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Así han sido mis primeras horas con Fire Emblem Engage: personajes veteranos y debutantes con el toque tan brillante de la saga

A lo largo de todo este tiempo Nintendo Switch ha recibido bastantes juegazos, aunque el 2022 se podría decir que ha sido uno de sus mejores años dejando el listón bastante alto. Aun así, Nintendo no piensa rendirse y quiere que la jugada se repita, de ahí que vaya a empezar el 2023 por todo lo alto con el lanzamiento de Fire Emblem Engage.

La nueva entrega de la popular saga llegará a las tiendas dentro de muy poco y hasta ahora apuntaba a ser uno de los mejores títulos que verá la luz en la consola híbrida de Nintendo a lo largo de este año. Por suerte, he podido comprobarlo de primera mano al tener la oportunidad de probar un completo adelanto de sus primeros capítulos a lo largo de una decena de horas.

Uniendo fuerzas con los Emblemas

Lo primero es hablar de la que sin duda es una de las características más importantes de este nuevo Fire Emblem: los Emblemas. Se tratan de unos anillos que los diferentes personajes principales se pueden equipar para volverse más poderosos gracias a que servirán para invocar a rostros muy familiares para todos los seguidores de la serie.

Por ejemplo, entre ellos están Marth, Roy, Celica o Sigurd, por nombrar algunos, aunque en realidad son bastantes más. Eso sí, no es que vayamos a jugar directamente con ellos, sino que simplemente lucharán codo con codo a nuestro lado para otorgarnos todo su poder mediante una fusión y así lograr que nuestro grupo se vuelva más demoledor temporalmente.

Esto último se debe más que nada al hecho de que la fusión dura tan solo tres turnos, así que lo suyo es pensarse bien cuál es el momento para sacar partido de los Emblemas, porque lo cierto es que se nota considerablemente cuando se emplean. Ya no solo porque las estadísticas se verán aumentadas, sino también porque desbloquean habilidades especiales que tan solo se pueden utilizar con este proceso.

Por lo tanto, los Emblemas permiten ejecutar ataques devastadores y armas que de otra manera no estarían disponibles. Además, todo esto varía con cada Emblema, por lo que también es otro detalle a tener en cuenta de cara a quién usará cada uno, aunque en cualquier momento se pueden alternar entre los distintos personajes al comienzo de cada batalla o en la zona de descanso.

Sin duda es un gran punto a favor el que viejos personajes regresen a la acción de esta forma tan particular, aunque también hay que reconocer que el punto negativo es que les resta algo de protagonismo y de peso a los recién llegados. Por eso mismo, hasta el punto al que he llegado, me ha dejado con la duda de si se han implementado para que el juego genere más interés o sin su presencia habría sido igual de espectacular, porque lo cierto es que Fire Emblem Engage es todo un juegazo.

En cambio, la trama hasta ahora me ha dejado un poco indiferente. Básicamente narra la historia del Dragón Divino, quien ha permanecido dormido durante 1.000 años con su forma humana. Eso hasta ahora que ha despertado justo cuando ha vuelto el Dragón Caído Sombron dispuesto a arrasar con el mundo y a apoderarse de los 12 emblemas que existen, por lo que el grupo de protagonistas deberá reunirlos primero para así ser capaces de vencerlo.

Unas estratégicas batallas con el toque infalible de la franquicia

A la hora de pasar a la acción me he encontrado con justo lo que buscaba, unos combates que llevan impregnada en todo momento la marca Fire Emblem, con sus respectivos turnos y en los que hay que escoger las acciones que realizarán cada uno de los personajes. Así pues, la jugabilidad continúa siendo la misma de siempre, al igual que ocurre con las ventajas y desventajas al enfrentarse contra los enemigos.

En este sentido nos encontramos con unas mecánica tipo piedra, papel o tijera, ya que algunos personajes utilizan espadas que vencen a los que usan hachas, estos a los que portan lanzas y estos a los que emplean espadas. Además, el terreno se divide en una serie de casillas por las que hay que desplazarse para atacar a los adversarios, aunque también hay que tener en cuenta cuánto se pueden mover ellos para no quedarnos vendidos antes de tiempo.

De hecho, el escenario también juega un papel importante a tener en cuenta. Por ejemplo, en los lugares en los que hay campo hay arbustos para camuflarse y así poder esquivar mejor los impactos, en los castillos puede darse el caso de que haya puertas a derribar o caminos ocultos para así atacar desde distintos flancos al ejército contrario, y también habrá zonas más oscuras en las que habrá que recurrir a antorchas para iluminar el terreno.

La verdad es que en todos los combates que he librado hasta el momento me he encontrado con que los enemigos disponen de una buena inteligencia artificial para plantear un reto, aunque cuando los Emblemas entran en juego la historia cambia bastante y se vuelve algo más sencillo durante los turnos que permanecen activos. Imagino que con el tiempo se volverán más duros todavía cuando la aventura considere que ya he aprendido lo suficiente cómo jugar.

Por supuesto regresan características habituales en la saga que se pueden activar o desactivar, como el hecho de que los personajes mueran para siempre si son eliminados o también que solo pueden participar en los encuentros una determinada cantidad de héroes. Por lo tanto, al principio de cada batalla habrá que gestionar qué objetos llevará cada uno, los Emblemas y también quién luchará, ya sea en base a los enemigos o a los que se prefiera seleccionar en ese momento.

Asimismo, cuando dos luchen muy cerca de un adversario podrán combinar sus ataques para causar más daño y de paso aumentar su nivel de apoyo, lo que también conlleva que sus atributos mejoren con el tiempo. Por otro lado, si se juega conectado a la red se pueden encontrar materiales tirados por el suelo o puntos para ganar puntos de experiencia o de lazo para así potenciar los anillos Emblema.

Y no todo será participar en batallas principales una detrás de otra, porque muchas nos dejarán con secuencias asombrosas y también habrá otros encuentros secundarios para conseguir más objetos, experiencia e incluso personajes adicionales que se sumen a nuestra causa, así que todo ello supone grandes motivos para no pasar de largo de ellas.

Por si no fuera suficiente, otra gran novedad es que una vez acaban los combates se puede explorar libremente el escenario desde un punto de vista en tercera persona. De esta forma se puede charlar con los compañeros para ganar fragmentos de lazo, recolectar objetos que estén ocultos o para adoptar animales que posteriormente pastarán en la granja del Somniel.

El Somniel, un cuartel general repleto de actividades

Más allá de las cinemáticas y las batallas, Fire Emblem Engage cuenta con un aspecto similar al de Fire Emblem: Three Houses. En lugar de haber un monasterio para gestionar a nuestro equipo y mejorarlo con actividades secundarias, aquí estará el Somniel, un cuartel general que está situado en el aire en una isla flotante. En él, a medida que se progresa en la historia se irán desbloqueando más zonas y formas de pasar el rato.

Lo que he visto hasta ahora me ha causado buenas sensaciones, porque hay una amplia variedad de formas de perfeccionar la relación con los distintos compañeros o incluso volverlos más fuertes. Por ejemplo, en la Armería se podrán adquirir más armas o también estará el Bazar para comprar o vender objetos que puedan resultar de gran utilidad.

También es posible relajarse en la cafetería tomando algo, preparando una comida con los aliados o incluso descansar directamente en los aposentos para rememorar conversaciones o acontecimientos pasados. En cambio, los que busquen algo más interactivo tendrán a su disposición el Entrenamiento con minijuegos en los que se ejercitarán los músculos o el Coliseo para ganar más experiencia adicional.

Lo único que no he podido ver todavía es la Torre de los Retos, dado que se trata de un lugar al que es necesario estar conectado a la red para jugar con o contra otros jugadores en mapas que puede generar uno mismo. Desde luego supone otra excelente forma de mantener con vida el juego a largo plazo y tengo bastantes ganas de descubrir cómo otras personas del mundo sacan su ingenio a relucir en los escenarios que diseñen.

Por lo demás, de lo que he visto hasta este momento destaca la Sala de Emblemas, que como su propio nombre indica se trata del lugar diseñado para gestionar todo lo que tenga que ver con estos accesorios, como por ejemplo crear otros Emblemas menores, heredar habilidades de los personajes veteranos de la franquicia y hasta se podrán pulir para así potenciar la relación que se mantienen con ellos.

Todavía me queda un largo camino por recorrer hasta descubrir qué más me deparará Fire Emblem Engage. De momento no me da la impresión de que vaya a alcanzar la calidad de Fire Emblem: Three Houses, pero eso no quita en absoluto que hasta ahora considere que se trate de un juegazo de lo más espectacular para comenzar a lo grande el 2023 de Nintendo Switch.

  • Plataformas: Nintendo Switch
  • Multijugador: Sí
  • Desarrollador: Intelligent Systems
  • Compañía: Nintendo
  • Lanzamiento: 20 de enero de 2023

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