Últimamente no paro de pensar en 'Dark Souls III'. Parecía que el primer 'Dark Souls' era insuperable, pero personalmente considero que este último trabajo de Hidetaka Miyazaki ha elevado el listón y para mí es claramente el GOTY 2016.
Desde que 'Demon's Souls' perfeccionó la fórmula de los 'King's Field' en 2009, hemos visto cómo la popularidad y reconocimiento de los Souls ha ido en aumento, comprobando cómo estos últimos años han aparecido los primeros imitadores, como 'Lords of the Fallen' o 'Salt and Sanctuary'.
Dentro de esta nueva oleada de juegos exigentes adoptando una estructura similar a los trabajos de From Software, se encuentra 'Nioh', un videojuego que lleva más de diez años en desarrollo, por diversas complicaciones internas, y que recuerda poderosamente tanto a 'Dark Souls' como a 'Ninja Gaiden'. Y esto último tampoco extraña mucho, puesto que detrás está Team Ninja (desde 2010).
Desde hoy contamos con una demo de su alfa en PlayStation Network, y no he querido desaprovechar esta oportunidad, puesto que llevo mucho tiempo siguiendo el progreso de 'Nioh'. Por ahora me ha dejado con buenas sensaciones, aunque cuenta con varios aspectos a pulir, como el relativo a la cámara.
De samuráis, demonios y seres con mala leche
El comienzo en 'Nioh' nos lleva hasta la costa de Usuki, dentro de la isla de Kuroshima. Nosotros manejamos a un pescador desprotegido que tan solo cuenta con una katana y la habilidad para sacar partido de un espíritu guardián.
Ya a los mandos, vemos que el control difiere mucho del de 'Dark Souls', a pesar de que las mecánicas de juego sean similares. Aquí no atacamos con R1 o R2, sino con el cuadrado y el triángulo. Del mismo modo, no corremos con el círculo, sino con la equis. Y con este botón, también rodaremos si lo pulsamos dos veces.
Hay similitudes, como la forma de fijar al objetivo o protegerse, sin embargo los atajos funcionan de un modo distinto: tenemos tres ranuras directas para objetos. A su vez, el arma de largo alcance cuenta aquí con un botón fijado (L2), lo cuál hace que el proceso de cambiar al arco sea mucho más ágil.
La gestión del equipo es bastante práctica y en seguida nos desenvolveremos con garantías. Otra historia son los combates. De entrada, 'Nioh' es muy exigente, incluso para los curtidos en los Souls. Aquí se penaliza mucho agotar la energía, dejando aturdido al personaje y siendo, por lo tanto, un blanco fácil para el enemigo. Los ataques, además, son muy rápidos y los enemigos al principio nos harán muchísimo daño, principalmente por ir vestidos de pescador.
Perdiéndole (un poco) el miedo y respeto a Nioh
Una cosa que llama mucho la atención de esta producción de Kou Shibusawa, basada en un guión que no llegó a terminar el maestro Akira Kurosawa y al que tituló "Oni", son esos cadáveres que veremos constantemente por el mapa.
Al contrario que en los Souls, no son simplemente rastros de un héroe caído, sino que nos permiten luchar directamente con sus apariciones y ganar suculento botín y Amrita (lo que serían las almas) para subir de nivel. Y claro, iluso de mí, probé suerte con dos que estaban en la costa y me mataron. Dos o tres veces. Después pasé de ellos y exploré la zona, consiguiendo equipamiento y subiendo niveles.
Otro detalle que llama la atención de 'Nioh' es el tema de las posturas. Hay tres para cada arma: alta, media o baja. Esto varía completamente la forma de atacar, porque, por ejemplo, en la postura baja (que me encanta) los cortes son más rápidos, mientras que en la alta son más potentes y consumen más energía. Estas posturas, además, cuentan con sus propios ataques y habilidades que podremos utilizar. De hecho, el tema de las habilidades es otro aspecto con mucha miga.
Por cada nivel que subamos se nos concederá un punto de samurái que nos servirá para desbloquear distintas habilidades para cada arma: desde las que potenciarán el ataque o reducirán el consumo de energía, hasta otras que nos ofrecerán múltiples alternativas de bloqueo/contraataque. Algunas cuentan con distintos niveles en donde se nos pedirán más puntos de samurái si cabe. Y luego hay que "equipar" esas habilidades, modificando cómo reacciona cada botón a medida que hagamos un combo. Es algo bastante complejo y lioso al principio.
Es como un Ninja Gaiden, pero mucho más cruel
A medida que avanzamos iremos desbloqueando más cosas (siempre y cuando curioseemos por el resto de la zona). Por ejemplo, en una parte custiodiada por unos no-muertos, conseguí la capacidad de recibir una bendición de Kodama desde cualquier santuario (lo que sería una hoguera en los Souls), pudiendo aumentar con ello el porcentaje de Amrita conseguida u otras cosas. Y muy cerca de ahí, el primer atajo del juego habilitando unas escaleras.
En esa parte quedó patente uno de los aspectos por pulir de 'Nioh': su cámara en espacios cerrados. Se torna injugable, puesto que podemos tener fijado a un enemigo, pero no lo estaremos viendo. Además, considero que el movimiento de la cámara es un poco brusco. De todas formas, esto es una alfa y tiene mucho margen de mejora. Y sería de agradecer quitarle algo de oscuridad.
En cualquier caso, en el rato que he estado jugando me ha dejado con muy buenas sensaciones y tengo intención de seguir exprimiendo esta demo hasta el último día (5 de mayo), puesto que al completarla obtendremos el DLC The Overlord.
Personalmente me alegra que cada vez salgan más juegos con el estilo de los Souls, un claro signo del impacto que ha tenido From Software en esta industria. Habrá que ver la suerte que le depara a 'Nioh', pero por lo pronto puede desmarcarse de su claro competidor (y fuente de inspiración) al ambientarse dentro de un mundo totalmente diferente con samuráis y demonios, al contrario de lo que sucedió con 'Lords of the Fallen' (que en lo personal, también me gustó).
Plataformas: PS4
Multijugador: sí, online
Desarrollador: Team Ninja
Compañía: Koei Tecmo
Lanzamiento: 2016
Precio: 50,95 euros
Sitio oficial | Nioh
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