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Análisis de Planet Zoo, un absorbente parque natural que te llenará de paz... y a la vez te exigirá toda tu atención para gestionarlo

Decía mi compañero Rubén que un majestuoso elefante le trajo la ruina en Planet Zoo por no haber sido capaz de crear una barrera adecuada para esos mamíferos placentarios. Y es que en este simulador de zoológicos por parte de Frontier Developments hay que fijarse en el más mínimo detalle para evitar disgustos.

Los creadores de Planet Coaster han seguido las mismas directrices de aquel simulador de parque de atracciones (sucesor espiritual, por otro lado, de la saga RollerCoaster Tycoon, también del mismo estudio), pero bajo otro escenario distinto y un espíritu más calmado, pensado para los amantes de la naturaleza. Es un juego muy denso, con mucho por aprender, pero con unas posibilidades casi infinitas, según nuestra imaginación. Pero, ¿hasta qué punto te gustará?

No es tan simple como el último Zoo Tycoon

Vaya por delante que Planet Zoo no tiene nada que ver con Zoo Tycoon, aquel simulador intergeneracional de Frontier Developments estrenado en 2013 que intentó ser mucho más accesible que los originales para llegar a más público, dejando en evidencia sus limitaciones en pos de un apartado visual más atractivo gracias a esa vista en primera persona para los animales del zoológico.

El número de variables a tener en cuenta en este nuevo juego de estrategia de 2019 se dispara exponencialmente, siendo obligatorio pasar primero por el vasto tutorial para aprender todos los entresijos de la gestión de un parque de estas características, no solamente en lo relativo al acomodo de los animales, sino a sus cuidados, el trato con nuestro personal y, por supuesto, los clientes potenciales.

No es, desde luego, algo tan directo y con unos trucos tan evidentes como en el mítico Theme Park de Bullfrog Productions, con casi todas las acciones a golpe de unos pocos clics y con pocas preocupaciones a las que hacer frente. Aquí estaremos las primeras horas de juego completamente abrumados con el gran número de variables a tener en cuenta, desde lo más básico como vigilar bien la altura de los muros según el animal (cada uno tiene un mínimo de seguridad) o el tipo de barrera (no hagáis como Rubén, que los elefantes destrozan los muros de cristal como si nada) hasta la temperatura óptima que debe tener su hábitat.

Es recomendable, por lo tanto, pasarse por el modo principal para lograr, como mínimo, una medalla en cada una de las doce misiones de las que consta su modo Carrera y así familiarizarse con el estilo de juego y saber cómo reaccionar ante cualquier imprevisto. Ahora bien, estas misiones tendrán ciertas restricciones a la hora de diseñar para no salirnos del patrón establecido. Para gozar de una libertad absoluta habrá que ir hasta el modo Creación, ideal para expertos.

Planet Zoo, un paraje natural donde perderse

Frontier Developments ha mimado Planet Zoo para que todo amante de los simuladores de gestión tenga un sinfín de parámetros a controlar y que el zoo vaya como la seda. Su interfaz puede intimidar al principio y costará encontrar ciertas cosas, aunque siempre tendremos a mano un buscador para teclear lo que se nos pida en ese momento o lo que sepamos que necesita el parque.

Conviene no tener prisas, no solamente a la hora de consultar detalladamente la información, sino también de cara a pausar la partida y tener todo el tiempo del mundo para construir algo, reparar una estructura o localizar a un animal que se haya escapado. Lo importante es disfrutar de lo que estamos haciendo y de paso aprender cosas que probablemente desconocíamos de esa clase de animales exóticos, puesto que tendremos a mano una completísima Zoopedia.

Porque es esencial conocer qué biomas son sus hábitats naturales, cómo les gustaría tener su "hogar" dentro del zoológico o si se beneficiarían de algún tipo de estímulo al añadir otras especies y que el parque prospere mucho más. Se trata, en definitiva, de preocuparse por cada animal y atender todas sus necesidades para minimizar los riesgos que puedan tener para su propia salud.

Cada animal cuenta con cuatro necesidades básicas de bienestar: nutrición, socialización, hábitat y estimulación. Si cada una de esas barras está en verde, es que lo estamos haciendo muy bien. Si alguna se torna en amarillo, deberíamos averiguar qué es lo que está ocasionando un conflicto. Puede ser que unos hipopótamos no vean bien una nueva incorporación a su familia si no tenemos en mente ampliar el recinto. O peor aún, que los estímulos de comida o juguetes estén en pésimas condiciones o no haya los suficientes, por lo que habrá que llamar al veterinario para que los reponga o colocar algunos estímulos nuevos.

Lo primordial es el bienestar y la conservación

Planet Zoo, a pesar de su aparente accesibilidad, no cuenta con una curva de dificultad óptima en su modo Carrera, puesto que nos toparemos con algunas misiones que nos dejarán casi a ciegas, como la reserva natural Hoja de Arce, para que creemos nuestro parque natural desde cero, y en otras nos podremos pelear con detalles aparentemente absurdos que tienen algún tipo de restricciones.

No es tan sencillo como en otros juegos de su especie al tener que construir previamente muchas instalaciones, intentar que las de nuestro personal de mantenimiento no estén a la vista de los visitantes al zoo, controlar tanto el agua como la temperatura ambiente de los animales, o que haya suficiente información visual y auditiva en puntos estratégicos para promover las donaciones.

Si andamos perdidos, aparte del citado buscador interno o de los filtros que nos aseguran que todo lo que coloquemos se adapte perfectamente a las necesidades de un animal en concreto, tenemos un apartado de ayuda para repasar todo a fondo. Y luego las creaciones del resto de usuarios para coger ideas sobre cómo deberíamos construir nuestro parque y de paso descargar algún diseño para tener el plano de una estructura a golpe de un clic, que se están viendo cosas chulas.

Sí que es cierto que, pese a los diversos parches que ha ido lanzando Frontier Developments, donde se han corregido un montón de bugs, todavía quedan ciertos fallos de rendimiento, principalmente a la hora de entrar al menú del juego, del comportamiento de la IA o del mercado de animales. Son fallos puntuales que no empañan, en cualquier caso, la gran labor del estudio inglés para todo aquel que llevase tiempo buscando una alternativa a Planet Coaster en plan zoológico.

La opinión de VidaExtra

En resumen, Frontier Developments ha sabido crear con Planet Zoo un simulador de gestión más que notable que satisfará a los amantes de los animales, a la vez que deja un mensaje al pensar en el bienestar y la conservación de estas especies, con algunas en peligro de extinción. Un consume-horas de mucho cuidado.

Planet Zoo

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