Aprovechando que hoy mismo se ha puesto a la venta Pumped BMX Pro en consolas y PC, y que forma parte del catálogo de Xbox Game Pass, he querido darle una oportunidad para ver si era tan malo como aparentaba ser.
Nunca me había animado a dar el salto a esta saga del estudio Yeah, Us! (otra cosa no, pero su nombre mola), en parte por esa sensación de estar ante una mala copia de los Trials de Redlynx, pese al cambio de moto por una bici BMX. Así que ahora no tenía excusa, que juzgar por las aparicencias está muy feo.
Cuidado, esto no se juega como los Trials
Obviando uno de los peores tutoriales que recuerde, la sensación al adentrarse en Pumped BMX Pro es totalmente diferente a la de cualquier Trials, ya que una bicicleta no se comporta exactamente igual que una moto y en este caso el movimiento se ha limitado para que no podamos dar marcha atrás e incluso que tampoco se nos permita acelerar al colisionar (que no caer) ante un obstáculo.
Salvando las distancias, se asemeja más a las propuestas arcade y de digestión rápida de los OlliOlli, en parte por ese énfasis en los trucos más que en llegar a la meta (aunque sea crucial para "cobrar" esos puntos). El ritmo no tiene nada que ver con el de los Trials, por lo que no todo fan se sentirá a gusto aquí.
Tenemos un botón para el PUMP, que hace las veces de acelerar (a su manera, porque la sensación de velocidad es de lo más pausada) y para saltar, siendo sumamente importante este punto ya que el PUMP nos permitirá, una vez estemos en el aire, realizar un impulso gravitatorio para coger más velocidad al volver a tierra. Y sin esta clase de acelerón no llegaríamos a ningún sitio...
Choca bastante respecto a otros juegos del estilo, donde o bien pulsamos un botón repetidamente para acelerar o simplemente lo dejamos pulsado para que haga dicha función, porque en Pumped BMX Pro una caída fallida significa reiniciar la partida, ya que jamás lograremos el impulso necesario para superar la siguiente rampa. Aquí es vital tanto el salto antes de salir de la rampa como, sobre todo, el uso del PUMP en caída para que la bici vaya cada vez más rápido.
Pumped BMX Pro no compite con los grandes
Si ya es complicado acostumbrarse a esta caída, también por el comportamiento irreal al ejecutar el PUMP, todo se enreda más si cabe en Pumped BMX Pro al tener que pensar en las acrobacias. Aunque ahí al menos sí que cumple de manera efectiva al aprovechar los sticks para realizar todo tipo de diabluras.
Cada fase (de dimensiones extremadamente reducidas en comparación con los pesos pesados del género, dicho sea de paso) consta de diversos retos que habrá que cumplir si queremos todas las medallas: éstas irán desde lo básico (pasar el nivel) hasta realizar esos trucos aéreos. ¿El problema? Que habrá que calcarlos tal cuál. Si nos piden un backflip de 360 grados, no podemos hacer dos mortales hacia atrás seguidos, porque eso serían 720 grados. Es ridículamente estricto.
Una vez cumplidos esta clase de retos, lo ideal será ir a nuestra bola creando el máximo de combos para que nuestra puntuación sea la más alta en el marcador online. Porque es su único aliciente si nos va este género tan directo.
Lo que es evidente es que no puede ocultar sus orígenes humildes dentro del sector de los móviles, ya que Pumped BMX surgió a mediados de 2012 para iOS. A finales de ese mismo año saldría en Android y acabaría contando con dos secuelas más, hasta que llegó su primera conversión a sistemas de sobremesa. Pero nunca pudo competir con los grandes y mucho nos tememos que con esta entrega seguirá sin poder hacerlo. Mejor optar por los Trials y los OlliOlli.
Plataformas: Nintendo Switch, Steam y Xbox One (versión analizada)
Multijugador: no
Desarrollador: Yeah, Us!
Compañía: Curve Digital
Lanzamiento: 7 de febrero de 2019
Precio: 11,99 euros (eShop) | 11,99 euros (Steam) | 11,99 euros (Xbox)
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