Albergaba pocas esperanzas en cuanto a la remasterización de Onimusha: Warlords. Pese a lo bien que se conserva el clásico de 2001, daba la sensación de que Capcom no iba a ofrecer los suficientes alicientes para adentrarse en esta puesta al día. Al menos para el público de España, porque el original de PS2 vino con textos en inglés, al igual que su conversión para Xbox en 2002.
Por suerte esta remasterización viene con textos en español, un hecho al que no se la ha dado el bombo que debería y que supone el complemento ideal para ese control analógico y otro tipo de mejoras leves, pero necesarias, para una saga olvidada por Capcom durante demasiado tiempo y que resulta muy fresca.
Ahora ya no hay excusa con Onimusha
Conviene recalcar el hecho del idioma porque no es para nada habitual, por mucho que hace unos días se haya dado otro caso (Tales of Vesperia: Definitive Edition, que también viene con textos en castellano). Máxime teniendo en cuenta chapuzas como las de los clásicos de PlayStation Classic o los que se han ido rescatando de PSX en PlayStation Store, como el Resident Evil 2 (1998), que es la versión NTSC-USA que viene, lógicamente, en perfecto inglés.
A nivel gráfico, salvo un suavizado en las texturas y algo más de nitidez para los fondos prerrenderizados, Onimusha: Warlords huele un pelín a viejuno, pero no ha perdido ni un ápice de su encanto. Además, luce bastante bien en las resoluciones actuales, ya sea a 1080p o a 4K, y se muestra mucho más fluido.
El control tipo tanque heredado del clásico survival horror de Capcom se mantiene mediante la cruceta digital, pero esta remasterización incluye a mayores la posibilidad del control analógico con el stick izquierdo, lo que nos permite movernos con total libertad sin tener que dar giros sobre nuestro eje que complicaban los duelos contra los enemigos. Es más, otra de las novedades de esta versión es que ahora podremos cambiar de arma en caliente, sin tener que pausar el juego, lo que mejora ostensiblemente el ritmo de la aventura.
Tan solo hay un nuevo pero en la nueva disposición de los botones, ya que el mapa ahora se ve pulsando el stick izquierdo, lo que provocará que de vez en cuando lo abramos sin querer al estar contra un enemigo exigente al realizar movimientos bruscos por la tensión del momento. Por lo demás, sigue siendo un muy buen juego que será más sencillo de conocer para las nuevas generaciones.
Una IP que surgió hace la friolera de 18 años
Apodado en su momento como el Resident Evil con samuráis y demonios, Onimusha: Warlords tiene mucho más que esa muletilla para intentar definirlo. Capcom dio vida en 2001 a una nueva franquicia donde controlábamos a Samanosuke Akechi, con voz y rostro del actor Takeshi Kaneshiro, en su intento por rescatar a la princesa Yuki, presa por los demonios de Nobunaga Oda.
Lo hacíamos dentro de un castillo, sobre el que giraba toda la historia, con zonas que estaban conectadas a ese monumento del periodo Sengoku, como si se tratase de la mansión Spencer de Raccoon City. Era, eso sí, una aventura significativamente mucho más corta que el clásico de 1996 protagonizado por Redfield y Valentine, pero más exigente con los combates por la dureza de sus enemigos. En cierto modo, Nioh fue un poco una especie de sucesor espiritual con influencia de los Souls, a mayores, al haber muchos nexos en común.
Samanosuke, por suerte, es ducho con la espada y tiene un poder especial gracias al guantelete Oni, con el que puede absorber las almas de los demonios. Además, no solamente cuenta con diversos ataques con la katana (pocos, tampoco nos engañemos), sino que también puede bloquear, esquivar y contrarrestar las acometidas del rival de modo letal (la técnica Issen, de difícil ejecución), contando a mayores con tres magias extremadamente poderosas, una por cada espada elemental. Elementos que nos permitirán, por cierto, desbloquear puertas.
Sigue siendo, de hecho, un juego que requiere un pelín de farmeo de almas para este cometido, porque habrá algunas puertas bloqueadas con tres sellos, lo que nos obligará a subir al máximo (nivel 3) el poder de cada uno de los orbes. Lo que ya sigue siendo secundario es el poder de cada katana, aunque sin duda ayudará mucho que las subamos al máximo nivel, especialmente con el desafío de la Zona Oscura o para no sufrir tanto con ciertos jefes. Donde sí que lo pasaremos fatal es con la cámara a lo Resident Evil, que sigue cambiando de manera brusca en ciertas salas, especialmente contra los jefazos de turno. Es muy puñetera.
Onimusha, el genial inicio de una saga olvidada
Lo que es innegable es que este Onimusha: Warlords de 2019 supera al original de 2001 por haber mejorado otros aspectos de su control, pulido ligeramente su apartado gráfico y haber implementado, por fin, subtítulos en castellano. Sobre esto último, de hecho, cabe decir que también se muestran de mejor manera los documentos, incluidos los de los acertijos. Porque aquí no hay solamente acción.
Muy famosa fue en su día la trampa del agua por lo disuasoria que resultó ser para todos los jugadores ávidos de acción. No es que contase con muchos puzles la aventura principal, pero desde luego que supo crear mucha tensión en ciertos momentos, como todo ese tramo completo. Porque no había pausa en la escena final, con Samanosuke atrapado. Y si nos mataban, había que rehacerlo todo.
También hubo un contraste muy especial con Kaede, la compañera de Akechi, ya que ella no contaba con el guantelete Oni, por lo que no podía absorber las almas de los enemigos y por lo tanto no tenía forma de curarse sin recurrir a las hierbas. Ahora bien, sus tramos eran mucho más cortos, pero supieron aportarle un toque interesante al ver la historia desde otra perspectiva. Aunque había que tener cuidado de no perder fluoritas en su tramo al no poder regresar a ciertas salas...
Porque Onimusha: Warlords tenía muchos secretos, no solamente al completar la aventura. Lo bueno es que esta remasterización, gracias a sus medallas (un apartado especial del menú de pausa, a modo de galería con todos los posibles logros/trofeos a obtener), da buena cuenta de la mayoría de sus secretos para que los tengamos en cuenta. Porque sigue siendo de lo más rejugable.
La opinión de VidaExtra
Pese a que lo ideal hubiese sido un lote con los cuatro Onimusha principales y en formato físico, no es mala señal que Capcom haya recapacitado y rescatado esta saga 18 años después, porque Onimusha: Warlords sigue siendo de lo más actual. Una aventura exigente y con secretos que nos tendrá atrapados durante las cinco horas de media que dura la experiencia. Y ahora en castellano, además.
A favor
- Una variante muy interesante de los Resident Evil
- Pese a su lanzamiento en 2001, se muestra bastante fresco
- Escudriñar todos sus secretos y sus recompensas
- El final de su historia sigue siendo de lo más impactante
En contra
- Lo bruscos que son los cambios de cámara, especialmente en algunos duelos contra jefazos. O el botón del mapa
- Que no sea un lote con el resto de Onimusha...
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