Cada vez está más cerca el momento en el que se celebrará la gran fiesta de Super Mario Party Jamboree. Los personajes del Reino Champiñón están ultimando todos los preparativos para que podamos disfrutar del que sin duda apunta a ser uno de los juegos más divertidos del año y de toda la saga, además de los más completos que se ha llegado a ver en toda la serie.
Prácticamente ha pasado un mes desde que tuve la oportunidad de probarlo por primera vez y en aquel momento el contenido al que tuve acceso estuvo un tanto limitado. Es más, ni siquiera tuve la opción de probar todos y cada uno de sus modos de juego, por lo que ni siquiera pude comprobar hasta qué punto es capaz de hacernos pasar tardes en las que la diversión no parece que vaya a acabar nunca. Aun así, me transmitió unas sensaciones excelentes y más ahora que sí he podido jugarlo a fondo.
Todavía hay ciertas características que permanecen en el aire pendientes de ser descubiertas, pero mientras tanto he pasado horas disfrutando de sus diversos modos de juego. Lo mejor de todo es que todos ellos son tan fantásticos y ofrecen formas tan tremendamente diversas de pasar el rato que es difícil llegar a decantarse por uno solo o elegir alguno para jugar con los amigos o el resto de personas del mundo.
La Plaza Party, el lugar donde comenzarán las risas
Más de 20 personajes, entre los que están los más típicos del universo de Mario, son los que no se han querido perder por nada este fiestón en el que existen varios modos en los que solo puede participar una única persona, otros con una capacidad para cuatro jugadores y otros en los que la cantidad aumenta muchísimo más, por lo que no importa cómo de grande sea el grupo con el que se reúna cada uno, porque todos tendrán la forma de pasar el rato a los mandos.
El punto de partida de este Mario Party es la llamada Plaza Party, donde se pueden encontrar multitud de tiendas para desbloquear toda clase de artículos del título, como nuevas melodías, tarjetas para el perfil de cada uno, reacciones y hasta también se pueden consultar datos y tablas de clasificación para aquellos que quieran esforzarse más todavía por ser los mejores del mundo.
Pero si hay algo que me ha llamado la atención es que el juego cuenta con su propio pase de batalla. Tranquilos, que este no es de pago, sino que se trata de una forma que tiene el juego de recompensar a los jugadores por llevar a cabo una serie de objetivos y conseguir logros, lo que hará que este pase en cuestión vaya subiendo de nivel y se vayan desbloqueando más opciones de las tiendas, puntos Party para intercambiarlos por elementos que también haya en estas y mucho más, así que se vuelve en una forma de motivar a los jugadores a jugar sin parar.
Además de todo esto, en esta plaza se puede encontrar el Paseo Servicial, el cual supone el demandado regreso de un modo historia o al menos un modo para un solo jugador que cumpla con una función similar. Al contrario que en otras entregas, no es que tengas que ir superando un minijuego tras otro para avanzar. En su lugar, los jugadores deben de recorrer libremente un mapa en el que hay repartidos multitud de personajes que requieren que les echemos una mano con algunas tareas muy sencillas.
La mayoría de ellas consisten en recolectar objetos que están escondidos por el escenario, aunque no todos ellos están accesibles desde el principio. Para ello es indispensable superar casillas de minijuegos que a su vez provocan que las dimensiones del escenario se vayan ampliando y alterando, lo que abre nuevos caminos para localizar los objetos que nos han ido solicitando o para participar en más minijuegos todavía. Asimismo, he visto algunos de todo tipo, como los que son un todos contra todos, duelos de uno contra otro y hasta series de pruebas que se diferencian unas de otras dependiendo de quién sea el protagonista.
En este sentido, si juegas a una serie de desafíos de Mario se pondrá a prueba la habilidad de los jugadores en tres minijuegos seguidos, uno detrás de otro, y ganará aquel que logre más puntos al terminar. En cambio, los de Wario consisten en participar en un concurso de preguntas y respuestas en los que se pone a prueba los reflejos de cada uno y también está la casa encantada de Luigi en la que hay que resolver unos acertijos en las habitaciones de una mansión para llegar a la meta antes que nadie.
Pero ahí no queda todo lo que ofrece el Paseo Servicial, ya que la misión principal consiste en recolectar una cierta cantidad de estrellas a base de ayudar a los personajes con sus peticiones y superar minijuegos, aunque en ocasiones las recompensas se transforman en objetos que sirven para cambiar el diseño y la apariencia de los alrededores de la Plaza Party, para que así cada uno la pueda decorar como mejor le parezca.
En la variedad está el gusto
Todo lo indicado previamente no es más que una pequeña parte de todo lo que ofrece Super Mario Party Jamboree. Más que nada porque hay otros siete modos de juego adicionales, entre los que está el clásico modo de adentrarse en un tablero con tres jugadores más y ser el más rápido en conseguir más estrellas que nadie antes de que se agoten los turnos que se hayan establecido previamente.
Junto a estos están Bowseratlón y la Brigada Anti-Bowser, sobre los que ya hablé en mis anteriores impresiones, por lo que esta vez me centraré exclusivamente en los otros cuatro que quedaron en el aire. Y nunca mejor dicho, porque entre todos ellos tenemos uno llamado En alas de la aventura, el cual nos hará surcar los cielos para sentir como si estuviésemos volando de verdad, lo que requerirá que coloquemos los brazos en una posición concreta para que hagan la función de alas.
De este modo, con el personaje que se escoja tocará sobrevolar una isla flotante a base de agitar los brazos o inclinarlos a un lado u otro, dependiendo de si se quiere planear, frenar o girar. Lo cierto es que, aunque haya un tutorial previo, los movimientos son de lo más intuitivos y los Joy-Con responden a la perfección a todos y cada uno de los gestos que se realicen. Todo ello para un par de pruebas que consisten en aliarse con alguien para rescatar a personajes que están desperdigados por la isla o para verse las caras en un duelo de uno contra uno por ver quién es capaz de recolectar más Marchimotas Alados.
Luego tenemos la Cocina Rítmica, que se podría considerar una nueva versión del modo A Todo Ritmo de Super Mario Party. He de decir que agradezco profundamente que se haya traído de vuelta algo así porque me parece de las pruebas más brillantes y divertidas de todas en las que el objetivo continúa siendo el mismo, como es el de participar en una serie de minijuegos seguidos en los que se pone a prueba el ritmo de cada uno a base de mover los Joy-Con cuando es debido. La diferencia es que esta vez la temática está basada en la cocina, por lo que los minijuegos son todos de preparar platos.
También está la Fábrica de Toad, que es otro de los modos enfocados para la experiencia en solitario en la que, una vez más, se juega únicamente con el movimiento de los Joy-Con. La tarea a llevar a cabo parece sencilla, pero hay que reconocer que en el fondo tiene su miga, porque consiste en desplazar una especie de canica por unos cuantos niveles en forma de puzles cuyas plataformas hay que desplazarlas de arriba a abajo para conducir la bola en cuestión hasta llegar a la meta.
Finalmente, el Puerto de Minijuegos he descubierto que es capaz de ofrecer mucho más de lo que parecía. En mi última partida tan solo vi las series de minijuegos que van variando diariamente, pero también está una modalidad de conseguir más monedas que nadie en las series de desafíos de personajes, un modo libre, otro para jugar por parejas y hasta otro llamado Supervivencia. Sin embargo, este último es exclusivo online, así que por el momento me he quedado con las ganas de ver qué ofrece.
De hecho, diría que es el único que cuenta con este impedimento, porque el resto de modos te dan la opción de jugar en modo local, con amigos o con la inteligencia artificial, u online con personas de todo el mundo, por lo que al final es imposible aburrirse porque siempre hay maneras de jugar sin parar y cuanto te quieres dar cuenta te has pasado unas cuantas horas a los mandos. Desde luego, Super Mario Party Jamboree es toda una joya que tiene todas las papeletas para ser uno de los mayores imprescindibles de Nintendo Switch, pero para ello habrá que esperar a la valoración final que os dejaremos en unos días.
Fecha de lanzamiento de Super Mario Party Jamboree
El 17 de octubre está marcado en el calendario con un círculo rojo bien grande como el día en el que Super Mario Party Jamboree llegará a todas las tiendas, así que queda muy poco para recibir la próxima entrega de la saga en Nintendo Switch.
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