La Realidad Virtual, desde su boom en 2016, ha apostado muy fuerte por las experiencias en primera persona y sobre todo enmarcadas dentro del género del terror o con ambientación espacial. Hay algunos juegos, como The Persistence, que flirtean con ambos palos y les sale bien la jugada, mientras que otros se quedan un poco a medias, como Downward Spiral: Horus Station.
Lanzado en Steam a comienzos de año, y más recientemente en PS4, se puede jugar tanto con dispositivos de Realidad Virtual como sin ellos. Lo curioso es que las sensaciones no son igual de positivas en ambos casos.
La gravedad zero, el mayor enemigo
Downward Spiral: Horus Station parte de una premisa muy original en cuanto al control se refiere. 3rd Eye Studios nos pone en la piel de una persona atrapada en la estación Horus y nos desplazaremos a lo largo y ancho de ella en gravedad zero. ¿Y qué significa esto? Que no nos moveremos de la manera tradicional.
Si pulsamos hacia adelante, no pasará nada: no nos moveremos. Para que haya movimiento, tendremos que impulsarnos con nuestras manos apoyados en la superficie de la gigantesca nave espacial. Esto, como imaginaréis, es muy original... pero también muy engorroso al principio, por lo lento y tedioso que resulta en ciertos puntos. Aunque será un problema temporal, eso sí.
Poco a poco nos desenvolveremos con más soltura (sin ser un proceso perfecto, las cosas como son), hasta que llegará un accesorio que nos facilitará de manera ostensible la tarea de movernos por cada pasillo. A esto hay que sumarle que nos podemos topar con enemigos (hay opción de centrarse solamente en la historia y los puzles, si así lo deseamos; una característica que han adoptado títulos como SOMA, por si las máquinas nos complican demasiado la partida), de ahí que la rapidez de movimiento y reflejos sea esencial. Porque es fácil morir.
A este respecto, un punto importante a tener en cuenta es la gran diferencia que hay entre jugar a los modos normal y VR. Como es evidente, en Realidad Virtual destaca la espectacularidad del entorno exterior, pero este modo se ve ensombrecido por el movimiento (a intervalos de giro algo limitados para evitar mareos) y, sobre todo, por la lentitud de apuntado, por esa retícula que no sigue con la misma rapidez el movimiento de nuestra cabeza. Estos problemas, como es lógico, se disipan por completo en modo normal, aunque ya no impacte tanto.
Downward Spiral tiene buenas intenciones, pero...
3rd Eye Studios ha adoptado esa premisa de otros estudios en cuanto a contar poco para que el jugador saque sus propias conclusiones. La historia es uno de sus puntos fuertes por toda esa ida de olla a sus espaldas, especialmente en el tramo final, aunque se podría haber logrado un empaque mayor.
No ayuda, desde luego, su ambientación interior, por lo repetitivas que resultan las salas de la estación Horus, estando a veces un poco perdidos por la ausencia de mapa (hay paneles en ciertos puntos, pero tampoco es que ayuden demasiado). Ahora bien, cuando se desmarca de esos patrones, saca su mejor versión arropado por las escuetas, pero exquisitas aportaciones de Ville Valo (líder de la banda HIM) en materia musical: la que cierra el acto 1 es una completa delicia.
No estamos, de todas formas, ante una aventura duradera y que sepa brillar de igual modo en cada uno de sus actos. En parte por esa sensación de déjà vu del propio entorno, y porque no destaca precisamente en su faceta como shooter espacial ni como aventura en la que haya que comerse al tarro, a excepción de los mecanismos a usar con ciertas máquinas superiores de cada al tramo final.
En este sentido, resulta de lo más anecdótico su modo multijugador competitivo para ocho personas ("A muerte" y "Horda"), por el escaso atractivo que reporta; incluso el cooperativo para su campaña. Porque es, ante todo, un título para disfrute personal, más intimista que otros de su especie futurista.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, Downward Spiral: Horus Station es más recomendable sin las gafas de Realidad Virtual por lo mucho que llega a flojear con el control en ese sentido. Su historia tiene puntos de interés, aunque le falta el impacto logrado por otras aventuras ambientadas en el espacio al no desarrollarla tanto como nos hubiese gustado, por dejar varias cosas en el aire para interpretaciones personales.
A favor
- El atractivo trasfondo de su historia
- Algunas situaciones impactan en Realidad Virtual
- El aporte musical de Ville Valo
En contra
- Su peculiar control flojea más en Realidad Virtual
- Peca de repetitivo en muchos tramos
- Los fans de Nine Inch Nails se llevarán un chasco
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