El 2018 nos ha dejado una gran cantidad de buenos momentos para todos los aficionados a los videojuegos, sobre todo en lo que a lanzamientos se refiere. La recta final no pudo haber terminado de una mejor forma con juegazos como Super Smash Bros. Ultimate y también con uno de los últimos trabajos de Avalanche Studios, Just Cause 4.
La última aventura protagonizada por Rico Rodríguez ha sido uno de los juegazos que ha logrado colarse en nuestro top 50 y muy merecidamente, como ya os contamos en su momento en nuestras primeras impresiones, pero ahora ha llegado el momento del veredicto final con el análisis que os invitamos a leer a continuación.
Recorriendo la inmensa isla de Solís
El inicio de Just Cause 4 es posible que sea uno de los mejores que hemos visto en un videojuego en los últimos meses porque comienza por todo lo alto como lo haría una verdadera película de acción, con una trepidante misión que nos deja claro lo que nos va a deparar el juego por la espectacularidad que alcanza en tan solo unos minutos.
En seguida estaremos repartiendo tiros, visualizando explosiones por aquí y por allá, combatiendo contra decenas de soldados enemigos, volando por los aires, utilizando nuestro gancho para desplazarnos de un lado para otro, etc. Y es que la jugabilidad de Just Cause 4, pese a tener unos niveles bastante elevados de acción, peca a la larga de poder resultar un tanto repetitiva y falta de novedades con respecto a sus predecesores.
Aquellos que hayan disfrutado de las entregas anteriores se sentirán como en casa sembrando el caos por toda la isla de Solís, uno de los mundos abiertos más descomunales que podéis encontrar actualmente en un videojuego. El objetivo es el de acabar con la Mano Negra, uno de los ejércitos más poderosos que existen en el mundo, aunque Rico Rodríguez estará armado hasta los dientes sin parar de demostrar que no tiene miedo a nada ni a nadie, porque sus nuevos adversarios no le pondrán las cosas tan fáciles.
La verdad es que no tiene mucho sentido entrar en más detalles del argumento porque el propio juego no te invita tampoco a querer saber más sobre él. En algunos momentos puede parecer interesante y disfrutas de él presenciando las cinemáticas que se irán intercalando entre las misiones principales, pero en seguida quedará relegado a un segundo plano cuando te pones manos a la obra, porque lo malo es que las misiones principales no es que sean especialmente diferentes unas de otras.
Tampoco queremos decir que todas sean idénticas, porque hay algunas francamente impresionantes y con las que nos lo pasaremos en grande, pero en líneas generales no es que Just Cause 4 nos esté ofreciendo algo nuevo constantemente conforme vamos avanzando en la aventura. Lo mismo ocurre con sus misiones secundarias, que en algunos casos se nota que están un poco de relleno para alargar más todavía la duración principal del juego, que fácilmente puede superar las 20-30 horas.
Aun así, la experiencia nos ofrecerá momentos cargados de diversión y entretenimiento y, por mucho que nos encontremos a veces haciendo lo mismo una y otra vez, resulta difícil cansarse por la descarga de adrenalina al participar en estos enfrentamientos que parecen enteramente sacados de una película de Michael Bay. Tan pronto estarás asaltando una base de la Mano Negra como participando en una persecución en la que te están grabando para hacer un largometraje con ella o incluso explorando tumbas en las que se esconden algunos de los mayores secretos de Solís.
Los ciudadanos quieren vivir en paz y no tardarán en sumarse a nuestra causa al aportarnos toda la ayuda necesaria. Por eso mismo el mapa se dividirá en varias secciones que deberemos ir conquistando, que es a su vez lo que dará pie a las diferentes misiones principales y secundarias. Cuantas más hagamos, más terreno iremos obteniendo y más objetivos y desafíos irán surgiendo, por lo que completar el juego al 100% no resultará una tarea fácil y mucho menos algo que nos vaya a costar poco tiempo conseguir.
Sacando partido a los gadgets de Rico
Nuestro protagonista volverá a echar mano de todos los artilugios que tenga a su alcance para hacer frente a las adversidades que se le pongan por delante. En cualquier momento que nos tiremos desde un lugar medianamente alto podremos activar del traje aéreo de Rico para así planear por el aire con él o sacar su paracaídas. Surcar los cielos de la isla y presenciar los paisajes de esta forma es una auténtica pasada.
Derrotar a los enemigos o el examinar ciertas cajas que estarán repartidas por las bases enemigas nos servirá para apoderarnos de infinidad de armas de fuego, entre las que no faltarán las ametralladoras, lanzacohetes, rifles de francotirador y muchas más que formarán un completo arsenal. No todas serán igual de efectivas al igual que no todas funcionarán en todo tipo de situaciones, dado que los enemigos que nos encontraremos tendrán sus propias clases y habilidades.
Si bien todas estas armas y herramientas son algo básico en la jugabilidad del juego, algo que por supuesto no puede faltar es el gancho, el gadget preferido de Rico Rodríguez y con el que sin duda realizaremos la mayoría de virguerías. Gracias a él podremos lanzarlo para engancharnos a cualquier elemento, vehículo o incluso a otros personajes para salir disparados en esa dirección a toda velocidad. Si esto lo combinamos con el traje aéreo o con el paracaídas podemos lograr salir disparados al aire y así desplazarnos más rápido por el cielo de la isla.
En cualquier caso, por lo que se caracterizará sobre todo el gancho será por la enorme lista de habilidades que tendrá y que iremos desbloqueando sobre la marcha para así mejorarlo y personalizarlo a nuestro gusto. Algunos de estos usos alternativos los podremos mezclar entre ellos, de forma que uno nos servirá para disparar unos globos u otro para colocar cohetes, por ejemplo. Si combinamos ambos podemos lograr que un contenedor salga volando por los aires y al momento haga la función de nave gracias a los propulsores que le situemos en uno de sus laterales.
Esto no es más que un pequeño ejemplo de la infinidad de opciones que tendremos a nuestra disposición. Cada una de las habilidades contará al mismo tiempo con otras cualidades, como por ejemplo alterar su velocidad o su potencia, pero lo realmente divertido es tomarse un tiempo en examinar todas las posibilidades que tenemos y ponernos a experimentar entre los cientos de combinaciones, porque nadie nos enseñará a sacar todo el potencial a nuestro gancho y eso es una verdadera lástima.
Engancharnos a cualquier cosa, tirar de elementos que haya por el escenario para arrancarlos de cuajo o lanzar el gancho a los enemigos para patearles la cara serán a la larga las acciones que más realizaremos con la herramienta principal del brazo de Rico. El juego no te obliga en ningún momento a emplear el resto de funciones, lo que causa que al final serán puramente anecdóticas porque cualquier misión se podrá completar empleando simplemente sus funciones básicas y no dejando títere con cabeza al repartir tiros o volar por los aires cualquier cosa.
Explosiones por aquí y por allá
Naturalmente la verdadera diversión será la de causar nosotros mismos el caos de las formas más salvajes que se nos crucen por la cabeza. Asimismo, personalmente he de reconocer que los mejores momentos los he pasado interactuando con los vehículos, los personajes o el propio escenario tratando de liarla parda.
Sin ir más lejos, una de las situaciones con la que más me reí fue cuando robé un camión para bloquear el paso en un túnel y acto seguido dispararle con un lanzacohetes, lo que causó que decenas de vehículos comenzaran a estallar, junto con otros que se lanzaban de cabeza contra los demás pareciendo que también deseaban volar en pedazos.
Y es que esa es la gracia de Just Cause 4, el poder hacer simplemente lo que te dé la gana, sin preocuparte de nada más. No es que cometas un crimen y automáticamente ya esté la policía detrás de ti para detenerte. Aquí nadie te dirá absolutamente nada. Si te apetece disparar a un motorista para adueñarte de su vehículo podrás hacerlo sin problemas, del mismo modo que puedes lanzar el gancho a un coche para subirte en el capó y "surfear" encima de él. Quien dice coche puede decir una lancha, un helicóptero, un avión o cualquiera de las decenas de vehículos que existen.
Como ya hemos indicado antes, el nivel de acción y espectacularidad del juego no parece tener límites y a esto hay que sumar otra de las grandes novedades de esta entrega, como son los efectos climatológicos extremos. En algunos lugares de la isla aparecerán tornados gigantes que arrasarán con todo a su paso o tormentas de arena que provocarán que no veamos absolutamente nada en la pantalla. Tampoco es que tengan una importancia abrumadora porque estas situaciones se producirán en muy contadas ocasiones, pero no dejan de estar ahí y ser otro detalle que hemos de afrontar si queremos sobrevivir en la isla.
Gráficamente Solís es una auténtica maravilla. Cuando te lanzas desde un avión desde el punto más alto y visualizas todo lo que tienes a tu alrededor, es alucinante por la cantidad de detalles que tiene el mapa y lo bien que lucen sus bosques, montañas, ciudades, el mar, etc. A estos aspectos es difícil sacarle algún defecto, no como a las animaciones de los personajes, porque los humanos parece que tienen unos huesos flácidos en cuanto reciben cualquier impacto y mueren, pudiendo observar cómo sus brazos y piernas cobran vida propia y se colocan de cualquier forma.
Es entendible que al ser un sandbox hay que mover demasiados elementos en pantalla simultáneamente, pero lo cierto y verdad es que en ocasiones nos hemos encontrado con problemas que han afectado a las animaciones de Rico, además de personajes aliados que hacían lo que les daba la gana provocando que fracasáramos las misiones o vehículos que han desaparecido sin dejar ni rastro cuando había demasiados juntos en un mismo lugar. Por suerte son tan solo situaciones puntuales, pero que por desgracia hacen que la experiencia no sea perfecta del todo.
La opinión de VidaExtra
Avalanche Studios nos deja con una entrega que cumple a la perfección con su cometido. Tampoco es que sea un juegazo de diez, pero es realmente entretenido y será raro que nos aburramos de él por la cantidad de actividades que tendremos para realizar, pese que la variedad de los objetivos de las misiones no es que sea uno de sus puntos fuertes.
Por otro lado, el juego está completamente localizado al castellano, con un buen reparto de voces que estarán acompañadas por una estupenda banda sonora con temas que encajan con todo lo que suceda. Además, en los vehículos podremos escuchar la radio con una larga lista de emisoras de diferentes estilos musicales y hasta programas que nos dejarán con debates un tanto peculiares que nos encantará prestar atención detenidamente porque nos harán soltar alguna carcajada por lo disparatados que son.
Just Cause 4 es uno de los juegos que más podemos recomendar a todos aquellos que estéis buscando un título de acción pura y dura en el que tengáis total libertad para hacer lo que os plazca, nadie os mire mal por ello y si os apetece liaros a provocar explosiones, robar vehículos, repartir tiros o simplemente surcar los cielos con vuestro traje aéreo, podáis hacerlo sin ningún problema, porque al final hasta nosotros mismo llegaremos a ser más peligrosos que el propio ejército de la Mano Negra.
A favor
- Una isla en la que podrás hacer de todo con numerosas actividades.
- El caos que se puede llegar a formar en un momento.
- La libertad que te ofrece con un nivel muy alto de acción y espectacularidad.
En contra
- La falta de variedad en las misiones principales.
- Algunos fallos puntuales en las animaciones y en otros elementos que aparecen en pantalla.
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