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Un impresionante MMORPG de fantasía que viene pisando muy fuerte para hacerse un hueco. Análisis definitivo de Throne and Liberty

NCSoft nos sorprende con una aventura espléndida en la que las horas se pasan volando

Los aficionados a los MMORPG tienen una buena cantidad de títulos por los que se pueden decantar para pasar cientos o incluso miles de horas delante de la pantalla viviendo toda clase de aventuras. Algunos de estos juegos ya se han asentado lo suficiente por la cantidad de años que llevan en activo, pero hay otro que ha querido probar suerte con su propia propuesta capaz de haceros vivir una épica odisea de las que no se olvidan fácilmente.

Eso mismo es lo que he sentido a lo largo de las últimas semanas cuando he estado jugando a Throne and Liberty, la nueva obra a cargo de NCSoft. La compañía surcoreana ya tiene una buena experiencia en este tipo de trabajos, como ya ha demostrado en el pasado con la saga Guild Wars, entre muchos otros, así que eso mismo es lo que me hacía entrever que al menos me iba a encontrar con un juego desarrollado por personas que saben lo que hacen.

De hecho, cuando probé este MMORPG en verano, además de hace unas cuantas semanas, me causó unas sensaciones espléndidas y memorables, aunque también me encontré con errores que necesitaban ser corregidos con urgencia, de ahí que también quise ir con pies de plomo a la hora de jugar a su versión final. Así pues, en el siguiente análisis os voy a contar hasta qué punto merece la pena este videojuego publicado por Amazon Game Studios.

Un épico mundo que parece sacado de las mejores historias de fantasía

Desde los primeros instantes que te pones a los mandos no hay duda de que Throne and Liberty quiere dar el todo por el todo para convertirse en un juego que te entre muy fácilmente por los ojos con unas cinemáticas apoteósicas que no te cansarías de verlas una y otra vez por el nivel de espectacularidad que desprenden. No solo la primera de ellas en cuanto inicias una nueva partida, sino todas las que van desfilando a medida que vas progresando en la trama de este fascinante mundo de fantasía con el que ha habido momentos que las horas se me han pasado volando.

La acción transcurre en el mundo de Solisium, el cual está siendo amenazado por Kazar, conocido también como la Ira de la Conquista y la mismísima encarnación del mal que lo único que busca es apoderarse del mundo a base de destruir todo a su paso. La única manera de acabar con él es a base de reunir los fragmentos de la Estrella de Sylaveth antes que nadie. Una ardua misión que emprenderá el personaje que se creará cada uno con una larga lista de opciones disponibles para personalizar su aspecto de arriba a abajo.

Desde ese momento, tocará viajar por una larga lista de zonas de las que no pararán de dejaros con la boca abierta por lo bien que lucen, dado que el apartado artístico es simplemente sobresaliente. Da igual que estés andando por campos, adentrándote en bosques, escalando montañas, visitando ciudades o recorriendo los pasillos de los castillos y mazmorras, porque cada lugar muestra algo que lo hace especial y digno de querer sacar una captura de las que merece la pena enmarcar.

Además, el rendimiento del juego es excepcional. Es un aspecto que me ha sorprendido porque las ciudades principales se notan muy vivas por la inmensa cantidad de NPCs andando de un lado a otro y porque también hay jugadores por todas partes. No sé si será porque tan solo tiene un mes de vida, pero en este tipo de juegos siempre es una gozada sentir que su mundo está tan poblado, porque en las misiones y modos de juego en los que participan más personas te puedes encontrar decenas de ellas fácilmente. Y todo ello sin que los fps bajen de 60 en ningún momento, al menos en la versión para PC que he jugado.

La historia, sin ser perfecta, me ha parecido de lo más interesante a nivel general. Los "peros" que le puedo sacar es que empieza de un tanto abrupta y de golpe y en ocasiones da la impresión de que te has perdido algo por el camino. Asimismo, algunos personajes principales que vas conociendo aparecen y desaparecen tan deprisa que no te da tiempo para familiarizarte con ellos o para empatizar con los problemas por los que están pasando.

Sin embargo, en los momentos en los que va pillando más fuerza, que son más constantes de lo que parece, sabe atraparte de una manera tan asombrosa que lo único que te apetece es seguir progresando en la campaña a lo largo de los diez capítulos en los que se divide. Y no importa si sois de los que jugáis un rato, lo dejáis unos días u os dedicáis a pasar el rato de otras maneras, porque el hilo no lo pierdes nunca gracias a que cada misión de cada episodio dispone de su propio resumen que se puede consultar en cualquier momento para así volver a ponerse al día de todo lo que ha sucedido.

Otro detalle que me ha llamado la atención es que cuando completas una misión principal se escucha una voz en off (en inglés o coreano con subtítulos en castellano) narrando todo lo que ha pasado, como si estuvieses viendo una serie de televisión en la que te hacen una introducción o un resumen, siendo una forma brillante de enterarte del argumento si eres de los que prefiere omitir los textos de los objetivos a cumplir y prefiere ir al grano. Todo ello mezclado con las secuencias destacadas previamente, así como libros, documentos y hojas que aportan algo más de lore para lograr un conjunto realmente épico.

No importa si sois de los que os gusta jugar en solitario, con amigos o con personas de todas partes del mundo, porque todos tienen su hueco gracias a la amplia variedad de modos PvE, PvP y hasta otros que mezclan ambos mientras avanzas en la historia principal, tratas de superar mazmorras o te unes al asedio de castillos, aunque tampoco faltarán las impresionantes batallas contra jefes finales inmensos o misiones secundarias y diarias para que el entretenimiento no cese en ningún momento. Es más, el juego hasta dispone de cross-play para uniros a otras personas sin importar la plataforma escogida por cada uno.

En otro orden de cosas, por el mundo de Solisium se puede viajar a pata o con las habilidades de metamorfosis que convierten a nuestro protagonista en un lobo, un águila o una nutria para desplazarse rápidamente por tierra, por los cielos o por el mar con tan solo pulsar un botón. Aun así, el desplazamiento rápido está presente y es digno de aplaudir el hecho de que las pantallas de carga son inexistentes y tan pronto como seleccionas un destino al que quieres viajar aparecerás allí al instante.

Adiós a las clases. Bienvenidas las armas

Pasando a hablar del personaje con el que jugará cada uno, aquí me he topado con sensaciones encontradas. Todos los jugadores se podrán decantar por una única raza que será la misma para todos, como son los humanos. Lo único que hará distinto a unos de otros es su aspecto y la transfiguración de piezas de equipo para que cada uno le otorgue su toque personal. Personalmente, habría agradecido alguna raza más para elegir, pero es algo que tampoco me supone un inconveniente. Sin embargo, lo que no me ha convencido tanto es que tampoco hay clases diferentes.

Es decir, no esperéis encontraros con un mago que solo se dedique a lanzar hechizos, un guerrero especializado en el combate cuerpo a cuerpo o un cazador que te pueda machacar a distancia y nada más. En su lugar, todo esto se determina por las armas que lleven equipadas los personajes, pudiendo decantarse por alguna de las siguientes: espada y escudo, espadones, dagas, arcos, ballestas, varitas y bastones. Al seleccionar una de ellas se cambiará radicalmente la forma de jugar y el papel que se debe ejercer durante los combates.

Cada una de las armas va acompañada por su correspondiente lista de habilidades ofensivas, defensivas y pasivas, así que por un lado esta es la forma tan peculiar que tiene el juego de ofrecer clases tan variadas, con la posibilidad de que puedas alternar entre unas y otras cuando más te apetezca. A esto se suma el hecho de que puedes llevar equipadas dos diferentes, por si en algún momento ves mejor atacar cuerpo a cuerpo o a distancia al poder optimizar las capacidades de dos armas cualesquiera.

Lo que me genera dudas es que al final, por mucho que te quieras centrar más en un arma, no terminas de sentir que eres un mago puro y duro o una especie de pícaro que aplica venenos a los enemigos. Entiendo que el juego ha querido apostar por algo que no tenga nada que ver con otros MMORPG más comunes, pero prefiero mi clase a la que voy subiendo de nivel y si quiero probar otra hacerlo con un personaje nuevo.

Hablando del hecho de subir de nivel, a medida que vas ganando puntos de experiencia hasta llegar al nivel 50 vas recibiendo puntos que se pueden distribuir entre fuerza, destreza, sabiduría y percepción. Por su parte, con las armas sucede algo similar, porque estas se pueden mejorar y encantar y sus correspondientes habilidades se pueden ir volviendo más letales o con mayores efectos si cuentas con los objetos oportunos, porque vais a necesitar una tremenda avalancha de ellos para fortalecer a vuestro personaje en todos los aspectos.

Ya podéis ir teniendo la mentalidad de que os tocará farmear a base de bien, porque cada pieza de equipo que quieras crear o subir de nivel, al igual que cada habilidad de las armas, requiere su propia cantidad de artículos que irás acumulando constantemente a base de cumplir tareas, participar en eventos o progresar en la campaña. Esto cuenta a su vez con un sistema de aleatoriedad en el que dependerá si la suerte te sonríe o no, porque si es así sus porcentajes subirán rápidamente, pero también puede ocurrir justo el caso contrario, siendo esta una forma que tiene el juego de obligarte a jugar durante infinidad de horas.

Pasando a su sistema de control, volvemos a encontrarnos con algo que te puede encantar o no. Para que os hagáis una idea, yo vengo de jugar durante casi 20 años a World of Warcraft con una cámara que siempre acompaña por detrás a mi personaje. Haga lo que haga siempre me muestra la espalda, a no ser que yo la mueva por mi propia cuenta para examinar los alrededores, pero en cuanto me vuelvo a poner en marcha se coloca automáticamente para que vea que tengo en frente, como si fuese mi punto de vista.

Sin embargo, en Throne and Liberty eso no existe. Solo hay dos opciones distintas: o una cámara que se mueve con tan solo mover el ratón y sin pulsar nada o una cámara estática y que te obliga a pulsar el botón izquierdo o derecho del ratón para desplazarla. Como ninguna de las dos me convencía en absoluto, me resultó imposible jugar con teclado y ratón, así que opté por enchufar un mando y mi primera impresión fue que la interfaz cambia al instante para adaptarla a este sistema de control, mostrando el acceso a todas las opciones de una manera muy intuitiva.

De primeras el viaje empezó bien, lo que me permitió jugar como si fuese cualquier RPG de acción, teniendo un acceso rapidísimo a cualquier habilidad del arma principal y secundaria, pero con el tiempo pude comprobar que no es oro todo lo que reluce. Esto se debe a que para poder atacar a un enemigo es necesario apuntarlo, porque no puedes atacarlo sin más, lo que resulta un gran problema si se te juntan varios al mismo tiempo y quieres machacar a uno de ellos en concreto, a no ser que tengas algún ataque en área, así que en este sentido resulta menos intuitivo en comparación con usar el ratón.

Por lo tanto, luces y sombras en ambos sistemas con los que a la larga te acabas acostumbrando, sí, pero eso no quita que se podrían perfeccionar más todavía con algunos pequeños ajustes que son muy necesarios para que la experiencia fuese sublime del todo. Eso no quita que todos los encuentros sean espectaculares y transcurran a un ritmo frenético que provoca que tengas ganas de estar luchando sin cesar contra todo lo que te encuentres por el camino.

Un free-to-play en el que pagar tiene sus ventajas

Por entrar algo más en detalles en las actividades que están disponibles en el mundo de Solisium, algunas se van desbloqueando durante los primeros compases del juego y otras van apareciendo cuando ya le has dedicado su buena cantidad de decenas de horas. Algunas de ellas implica formar parte de un gremio, con una capacidad máxima de 70 jugadores, que es la forma que tiene el juego de motivarte a hacer amistades y compartir la aventura con más personas de todo el mundo.

Por ejemplo, el asedio al castillo implica que estos grupos se enfrentan en unas batallas alucinantes en las que es posible transformarse en gólems colosales para arrasar con todo con tal de llegar al trono antes que los demás, aunque también es posible enfrentarse a los ataques de otros gremios hostiles que pretendan robarte todas las riquezas que has acumulado, por lo que aquellos que les encante el PvP se sentirán más que satisfechos con todos los modos por los que se pueden decantar para enfrentarse a todo tipo de jugadores.

Eso sí, es en este punto en concreto en el que entramos en un terreno pantanoso y de los que está generando más polémica. Throne and Liberty se trata de un videojuego free-to-play que lo podéis descargar y jugar todo lo que queráis sin pagar un solo céntimo y así disfrutar plenamente de todo lo que ofrece, pero las propuestas de este tipo necesitan conseguir dinero de alguna manera que, si bien no es obligatorio, sí que te ofrece algunas ventajas el hecho de pasar por caja.

Como he señalado anteriormente, para optimizar las armas y piezas de equipo necesitas grandes cantidades de determinados recursos que puedes ir consiguiendo a base de jugar sin más o acelerar el proceso con packs de desarrollo. Asimismo, no falta su correspondiente pase de temporada de pago, que también cuenta con su versión gratuita, para desbloquear toda clase de artículos que van más allá de elementos puramente cosméticos, por lo que estas son algunas de las maneras en las que debes sacar a relucir la cartera.

Pero el método que está generando más controversia es la casa de subastas. En este lugar, al que puedes acudir al haber alcanzado el nivel máximo, puedes poner a la venta las cosas que ya no necesites para nada y recibir a cambio una moneda que se obtiene con dinero real. Esto supone que, aquellos que no les importe gastarse la cantidad de dinero que haga falta, se equiparán antes de lo normal y se volverán rápidamente muy poderosos, lo que sin duda supone una ventaja descomunal a la hora de enfrentarte a otras personas en el PvP.

También puede darse el caso de que vayas obteniendo piezas que ya no necesites para nada y decidas ponerlas a la venta, lo que supone una buena inversión. Sin embargo, la probabilidad de recibir una pieza de equipo, y más aún una lo suficientemente valiosa, es más baja de lo que pueda parecer, por lo que los artículos y las armas más poderosas se vuelven más importantes en la casa de subastas al ser más raras de obtenerlas por métodos normales sin tener que pagar. A la larga todos están en las mismas condiciones, pero unos lo harán fácilmente y arrasarán con todo y otros al cabo de unas semanas y sufriendo por el camino.

Una aventura en la que siempre tendrás algo que hacer

Las primeras horas de Throne and Liberty se pueden hacer un poco cuesta arriba por la abrumadora cantidad de información que no para de soltarte el juego de repente. Esto se debe a que el menú está repleto de todo tipo de apartados y opciones que sirven para progresar, animarte a llevar a cabo actividades y para obtener infinidad de recompensas a base de avanzar en la historia o completar otra serie de desafíos.

Junto a esto están los eventos con su correspondiente horario que puedes consultar en cualquier momento para saber a qué hora comenzará cada uno, como por ejemplo una cacería de lobos en el que gana aquel que consigue más pieles que ninguno en un tiempo límite. Esta especie de agenda resulta de lo más útil para que no se te pase nada por alto mientras estás viviendo otra serie de aventuras por el mundo de Solisium.

Hasta que te acabas acostumbrado a todos los menús y a todo lo que ofrece el juego cuesta un poco, porque de primeras vas recibiendo todo lo que te va dando en forma de premios sin llegar a preguntarte qué has hecho exactamente para recibirlo, pero a la larga es cuando te tienes que fijar bien en qué tipo de tareas tienes pendientes por completar para no pasar nada por alto y que puede venir de maravilla para fortalecer más todavía al personaje.

Aquellos que busquen una experiencia más relajante podrán dedicarse a optimizar sus profesiones de pesca o cocina u optar por extraer minerales, tampoco faltarán los que prefieran centrar sus esfuerzos en avanzar en las misiones que se les vayan planteando y por supuesto no podemos olvidarnos de las mazmorras. Estas me han parecido bestiales por la forma en la que requiere la cooperación de todos los miembros para superarlas y porque no bastará con golpear a los enemigos sin más.

Cada uno de los jefes finales dispone de sus propias habilidades y patrones que te obligan a jugar de una manera determinada en cada encuentro para que todos ellos te acaben dejando con un reto diferente a los demás. Por todo ello, para un aficionado al PvE y no tanto al PvP, las mazmorras ha sido uno de los contenidos que más he disfrutado de todo el juego con inmensa diferencia.

Aparte de todo lo anterior, en esta aventura nunca llegas a estar completamente solo, porque nuestro personaje puede ir acompañado por un Amitoi, unos seres diminutos que parecen enteramente unos peluches de lo más achuchables y con unos rostros tremendamente simpáticos. Pese a parecer algo completamente secundario, lo cierto es que esconden una enorme profundidad que es lo que provoca que merezca la pena prestarles atención y no ignorarlos.

Esto se debe a que sobre la marcha te ayudan a recoger objetos del suelo y también te curan, pero lo que les hace tan especiales es el hecho de que, cuantos más tienes, más bonificaciones recibes a cambio. Además, algunos de ellos comparten una sinergia que otorga ventajas extra, aunque también puedes ordenarles que partan en una expedición para que te entreguen a cambio una cierta cantidad de objetos dependiendo de la cantidad de horas que quieres que pasen fuera.

La opinión de VidaExtra

El 2024 es un buen año para todos los aficionados a los MMORPG, entre el lanzamiento de World of Warcraft: The War Within, New World: Aeternum y ahora el de Throne and Liberty, por lo que tendréis que buscar tiempo hasta debajo de las piedras si queréis jugar a todos ellos. En el caso de la obra desarrollada por NCSoft, es un juegazo que fácilmente te puede mantener atrapado durante una cantidad de horas tan descomunal que ni siquiera serás consciente del tiempo que has pasado delante de la pantalla.

Hay actividades para dar y tomar para que todo tipo de jugadores se sientan satisfechos y con ganas de recorrer este magistral mundo de fantasía, con unos combates que podrían mejorarse con unos retoques, pero que le dan un toque más personal para diferenciarse de otras propuestas similares. Es innegable que para los recién llegados o más inexpertos en este género les puede resultar un tanto abrumador la enorme carga de información que te va soltando el título durante sus primeras horas, pero una vez te acostumbras se hace todo más llevadero.

El componente free-to-play que roza el pay-to-win es sin duda uno de sus peores aspectos. Claro que se agradece el poder jugar gratis, pero no el hecho de que pasar por caja te pueda otorgar tanta ventaja frente a los demás jugadores, así que habría que buscar la forma de equilibrar este aspecto algo más para que no cause tanto rechazo a los que no deseen poner ni un solo céntimo encima de la mesa. De todos modos, hay suficientes modos y actividades PvE para que no te falten las formas de entretenerte por Solisium.

En definitiva, Throne and Liberty ha llegado pisando muy fuerte y convencido de que merece un hueco en la industria. Desde luego, aquellos que os animéis a darle una oportunidad, no lo lamentaréis. Porque tal vez no sea perfecto en determinados apartados, pero recorrer esos preciosos paisajes mientras estás metido de lleno en una emocionante historia de fantasía, y encima sin tener que pagar por ello, no se ve todos los días.

Precio de Throne and Liberty

Jugar a Throne and Liberty es gratis, aunque el juego dispone de una serie de packs de pago que otorgan una cierta cantidad de lucientes, la moneda premium, junto con otros tantos artículos. Exactamente son los siguientes:

  • Pack de bronce (19,99 euros): 1.125 lucientes y el Amitoi Fresquíbiri playero.
  • Pack de plata (49,99 euros): 2.875 lucientes, la metamorfosis para correr Almiraz esponjoso y la metamorfosis para nadar Lutrango dorado.
  • Pack de oro (99,99 euros): 6.000 lucientes, la metamorfosis para volar Ferthur amaranto, el atuendo de trotamundos de la noche blanca y el yelmo de trotamundos de la noche blanca.

Duración de Throne and Liberty

Como sucede en cualquier MMORPG, la duración de Throne and Liberty es difícil de calcular. Lo que sí podemos decir es que completar la historia principal os llevará más de 30 horas y a partir de ahí ya dependerá del tiempo que queráis dedicarle al resto de actividades disponibles.

Ficha Análisis Throne and Liberty

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