Que si ‘Halo’ ya no es lo que era, que lo de los nuevos enemigos no convence, que la historia se está yendo por las ramas, que 343 no es Bungie, que es el único clavo ardiendo al que se agarra Microsoft, y bla, bla, bla. De ‘Halo 5’ se pueden decir muchas cosas, pero todas entran por un oído y salen por otro cuando pones el juego en la consola.
Sigue siendo la mejor experiencia que se ha visto en la campaña de un FPS y, ahora sí, 343 parece haberle cogido el punto al ritmo del juego. Y si lo visto ahí alcanza cotas demenciales de calidad tanto a nivel jugable como gráfico, si saltamos al multijugador es inevitable coger la caja del juego y abrazarla como si fuese un Élite de peluche. Sed bienvenidos a vuestro nuevo ‘Halo’ favorito.
Directo a tu lista de los mejores Halo
Tenía muchas ganas de quitarme la coletilla de “es que ‘Halo 3’...” y creo que por fin puedo hacerlo con ‘Halo 5’. Las gracias, como de costumbre, hay que dárselas a la jugabilidad y a los patrones de los enemigos, que aunque siguen haciendo demasiadas aguas en modo normal, ofrecen justo lo necesario en el modo Legendario.
Para los que lleguen nuevos o no entiendan a qué viene tanto entusiasmo con subir de dificultad el juego, aquí la clave es pasar por la campaña principal dos veces. La primera es la de hacer el cabra al máximo, correr por ahí como pollo sin cabeza pegando tiros sin ton ni son mientras atiendes a lo que te va contando la historia y te amoldas a los controles.
Mi paso por ahí es bastante anecdótico y aquí podría limitarse a unas meras líneas de decepción con cómo se está llevando la historia. Tampoco es que yo sea el mayor experto en la mitología de la saga o me acerque a los que te venden los acontecimientos de la primera trilogía como la mayor historia jamás contada. Oiga, que no, tampoco nos flipemos.
Así que aquí pueden pasar dos cosas, o que lo que prepara 343 para mantener el hilo esté unos escalones por debajo (tampoco es ningún drama), o que los supuestos giros de guión sean igual de flojos como los veo en mi cabeza. Sea como sea es algo que me tiene bastante sin cuidado a la hora de ponerme con un ‘Halo’. Lo que me importa es la experiencia al ponerme a los mandos y, ahí sí, amigos míos, el juego no tiene rival.
Halo no se entiende sin pasar por el modo Legendario
Superada la primera pasada toca dar el siguiente paso, el de saltar al modo Legendario y comprobar si todos los añadidos tienen sentido ahí también. Antes de profundizar en ellos no puedo evitar caer en la tentación de cuestionarme cómo Microsoft no ha aprendido a vender eso sacándole el partido que merece, dando a conocer a los que piensan que esto es un mero cambio de dificultad con enemigos más con más vida y balas que te hacen más daño que esto es otra cosa.
Nada que ver con eso, ni muchísimo menos. Cómo cambian los patrones de ataque de los enemigos, cómo se esconden y te obligan constantemente a flanquearles estando atentos a los que decidan ir por libre y plantarse en tu cara a dispararte como si fuesen el protagonista del juego en busca de su particular gloria. Sencillamente es otro juego, es la experiencia que vienes buscando en un ‘Halo’ y que ‘Halo 5’ sabe gestionar a las mil maravillas gracias a batallas epiquísimas que, al menos a día de hoy y por mucho que salga a relucir el factor ‘Destiny’, no tienen rival en la industria.
Aunque lo de ir en grupo tiene poco carisma en la historia, centrándose principalmente en el Jefe Maestro y Locke mientras deja a los otros integrantes de ambos equipos en un segundísimo plano con profundidad cero, dentro del juego se convierte en una baza muy importante para la jugabilidad.
Mantente atento a su situación, aprovechando las órdenes de ataque o posición para que mantengan el fuego de cobertura mientras tú le das la vuelta a una montaña para pillar al enemigo por la espalda, y todo será menos cuesta arriba. Déjalos con vida durante el mayor tiempo posible (algo complicado porque su IA tampoco es para pasar el test de Turing) y tendrás la oportunidad de vivir unos segundos más cuando caigas.
Cada vez que eso ocurra, y como de costumbre va a ocurrir un buen puñado de veces, tendrás la opción de llamar a uno de tus compañeros para que venga a levantarte durante un margen corto de tiempo. Eso supone no tener que reiniciar la oleada desde el principio o, si encarta en la partida cooperativa, evitar esperar a una reaparición de tu compañero marcándote un avance en solitario.
Está bastante bien llevado y lejos de ser una mera ayuda para combatir el manquismo se encarga de sumar una capa más de profundidad a la dificultad, la de estar atento no sólo a tu vida, sino también a la de aquellos que dentro de unos segundos podrían salvarte el culo.
Lástima que no se pueda decir lo mismo de las nuevas acciones como el golpe en el suelo, más propias de la espectacularidad de la primera pasada en modo normal que de la dificultad del modo Legendario. Pese a ello me han sacado de un apuro en más de una ocasión, así que tampoco las miremos de refilón y centrémonos en reconocer que, si lo de apuntar con el gatillo izquierdo con cualquier arma es un avance, esto es el siguiente (y necesario) salto evolutivo de la saga.
Dios salve al multijugador de Halo 5
Mejor llevado está todo eso en el multijugador, donde lo de mantenerte suspendido en el cielo disparando para acabar llevándote a dos o tres por delante con una onda expansiva es notablemente más satisfactorio. Tampoco hay quejas para el resto de bondades, incluida la moda de los packs de sobres con cambios estéticos, boosters de experiencia y armamento.
En el modo arena todo sigue como antaño, primando la estrategia y la habilidad con uno de los FPS multijugador más exigentes que ha dado la industria. No veo una razón clara en el horizonte para tener la necesidad de abandonarlo porque sigue siendo una auténtica genialidad a la hora de ofrecer niveles en los que disfrutar de sus puntos fuertes.
El factor amigos, que podrían estar en ‘Black Ops 3’ o ‘Star Wars Battlefront', es probablemente el más detonante, pero creo que bastará con enseñarles el modo Warzone para hacerles cambiar de opinión, y es que ahí sí que no hay excusas más allá de lo mejor o peor que puedan funcionar los servidores.
Durante la experiencia previa junto a otros miembros de la prensa la estrategia de Microsoft ha sido cerrar las opciones de elección a dos sistemas, uno para el modo arena y otro para la zona de guerra sin posibilidad de elegir mapas o modos y limitándonos a la aleatoriedad del momento. No diré que no he sufrido porque el número de participantes hacía complicado poder unirte a una partida del tirón, pero una vez enganchaba no había ningún tipo de problema como sí ocurrió durante la ‘Master Chief Collection’.
Como es lógico a partir de que el juego llegue a las estanterías puede ocurrir cualquier cosa, pero tampoco creo que el funcionamiento de los servidores haga mejor o peor la experiencia que los desarrolladores tenían en mente, y han demostrado con honores que sus ideas son igual de válidas que las de cualquier otro.
Con Warzone es, sin duda alguna, con el sistema que más he disfrutado, abriendo sobres después de casi cada partida y aprovechando lo allí encontrado para ir añadiendo armas y vehículos al combate conforme sube el nivel. Partidas a pie con headshots epiquísimos que ayudaban a controlar una zona y acercarnos al núcleo enemigo daban paso a otras en las que el trabajo a bordo del Banshee era clave para limpiar las tímidas apariciones de jefes NPC que van saliendo en las esquinas del escenario para darle vidilla al conjunto.
Se nota el miedo al limitarlas a la llegada a la base y al esconder a los jefes en esquinas del escenario, pero es la excusa perfecta para que nadie se tire de los pelos con algo más extremo al estilo ‘Titanfall’. Están ahí, no molestan en exceso y si quieres sumar medallas (aprovechando además el booster para ampliar su efecto) también tienes esa opción.
343 se gradúa con matrícula
En resumen, ‘Halo 5’ ofrece un conjunto soberbio al que sólo el trabajo de guión puede hacerle mella. Por suerte el tema de la historia de la campaña sirve para entregarnos algunas de las cinemáticas más bien paridas del sector a nivel gráfico, pasándose por el forro los miedos del Valle Inquietante y plantándote caras que no reconocerías si son reales o virtuales a varios metros de distancia.
Una jugabilidad espectacular tanto en solitario como en multijugador son el broche a un juego que no necesita cuello de chaqueta en el que colocárselo. ‘Halo 5’ podría ir en pelotas por la calle con su broche clavado en un pezón y nadie se daría cuenta de el surrealismo de dicho escenario. Todos estarían mirando fijamente ese broche que es oro puro al que sólo le faltaban diamantitos incrustados. Felicidades al equipo de 343 Industries, porque si algún día se les tuerce esto de hacer juegos siempre podrán dedicarse a la alta joyería.
A favor
- Graficazos
- La jugabilidad por bandera
- La renovación de su multijugador
- Un portento técnico
En contra
- La historia empieza a decaer en exceso
- La idea de los dos equipos separados
- Alguna misión con mucho hablar y pocos tiros que rompe el ritmo
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