Si por algo puede destacar Nintendo entre muchísimas otras cosas) es por la originalidad de sus juegos, así que la mera idea de caer ante un experimento sin ataduras promete ser una auténtica gozada. Bowser’s Fury cumple a rajatabla con esa idea.
El contenido adicional que acompaña a Super Mario 3D World en su salto de Wii U a Switch es sólo una muestra más de todos los palos que Mario es capaz de tocar manteniéndose fresco y, sobre todo, enfermizamente divertido.
Mario Super Saiyan
No hay reinvención de la rueda por ningún lado, sólo una Nintendo tocando las teclas adecuadas para, uniendo ideas que ya hemos visto en otras entregas, aportar algo fresco e inesperado a un plataformas que sigue funcionando como un tiro.
Aquí Mario se despierta frente a un Bowser encolerizado y un Bowsy preocupado por la ira descontrolada de su padre. Ambos unirán fuerzas para intentar averiguar qué ha ocurrido y cómo ayudar al villano recogiendo los únicos elementos que parecen calmar un poco al monstruo gigante.
Sin embargo, lejos de ser un juego poderosamente atado a esa historia, Bowser’s Fury se las apaña para dejar ahí la típica chapa y dejarte jugar a tu bola. Tienes una isla a tu disposición y el reto de conseguir el mayor número de Soles Gatunos posibles.
Si das con el número adecuado, podrás despertar la campana gigante que convertirá a Mario en ese gato Super Saiyan que ya hemos visto en el material promocional de Nintendo. Una oportunidad que podrás aprovechar para apretarle las tuercas a Bowser.
Un experimento prometedor
Como ya lo hacían los niveles de los Mario más centrados en la narrativa -los escenarios de Super Mario Odyssey, sin ir más lejos-, lo que hace Bowser’s Fury es soltarnos en un entorno estilo mundo abierto en el que puedes corretear, saltar y explorar a tu ritmo.
Tu objetivo será dar con los soles que se encuentran escondidos por ahí mientras, pasados unos minutos, Bowser volverá a aparecer para teñir el cielo de negro y atacar constantemente al fontanero. Si encuentras un Sol Gatuno, Bowser volverá a su estado de hibernación habiendo reducido brevemente su vida. Si tardas mucho en hacerlo, simplemente volverá a dormir.
A base de puzles, tuberías ocultas, carreras contra un Luigi de tinta o simplemente escondidos por ahí, irás dando con los soles que necesitas para activar la campana gigante y, cuando Bowser vuelve a aparecer, podrás ir a tocarla para transformarte en gato gigante y darle cera al Rey Koopa para acabar de minarle la barra de vida.
Como decía, nada que pueda ser considerado como una reinvención de lo que ya conocemos de Mario, pero una dinámica que, a base de exploración y plataformeo, plantea un soplo de aire fresco para un pack que no necesitaba de muchas más excusas para invitarnos a comprarlo. Deseando seguir adelante para descubrir qué más sorpresas guarda bajo la manga.
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