El Águila de sangre era un método de ejecución ritual vikingo mediante el cual se abría la espalda para romper y sacar las costillas de la víctima y los pulmones hacia afuera como si fuesen las alas de un pájaro y, con la herida aún en su máximo apogeo, se rociaba al sacrificio a los dioses con sal. No es de extrañar que tras ver a un ser querido en semejante situación te quedes un poco turuleta, pero Senua ya traía problemas de casa.
En ‘Hellblade: Senua’s Sacrifice’, Ninja Theory mezcla la potencia narrativa del género de los walking simulators con mecánicas de aventura y acción que lo alejan de ser parte de ese grupo, todo para contarnos el viaje a los infiernos de una guerrera celta asolada no sólo por los demonios de la guerra, también los que habitan en su cabeza.
Un juego marcado por la narrativa
Ofreciendo de forma magistral una mirada a las enfermedades mentales como la depresión, la psicosis o la esquizofrenia, Senua viaja a la tierra de los muertos nórdica en busca del alma de su amado, pero en vez de hacerlo sola lo hace acompañada de una decena de voces que resuenan en su cabeza y en la nuestra.
Por suerte y pura casualidad, empecé a jugarlo con unos cascos 5.1 y no puedo alegrarme más de mi decisión. Con una música excelente marcando mis pasos, mis acciones durante el juego venían acompañadas de gritos, lamentos y las otras personalidades de Senua resonando por todos lados. Todo para hacerme entender qué puede llegar a sentir una persona que sufre ese tipo de enfermedades.
Cumple perfectamente su cometido gracias al trabajo del equipo junto a médicos e investigadores, generando con ello un agobio y ansiedad ejemplares que, a su vez, acompañan una muy válida historia de introspección, crecimiento y superación en la que los cuentos de la mitología nórdica hacen más amenos los caminos en los que la aventura de Senua no tiene nada que contar.
Por su calidad gráfica podría ser uno de esos juegos en los que simplemente avanzar para maravillarte con lo que te rodea visual y auditivamente, pero ‘Hellblade: Senua’s Sacrifice’ quiere ir más allá a base de exploración, puzles y uno de los sistemas de combate más simples, efectivos y divertidos de la última época.
Uno de los grandes combates de la generación
Presentados estos últimos con una dureza fantástica en la que sientes a los mandos cada golpe que das, las oleadas de enemigos que iremos despachando con la espada de Senua caerán ante parrys, esquivas, patadas, golpes rápidos y golpes fuertes, ayudándonos además la posibilidad de frenar el tiempo para asestar más golpes en menos tiempo.
Ver cómo llegaba a una arena en la que me esperarían varios contrincantes era toda una alegría, y acercarme a uno de los cuatro jefes que me esperaba durante la aventura en clásicas luchas de ensayo y error, suponía una fiesta aún mayor en mi cabeza.
Imagino que será cuestión de gustos, pero me ha sorprendido la facilidad con la que el combate de ‘Hellblade: Senua’s Sacrifice’ se ha ganado mi atención y ansias de continuar, en muchas ocasiones más por cruzarme con otro de esos enfrentamientos que por intentar disfrutar alguna de sus otras vertientes.
El clímax final, con la historia ya clara y dejando a nuestra elección el si queremos seguir luchando hasta que los dedos no puedan más, resultó ser una batalla divertidísima en la que, con todas las posibilidades ya entendidas y dominadas, pude lucirme con la espada con una maestría que habría dado para más de un gif para enmarcar.
El resbaladizo suelo en el que se posa Senua
Lo bien medidos que están los combates tienen parte de esa culpa, pero también el hecho de que la exploración y los puzles no me hayan ganado con una fuerza similar. Obligándonos a cuadrar la cabeza de Senua, la mayoría de ellos nos obligan a explorar para encontrar el ángulo correcto desde el que se activa el emblema que abre una puerta, o une las piezas que flotan sin sentido en el aire y que luego resultan ser partes de un puente roto que, visto desde otra posición, vuelve a ser transitable.
Siendo gran parte de lo que viviremos en ‘Hellblade: Senua’s Sacrifice’, acostumbrarnos a esas pausas en las que mirar y pensar qué tienes que hacer en cada momento para poder avanzar resulta imprescindible, pero no negaré que las idas y venidas en escenarios con muros, escaleras y túneles laberínticos han despertado mi frustración en un par de ocasiones.
Las cosas acaban saliendo, claro, e inevitablemente acabas acusándote a ti mismo de los errores que te han llevado a perder más tiempo de la cuenta en una zona concreta. Ni los puzles ni las luchas son tramposas o concienzudamente inabarcables, así que cada vez que te quedas atascado o mueres, alargando así la enfermedad nacida en tu brazo que acabará con tu partida de forma permanente una vez llegue a la cabeza (algo que veo poco probable en manos más o menos hábiles en eso de esquivar y medir los tiempos), lo primero que te sale es culparte a ti en vez de al juego.
Con ‘Hellblade: Senua’s Sacrifice’ no estamos ante uno de esos casos en los que la soberbia nos lleva a pensar que podríamos haber llevado el juego por un mejor camino, simplemente me he encontrado con unos acertijos que, por una razón u otra, no han sabido motivarme lo suficiente y han supuesto un palo en las ruedas que frenaba mi avance en la historia y el combate. Lo digo porque ese ha sido mi caso, pero no necesariamente deba ser el tuyo.
La opinión de VidaExtra
‘Hellblade: Senua’s Sacrifice’ acaba entregando por 30 euros bastante más que otros juegos más caros, entre ello unas ocho horas de juego ininterrumpido que me tuvieron pegado a la pantalla hasta que saltaron los créditos. Tras ello, un documental que nos acerca al trabajo de Ninja Theory para intentar acercarnos a las enfermedades mentales que acaban siendo protagonistas absolutas de la aventura.
Es un juego esperando a ser aplaudido, y reconozco que en muchas ocasiones no me habría costado hacerlo, pero en otras simplemente no era algo hecho a mi medida. Sea como sea, me encantaría ver cómo continúa este acercamiento a aventuras más simples pero igual de poderosas. Otras que, como este ‘Hellblade: Senua’s Sacrifice’, sepan contar una historia sin dejar de lado la posibilidad de entretenernos machacando nuestra cabeza y los botones del mando con la misma fuerza.
A favor
- Un trabajo soberbio a nivel visual
- Otra gran forma de acercarse a nuevas narrativas
- El sistema de combate me ha parecido divertidísimo
En contra
- Puede que en algunos puntos peque de ser lento
- Los momentos de exploración laberíntica
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