Estamos a febrero y ya tengo uno de mis grandes candidatos al GOTY. Sí, lo afirmo nada más empezar el siguiente análisis que vais a poder leer porque no quiero esconderlo durante más tiempo. He tenido la inmensa fortuna de haber jugado a Hogwarts Legacy durante los últimos días y ha sido una de las experiencias más gratificantes y que más he disfrutado en muchísimo tiempo.
Como gran fan de todo lo que rodea al universo de Harry Potter mi expectación por ponerme a los mandos con la versión final era descomunal. Desde el primer momento que vi las películas y me leí del tirón los libros a medida que iban saliendo a la venta siempre me ha interesado todo lo que tenía que ver con este mundo mágico, sobre todo con este título que ya hemos ido viendo vídeo tras vídeo la pintaza que tiene.
Es más, recientemente tuve la oportunidad de probarlo durante una hora y hasta os conté los motivos por los que no podíais perder de vista su lanzamiento. Ahora, ha llegado el momento de dar el veredicto final y contaros por qué Hogwarts Legacy tiene que formar parte de vuestra lista de títulos favoritos de este 2023, porque es una de esas obras que no pueden faltar en ninguna biblioteca.
Una aventura en el Mundo Mágico digna de unirse a los mejores libros de la saga
La trama de esta aventura comienza muy de sopetón tras crearte el personaje que quieras, ya sea un mago o una bruja. Independientemente de nuestra elección, se trata de un alumno de quinto año que por fin va a entrar en la escuela de Hogwarts. Lo normal es que todos los alumnos comiencen con 11 años en el primer curso, pero en nuestro caso ha sido diferente.
A partir de ese momento no tardan en tener lugar algunos sucesos de lo más misteriosos y emocionantes, pero no quiero contar ningún detalle trascendental sobre el argumento porque es mejor que lo viváis vosotros mismos todo lo que ocurre sobre la marcha. No obstante, lo que sí puedo expresaros es que me sentí en todo momento como si estuviese ante uno de los libros de la saga, por la forma en la que va transcurriendo todo.
Personajes aliados, magos malvados, objetos mágicos de lo más misteriosos, salas secretas que no deben de ser visitadas, clases a las que hay que acudir, hechizos para dar y tomar, etc. Vamos, lo que vienen a ser todos los elementos característicos de este universo están presentes aquí de principio a fin. Eso te deja con una historia en la que el interés por descubrir cómo sigue no decae en ningún instante, sino todo lo contrario, porque el ritmo de las misiones principales es sobresaliente y en absoluto he tenido la sensación de que se haya alargado innecesariamente ni nada.
Además, el hecho de meterme más de lleno en este mundo es que nuestro personaje no es un simple monigote. Más allá de la importancia que tiene en la trama y que no se tarda demasiado en averiguarlo, se debe también al hecho de que habla, y mucho. A la hora de crearlo, con un completo editor repleto de opciones para modificar su pelo, color de piel, cicatrices y otros detalles, se puede seleccionar la voz que tendrá sin importar su sexo, por lo que podéis escoger a un personaje con apariencia masculina y voz femenina o viceversa si así lo preferís.
El editor está pensado para que cada uno elija al mago o bruja con el que más se sienta identificado. En cualquier caso, lo de la voz es esencial porque como mencionaba el personaje participa constantemente en todas las conversaciones con frases que va soltando por su propia cuenta, así como por las respuestas que vayamos seleccionando, lo que a veces nos permite comportarnos como alguien amable, un pasota o todo un cafre. No obstante, no he tenido la sensación de que mis respuestas hayan alterado la trama de alguna forma, aunque los demás sí que reaccionan diferente a nuestro comportamiento en este sentido.
He de decir que sobre la marcha no paras de conocer magos y brujas relevantes con nombres con los que tal vez te hagas un cacao en la cabeza al intentar acordarte de todos, algo que es más habitual en los primeros compases, pero a medida que van pasando las horas te vas familiarizando más con todos ellos. En cualquier caso, siempre se puede recurrir en cualquier momento a un listado con las misiones que se han ido completando y que hace la función de resumen de todo lo que ha ido sucediendo hasta el momento.
Por otro lado, una de las primeras decisiones relevantes que hay que tomar es la de escoger a qué casa pertenecerá nuestro personaje: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw o Slytherin. La ceremonia con el Sombrero Seleccionador esperaba que fuese a ser algo más larga y que me hiciese un test para determinar a cuál de ellas iría a parar, pero la verdad es que da un poco igual porque al final te deja la opción de escoger la que más se amolde a tu forma de ser o para que te decantes simplemente por la que más te guste por el motivo que sea.
En mi caso yo me decanté por Hufflepuff y lo cierto es que es un tanto irrelevante, porque lo único que afecta a la historia es la habitación de Hogwarts en la que te hospedas y “los puntos que te van otorgando” los profesores por hacerlo bien durante sus clases, al igual que ciertas conversaciones son diferentes dependiendo de la casa a la que representes, nada más. Aun así, también me ha parecido comprensible porque de lo contrario se habrían tenido que diseñar cuatro historias diferentes.
Dicho sea de paso, la aventura raciona a la perfección los momentos de investigación, las partes de acción y los ratos en los que tenemos que acudir a clases para continuar con nuestros estudios, porque no hay que olvidar que en ningún momento dejamos de ser alumnos de Hogwarts y encima uno que acaba de empezar a dar sus primeros pasos en el Mundo Mágico. De hecho, a Harry Potter le pasaba los mismo que alternaba sus aventuras con acudir a las clases para convertirse en un gran mago, al igual que las estaciones del año también irán dando un salto de una a otra, modificando el aspecto de los escenarios.
Que esa es otra, el apartado artístico es simplemente brillante por cómo luce absolutamente todo y lo bien recreado que están todos los elementos, porque te sientes desde el primer minuto que estás dentro del universo de Harry Potter, tanto al recorrer los pasillos de Hogwarts, como visitando las tiendas de Hogsmade y también al sobrevolar con la escoba voladora todos los alrededores del descomunal mundo abierto que se abre ante ti cuando ya llevas unas horas a los mandos.
Demostrando nuestra habilidad como magos y brujas
Naturalmente no seríamos buenos magos o brujas si no tuviésemos a nuestra disposición un amplio repertorio de hechizos para emplear durante este viaje tan excepcional. La forma de sacar partido de cualquiera de ellos es muy intuitiva y algo positivo es que no todos los vas aprendiendo de golpe, sino a un ritmo que te permite familiarizarte poco a poco con todos ellos a medida que te los van enseñando los profesores de Hogwarts.
Para ello toca superar previamente un simple minijuego de pulsar unos botones y mover el stick del mando, pero una vez aprendidos solo tenemos que asignar la magia en cuestión a uno de los botones para utilizarlo con nuestra varita cuando queramos. Con los que simplemente realizan efectos, tipo lumus para iluminar lo que hay a nuestro alrededor o reparo para reparar objetos que estén rotos, se pueden emplear cuando quieras, pero los hechizos más enfocados al combate disponen de su correspondiente tiempo de enfriamiento.
Tampoco os penséis que hay que esperar demasiado porque hay tantísimos hechizos diferentes que al final estás todo el rato alternando entre unos y otros, porque por un lado hay varios ofensivos junto con varios que causan efectos alterados. Tan pronto estás lanzando un incendio para quemar a los adversarios como realizando un levioso para hacer que flote por los aires o también accio para atraerlos hacia ti. Y mientras tanto puedes ir disparando con la varita para hacer daños normales.
El combate es muy divertido y no voy a negar que no he dejado títere con cabeza. Cada vez que en el minimapa veía un punto rojo señalando el lugar donde había algún enemigo, ya fuese una criatura o un mago tenebroso, allá que iba a machacarlos con mi varita, porque me lo he pasado en grande atacando y sacando partido de la amplia variedad de hechizos que hay disponibles. Asimismo, también gana puntos lo espectaculares que se ven en pantalla con rayos volando por todas partes, fuego que sale por nuestro alrededores y por supuesto también hay que hacer mención a las magias prohibidas tipo Avada Kedavra que son impresionantes.
Pero no todo será usar los hechizos sin ton ni son cuando queramos, porque ciertos enemigos son resistentes a las magias de efectos y solo podremos causarles daños normales, al igual que ciertos magos de los malvados se colocarán escudos de colores que hacen intuir el tipo de magia que debemos utilizar contra ellos para romperlos. En este sentido todo resulta muy intuitivo, aunque no os penséis en absoluto que todo es coser y cantar.
Hay en ciertos combates en los que he llegado a morder el polvo por la cantidad de enemigos que se llegaban a juntar en pantalla. Vale que tienes protego para generarte un escudo si lo activas en el momento exacto y también se puede rodar para esquivar los impactos, algo que es muy esencial, pero a veces hay tantos enemigos atacándote sin parar que resulta muy complicado zafarte de sus ataques y buscar el momento de devolverles los impactos.
En general me ha dado la impresión de que la dificultad está muy bien equilibrada, sin llegar al punto de resultar desesperante y tampoco un me pongo a atacar como un ser despiadado y me desentiendo de lo demás. Además, me ha gustado el hecho de que no siempre estamos solos en los combates, porque en el Bosque Prohibido me he encontrado con Centauros que me han echado un cable y hasta los temibles trols se han liado a golpes contra los magos tenebrosos, lo que me ha venido bien para que se mataran entre ellos y tan solo propinarles el golpe de gracia.
Con el tiempo se desbloquea la función de utilizar magia antigua, a la que solo se puede tener acceso al haber realizado previamente un buen combo de golpes o recogiendo una esferas de color azul que salen desperdigadas durante las batallas. Así, una vez rellenada la correspondiente barra, se puede ejecutar un magia brutal y de las más devastadoras, con su correspondiente secuencia en la que hacer que caiga un rayo del cielo, empecemos a estampar al enemigo contra el suelo o directamente le hagamos tan pequeñito que se puede aplastar de un pisotón.
Con respecto a los enemigos, estos son muy variados y están por todas partes del Mundo Mágico, para así darle más vida a los escenarios. Eso sí, ya os aviso que hay que andarse con mucho ojo por los lugares por los que se avanza, porque me he llegado a meter de lleno en zonas en las que me sacaban demasiado nivel y he sufrido las consecuencias por intentar lidiar con ellos. Y algo que me ha gustado es que el propio juego te anima a superar desafíos en estos enfrentamientos, como por ejemplo utilizar una magia en particular, realizar un combo en concreto, arrojarles un objeto determinado, etc., para así hacer estos encuentros más interactivos por si te apetece cumplir con lo que se pide.
Las otras aventuras que aguardan por delante
Hogwarts Legacy se podría decir que se divide en tres pilares fundamentales: su argumento y personajes, el combate y el último de ellos es su mundo abierto, sobre el que queda por hablar. Estamos acostumbrados a que en juegos con escenarios inmensos nos dejen con infinidad de actividades secundarias que en algunas ocasiones pueden dar la impresión que están ahí simplemente para alargar innecesariamente la aventura por lo insulsas que resultan.
La buena noticia es que yo no he tenido esa sensación con este título. Jamás faltan tareas para llevar a cabo de lo más variopintas, porque hasta las misiones secundarias disponen de su propia historia de fondo para conocer mejor a los habitantes de este Mundo Mágico con unos objetivos que no consisten en hacer de simples recaderos, lo que no quiere decir que no haya misiones así.
Por lo tanto, me he encontrado con momentos en los que tenía que buscar un objeto en particular, eliminar a ciertos enemigos, ir a una zona a investigar y otras tantas labores que en verdad no se parecen demasiado entre ellas para no dar la sensación de que estamos haciendo lo mismo una y otra vez. A su vez, todo ello servirá para obtener objetos a cambio o skins para modificar la apariencia de los artículos que nos equipemos.
Sobre ellos hay que decir que dispones de la capacidad de cambiar el gorro, las gafas, los guantes o la túnica, por ejemplo, con piezas que tienen sus propios requisitos, niveles de rareza y estadísticas, como buen RPG. Al existir la opción de transfigurar no importa si las gafas o el gorro que llevas no te gustan, porque puedes modificar su apariencia cuando quieras sin que esto afecte a los puntos de ataque, defensa o vida que te hayan otorgado.
El problema y uno de los puntos negativos que me he encontrado, es que estás constantemente pillando piezas de equipo, ya sea en cofres ocultos o en bolsas que están esparcidas por todas partes. La cuestión es que el inventario es extremadamente pequeño y muy limitado, así que es fácil encontrarte con la situación de que tienes los bolsillos llenos y no te queda más remedio que abandonar el lugar en el que estás para acudir a una tienda y vender los productos o directamente romperlos y quedarte sin el dinero que te entreguen a cambio por ellos.
Al menos tienes las llamadas Pruebas de Merlín, unos desafíos un tanto complejos en los que hay que resolver unos puzles y que a la larga amplían un poco más los bolsillos del inventario. A pesar de ello, no se puede acceder a todas las pruebas hasta que ya has avanzado lo suficiente en el juego y son demasiadas las que hay que llevar a cabo para que el inventario crezca un poco más, pero tampoco lo suficiente como para desentenderte de lo que supone estar pillando constantemente todo lo que te encuentres.
Otro detalle a destacar sobre estas mismas pruebas es que requieren el uso de una planta que se puede comprar o cultivar, hasta ahí todo bien. No obstante, otro detalle que me ha chirriado mucho es que parece que Hogwarts Legacy se ha fijado en los juegos de móviles para el que de lejos es su punto más negativo, porque cultivar plantas o fabricar determinados objetos te obliga a esperar una cierta cantidad de segundos o incluso minutos para que estén listos. Sin ir más lejos, estas mismas plantas tardan diez minutos en generarse y no, no son minutos reales, sino minutos de juego, por lo que no vale apagar la consola o dejar el juego quieto en el menú.
Así que no te queda más remedio que irte a hacer otras cosas y volver más adelante, pero resulta demasiado tedioso el tener que esperar para que algún objeto este listo, sobre todo si es algo que necesitas o quieres emplearlo cuanto antes. Por ejemplo, con las pociones sucede lo mismo, que las puedes comprar en las tiendas o acudir a la Sala de los Menesteres para fabricarlas por tu propia cuenta con su correspondiente tiempo de espera.
Sobre esta misma habitación, se trata de un lugar que viene bien para relajarse y pasar el rato, porque la puedes editar a tu gusto colocando en ella cuadros, espejos, sillas, candelabros, etc., alterando sus tamaños, colores y otros aspectos para que al final esta zona sea de tu agrado mientras te dedicas a fabricar objetos o para dar vueltas por ella esperando a que transcurra el tiempo de espera.
Volviendo a las actividades secundarias, aparte de misiones también es posible adentrarse en cuevas, arrasar con campamentos de magos furtivos, investigar criaturas fantásticas, participar en carreras con las escobas voladoras y mucho más. Todo ello se ve reflejado en un libro con desafíos que se van completando para así desbloquear más recompensas en forma de skins para el equipo o para decorar la Sala de los Menesteres.
Por lo tanto, entre las misiones principales, las secundarias y el resto de actividades, a lo que se suma el simplemente dedicarte a investigar los escenarios en busca de cualquier objeto, es fácil que la aventura te pueda llegar a durar entre 50 o 60 horas pasándotela con la calma. Y si eres de los que te dedicas a ir a por el 100%, tienes garantizado que el entretenimiento está más que asegurado para las próximas semanas o meses, porque hasta hay logros a desbloquear que te invitan a jugar con las diferentes casas de Hogwarts.
Precisamente el castillo es otro de los últimos puntos sobre el que quería hacer hincapié, porque por todas partes me he encontrados con las llamadas Llamas Flu, que hacen la función de viaje rápido para ir a cualquier lugar importante, ya sea del castillo, de Hogsmade o del resto del mundo. Pero es que está todo tan bien recreado en comparación con los libros y las películas, que al final solo tenía ganas de ir andando por mi propia cuenta para no pasar por alto la majestuosidad de los paisajes, los pasillos, las salas, etc.
Recorrer el castillo de Hogwarts es simplemente una pasada, porque te puedes tirar horas yendo de un lado a otro paseando y más aún si eres de los que quiere desentrañar cada secreto que esconde en sus habitaciones y salas secretas. Lo único que es una pena es que el quidditch no esté disponible y sobre todo por la excusa que dan en el propio juego para ello, pero no me extrañaría nada que por la importancia que tiene se acabe implementando tarde o temprano por medio de una expansión.
La opinión de VidaExtra
En algún momento toca poner el punto y final a este análisis que podría haber sido el doble de extenso si me hubiese dedicado a contar todas las curiosidades y anécdotas que he vivido durante la aventura. No obstante, ahí reside parte de la magia de este juego, en el hecho de que se trata de una aventura que cada uno debe de vivir por su propia cuenta y porque sería una verdadera lástima destriparos según qué cosas que a mi me han dejado de lo más impactado.
Aunque he pasado decenas de horas a los mandos, estoy seguro que Hogwarts Legacy todavía se guarda en la recámara muchas sorpresas que no he llegado a presenciar en su Mundo Mágico. Aun así, es increíble la facilidad con la que te atrapa desde el primer minuto que te pones a los mandos por su excelente argumento que no tiene nada que envidiar al de los libros, por el carisma que desprenden todos sus personajes principales y secundarios junto con sus propias tramas, y también por los combates tan divertidos repletos de efectos en los que te ves envuelto constantemente.
Las actividades del mundo abierto, los minijuegos, los secretos y los desafíos no se quedan atrás en absoluto y son los que aumentan más todavía la duración de esta aventura sin llegar en ningún momento a dar la sensación de que están ahí para alargar todo innecesariamente, porque por los retos que plantean y lo entretenidos que resultan al final es inevitable que te entren ganas de ir a por el 100% o al menos progresar lo suficiente en este apartado. Naturalmente no todo es perfecto y el tema del inventario y lo de los tiempos de espera al fabricar objetos juegan en su contra, así como el hecho de que no se haya implementado el quidditch.
Pero también hay que reconocer que sería injusto decir que Hogwarts Legacy no es sobresaliente por estos detalles, porque no son lo suficientemente grandes como para que empañen la experiencia que te hace vivir esta obra maestra. Es pura magia y da igual que te hayas leído o visto las películas de Harry Potter o no, porque si es tu caso te va a encantar más todavía por todas las referencias que hay a su universo, pero si no es el caso también te encantará porque es una aventura que lo tiene todo para ser un claro candidato al GOTY de 2023.
Hogwarts Legacy AMZ excl PS5
Ficha Análisis Hogwarts Legacy
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