La actual generación de consolas está llegando a su fin, al menos para PS4 y Xbox One, aunque a ambas consolas les quedan todavía algunos exclusivos en la recámara. De hecho, Sony todavía tiene pendiente publicar juegazos de la talla de Death Stranding o The Last of Us II, además de otros que están por ahí rondando, como es el caso de Concrete Genie.
La nueva obra de Pixel Opus, los creadores de Entwined ha sufrido algún que otro retraso hasta el punto de situar su lanzamiento para este otoño. Ahora ya sabemos exactamente cuándo se pondrá a la venta y el día elegido para su llegada será el 9 de octubre, con un precio de 30 euros.
Todavía queda algo más de dos meses hasta que sea publicado, pero en nuestro caso ya hemos tenido la oportunidad de probar un adelanto del inicio del juego. Así hemos podido descubrir qué nos deparará esta curiosa propuesta destinada a todo tipo de público y en la que predominará la creatividad de los jugadores.
Haciendo frente a la triste realidad con un pincel mágico
La trama de esta dramática aventura nos lleva a la ciudad portuaria de Denska, un lugar que antaño estaba poblada de gente y sus ciudadanos vivían felices, con sus trabajos y demás. Por desgracia, a causa de la contaminación los paisajes se tiñeron de unos colores oscuros, cambiando sus cálidos entornos por otros más siniestros.
En medio de esta triste situación nos encontramos con Ash, nuestro joven protagonista que trata de evadirse de la realidad con su cuaderno y lápices de colores, con los que se dedica a dibujar en él unos monstruos al no tener a nadie más con quien poder pasar el rato. Sin embargo, no todos ven con buenos ojos su afición, en especial un grupo de chavales de su misma edad que no paran de hacerle bullying, hasta el punto de romper en pedazos su cuaderno.
La intención de sus responsables era la de transmitir en un videojuego esta situación que sufren tantos niños a día de hoy. Esto les llevó a contactar con una asociación que se ocupa del anti bullying para así conseguir una historia más realista, aunque tampoco en exceso porque no deja de ser un juego para todos los públicos. En cualquier caso, nuestro protagonista partirá en busca de sus hojas que tanto esfuerzo le ha llevado dibujar y ahí es cuando comenzará esta mágica aventura.
Lo que no se espera Ash es que las hojas de su cuaderno no tardarán en cambiar su vida por completo. Todo ello gracias a un pincel mágico que se encontrará y con el que será capaz de realizar dibujos en las paredes para que el escenario pase a ser más colorido. De esta manera sería capaz de devolver la alegría a su hogar, aunque por lo que es tan único este pincel es porque gracias a él podremos dibujar los monstruos de nuestro cuaderno en las paredes y así conseguir que cobren vida propia.
A medida que vayamos recolectando las hojas que perdimos, iremos obteniendo más opciones para darles a nuestros monstruos un toque único. Así tendremos a nuestra disposición distintos tipos de cuernos y otros elementos que podremos colocar a nuestro antojo por todo su cuerpo a modo decorativo. No habrá una decisión más acertada que otra, así que podremos establecer lo altos o pequeños que serán o sobrecargarles de detallitos. Ahí lo que quiera cada uno.
La cuestión es que los monstruos que dibujará Ash pasarán a ser sus compañeros de viaje y serán los que le ayudarán a cumplir su objetivo de lograr que la ciudad vuelva a ser la que era anteriormente. Más allá de por su aspecto, estas peculiares criaturas se diferenciarán unas de otras por su color que será el que determinará si disponen de algún tipo de habilidad distinta a las del resto.
Un sistema de control y unas mecánicas que necesitan ser pulidas cuanto antes
Cuando empiezas a jugar a Concrete Genie hay que reconocer que su argumento, su propuesta y su apartado visual entran fácilmente por los ojos y te hace creer que te vas a encontrar con un título que te va a enganchar de principio a fin. Lo que uno no se espera es que toda la experiencia no tarda en desmoronarse cuando te pones a dibujar y a interactuar con los monstruos.
El motivo es que cuando te encuentras con una de estas criaturas y empiezas a elegir qué cuernos llevará o cómo será su cuerpo, el sistema de control no atina lo suficientemente bien. Es más, no resulta lo suficientemente intuitivo y nos hemos encontrado casos en los que lo que pensábamos que era la cabeza al final ha acabado siendo su cuerpo y viceversa, así que os podéis hacer una idea del diseño tan curioso que acababan teniendo nuestras creaciones...
De todos modos, si solo fuese esto lo único que no nos ha convencido se podría pasar por alto. La cuestión es que los monstruos no reaccionan adecuadamente a las acciones que les indiquemos. Ellos estarán desplazándose constantemente por las paredes y para hacerles felices nos pedirán que dibujemos cosas en concreto, como flores, hierbas, fogatas, un sol, etc. Para llevar a cabo esta tarea deberemos seleccionar los elementos en cuestión que nos vaya pidiendo nuestro compañero, lo que nos llevó a presenciar momentos en los que los dibujos no se realizaban correctamente, aunque a base de insistir lo conseguíamos.
Mientras estén tristes, no avanzarán, de ahí que debamos llenar todas las paredes de dibujos. Aun así, por mucho que cumplas sus peticiones, hay veces que no están del todo satisfechos porque tal vez te has dejado unos píxeles sin terminar de rellenar. Al final, todo esto servirá para que el monstruo siga avanzando y al mismo tiempo nuestro pincel se cargue de energía, para así iluminar las bombillas del escenario o darles órdenes para que los que sean de color rojo quemen la madera o los amarillos puedan soltar una descarga eléctrica.
La verdad es que a la hora de interactuar con los monstruos nos encontramos con la cara y la cruz de esta característica. Por un lado resultaba muy simpático y agradable que ellos puedan coger cosas del escenario, como una pelota, para que juguemos con ellos o también chocar los cinco. Por el otro lado también se daba el caso de que a veces hacían lo que les daba la gana y no respondían correctamente a nuestras peticiones o directamente el juego no nos dejaba muy claro qué debíamos hacer con ellos exactamente para que nos hicieran caso o para seguir avanzando.
Realizar los dibujos no tiene mucho misterio, es muy simple, pero es una pena que por todo este tipo de detalles lo que apuntaba a ser una experiencia magnífica, se quede a medio camino. Eso sí, a la hora de lidiar con estos problemas tendremos que tener cuidado con el resto de niños que maltratan a Ash, porque también estarán rondando por el escenario y si nos ven no dudarán en ir tras nosotros para patearnos y robarnos nuestro pincel, aunque al cabo de unos segundos nos acabarán dejando en paz.
En resumidas cuentas, Concrete Genie apuntaba a ser uno de los grandes exclusivos de PS4 para este año, pero nuestras primeras impresiones nos han generado la suficiente cantidad de dudas para mostrarnos escépticos a que eso acabe siendo posible, sobre todo por lo poco que queda para su lanzamiento. El 9 de octubre comprobaremos si la situación ha cambiado y cruzamos los dedos para que su versión final, cuya duración rondará las seis o siete horas, nos haga cambiar de parecer para mejor.
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