Me he comido suficientes juegos de gestión como para no saber decirle que no a cada llamativa propuesta que llega a mis manos. Ciudades, montañas rusas, restaurantes, líneas ferroviarias, zoos, parques de dinosaurios y, ahora, con Esports Life Tycoon, la gaming house de un equipo esport.
De la mano de Raiser Games y U-Play nos llega la versión simplificada de lo que supone convertirte en manager de un equipo esport. Una mezcla de fichajes, ligas y gestión de egos que sabe jugar muy bien sus cartas para que grandes y pequeños puedan disfrutarlo por igual.
El día a día de una gaming house
Como encargado del equipo, nuestra tarea es intentar llevarlo a lo más alto superando distintas ligas. Para ello controlaremos el día a día de una gaming house repartiendo las tareas del grupo no sólo para que entrenen, sino también para que mejoren su química, analicen al rival o incluso graben vídeos que permitan ampliar nuestra colección de seguidores.
La clave para triunfar y llegar a los partidos en buenas condiciones está en la gestión del tiempo, en ir picoteando cada una de esas actividades a la vez que los mandas al sofá, que siempre es bueno ver la tele un rato para desconectar del trabajo y rendir lo mejor posible.
El cansancio nunca es buen consejero, y eso supone controlar los tiempos que comportan cada tarea para poder completarlas más rápido y llegar al próximo encuentro con las estadísticas al máximo.
Lo que en un principio parece tarea fácil, al fin y al cabo lo único que hacemos es pulsar sobre una u otra zona de la casa para marcar su atención en un objetivo, pronto acaba complicándose cuando tus aspiraciones van más allá de ocupar una buena plaza en la clasificación.
Mejores jugadores no sólo implica entrenar a los tuyos y que ganen experiencia. También rascarte el bolsillo para aumentar la velocidad a la que pasan por cada habitación o, en última instancia, acudir al mercado de fichajes para arrastrar a tu equipo a alguien que aumente las estadísticas de una posición concreta.
Lesiones, egos y asaltos de fans
Todo tiene su qué, claro, porque el nuevo sólo parece querer aceptar si tendrá un puesto de capitán y, como ya habrás imaginado, el que ocupaba esa posición no se lo tomará demasiado bien. Podrías llevarlo al psicólogo para que se calme y le bajen los humos, pero eso supone perderlo durante cuatro horas. Algo menos de lo que queda para un partido decisivo frente al que, además, deberías estar mejorando la química de tu equipo.
Tal vez si te hubieses dedicado a apurar más las victorias e invertido más tiempo en mejorar tu base de usuarios, el dinero conseguido te habría permitido acercarte a otro jugador con menos exigencias. Tal vez deberías plantearte que esta temporada te vale con mantenerte a flote porque, además, tras ese fatídico encuentro tu jugador estrella se acaba de lesionar y no tienes dinero para afrontar otro fichaje.
Los dimes y diretes de un juego al que mis hijos no han tardado en engancharse por la facilidad a la hora de aterrizar el día a día de la casa. Sólo los partidos, que pueden automatizarse o jugarse a mano gestionando baneos, héroes y agresividad en los carriles, se les han atragantado un poco. Ellos prefieren ver el festival de luces de los nuevos ordenadores que llegan al mejorar la sala de entrenamiento.
Aún abriéndome paso en las primeras ligas, tengo ganas de ver cómo sigue evolucionando de la mano de nuevas gaming houses, dietas especiales, patrocinadores, fans que irrumpen en la casa, y sinergias entre las habilidades de jugadores y empleados. Y por cómo he tenido otros cuatro ojos mirando cómo jugaba por encima del hombro, algo me dice que no soy el único.
Disclaimer: Esports Life Tycoon es un juego publicado por Raiser Games, una compañía del grupo Webedia.
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