Hyrule Warriors: análisis

Hyrule Warriors: análisis
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Hace cosa de un mes publicaba nuestras primeras impresiones con 'Hyrule Warriors' tras terminar el modo historia y comprobar qué luces y sombras rodean al último juego de Wii U, y ya entonces me aventuraba a afirmar que estábamos ante una mezcla, la de 'The Legend of Zelda' y 'Dynasty Warriors', muy prometedora. Ahora toca deshacer el camino para comprobar si estaba o no en lo cierto.

Como entonces sigo siendo consciente de que 'Hyrule Warriors' es un juego difícil de recomendar, no porque sus bondades sean pocas, todo lo contrario, sino por pertenecer a un género que nos toca tan de lejos que muchos navegarán entre la desidia y la más completa admiración. Empiezas en una punta y acabas en otra.

Hyrule Warriors es más de lo que imaginas

El paso por esa primera sensación está especialmente marcado por las mecánicas del juego y cómo se presentan desde su inicio. Las bases acaban ampliándose poco más y, en su esencia, estás ante un juego de acción con botón para ataque rápido, botón para ataque fuerte y una horda de enemigos a la que llevarte por delante.

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La mecha que puede llegar a tener la idea es cuestionable, pero partida tras partida empiezas a entender que no todo se reduce a machacar botones, que toca olvidarse de los enemigos para correr hasta la otra punta del mapa a defender una base y que una vez allí vas a tener que esquivar y atacar en el momento preciso para volver a esa gloria de combos y mil muertes seguidas que antes te parecía monótona.

Que me perdonen los fans del género, no soy ningún experto en la materia pero le he dado más de una oportunidad a la saga 'Dynasty Warriors' y, por lo que sea, no he conseguido superar esa primera impresión. Sí ha ocurrido con 'Hyrule Warriors', tal vez por vivir un ambiente que me es familiar y hacerlo acompañado de héroes a los que conozco desde mi infancia. Básicamente había algo más detrás de esas primeras partidas que no supe ver en su día o las franquicias de Omega Force no supieron encandilarme como debían.

Ahora me he convertido en fan, y de ahí esa dificultad a la hora de intentar recomendar algo que sigue siendo igual de simple que cuando lo jugué por primera vez. Tal vez mi paso por esta situación ayude a otros que están en mi lugar a darle a 'Hyrule Warriors' la oportunidad que se merece.

Las claves de una gran jugabilidad

No me veréis alabar su argumento pese a que alguno de sus giros y forma de integrar a los personajes ha conseguido sorprenderme, así que no hablaré de ella mucho más de los retazos que dejé en aquellas primeras impresiones. Aquí la magia la otorga la jugabilidad y el resto importa bien poco, y pese a que faltando una buena historia y puzles, dos de las grandes señas de identidad de 'The Legend of Zelda', podríamos acabar pensando que el juego queda cojo, en ningún momento los he echado en falta.

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Lo único que necesita 'Hyrule Warriors' para encandilarte es mantenerte pegado al mando durante un par de capítulos, el tiempo justo para que el héroe escogido empiece a subir de nivel, ganar combos y recoger armas del suelo o de un cofre. Es entonces cuando el Ganondorf que se limitaba a pegar espadazos a diestro y siniestro gana combinaciones como crear una bola de fuego y lanzarla para limpiar cientos de enemigos de golpe, o cuando hinca la rodilla en el suelo para invocar una sombra cinco veces más grande que él que barra el escenario con el brazo.

Son esos momentos que tanto gustan a los jugadores, esa oportunidad de babear frente a la pantalla con el cambio generado por tu fidelidad a un personaje al jugar con él para intentar mejorarlo. No sólo eso, es la oportunidad de hacerlo una y otra vez, aprender a controlar qué momento es el ideal para realizarlo y saber combinarlo con el resto de ataques para sacar su máximo partido.

El símil es complicado, pero imagina poder realizar los grandes ataques de 'Bayonetta' cuando te venga en gana, sólo apretando los botones adecuados, y además tener a tu disposición decenas de posibilidades distintas de la mano de una ristra de personajes y las diferentes armas que cambian por completo sus habilidades. Una joya para los completistas, vamos, y eso que aún quedan más opciones por relatar.

Hyrule Warriors: y dura, y dura, y dura...

Si conocéis mínimamente el género sabréis que a la lucha contra cientos de enemigos se suma la necesidad de limpiar zonas concretas para que nuestro ejercito empiece a crecer desde ese punto y frenar el ataque enemigo. Casi siempre es un objetivo indispensable para ganar, ya sea para evitar perder, para encontrar la llave que nos abra las puertas al último combate o para obligar al jefe de turno a que aparezca en el campo de batalla para intentar darle la vuelta a la situación.

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Los puzles que no existían se materializan entonces en las luchas contra esos jefes, aunque de una forma mucho más simple que la que podría esperar un fan de la franquicia. Los objetos que encontramos en la aventura nos sirven para atontar al enemigo, así una bomba en la boca de uno y un flechazo rápido en el ojo de otro nos ayudan a hacer más llevadero el combate.

Ninguno es especialmente memorable, menos aún tras la segunda vez que nos enfrentamos a esa misma situación, pero ayudan a descansar del machaque de botones e introducen otras estrategias que van más allá de simplemente atacar como si no hubiese un mañana. Nunca entrañan una dificultad desmedida durante el modo historia, más cercano a un paseo de lo que esperaba, pero sí hay otras oportunidades para sudar.

La principal de ellas, más allá del cambio de dificultad desde el menú para los que tengan lo que hay que tener, reside en el modo aventura, una delicia plagada de personajes pixelados en la que tendremos que enfrentarnos a distintos retos que van desde batallas contra el crono a luchas con la vida bajo mínimos.

Gracias a ella ampliaremos aún más el número de horas pegados a la pantalla en busca de nuevos personajes y armas, lo que sumado a la búsqueda de secretos del modo historia complementan una vida útil excelente. Con eso en mente diría que 'Hyrule Warriors' es un juego más recomendable para los completistas que para los que quieren pasarse el juego en dos días y saltar a otra cosa sin romperse los cuernos demasiado, pero si te encuentras en uno de los dos bandos y además sumarías a esa característica el hecho de ser fan de Link y compañía, personalmente iría de cabeza a por él sin dudarlo.

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Conclusión

'Hyrule Warriors' es el perfecto ejemplo de lo ignorantes que podemos llegar a ser cuando se nos cruza un género. Ha pasado de la repudia a la más completa admiración en cuestión de meses, y aunque ese cambio no ayudará demasiado a que se acerque al objetivo de transformar la situación de Wii U, como jugadores deberíamos sentirnos agradecidos por el experimento.

No sólo es un gran juego que trata a una franquicia consagrada con todo el respeto y admiración que merece, también es una oportunidad pocas veces presentada para darle la vuelta por completo a una historia y personajes que parecen tallados en piedra y con un cristal de por medio para protegerlos. Al final el bocadillo de queso con chocolate no sólo estaba delicioso, está a la altura de un restaurante del Upper East Side.

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A favor

  • Un juego divertidísimo
  • Vida útil enorme
  • Lo mejor de Zelda y lo mejor de Dynasty Warriors

En contra

  • Puede parecer demasiado simple
  • Algunas ralentizaciones muy puntuales
  • Historia y personajes cogidos por los pelos
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