'Crash Bandicoot 3: Warped' para PlayStation. Retroanálisis

Siento especial debilidad por el género de plataformas. Tal vez una infancia pegado a una Sega MegaDrive a caballo entre ‘Comix Zone’, ‘Ristar’ y ‘Aladdin’ tuvo parte de culpa. Hoy quiero rendir homenaje a uno de los mejores títulos del género, aunque no por ello tan famoso como los juegos de la era de los sprites o las aventuras del fontanero: ‘Crash Bandicoot 3: Warped’.

Los juegos de ‘Crash Bandicoot’ no son comparables al resto de estrellas plataformeras. No es cuestión de hablar de mejor o peor, simplemente son distintos. Sin embargo la acidez que desprendían, sumado a unas mecánicas tremendamente adictivas y unas animaciones de lujo, consiguieron encumbrar el nombre de Naughty Dog a la vez que PSX ganaba una mascota.

Crash Bandicoot 3: Warped. El penúltimo gran juego de Crash

Lo que ha quedado de Crash tras el abandono de Naughty Dog merece ser enterrado en el desierto junto a las míticas copias de el alienígena de Spielberg. Ningún otro juego del marsupial ha alcanzado las cotas de diversión y asombro que produjo la primera entrega de la saga, y mucho menos de ‘Crash Bandicoot 3: Warped’, uno de los mejores juegos de la primera consola de Sony.

Conscientes del éxito del personaje, pero también de la intención de abandonarlo tras un último título de carreras ‘Crash Team Racing’ (sin duda el único juego para consolas de Sony que ha conseguido rozar el éxito de crítica y público de Nintendo y sus karts), ‘Crash Bandicoot 3: Warped’ fue creado con la firme intención de jugarse el todo por el todo, echar toda la carne en el asador, sin importar lo locas que fuesen las ideas, y crear el juego definitivo de Crash.

A su vez, también supuso un excelente experimento para mejorar el posterior desarrollo de ‘Crash Team Racing’, pero también de la futura franquicia de Naughty Dog que vería la luz en PS2.

Una aventura a través del tiempo

‘Crash Bandicoot 3: Warped’ nos lleva a visitar una máquina del tiempo con la que viajar a épocas remotas, desde la era de los dinosaurios hasta el futuro de los coches voladores, pero lejos de limitarse a hacernos saltar, correr y recoger manzanas, los niveles cuentan con algunas variaciones de la fórmula clásica.

Muchos de ellos evitarán que destrocemos los zapatos de Crash y su hermana Coco, invitándonos a superarlos a lomos de un tigre, motos, aviones, naves espaciales y hasta buceando bajo el mar. Todo esto, introducido de forma magistral en forma de carreras, niveles de combate o incluso escenarios con múltiples obstáculos a esquivar, consigue que la variedad sea la suficiente como para evitar aburrirnos.

La fórmula se ve aún más clara cuando llegamos al final de la aventura, momento en el que deberemos escoger dar por terminado el juego o intentar conseguir los extras de cada nivel para desbloquear nuevos retos y superar el juego en su totalidad. Sobra decir que la segunda opción, además de imprescindible, es la más acertada que haréis en vuestra vida.

En la variedad está el éxito

Con cada nuevo enemigo de zona derrotado, Crash conseguirá nuevas habilidades, como el planchazo, doble salto, ataque torbellino, velocidad aumentada o incluso un bazuca que se nutre de nuestras manzanas recogidas como munición.

Además de aprender a usarlos para superar pantallas venideras, la perfección de sus mecánicas nos permitirá conseguir los retos secundarios que comentábamos antes, tales como reventar todas las cajas del nivel o realizar los mejores tiempos en contrarreloj.

Esa nueva variedad de movimientos consigue que repetir los niveles sea totalmente diferente, ya que tanto las nuevas habilidades como las posibilidades del escenario inalcanzables hasta el momento, acabarán mostrando nuevas zonas de bonus así como consiguiendo que nuestros esquemas de movimiento y ataque cambien por completo.

¿Cómo ha envejecido?

Siempre había querido hablar del último plataformas de Naughty Dog sobre el marsupial, pero por una razón u otra la oportunidad de escribir sobre ello se iba difuminando. Su llegada a la Store de PS3, sumado al reciente regalo de ‘Crash Bandicoot 3: Warped’ para los miembros de PlayStation Plus, me pareció una oportunidad magnífica de volver a rememorar viejos tiempos.

Pese al paso de los años la tercera entrega de la saga continúa siendo un título brillante, capaz de atraparte durante horas con ese susurro constante en tu cabeza de “un nivel más y lo dejo”. Sus animaciones han aguantado genial el paso del tiempo, y ya denota el cuidado que Naughty Dog ponía en cada una de sus producciones.

Sería una grata alegría ver cómo la compañía le da un último homenaje al marsupial, pero hay que reconocer que tras el éxito de ‘Uncharted’, dudo que tengan en mente algo así. Supieron darle la vida, pero también una digna muerte, al menos con la franquicia en sus manos. Lástima que Crash nunca haya vuelto a ser el que era, pero por suerte aún podemos recordarlo de la mejor forma posible.

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