Manolito. Lo llamábamos Manolito y realmente creo que se llamaba Javier. Cosas de niños, cosas que pasan cuando estás cursando segundo de EGB y te acaban de regalar una NES que disfrutas cada tarde junto a tu mejor amigo aunque Manolito os recuerde, cada día, que él tiene una Neo Geo. Seguro que lo de llamarle Manolito iba con ganas de fastidiarle aunque no recuerde exactamente cómo puede fastidiarte que te llamen así.
El caso es que aquel niño de pelo rizado y mirada malévola tenía una Neo Geo en su casa y nos recordaba día tras día que podía jugar al 'Fatal Fury' y al 'Art of Fighting' mientras nosotros disfrutábamos con nuestra NES en sus últimos días de vida. Estoy seguro de que todos habéis tenido a un Manolito en vuestras vidas. O peor, quizá habéis sido ese Manolito con otros niños.
Por eso cuando el otro día tuve ante mi la posibilidad de adquirir una Neo Geo X Gold no pude resistirme. No veía la caja de la consola, veía a Manolito disfrutando solo, en su casa, con su mando gigante y sus gráficos súper cañeros en dos dimensiones.
Y de repente recordé a la mítica Hobby Consolas de los años noventa, recordé los análisis de juegos de Neo Geo, aquellos pantallazos, aquella calidad gráfica, las partidas infinitas en la máquina recreativa del camping, los partidos enloquecidos en el 'Super Sidekicks', los cortes de Haohmaru y su espadón, la gorra de Terry Bogard, la coleta de Robert García y sus contundentes patadas… demasiados recuerdos como para decirle que no a esa pequeña joya que me miraba con ojitos tiernos.
Sabía que las críticas habían sido regulares, que muchos andaban descontentos por la calidad de la máquina, por la calidad del mando e incluso algunos hablaban de lag en pantalla, algo terrible para un videojuego arcade noventero. Pero tenía que probarlo. ¿Y si mi unidad funcionaba bien? ¿Y si no era para tanto? ¿Y si pese a todo era disfrutable y volvía a recuperar aquellos juegos que tan bien me lo hicieron pasar de pequeño? Al fin y al cabo lo retro siempre tiene ese problema: enfrentarse al factor nostalgia y ser incapaz de sobrevivir a él.
Neo Geo X Gold, contenido del paquete
Para los más despistados conviene aclarar algo. La Neo Geo X es una consola portátil fabricada por Tomno bajo la licencia de SNK. Una consola que ha tenido una vida controvertida, vamos a llamarlo así, ya que la relación entre las dos compañías no ha acabado precisamente bien. Alex nos lo contaba hace un tiempo y dejaba clara una cosa, pese a la negativa de SNK la consola seguiría vendiéndose de manera limitada.
Pero volvamos a centrarnos en la consola. Una consola de un diseño elegante, cuando uno apuesta por un diseño tan sobrio es difícil estropearlo, negra brillante y con una pantalla de 4,3 pulgadas. Estas son sus características técnicas:
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Pantalla LCD de 4,3 pulgadas
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Resolución de 480 x 272 píxels y función modo 4:3 o 16:9
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Procesador Xburst a 1Ghz
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512MB de Memoria RAM
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2GB de memoria interna.
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Ranura SD.
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Salida A/V
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Altavoces internos y conexión a cascos mediante un jack de 3.5mm.
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Micro USB para cargar la batería (ojito con esto) y actualizar el firmware.
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Joystick, botones A, B, C, D y botones superiores L1, L2, R1, R2 que se utilizan para cambiar opciones de pantalla.
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Sistema operativo Linux sobre el que se lanza el emulador FB Alpha
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20 juegos instalados en memoria.
El paquete en concreto es la versión Gold, la que además de la consola portátil y sus veinte juegos grabados en memoria lleva el 'Ninja Masters', un dock con forma de Neo Geo al que podemos conectar la consola y jugar así en la tele y un mando réplica del original que se conecta por USB al dock. Es importante resaltar que los mandos de la Neo Geo original no son compatibles con Neo Geo X ni con su dock, algo que le ha costado más de una crítica al cacharro.
Una consola portátil que no se recarga fácilmente
Hasta aquí todo claro, esto es lo que trae la versión Gold y lo que vamos a encontrarnos al abrir el paquete. Pero hay que hacer un par de apuntes más.
SNK y Tommo venden packs de juegos clásicos que no vienen instalados en memoria. Esos packs, de momento hay cinco, constan de una tarjeta SD con los juegos y un cable "rocket". Ese cable "rocket" que, insisto, no viene con la consola y sólo está disponible si adquieres un pack de juegos, sirve para dos cosas importantísimas:
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Actualizar el firmware de la consola a la versión 500 (originalmente sale con la 370) que incorpora varias mejoras esenciales como una mejora del sonido, una mejor respuesta al mando y que te permite jugar a los juegos que acabas de comprar.
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Permitir que la consola se cargue a una velocidad más rápida y sin necesidad de meterla en el dock de sobremesa. Y es que sin el cable Rocket, que es un adaptador entre la conexión de corriente del cable de carga y el puerto micro USB de la consola, la Neo Geo X se debe cargar obligatoriamente en el dock con forma de Neo Geo original.
Y eso no está bien. Por mucho que la gracia del pack sea tener una consola de sobremesa a la que conectarle los mandos de Neo Geo no hay que olvidar que lo que compramos es una portátil y como tal debe poder recargarse de una manera rápida y fácil… con lo que viene incluido en el paquete.
Imaginad que para cargar una PS Vita tuviésemos que comprar, a parte, un cargador. O que los iPad sólo pudiesen cargarse si se conectan al ordenador vía USB. No hombre, por lo que vale la Neo Geo X Gold (unos 170 euros) debería venir el cable "rocket" y no obligarnos a adquirir un pack de juegos a parte.
Mis dudas sobre la Neo Geo X y cómo se han resuelto
Vamos a ir directos al grano y os voy a montar una especie de FAQ rápida que me hubiese gustado encontrar en algún sitio antes de decidir comprármela para luego entrar en detalle y ver qué nos ofrece la consola. Y es que debo admitir que ante este tipo de dispositivos que se aprovechan (quitadle la connotación negativa) de la nostalgia siempre intento ser precavido.
Lo único que le pido a una consola así es que funcione sin complicarme la vida. No quiero problemas con roms, con emuladores, con cosas que no acaban de funcionar como deberían o como yo recordaba… quiero una experiencia de juego sencilla y que me transporte a los años noventa, a la casa de Manolito. En definitiva, quiero que se cumpla lo que prometen pero… hay, ¿cuantas veces se cumple exactamente lo que las compañías prometen?
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¿Funciona? Sí, tanto cuando es portátil como cuando está conectada a la TV.
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¿Pero funciona bien y sin lag? Sí, siempre que utilicéis HDMI al conectarlo a la TV. Si la conectáis, siempre mediante el dock, con los cables de Audio y Video tradicionales sí hay lag. Al menos en la televisión HD donde la he probado. Así que la única opción para mi es HDMI.
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¿Se ven los juegos a una tasa de fotogramas estables o, al menos, como iban en su momento? Sí, casi todos. Aunque perfectamente jugable sí he notado que en los 'Metal Slug', en determinados momentos cuando hay mucha carga de sprites en pantalla, los fotogramas se resienten. Y más si jugamos dos a la vez. Pero insisto, se nota aunque no impide jugar relativamente bien.
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¿Se conecta fácil a la televisión? Sí, conectar por HDMI y listo, sin configurar nada.
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¿El mando de Neo Geo es como el original? Sí a nivel de forma y no a nivel de materiales y acabados. La verdad es que aunque hace gracia (realmente es muy divertido aporrear los botones enormes y mover el joystick como posesos al estilo máquina recreativa) la calidad no es la que debería tener. No esperéis un mando de altas prestaciones, con materiales buenos o que os recuerde más allá de la forma al original. Eso sí, funcionar funciona perfectamente.
Si algo podemos sacar en claro y positivo de las preguntas y respuestas anteriores es que el invento funciona. Sí, la sensación es buena y podemos volver a disfrutar de los antiguos arcades conectando la consola a la televisión mediante su dock. Eso sí, tenéis que tener en cuenta que la calidad general tanto del dock como del mando no es todo lo buena que podría ser, por no decir que directamente es mala.
El precio de la nostalgia, dirán algunos. Otros consideramos que el precio es abusivo.
El mando funciona y el dock también (cumple su función de recargar la consola además) pero no me extrañaría que tras unos meses de uso intensivo el mando acabase destrozado. Y eso en un dispositivo que cuesta casi sesenta euros no puede permitirse. Es el precio de la nostalgia, dirán algunos, otros consideramos que es un abuso y que debería de ser mejor.La consola portátil, por su parte, sí tiene mejor calidad que los accesorios y aunque en una época en la que estamos acostumbrados a resoluciones "retina" su pantalla de baja resolución pueda sentarnos como una puñalada en los ojos, tiene todo el sentido del mundo. Es suficientemente brillante (no como para jugar bajo el sol en la playa, claro) y los juegos lucen a las mil maravillas. Eso sí, tendréis que elegir en qué formato queréis jugarlos, en 4:3, el original, o en una versión estirada hasta los 16:9.
Jugando a la Neo Geo X y volviendo a aporrear botones, como antaño
Jugar con la consola metida en el dock, conectada a una televisión de 32 pulgadas y dándolo todo junto a un amigo… es una pasada si apela a tu nostalgia retro cuando hacías lo mismo, con el mismo amigo, hace 20 años. ¿Qué tienen estos juegos de SNK que nos atrapan y nos hacen disfrutar como niños?Es algo que me llevo preguntando desde hace unos días. He tenido muchas consolas portátiles y aunque juego a todas ellas no había conseguido volver a disfrutar de una manera tan inocente y directa. Es como volver al camping, al salón recreativo con mis colegas. Echar una moneda de 25 pesetas y jugar como posesos durante 5 minutos, hasta que nos aniquilaban.
Es la magia de SNK, algo que había intentado recuperar con emuladores y demás sistemas aunque había fallado de manera irremediable siempre que lo intentaba. Demasiados problemas. Buscar un emulador que funcione, encontrar un mando, incompatibilidades, roms legales, estabilidad o directamente que cuando estás jugando en un ordenador o en un smartphone, sabes que algo falla. Que no es lo mismo.
Por eso Neo Geo X conectada a su dock y con ese mando gigante de por medio ha conseguido que me vuelva a acordar de Manolito. Llevo varios días pensando en él y en la suerte que tenía por jugar a todos estos clásicos en aquella época. Pero no le envidio, yo disfruté de la legendaria NES y ahora, cuando realmente puedo valorar el enorme trabajo que realizaba SNK en la época es cuando me enfrento a sus juegos.
No es una consola perfecta, no es un producto para todos los públicos, no tiene la calidad que debería tener y además es cara, muy cara. Pero ha conseguido que vuelva a jugar como un poseso, a aporrear botones como un loco y a disfrutar de grandes clásicos que se merecían una segunda oportunidad. Quizá le pido poco, quizá no necesito más que llegar a casa, sentarme en mi butaca y volver a intentar rescatar a Yuri, la hermana de Ryo Sakazaki, una y otra vez hasta que lo consiga.Como cuando era niño, cuando conseguirlo era mi mayor responsabilidad ante la vida y el fracaso sólo me costaba otra moneda de 25 pesetas.
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