'Grand Theft Auto III' para iOS: análisis

Todas las franquicias estrella de Sony pasaron por PS2, de hecho incluso nacieron algunas nuevas durante esa época que aún hoy veneramos con pasión. Pero si tuviésemos que elegir a la más influyente sin duda alguna optaríamos por la de Rockstar Games, que con ‘Grand Theft Auto III’ marcó un antes y un después del que gran parte de la industria aún no se ha podido recuperar.

Tras él llegaron las copias e inspiraciones, algunas mejores que otras, aunque ninguna del carisma presentado por la ciudad de Liberty City. Los dispositivos móviles que han vivido su explosión durante la presente generación tampoco han estado exentos de esa mirada atrás para intentar repetir aquél éxito, pero no ha sido hasta el retorno de Rockstar cuando se ha demostrado lo mucho que puede ofrecer este género en una pantalla pequeña.

Grand Theft Auto III vuelve mejorado en aspecto…

La historia ya la conocéis, y también las mecánicas de juego. De hecho aunque nunca jugaseis a la primera entrega seguro que habréis probado las siguientes y, toca admitirlo por mucho que nos pese, el salto en sus posibilidades no es anecdótico, pero tampoco excesivo.

Los cambios respecto a aquella idea son mínimos, se agradece que incluso la banda sonora permanezca intacta, aunque salta a simple vista cuando tienes el juego en tus manos que el motor gráfico ha sufrido una renovación más que evidente. La ciudad sigue igual de viva que en el 2001, pero texturas y modelados se han mejorado hasta alcanzar el techo que una aventura de estas proporciones puede ofrecer en las plataformas iOS y Android.

Sin embargo es inevitable volver a lo de siempre cuando tenemos un título de estas características entre manos. Necesitamos controlar al personaje, la cámara, disparar, correr, saltar, entrar en un coche, pausar el juego, cambiar de emisora, derrapar, tocar el claxon. Todo ello en una pantalla táctil. Imagino que ya sabéis qué camino voy a tomar con el análisis.

... pero no en control

La lacra que limita la perfección de ‘Grand Theft Auto III’ es precisamente la de sus controles. No es que no funcionen bien, en Rockstar hasta se han currado la posibilidad de que ordenemos los botones de acción a nuestro antojo sobre la pantalla, el principal problema es que no es cómodo disfrutar de un título así sin tener un pad en las manos.

Puede que estemos en una época de cambio y toque acostumbrarnos a ello de la misma forma que tuvimos que cambiar el ratón por el mando, pero cuando ves que la sensibilidad del joystick provoca que tu coche acabe estampado frente a un edificio mientras huyes de la policía echas de menos los controles tradicionales.

Las primeras misiones sirven de guía para evitar el desastre, y de hecho debo mencionar que acabas cogiéndole el punto al control antes de lo previsto. Pero espera a tener una horda de policías pisándote los talones en una zona en la que el tráfico sea un poco intenso y te darás cuenta de que no lo de “yo controlo, yo controlo“ no es tan cierto como debería.

La gran duda al iniciar el juego es cómo afectará todo esto al sistema de combate, sobretodo cuando el manejo de las armas sea imprescindible frente a varios enemigos. En este caso el sistema de autoapuntado funciona francamente bien, pero sigue resultando algo tosco cuando lo que precisamente pides es fluidez.

Conclusión

Por lo demás, lo que ofrecía ‘Grand Theft Auto III’ en consolas es lo mismo que ofrece para iOS, y aunque se echa en falta poder pedir que caiga un tanque del cielo para poder liarla a lo grande, el buen hacer de Rockstar ha sabido plasmar a la perfección todos los puntos fuertes del título. Queda por vuestra parte decidir si los 3,99 euros que vale son suficientes como para darle una oportunidad y revivir momentos épicos.

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