Ya se ha convertido en una especie de tradición comenzar cada año con algún título indie revelación, de ésos que parecen salidos de ninguna parte y que de pronto triunfan por todas partes, en buena medida gracias al poderoso efecto del boca a boca. No cabe duda de que ese galardón ha caído este 2016 en 'Punch Club'.
El esquema que ha llevado a este púgil al éxito es el habitual: un modesto equipo que empieza a labrarse su carrera en pequeños eventos de desarrollo tipo jam, y que a base de talento y buen gusto consigue ir escalando peldaños hasta dar el golpe de gracia en su llegada a las plataformas de venta digital. El salto al estrellato de Lazy Bear Games podría ser el guión de una película clásica de boxeo.
Si no habíais oído hablar de él hasta el momento, estaréis en la minoría, pero me agradeceréis que lo haya puesto en vuestro camino. Un juego pequeño, diferente y con mucha personalidad, con sus imperfecciones, pero definitivamente orientado a conquistar nuestros corazones o a dejarnos noqueados en el intento.
Imagina ser... entrenador de boxeo
Lo primero que habría que decir de 'Punch Club' es que no es un juego de luchas. Se hace preciso aclararlo porque su propio nombre, las capturas del juego e incluso algún tráiler observado de manera casual podría dar lugar a equívoco. En su lugar, estamos ante una puesta al día del clásico formato manager.
Empezaremos, como no podía ser de otra forma, tomando el control de un boxeador de poca monta que deberá abrirse camino a base de puñetazos en un mundo cruel y peligroso. A golpe de ratón, controlaremos todos los aspectos de su carrera (entrenamientos, alimentación, evolución de habilidades), así como de su vida personal (trabajo, amistades, tiempo libre), teniendo que tomar constantemente decisiones que siempre tendrán consecuencias.
Cada acción traerá reacciones en cadena dentro de un equilibrio imposible
Como punto de partida, los parámetros a controlar serán mínimos, pero según vayamos dominando el proceso y evolucionando en la liga de púgiles, las cosas empezarán a ponerse complicadas. Además de provocar el implacable avance del tiempo, cada acción traerá reacciones en cadena dentro de un equilibrio imposible.
Si queremos salir adelante tendremos que buscarnos trabajos de poca monta con los que ganar algo de dinero, pero si damos prioridad a la economía y aflojamos con los entrenamientos no llegaremos a nada. Aunque claro, si apretamos mucho y no descansamos, o buscamos algo que hacer en nuestro tiempo libre, la moral de nuestro púgil podría caer por los suelos. ¿Y qué hará cuando el amor se cruce en su camino? Como en la vida real, en 'Punch Club' desearemos tener días de 48 horas.
Un peso pluma con mucho gancho
Lo que en principio parecía un manager muy sencillo se irá complicando, aderezando la mezcla con una intensa progresión de nuestro luchador al más puro estilo RPG que nos obligará a tomar muy en serio cada paso en el árbol de habilidades. ¿Querremos tomar el poderoso camino del oso, el ágil camino del tigre o el resistente camino de la tortuga?
Tranquilos si os cuesta decidir, porque podremos crear varios luchadores y tomar con ellos diferentes caminos. Hacerlo nos ayudará a visualizar aún más la profundidad que alcanza 'Punch Club', pues también las decisiones personales que afrontemos marcarán fuertemente la narración.
Quizás, lo más sorprendente de todo es ver que sus desarrolladores han sido capaces de concebir un manager tan completo y rico en parámetros que solo pesa 50 MB. Cierto es que su apartado técnico de corte 16 bits tampoco exige demasiado en ese sentido, pero aun así me parece de un mérito enorme.
Dentro del ya manido uso del pixel-art, sus creadores consiguen dotar de mucha vistosidad a los escenarios que visitaremos y a los personajes que por ellos discurran, aprovechando casi cualquier rincón en pantalla para dejar algún toque digno de observación. También la música hará fuerza en lo retro, aunque su reducida variedad hará que pronto la bloqueemos en nuestra consciencia.
Pasión por el homenaje
La historia se construye sobre una inagotable sucesión de tópicos eternamente utilizados en el cine de superación personal y en las historias de boxeo, pero en buena medida ahí reside su gracia. Nuestro protagonista verá siendo joven cómo asesinan a su padre en plena calle, y ahí dará comienzo su búsqueda de la venganza.
La historia se construye sobre una inagotable sucesión de tópicos eternamente utilizados en el cine
Un búsqueda que, obviamente, solo podrá pasar por los comienzos más humildes, los gimnasios más lúgubres, los entrenadores más sabios, los jefes más explotadores, los amigos más fieles y el amor de su vida como paciente bálsamo para las heridas. Como digo, nada que no nos hayan contado ya decenas de veces en otros soportes.
A pesar de la retahíla de lugares comunes, la historia funciona y se favorece del abanico que abren las múltiples opciones, además de especiarse a cada comento con guiños de todo tipo a la cultura popular: Las Tortugas Ninja, Pulp Fiction, El Equipo A, El Club de la Lucha o Los Simpsons, entre muchos otros, así como el imprescindible espejo constante que es la saga Rocky.
Un bloqueo a las imperfecciones
No cabe duda de que 'Punch Club' es un juego que consigue enganchar rápidamente y hace que las horas invertidas en él se pasen volando, siendo totalmente merecedor del revuelo que está causando, pero no es menos cierto que tiene algunas debilidades que le alejan de la categoría de imprescindible.
Aunque el sistema de manager esté concebido para resultar realista (a su manera) y provocar que nuestras acciones tengan un peso considerable, no tardaremos en encontrar situaciones donde tocará forzar gestiones ilógicas para poder avanzar, como por ejemplo pasar un día entero hablando con un colega para recuperar unas estadísticas maltrechas, o declinar varios combates seguidos sin que afecte en exceso a nuestro puesto en la liga.
Es en esos momentos de estancamiento cuando corre el peligro de caer en la monotonía, pero por suerte siempre acaba zafándose de la pesadez cuando conseguimos dar un paso adelante en nuestra trayectoria, abriendo además nuevas opciones a contemplar. Más allá de los minutos repetitivos que nos tocará afrontar, el global de horas jugadas resulta altamente satisfactorio.
Tampoco suma a su favor la poca interacción que podemos tener en los combates, dejando únicamente cambiar los movimientos de nuestro protegido entre asalto y asalto, y el hecho de que sea imposible saltarlos, pero son cuestiones menores que podemos perdonar si estamos dispuestos a entrar en su juego, que tiene también mucho de broma. Hacerlo nos abrirá las puertas del mejor manager de boxeo imaginable y del que será recordado como el primer gran indie de 2016.
A favor
- El manager definitivo de entrenador de boxeo era esto.
- Estética marcada y perfecta para la narración.
- La carga nostálgica y los guiños por doquier.
En contra
- Argumento vivido mil veces ya.
- En ocasiones toca "engañar" al juego para poder avanzar.
- La intervención en los combates es mínima y no se pueden saltar.
Sitio oficial | Punch Club
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