Las cifras no mienten: tras consultar mi perfil de PSN hay marcadas 330 horas de juego de FIFA 21 en PS4, lo cual no es poco si partimos de que el juego salió la primera semana de octubre. Ahora, tras la actualización gratuita de nueva generación, voy encaminado a las 30 horas en la versión de PS5 y no solo tengo claro cómo la exitosa propuesta futbolera da el verdadero salto de calidad, sino que entiendo mejor el paso previo a lograrlo. Sin embargo, no todos los cambios me parecen realmente acertados.
EA Sports se topó con un calendario imposible de manejar en FIFA 20. La situación mundial y la cancelación de las ligas y eventos internacionales se llevó por delante la mayoría de los planes previstos para la pasada temporada. Este año, la saga de Electronic Arts está preparada y revestida para lo que venga, incluido el relevo generacional de consolas.
Y pese a que los contenidos de ambas versiones son -en esencia- los mismos, la experiencia de juego es algo diferente.
La diferencia más obvia es, lógicamente, lo que se percibe a simple vista. FIFA 21 luce espectacular en las consolas de nueva generación gracias a una resolución cristalina y unas animaciones suaves como la seda. Pero siendo justos, tras el periodo de adaptación a la consola ya contábamos con ello.
EA Sports no se ha limitado a ofrecer un simple parche que mejore los modelos y las texturas anteriores como sucedería en PS4 Pro o One X: como veremos más abajo, es en los detalles más pequeños donde las diferencias entre las dos copias del mismo juego realmente se lucen.
Y para muestra, aquí tienes casi 25 minutos de juego de FIFA 21 en PS5. Nada menos que El Clásico: el Real Madrid frente al F. C. Barcelona.
Eso no quiere decir que las versiones de FIFA 21 para los sistemas de nueva generación se sientan -al menos, a los mandos- como si EA hubiese lanzado dos entregas anuales con meses de diferencia. Existe un salto de calidad palpable en la experiencia a nivel integral, pero una vez estamos ya en el campo y con las botas puestas no es lo suficientemente ambicioso como para hacernos olvidar las horas que ya habíamos invertido.
Es decir, no hay un periodo de adaptación como ocurre entre una entrega y otra. Pese a que suena a obviedad, FIFA 21 de nueva generación sigue siendo la propuesta de juego original que se lanzó en octubre. Sobre todo en los modos VOLTA y Ultimate Team, donde lo tendremos todo justo como lo dejamos antes de darle el relevo a nuestras copias de consolas de octava generación.
Lo cual no quita que sea un vistazo a lo que podemos esperar de la saga en PS5 y Xbox Series X. Y lo logrado convence.
Sensaciones de juego de Nueva Generación
Existe un matiz que debe ser tenido muy en cuenta a la hora de hablar de FIFA 21 para PS5 y Xbox Series X: pese a que las copias de anterior generación se benefician del programa de Doble Versión de EA Sports, no se trata de una mejora compatible con el programa Smart Delivery de Microsoft o un juego que solapa la versión de PS4 (como es el caso de Fortnite para PS5), sino de una versión independiente y que, como tal se descarga e instala aparte en ambas consolas.
Sobre el papel, los contenidos de FIFA 21 son los mismos que en el resto de plataformas con la excepción de la edición Legacy de Nintendo Switch: mismos modos de juegos, mismas características jugables, mismas licencias… De hecho, conservaremos todo lo desbloqueado en FUT21 y VOLTA Football en cuanto vinculamos nuestra cuenta de EA Sports al inicio. Sin embargo, EA nos hace repetir el partido inicial nada más comenzar a jugar. Y hace bien.
La experiencia futbolera va más allá de los estadios introduciendo nuevas escenas que recrean la llegada de los equipos a los estadios o pequeñas cinemáticas previas. En lo jugable esta novedad no aporta demasiado, claro, pero su inclusión sirve para que EA comience a lucirse a base de los nuevos logros ambientales de los estadios o un mayor -y muy palpable- grado de detalle en los modelos de los futbolistas.
De hecho, la ambientación va más allá de la tecnología de sonido, el espectacular trabajo que se aprecia a la hora de replicar los estadios o las animaciones de las gradas: FIFA 21 para los nuevos sistemas incluye un nuevo sistema de iluminación en el que los días soleados, nublados o iluminados de manera artificial traspasan la propia pantalla.
Haciendo que el césped de los grandes estadios o las diferentes pistas urbanas de VOLTA ganen presencia. Beneficiándose, en el proceso, del nuevo estándar de calidad en la imagen de las consolas de nueva generación.
Porque en FIFA 21 para PS5 y Xbox Series X los estadios muestran más vida que nunca, y eso se palpa desde las gradas y en dirección al terreno de juego. Pero hay otros detalles espectaculares que solo se pueden apreciar en las entradas o las repeticiones. Como, por ejemplo, el modo en el que reaccionan los diferentes músculos de cada jugador, las reacciones del peinado o los pelos de las barbas e incluso la recreación de los rostros de los jugadores.
Un gran paso hacia el realismo total que saca partido al motor Frostbite y el hardware de las nuevas consolas. Y, para muestra, todas las imágenes que verás en este análisis a partir de este apartado, así como la imagen de portada, son capturas que hemos elaborado nosotros mismos.
¿Y qué pasa en lo jugable? EA Sports mantiene el sistema y los ajustes de FIFA 21 que se introdujeron en el resto de versiones, con dos matices esenciales a tener muy en cuenta:
- La versión de PS5 se beneficia de la tecnología háptica del DualSense para transmitir al jugador el ritmo de las pisadas y el jugador, los pases, los marcajes de los rivales e incluso los tiros. Costándonos más presionar los gatillos para correr cuando los nuestros están cansados.
- Por otro lado, EA Sports afianza su tecnología RPMT en las distancias cortas. Lo cual se traduce en unas mejores interacciones, unas animaciones más versátiles y unas reacciones más creíbles. Especialmente en el modo VOLTA.
Porque si VOLTA Football ha sido reforzado desde la entrega anterior añadiendo nuevas y mejoradas funciones sociales y muchos más eventos y recompensas para tenernos totalmente enganchados, el salto de calidad en lo referente a las físicas en sus estadios reducidos, sobre todo a la hora de hacer filigranas o empujes, supone un gran punto a favor de la nueva generación.
Un ejemplo de todo lo anterior queda reflejado en gran medida en el gameplay de El Clásico que incluimos al comienzo del análisis, incluyendo otra novedad menor pero que hace que se disfruten un poquito más los goles en circunstancias especiales: EA Sports ha introducido un sistema de celebración de goles importantes a modo de recompensa especial al desempatar por la mínima o alcanzar un hito importante.
Lógicamente, estas mejoras y detalles acaban calando en cada una de las diferentes propuestas de juego. EA Sports consigue que ambición por ofrecer en un mismo juego todas las obsesiones futboleras, ya bien sea desde el modo Carrera como los partidos rápidos y las pachangas improvisadas, luzcan y se sientan mejor en las nuevas consolas. Y pese a lo anterior, no se puede decir que todo sea bueno.
Luces y sombras de FIFA 21 en PS5 y Xbox Series X
Lo primero que hago en cada nueva entrega de la saga futbolera de Electronic Arts es comprobar que se pasan mis datos de la edición anterior, mis configuraciones y que el sistema de control de mando está en Alternativo. Y me temo que, a partir de FIFA 21 deberé añadir algún que otro ajuste más. Entre ellos, eliminar el nuevo sistema de GameCam de EA Sports.
La idea de la GameCam no es muy diferente a la vista en NBA 2K21 para los sistemas de nueva generación: EA Sports busca replicar al máximo las sensaciones televisivas con un sistema de cámara que se aleja de los estándares de los videojuegos y replantea -y ajusta sobre la marcha- el ángulo de visión dándole la réplica a las retransmisiones oficiales. Sobre el papel, claro, es una buena idea.
La realidad, por otro lado, es que si bien se muestra un poco más de información en pantalla, se obliga al jugador a ajustar con más precisión el ángulo y la dirección de disparo. Por no hablar, claro, de que el cambio de perspectiva también afecta en mayor o menor medida a las situaciones de fuera de juego.
Y si bien todo es acostumbrarse, la realidad es que combinar la GameCam al perfect timing a la hora de tirar a puerta, nos expone a estar en desventaja en los modos online competitivos en los que, lógicamente, lo importante es ganar, ganar y ganar. Sobre todo, cuando en el Ultimate Team de esta edición se han eliminado las cartas de forma física y entrenamiento.
De hecho, el propio cansancio de los jugadores también acaba resultando un hándicap en la nueva generación en lo referente a su online competitivo: que los gatillos del DualSense aumenten su resistencia en los compases finales de cada partido para reflejar el cansancio de nuestros jugadores está muy bien en las pachangas de casa, pero destroza la experiencia competitiva.
No es que sean malas ideas, sino que éstas afectan a que todo el que busca subir de divisiones o prosperar en los diferentes modos de juego frente al resto de usuarios online. Invitando indirectamente a los jugadores más dedicados a que las acaben desactivando y, en el proceso, recomendando hacer lo propio a nuestros compañeros en los recién estrenados modos cooperativos. Abriendo el debate de si deben mantenerse de cara a futuras entregas.
Sobre todo, cuando los ajustes de jugabilidad de FIFA 21 para los sistemas de Nueva Generación tienen un desafortunado efecto colateral: no existe cruzado entre diferentes consolas, incluyendo las de diferente generación. Si jugamos desde nuestra copia para PS5 o Xbox Series X o Series S no veremos a nuestros amigos que no tengan consola de nueva generación en los vestíbulos cooperativos o los rankings del Ultimate Team.
Es más, la alternativa para jugar con amigos y conocidos -o ver su ranking- es tener instalada en el disco duro la copia de FIFA 21 para PS4 o Xbox One. Y eso es, cuanto menos, cuestionable.
Dos aspectos concretos que en realidad son ideas que no terminan de funcionar en el matiz competitivo de FIFA y una consecuencia directa -y colateral- de las diferencias entre versiones.
¿Suficientes motivos para hacer empañar la entrada de la saga en la nueva generación? Para nada: un par de ajustes y retomaremos los aspectos clásicos. Y no será necesario pasar por caja dos veces para jugar con nuestros compañeros de partida habituales. Sin embargo, EA Sports ya tiene asuntos pendientes de cara a la próxima entrega.
La opinión de VidaExtra
La llegada de FIFA 21 a los sistemas de nueva generación supone el verdadero paso al frente de la saga si lo comparamos con las ediciones lanzadas en octubre: las mejoras técnicas y jugables son mucho más palpables y, pese a no tratarse de una experiencia más completa en cuestión de contenidos, la propuesta de juego en su conjunto sale reforzada en PS5 y Xbox Series X.
Que no se me malinterprete: FIFA 21 para PS4, Xbox One y PC no es una actualización de plantillas (como lo ha sido eFootball PES 2021 o la edición Legacy para Nintendo Switch), pero la ausencia de una gran novedad esta temporada hacía que el conjunto de modos y novedades luciese algo menos que en ediciones anteriores de la saga.
EA Sports tiende la mano a todo el que ha dado el relevo generacional regalándole una copia de FIFA 21 para las nuevas consolas de Sony y Microsoft a todos los que ya lo compraron. Es más, el programa Doble versión continuará activo hasta el día de lanzamiento de FIFA 22. Y viendo la alternativa de 2K Games con NBA 2K21, es incuestionable que se trata de un detallazo.
Lo cual no lo exime de sus flaquezas, que las tiene. Como que solo podrás jugar a las ediciones Next Gen con aquellos que dispongan de la misma consola de nueva generación. Descartando a tus amigos que no hayan dado el relevo generacional o no hayan podido dar el salto todavía.
Pese a todo, la cita anual de EA Sports con los apasionados por el deporte rey se vuelve a superar a sí misma en cuestión de ambición, se sigue imponiendo en cuestión de variedad de experiencias, y vuelve a coronarse en los detalles más sutiles. En esta ocasión por segunda vez en un mismo año.
Y pese a que, como comentamos, en FIFA 21 para los sistemas de nueva generación se sigue echando en falta una gran novedad que termine por redondear el conjunto, un verdadero golpe de efecto, sigue brillando con luz propia en todo aquello que lo ha convertido, temporada tras temporada, en el máximo referente del balompié en los videojuegos.
Lo mejor: Si ya tienes FIFA 21, EA te regala la copia de la versión Next Gen / Lo peor: No es posible jugar con los jugadores de sistemas de generaciones anteriores
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