cuando los acribillemos a balazos. Aun así, a pesar de lo terrorífica que pueda resultar la experiencia en algunas ocasiones, es una pasada recorrer esta Raccoon City postapocalíptica con sus escenarios tan grandes en los que visitaremos tiendas, el interior de pisos, alcantarillas y mucho más, pero lo que no faltará en ningún momento es esa sensación constante de peligro.

Como buen survival horror, nunca nos sentiremos completamente a salvo o relajados del todo, a excepción de cuando alcancemos una habitación con una máquina de escribir para grabar la partida, que a veces se agradece una barbaridad toparnos con alguna. No obstante, la parte que hemos jugado no nos ha parecido un duro desafío, porque lo cierto es que hasta ha habido algún momento que hemos tenido que tirar munición porque nos sobraba. Por el contrario, lo que sí escaseaban eran las hierbas para curarnos. En cualquier caso, como de costumbre, más vale racionar bien los objetos para no quedarnos vendidos en los momentos más peliagudos.

Enfrentándonos a los zombis con todo lo que tenemos

Como hemos destacado, la munición no es algo que nos haya preocupado especialmente durante la parte que hemos jugado. Eso no quita que sea un detalle muy a tener en cuenta en todo momento porque los zombis pueden resultar un hueso duro de roer. Tirar a cualquiera de ellos al suelo nos puede llegar a costar entre tres y cinco tiros, dependiendo de la puntería que tengamos y si no tenemos la suerte de que nos salga un disparo crítico, en cuyo caso les reventaremos la cabeza con una sola bala.

Por supuesto esto afecta solo a la pistola básica con la que empezaremos, pero más adelante iremos agenciándonos otras armas de fuego, como la escopeta o el lanzagranadas, que nos resultarán de gran ayuda. Además, en el caso de la pistola podremos llegar a obtener mejoras para ampliar su cargador, su punto de mira o el daño que causa a las criaturas que nos encontremos.

Asimismo, otro detalle de Resident Evil 2 que se ha mantenido en este juego es que algunos zombis podrán resucitar. Si alguno se imaginaba que con eliminar a los que aparezcan ya estará exento de problemas, se llevará un buen chasco, porque si volvemos más adelante a una zona por la que hemos pasado anteriormente y en ella había algún muerto viviente que ya habíamos aniquilado, cabe la posibilidad de que se haya vuelto a levantar, aunque la ventaja de este caso es que serán menos resistentes a nuestras balas.

La verdad es que la inteligencia artificial de los zombis se ha mejorado considerablemente para que no sean simples sacos que se desplazan y quieren hincarnos el diente. Esta vez cada uno de ellos contará con un patrón totalmente aleatorio y en lo único que coincidirán es que se desplazarán lentamente, pero a veces puede que peguen un pequeño acelerón, se inclinen hacia un lado o incluso se agachen un poco. En definitiva, esto supone que apuntarles en la cabeza para volársela en mil pedazos no será una tarea sencilla.

A esto se suma que la cantidad de ellos que nos encontraremos es un tanto numerosa, aunque no la suficiente para que el juego se decante más por la acción como en Resident Evil 5 o 6. Mantiene perfectamente el equilibrio entre los momentos de tensión y en los que habrá que enfrentarse a grupos de zombis y otras criaturas, entre las que se incluyen nuevos tipos de enemigos que no podemos revelar por el momento.

Los que sí nos han dado un buen quebradero de cabeza han sido los grupos de arañas, que no es que fuesen muy poderosas, porque con un par de balazos podíamos acabar con ellas. El verdadero motivo por el que nos han resultado tan asquerosas e indeseables era por un veneno que nos inyectaban en la boca (todo un tanto repulsivo) y nos obligaba a consumir rápidamente una hierba o de lo contrario moriríamos en cuestión de pocos segundos.

Después de todo esto os preguntaréis cómo es que la munición sobra y la razón se debe a que Jill contará con una habilidad para zafarse de los golpes de sus enemigos. Uno de los botones nos permitirá realizar una esquiva que hará que nuestra protagonista se desplace rápidamente y no reciba ningún daño. Hay que decir que hay que tener un poco de reflejos, pero una vez dominas esta técnica es muy útil y práctica para no tener que malgastar ni una sola bala para ir de un lado para otro.

Sobre todo llegará un momento en el que todo el mundo acabará recurriendo a esta habilidad tarde o temprano, porque la aventura está pensada para que tengamos que pasar por los mismos lugares varias veces en busca de objetos necesarios para resolver ciertos puzles. Precisamente de ahí viene lo que os decíamos de que los zombis renacerán y se enfrentarán de nuevo contra nosotros, porque si no las calles se quedarían desiertas y no correríamos ningún riesgo a la hora de recorrer las calles de Raccoon City.

Así será Nemesis, nuestra mayor pesadilla (pero no siempre)

De todos los villanos que existen en la saga Resident Evil, uno de los más conocidos por todos los seguidores de la serie es sin duda Nemesis. La nueva arma biológica de Umbrella es otro de los personajes más importantes de esta entrega y contra el que nos tocará lidiar en más de una ocasión mientras nos persigue dispuesto a machacarnos de la manera más bestia que pueda.

Personalmente, uno de los temores que tenía es que estos encuentros llegaran a resultar tan agobiantes y frustrantes como las persecuciones de Tyrant en Resident Evil 2. En este sentido se mantiene las ganas que tendrá este gigantón de eliminarnos a toda costa y su resistencia a cualquier impacto que hará que sea imposible destruirle a base de disparos o explosivos, aunque sí que podremos neutralizarle para dejarle paralizado el tiempo suficiente para poner pies en polvorosa.

Pero por lo que me ha encantado pelearme con él es porque las persecuciones no son tan tediosas, ya que si le dejamos muy atrás dejará de perseguirnos. No obstante, el corazón es imposible que no se te acelere cuando empiezas a escuchar unas pisadas muy fuertes, una cierta melodía o una voz grave y tenebrosa gritar "S.T.A.R.S.". Y es que la diferencia de Nemesis con Tyrant es que nunca sabes por dónde te va a aparecer. Puedes estar tan tranquilo pensando que ya te ha dejado en paz y de repente pegue un salto para posicionarse delante de tus narices.

Otro punto por el que Nemesis es mejor villano se debe a que no se limitará únicamente a emplear su fuerza bruta. Esta nueva versión estará más equipada que nunca con una ametralladora, un lanzallamas y hasta podrá arrojarnos sus tentáculos para tumbarnos en el suelo durante unos segundos. Por lo tanto, todo esto provoca que nuestro principal enemigo resulte de lo más temible por tener la incertidumbre de cuándo nos atacará o qué nos hará exactamente.

En los únicos momentos en los que ese miedo se perdía por completo era en las persecuciones que ya estaban programadas, porque Jill se mueve lo suficientemente rápido para que Nemesis no le pille y en el fondo no tienes ese pavor de que te vaya a pillar y hacerte picadillo, porque tiene claro que al final de la carrera habrá algo con lo que poder pararle los pies en seco. De hecho, esto también se ha aplicado a la parte final que hemos jugado, en la que teníamos que escalar por un edificio hasta llegar a su azotea mientras Nemesis quemaba todo a su paso. Solo hacía falta no quedarnos quietos en ningún momento para no correr ningún peligro y eso con un tipo tan portentoso como Nemesis no debería ser posible.

Dicho esto, la pelea contra nuestro archienemigo en lo más alto del edificio nos ha parecido de lo más simple. En ese instante estábamos armados hasta los dientes y Nemesis se limitaba únicamente a quemar todo a su alrededor con el lanzallamas, así que con tener un poco de cuidado era relativamente fácil esquivar, disparar y así constantemente. Entendemos también que todo esto forma parte del principio del juego y sobre todo queremos creer que más adelante cambiarán las tornas y no será tan pan comido.

El remake de Resident Evil 2 nos pareció sobresaliente y Resident Evil 3 tiene papeletas para seguir el mismo ejemplo. Las sensaciones que nos ha transmitido en general han sido excelentes con esa siniestra ambientación, una banda sonora magistral y unos sonidos que acompañan a las mil maravillas a todo lo que vemos en pantalla. Tampoco se quedan atrás los escenarios, los protagonistas, enemigos y el mismísimo Nemesis, que lucen mejor que nunca. El 3 de abril comprobaremos cómo es la versión final, pero no nos cabe duda de que Capcom nos volverá a dejar con un remake sublime.

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