Link está de vuelta y, después de haber estado jugando al ‘The Legend of Zelda: Breath of The Wild’ de Switch durante muchas horas, ha llegado el momento de contaros mis primeras impresiones.
De todo lo que he visto y jugado sólo os puedo explicar una pequeña parte, el resto llegará en el análisis, pero lo más importante para mí de lo que he vivido hasta ahora con este nuevo Zelda es la enorme libertad que ofrece a la hora de enfocar las distintas situaciones que se nos plantean.
Haz lo que quieras y como quieras
Empecé a jugar a ‘The Legend of Zelda: Breath of The Wild’ hace unos días y he tenido la oportunidad de compartir y comparar en persona mis andanzas con las de otros periodistas que también lo están jugando. Y así, hablando acerca lo que cada uno había hecho, y sobre todo en relación a cómo lo había hecho, nos dimos cuenta de lo que ha conseguido realmente Nintendo con este título a nivel de libertad de acción en un mundo abierto.
El resumen sería este: no hay dos partidas iguales. Es como si cada uno de nosotros hubiera estado dándole a juegos distintos.
El juego está diseñado de forma inteligente y trata al jugador en consecuencia
Evidentemente hay muchos títulos de mundo abierto que ofrecen distintas formas de enfocar cada partida o situación, pero dentro del universo Zelda la libertad total desde el primer minuto es algo totalmente nuevo (que puedas ir a enfrentarte al enemigo final nada más empezar el juego si así lo deseas creo que deja bastante claro este punto). Y para ser la primera vez que Nintendo se mete en este terreno, lo cierto es que le ha salido muy bien.
Hablando con otros compañeros de prensa, como decía, vimos que para alcanzar un mismo objetivo surgieron diversos enfoques. Unos más directos, otros más creativos, pero una de las claves está en que el juego te hace pensar de una forma natural. Es decir, no hay una única mecánica escondida esperando a que todos los jugadores den con ella a fuerza de prueba y error, sino que basta con pensar qué haríamos ante esa situación con los recursos disponibles e ir a por ello. O dicho de otra forma: está diseñado de forma inteligente y trata al jugador en consecuencia.
Este sería el punto más destacable del juego: su inteligencia sumada a una total libertad para decidir hacia dónde queremos ir a continuación, que hacer y cómo hacerlo. Pero hay mucho más.
Un mundo enorme por explorar
Durante los primeros compases del juego estaremos prácticamente indefensos. De hecho las primeras armas que encontraremos serán simples ramas de árbol. Y así, con una rama en una mano, una camiseta vieja, unos pantalones más bien tirando a normaluchos y una piedra sheikah bastante especial (esa con forma de tablet que hemos visto en los vídeos), dará comienzo nuestra aventura.
Desde el primer momento, como decía, tendremos la opción de dirigirnos hacia el enemigo final sin pasar por el resto de la historia del juego. Ahora bien, los que lo han intentado han acabado mordiendo el polvo muy pronto. Es un suicidio. Pero la posibilidad está ahí. Y estoy seguro de que cuando el juego salga a la venta habrá gente preparada para intentar conseguirlo en el menor tiempo posible y grabarlo todo para subirlo a YouTube. A ver quién es el speedrunner más rápido.
Para el resto, para aquellos que queremos disfrutar de la nueva aventura de Link saboreando cada instante y sin perdernos un solo detalle, el juego ofrece un mundo enorme creado para entretenernos durante muchas, muchas horas. Yo debo llevar algo así como 12 o 13 horas de juego y, viendo lo que he abierto del mapa y lo que queda por descubrir, intuyo que esto no ha hecho más que empezar.
En ‘The Legend of Zelda: Breath of The Wild’ tendremos que explorar, luchar, resolver puzzles e incluso cocinar para crear recetas de todo tipo que nos ayudarán a recuperar salud, pero que también podrán otorgarnos mejoras temporales. Podremos ir a caballo, trepar montañas y descender volando desde grandes alturas gracias a la paravela. Todo esto y mucho más que, o bien no os puedo explicar todavía por cuestiones de embargo, o bien no he descubierto durante mis sesiones de juego.
Cómo se juega a The Legend of Zelda: Breath of The Wild
Pensad en cualquier otro juego de mundo abierto y tendréis la base sobre cómo se juega a ‘The Legend of Zelda: Breath of The Wild’: un mapeado enorme, una cantidad loquísima de cosas por hacer, una libertad total para ir donde queramos… todo está en nuestras manos. Podemos contemplar una puesta de sol sin hacer nada más, si así lo deseamos, recorrer verdes prados de punta a punta o asaltar emplazamientos enemigos mientras duermen.
Lo que hay que hacer ahora es sumarle a eso toda la capa de Zelda tanto a nivel de lore como de mecánicas propias. Si hablamos del combate, por ejemplo, lo que os puedo decir es que es muy directo y que ha sufrido una gran evolución con respecto a anteriores sagas. Arma por un lado, que puede ser una simple rama de árbol, una espada, una lanza, un martillo de grandes dimensiones o un boomerang por poner unos pocos ejemplos, y escudo por el otro (se pueden bloquear los ataques enemigos, pero también contrarrestarlos si llevamos a cabo el movimiento en el momento adecuado). Hay diversos tipos de escudos también, pero tanto estos como las armas tienen algo en común: se rompen con el uso.
Además están los arcos, que pueden disparar varios tipos de flechas (las explosivas son especialmente salvajes, pero las hay de fuego, de hielo, eléctricas y más) y que también se deterioran con el uso. Es decir: los combates pueden llegar a ser todo lo variados que queramos si sabemos combinar las distintas armas y estrategias. En manos de cada uno queda si prefiere enfocarlos a lo bruto y con todo o ser algo más estratégico o incluso sigiloso. La interfaz del juego, por cierto, cuenta con un medidor del ruido que hace link al moverse. Y hasta aquí puedo leer...
La selección de armas, escudos, arcos y flechas la podemos hacer al vuelo usando los botones a modo de cruceta que incluye el Joy Con izquierdo. Basta con pulsar el botón correspondiente para que aparezca en pantalla un menú deslizable y utilizar el stick derecho para seleccionar el ítem que queramos. Es cómodo, aunque al principio puede ser lioso porque se van sumando combinaciones de botones. Para comer lo que sea que necesitemos para recuperar salud el sistema es distinto, ya que en ese caso tenemos que entrar en la alforja (botón + del Joy Con derecho) y seleccionar el manjar desde la pestaña correspondiente.
Y hablando de comida, os decía antes que se puede cocinar. Es tan sencillo como acercarnos a uno de los muchos puntos que permiten cocinar, seleccionar los ingredientes desde la pestaña de materiales de la alforja y listo. Podemos mezclar frutas con carne, pescado, setas o frutos secos, por ejemplo, y cada combinación dará como resultado una receta con sus propias características. ¿Queremos un plato que nos permita recuperar salud pero también resistencia? Pues podremos cocinarlo. ¿Y otro que nos haga ser más sigilosos o rápidos durante un tiempo determinado? Pues también.
De esa misma forma tendremos la oportunidad de crear elixires, en este caso mezclando ranas, lagartos o insectos con materiales que dejan caer los enemigos: colmillos, cuernos, etc. Estos rebajes nos otorgarán mejoras temporales, como por ejemplo un aumento de velocidad a la hora de nadar o trepar.
Y ya que he sacado el tema de la resistencia, os lo cuento. Además de los corazones que indican el nivel de salud de link, hay un medidor de resistencia que se activa cuando corremos, nadamos o escalamos, por ejemplo. A medida que vayamos avanzando podremos mejorar tanto la salud como la resistencia, algo vital para realizar con más facilidad algunas acciones. Y para no caer demasiado rápido en los combates, evidentemente.
El nuevo Zelda es impresionante a nivel técnico
En VidaExtra no tenemos por costumbre dedicarle una sección propia al apartado técnico de los juegos, pero tratándose de un nuevo Zelda para una nueva consola como es la Nintendo Switch lo lógico es que os ofrezca mis impresiones sobre este tema.
Habréis visto multitud de vídeos y capturas en los que destaca la belleza del apartado artístico. Y sí, el juego luce realmente impresionante, sobre todo en entornos abiertos. La iluminación a determinadas horas del día nos deja imágenes con las que es imposible no pulsar el botón de capturar pantalla una y otra vez. Las animaciones son una maravilla y el diseño de sonido es espectacular, tanto a nivel ambiental como de banda sonora y doblaje en castellano.
Es increíble lo que ha conseguido hacer Nintendo con una consola de estas características. Viendo el juego en formato portátil, cuando ya no hay un televisor conectado que pueda dar la impresión de que lo que estamos viendo podría provenir de una consola de sobremesa como las demás, es cuando uno se pregunta cómo ha conseguido Nintendo este nivel de calidad en lo que podría pasar por una tablet si nadie nos explicara lo que en realidad es.
Hay una parte negativa que, aunque en absoluto es grave ni me impide disfrutar del juego de ninguna forma, no puedo dejar pasar: de vez en cuando, y de forma muy puntual, se producen bajadas de frames al jugarlo con la consola conectada al televisor. No así en formato portátil, donde el juego va totalmente fluido. Parece ser que el paso de los 720p que da en pantalla a los 900p de resolución que ofrece en el televisor no acaba de ir del todo fino en ciertos momentos. Repito: se da en casos muy puntuales y no influye en la jugabilidad, pero es un hecho que estos tirones se producen de vez en cuando.
La opinión de VidaExtra
Por ahora las sensaciones que me ha transmitido este nuevo Zelda son inmejorables. Todo está muy pulido, engancha, es inteligente, tiene unas dimensiones gigantescas y ofrece grandísimas dosis de diversión. De hecho estoy ahora mismo deseando finalizar el texto para seguir avanzando, es uno de esos juegos que te hacen pensar en ellos cuando no estás jugando y lo que quieres es tener un buen rato libre por delante para seguir tirando de la historia.
Me quedan muchas aventuras (y horas) por delante, y estad seguros de que las voy a aprovechar al máximo para traeros el análisis llegado el momento.
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