Te guste más o menos, lo cierto es que Prince of Persia es una de esas sagas que han permanecido en la industria durante décadas. Desde sus inicios a finales de los años 80 hasta las entregas que maravillaron a mediados de los 2000, las plataformas y la acción siempre han ido de la mano con la franquicia de Ubisoft.
Será en 2024 cuando le llegue el turno a la IP de reinventarse una vez más con la llegada de Prince of Persia The Lost Crown y ya he podido jugar tres horas al título que aterrizará el próximo 18 de enero en todas las plataformas. No me voy a andar con rodeos: el título es una auténtica maravilla tras sorprenderme con su enfoque metroidvania.
La fusión de lo clásico con el futuro
Durante la presentación a la que asistí pude escuchar a Joseph Antonine Clavet, director cinemático de la obra, relatar cómo se pretende unificar lo que ha hecho grande a la franquicia durante tantísimo tiempo. No se quiere renunciar a nada y ya se nota esa conjunción de virtudes con el scroll lateral más clásico, los intensos combates de la época 3D y las plataformas que jamás han desaparecido en ningún lanzamiento.
Ubisoft Montpellier, creadores de Rayman Legends y Prince of Persia Two Thrones, han mostrado diversos adelantos en los últimos meses, aunque ninguno de ellos atisbaba la posibilidad de que estuviésemos viendo los mimbres de un metroidvania. Sí, Prince of Persia The Lost Crown opta por uno de los géneros más populares para volver a atraer a los fans acérrimos y a las nuevas generaciones. Conmigo, desde luego que lo han conseguido.
Eso sí, aquí toca olvidarse de cualquier príncipe conocido hasta el momento y, de hecho, ni siquiera encarnamos a nadie pertenecienta a una familia real. Jugamos como Sargón, un miembro de los Inmortales, una serie de guerreros legendarios encargados de defender Persia. Formamos una fuerza de élite imparable, la cual se despliega desde el primer minuto de partida cuando entramos en guerra contra el ejército invasor.
Es durante los compases iniciales donde conocemos las mecánicas básicas, las cuales incluyen movimientos veloces, espadazos implacables y jefes finales a la altura. Tras acabar con la amenaza, todo se va completamente al garete debido al secuestro del verdadero heredero a la corona, el cual es llevado hacia el monte Qaf. Evidentemente, toca ir a rescatarle y es aquí donde comienza realmente la aventura.
Explora, ataca, salta, sobrevive
A pesar de que apenas he rascado la superficie de las entre 20 y 25 horas que dura la versión final de Prince of Persia The Lost Crown, lo cierto es que hay motivos de sobra para ilusionarse. En un formato 2.5D toca recorrer los recovecos y entrañas del escenario, el cual está regado por todas partes por una magia temporal que causa estragos entre los enemigos y aliados.
Para descubrir la solución a nuestros problemas tendremos que saltar, activar mecanismos, resbalar por paredes y tener los ojos bien abiertos para advertir cualquier amenaza. Las luchas no se reducen a aporrear el botón de ataque, sino que tendremos que enfrentarnos a enemigos venenosos, voladores o con defensas impenetrables que nos obligan a variar nuestras acciones. Los combos aéreos son una delicia, pudiendo lanzar por los aires al rival para atizar desde lo más alto y así conseguir cargar el Pico de Athra, una energia sagrada que podemos desatar gracias a una barra que se llena con los ataques y se vacia con los golpes recibidos.
Ya sea con los habituales parries o mostrando una destreza sin igual, en el momento en el que dicha barra esté hasta los topes seremos capaces de desatar una animacion capaz de acabar con tres enemigos a la vez, por ejemplo. Poseen varios niveles para mejorar sus prestaciones y todo ello se ve influenciado por los amuletos que puede portar Sargón. Suelen ser habilidades pasivas que nos facilitan mucho el trabajo a la hora de presentarnos a los duelos y se obtienen de diferentes formas.
Y es que bien podemos dirigirnos a la misión principal en cada momento o toparnos con diferentes recados que proporcionan los numerosos NPC que encontramos por el camino. Algunos necesitan que encontremos un objeto específico, podemos hallar un fresco abandonado con una profecía que hay que desvelar, acabar con unos guerreros malditos y el resto nos ofrecen sus servicios. Kaheva es la diosa herrera que puede mejorar las armas y amuletos, Fariba es una joven muchacha que se conoce al dedillo todos los lugares proporcionándonos el mapa y la Maga posee la tienda donde aprovisionarnos.
Todos ellos nos los topamos por niveles completamente distintos, ya sean en las alcantarillas más profundas, en el frondoso bosque o en las alturas más vertiginosas. El diseño visual de Prince of Persia The Lost Crown es genial, con enemigos muy variados gracias a que se nutre de la mitología asiática. Con todo, esto no significa que vayamos a tener la memoria suficiente como para almacenar toda la información necesaria.
Tú decides qué aventura quieres
Como ya podéis imaginar, el mapa es extremadamente grande y es muy complicado recordar que había un cofre en un saliente al que todavía no puedes llegar. ¿Cuál es la solución de Ubisoft? Ofrecer alternativas muy inteligentes como poder fotografiar cualquier punto que queramos y así guardar la imagen para no olvidarnos de la ubicación. Así podemos hacerlo una cantidad limitada de veces con los pasadizos, secretos y cualquier instante que deseemos inmortalizar.
No solo eso, sino que la personalizacion de la experiencia es profunda. Existe un modo exploración en el que casi no tienes información, así como cuatro niveles de dificultad junto a un quinto para que lo personalices como quieras con detalles como el daño recibido, la venta para ejecutar parries... Esa línea se mantiene con el encuentro de los árboles wakwak, los cuales permiten guardar partida y se nos insinúa su ubicación con una ligera. De esta forma, puede ser mucho más sencillo o complicado explorar o enfrentarse una quimera gigantesca que avasalla con violencia.
Los combates contra jefes son espectaculares y desafiantes, pues mordí el polvo unas cuantas veces hasta conseguir disfrutar de brutales guantazos con cinemáticas. En cualquier caso, siempre se puede practicar con los desafíos de Artaban, uno de los Inmortales que recuerda las lecciones principales y propone retos para demostrar de qué pasta estamos hechos. Además, el repertorio de Sargón se amplía poco a poco, pues en mi pequeña aventura conseguí el arco de Menolias y así pude comenzar a llegar a diferentes puntos del mapa.
Desplazarse en Prince of Persia The Lost Crown es realmente entretenido, pues hay que calcular el momento exacto para saltar evitando los letales pinchos, combinar nuestras armas con mecanismos para activarlos e incluso hacer uso de un dash aéreo que es una delicia; guiño incluido cuando en el fondo hay una pared, pues Sargón correrá por ella a la vieja usanza. Existen escaleras que se mueven dependiendo de la orientación del personaje, la típica tarea de atravesar una zona de plataformas para conseguir un amuleto y recorrerla de vuelta para obtenerlo... Todo ello pudiendo hacerlo cuando queramos, pues la dirección que tomemos depende tan solo de nosotros.
Si sois aficionados a los metroidvania no os estoy contando nada nuevo y no eso no significa que sea algo malo; al contrario, ya que la compañía francesa sabe muy bien a qué atenerse. Mi sensación es que necesito volver a ponerme a los mandos del nuevo trabajo de Ubisoft y, mientras esperamos el remake de Las Arenas del Tiempo, los seguidores más incondicionales de la franquicia deben apuntar a fuego en el calendario su fecha de lanzamiento.
- Plataformas: PC (versión jugada), Xbox Series X/S, PS5, PS4, Xbox One y Nintendo Switch.
- Multijugador: No
- Desarrollador: Ubisoft
- Compañía: Ubisoft
- Lanzamiento: 18 de enero de 2024
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