Cada vez va quedando menos para que finalice el 2017, pero los meses que quedan por delante son de infarto para cualquier aficionado a los videojuegos por la gran cantidad de lanzamientos imprescindibles que están pendientes de producirse, sobre todo en el caso de Nintendo Switch, donde el que más destacará sin lugar a dudas es 'Super Mario Odyssey'.
Este verano ya tuvimos la oportunidad de probar un adelanto de la que será la próxima gran aventura de Mario y en aquel momento ya os comentamos que nos pareció una auténtica maravilla. No obstante, en esta ocasión nuestra partida ha sido en unos mundos nuevos que no habíamos tenido oportunidad de jugar aún y con lo que hemos podido probar con mayor profundidad las diferentes mecánicas que harán más especial a este gran título que llegará el mes que viene.
El Mario más ágil, expresivo y simpático
Gracias a que esta nueva sesión que he podido disfrutar con 'Super Mario Odyssey' ha sido considerablemente más larga que la anterior me ha permitido fijarme en numerosos detalles que no me había podido percatar anteriormente. Más que nada porque la otra vez me quedé tan ensimismado observando todo lo que aparecía en pantalla que no pude apreciar sobre todo lo diferente que es Mario en comparación con el de otras entregas de la serie.
Desde el primer momento me he dado cuenta que su cara es más expresiva que nunca. Solo hace falta mirarle para saber si tiene frío, está cansado, triste o mantiene esa sonrisa tan peculiar que tiene y le hace tan amigable. Si bien la cara de cuando está agotado no es tampoco una novedad, no deja de resaltar la cantidad de animaciones que tiene y sobre todo en este caso cuando le queda solo un golpe de vida parece que se va a caer rendido el héroe del Reino Champiñón.
Además, si se quema con el fuego o con alguna zona que esté demasiado caliente, veremos cómo se queda carbonizado y su traje y su cara ennegrecidas. Pero ahí no queda todo, porque se ve que Mario ha estado entrenando bien duro sus movimientos y podremos realizar unos cuantos nuevos a base de saltos, volteretas o lanzarse por los aires para llegar más lejos a cualquier parte, algo que se podrá ejecutar en gran parte con la ayuda de Cappy, nuestro compañero en forma de gorra.
Por otro lado, la indumentaria habitual de Mario es quizás la que se acabe viendo menos por el hecho de que podemos cambiarle los trajes por otros que irán a juego con el escenario en cuestión que visitemos, como puede ser el de un cocinero, o con otros que no tendrán nada que ver, vease el caso de un pirata con un parche en el ojo. Es importante señalar que la mayoría son puramente estéticos y no afectarán a la jugabilidad, aunque, si nos vestimos con el traje indicado en una zona en concreto, puede que acabe sucediendo algo especial.
Unos escenarios que no parecen tener fin
En esta nueva sesión me he podido adentrar esta vez en tres mundos diferentes: Villa Chistera, en el Reino del Sombrero; Monte Delisubio, en el Reino de los Fogones; y el tercero ha sido la Playa Pulpierre, en el Reino Ribereño y uno de los últimos que fue revelado recientemente en el último Nintendo Direct. Pese a que no he tenido la oportunidad de recorrer los tres con la misma profundidad, a la conclusión que he llegado con cada uno ha sido la misma y es que son tremendamente inmensos.
A día de hoy ya sabemos que Mario deberá localizar diferentes energilunas para activar la Odyssey, la nave con la que viajará por cada mundo, pero todas ellas estarán repartidas por infinidad de lugares diferentes. Unas serán más fáciles de obtener y otras habrá que estrujarnos más el coco para localizarlas, algo que se notará también en el hecho de que a veces aparecerán en simples pruebas y otras nos obligarán a recorrer gran parte del escenario para obtenerlas.
Por ejemplo, una de las energilunas que más me ha llamado la atención ha sido una en la que estaba encerrado en una sala que empleaba la vibración HD de los Joy-Con para averiguar dónde estaba enterrada en el suelo, vibrando los mandos cuando estaba cerca de ella. Pero esto no es más que un pequeño ejemplo y la verdad, podríamos tirarnos horas hablando de las diferentes formas que habrá de obtenerlas, pero eso desde luego es mejor que lo descubráis vosotros mismos en su momento.
Aun así, habrá algunas energilunas que serán las principales de cada escenario y que se notará especialmente la importancia que tienen por el hecho de que el escenario cambiará. Se abrirán nuevas zonas que no aparecían anteriormente y por lo tanto podremos acceder a nuevos caminos para superar más pruebas. Por supuesto tampoco faltarán los combates contra los jefes finales, manteniendo estos la misma simpatía que caracteriza a todos los personajes y que habrá que estudiar bien sus mecánicas para derrotarlos.
En cuanto a los propios escenarios en sí, están repletos de detalles por todas partes y llenos de vida. Invitan fácilmente a explorarlos de arriba a abajo sin importar la misión que tengamos que cumplir solo por comprobar qué secretos guardan o qué sorpresas nos encontraremos en ellos. En el caso del Monte Delisubio habrá toda clase de elementos orientados a la cocina y los alimentos, mientras que la Playa Pulpierre es, como su propio nombre indica, una verdadera playa con un gran aspecto veraniego en el que dan ganas de tirarse a la arena para tomar el sol o refrescarse en el agua.
Transformaciones por aquí y por allá
Como bien indicaba anteriormente, Cappy es el otro personaje principal de esta aventura que acompañará a Mario en todo momento al estar dentro de su gorra. El movimiento de captura es indiscutible de que es el elemento más importante del juego por el hecho de meternos en la piel de los enemigos u objetos que veamos y en esta ocasión he podido capturar a algunos nuevos para probar las mecánicas que ofrecen.
Así he podido ver cómo Mario se transforma en una bola de fuego, corretea por todas partes como un Goomba, dispara agua al ser un pulpo o también puede liarse a lanzar sin parar ollas o bolas de fuego al capturar a un Hermano Marillo (aunque no sean martillos lo que lancen). Lo más cómico de este asunto es que no importará lo que Mario capture porque todos, sin excepción, tendrán su gorra y su bigote, algo que he visto también hasta en un trozo de carne, por lo que os podéis imaginar lo curioso que resulta.
El capturar objetos servirá únicamente para alcanzar lugares a los que no se puede llegar normalmente, mientras que los enemigos, pese a que tendrán una función similar, también servirán para atacar a todo lo que veamos, teniendo que utilizar estas transformaciones también en algunos combates contra ciertos jefes finales, lo que da cada vez más sentido a la captura y al hecho de que sea tan importante en el juego.
En general he de decir que la dificultad de 'Super Mario Odyssey' me ha parecido para todos los públicos y seguro que cualquier persona, sin importar su edad, se lo pasará en grande. Hasta el momento mi juego estrella de Nintendo Switch era 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild', pero Mario viene pisando muy fuerte y dispuesto a arrebatar ese puesto a Link. El 27 de octubre comprobaremos si es capaz de conseguirlo, pero desde luego motivos no le faltan. A lo largo de esta semana publicaremos nuestro gameplay con parte de lo que hemos jugado, así que os recomendamos que no os lo perdáis.
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