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Análisis de Catherine: Full Body. La obra de Atlus regresa con una nueva chica y unos puzles que harán que nos exprimamos el coco más que nunca

A lo largo del año se publican tantos videojuegos que es imposible seguirles la pista a todos. Entre todos ellos la gran mayoría son nuevos, aunque también podemos encontrarnos entre ellos remasterizaciones, remakes o nuevas versiones de títulos que ya conocíamos y que en parte agradecemos su vuelta por si no tuvimos la ocasión de jugarlos originalmente.

Un caso de estos puede ser el de Catherine, una de las grandes obras de Atlus que se lanzó originalmente en la pasada generación y que en unos días volverá a la vida con una versión con unas cuantas novedades, exclusiva para PS4, y que responderá al nombre de Catherine: Full Body.

Eso sí, el que estas novedades sean suficientes o no para que su compra merezca la pena, sobre todo en el caso de que ya dispongáis de una copia de Catherine, es algo a lo que vamos a responder a continuación en el análisis que hemos preparado y que os animamos a que no os lo perdáis.

La delgada línea entre la fidelidad y la infidelidad

Catherine se divide en dos pilares fundamentales para lograr ser un juego al que merece la pena no perderle de vista. Uno de ellos es indiscutible que se trata de su argumento, el cual nos presenta una serie de situaciones amorosas que también se producen en la realidad, sea vuestro caso o no, pero seguro que algún caso conocéis u os resulta familiar de haberlo visto en algún lado.

La cuestión es que nuestro protagonista Vincent ha cumplido su quinto aniversario con su novia Katherine y ya va siendo hora de dar un paso de gigantes en la relación, algo que a nuestro protagonista no parece entusiasmarle demasiado. Si bien su pareja desea que se casen y vivir juntos, Vincent necesita pensárselo porque considera que es algo precipitado.

Es en ese momento cuando se le presenta una ventana de escape cuando aparece en su vida Catherine, una chica que logra embelesar a nuestro personaje en tan solo unos segundos, hasta el punto que llega a enrollarse con ella. No obstante, lo hace inconscientemente, pero la infidelidad se ha servido en bandeja, aunque ese no será su único problema.

En Catherine: Full Body se ha tratado de enrevesar todo más aún. Es por ello que Vincent conocerá también a una chica que ha perdido su memoria y que lo único que recuerda es que se llama Rin. Para ayudarle a recobrar su vida, esta comienza a trabajar en el bar al que suele acudir nuestro protagonista con sus amigos, además de convertirse en su vecina al alojarse en el piso de al lado.

El que la presencia de Rin afecte al embrollo en el que se ha visto envuelto Vincent es algo que deberéis descubrir vosotros y sobre lo que no os vamos a contar más para evitar los spoilers. Lo que sí os podemos asegurar es que el juego está repleto de secuencias totalmente inéditas que se han creado para la ocasión con el añadido de esta tercera chica, lo que logra que la trama se vuelva más interesante todavía de lo que ya era anteriormente.

El juego nos dejará constantemente con nuevas cinemáticas que parecen extraídas de una serie anime y otras en la que Vincent no parará de desahogarse con sus colegas en los sitios que frecuentan con tal de saber qué debería hacer. Pero no será él quien lo decida, sino que somos nosotros, los propios jugadores, los que elegiremos cuál será su destino a base de tomar decisiones de todo tipo.

Para ello la aventura nos estará preguntando constantemente cómo reaccionaríamos a según qué casos o qué debería hacer nuestro personaje con estas relaciones que está teniendo. Todo ello afectará a una línea del bien y el mal (o de la fidelidad y la infidelidad) que será la que al final del juego determinará cuál será el final que obtendremos. Aun así, todas estas elecciones también pasarán factura al tipo de escenas que irán desfilando a medida que vamos superando los capítulos.

Por lo tanto, Catherine: Full Body resulta muy rejugable, más aún que el juego original, al disponer de nuevas ramificaciones en la historia y que a su vez nos ofrecerán más información acerca del pasado de Vincent y cómo llegó a tener una relación con Katherine. Sin duda el que el triángulo amoroso haya pasado a ser un rectángulo ha sido idea sensacional y que ha logrado que el argumento nos atrape más todavía que antes con tal de saber de qué manera se resolverá. 

Pasándolas canutas con los puzles remezclados

Como ya hemos indicado, Catherine tiene dos grandes pilares sobre los que se sostiene y el otro de ellos es su jugabilidad, más concretamente los puzles que deberemos de resolver. Y es que el pobre Vincent vivirá todas las noches una pesadilla al irse a la cama junto con otros carneros que se encuentran en su misma situación.

En estos sueños de lo más extraños y que parecen totalmente reales, tanto los carneros como él, se verán obligados a trepar constantemente por una montaña de bloques cuadrados con tal de llegar a la cima para que esto les permita mantenerse con vida. Más que nada porque aquellos que se quedan a medio camino la acaban perdiendo. Su cuerpo se consume por completo dejando un cadáver en la cama.

Por supuesto eso es algo que no queremos que nos pase a nosotros, así que tocará trepar noche sí, noche también, a lo largo de decenas de niveles en los que su dificultad no parará de incrementarse. La cosa es que no será tan fácil como subir de cuadrado en cuadrado, si no que habrá que ir desplazando unos y otros en distintas direcciones para ir formando escaleras que nos permitan escalar sin despeñarnos al vacío.

Aun así, no bastará con moverlos como sea, porque los bloques cuentan con sus propias reglas que iremos aprendiendo poco a poco junto con estrategias que iremos aprendiendo que resultarán determinantes para las fases más complicadas que irán llegando con el tiempo. Entre todos ellos habrá algunos que pesen tanto que no los podremos desplazar, otros que explotarán al pisarlos, se harán añicos al darles demasiado uso o también harán que nos resbalemos, entre otros efectos.

Los que ya jugaron a Catherine se sentirán familiarizados con todos estos puzles. Por eso mismo para la ocasión se ha añadido un modo de juego que nos permitirá seleccionar los llamados puzles remezclados, el cual nos presentará unas piezas formadas por varios bloques, como si fueran piezas de Tetris. La diferencia es que, por lo general, solo movemos un bloque al mismo tiempo, pero estas especiales harán que desplacemos seis, siete, ocho o muchas más simultáneamente.

Todo esto provocará que debamos pensar más que nunca las acciones que debemos realizar y encima hacerlo lo más rápido posible, porque los bloques situados más abajo irán desapareciendo junto con nosotros si no le damos al coco lo suficiente. Al menos Rin nos echará un cable de vez en cuando reduciendo la velocidad a la que descienden las piezas. Todo ello provocando en general que los puzles sean más geniales todavía y no nos cansemos de ellos al otorgarle una mayor dificultad al juego.

Eso no quita que haya distintos niveles de dificultad entre los que poder decantarnos para que así las pantallas sean más o menos duras de superar, lo que en resumidas cuentas proporciona más de 500 fases distintas, el doble que el juego original. Así que, si no os parecía suficiente la rejugabilidad con las nuevas historias, con tanto puzle por delante dará la impresión de estar viviendo en cada partida una aventura única.

Por otro lado, entre cada pantalla contaremos con la opción de adquirir objetos con las monedas que vayamos obteniendo mientras escalamos, cuya cantidad aumentará según lo bien que juguemos. Sobre ellos hemos de confesar que habrá momentos en los que se volverán fundamentales, así que más vale que no los paséis por alto. Además, también conoceremos a otros carneros que nos contarán las penurias por las que están pasando, nos enseñarán tácticas de escalada y también deberemos responder a preguntas sobre cómo actuaríamos ante ciertas situaciones en una relación, lo que afectará también a la línea amorosa del argumento.

El entretenimiento no cesa con otros tantos modos de juego

En todos los capítulos Vincent y sus amigos se reúnen en el Stray Sheep, el bar que frecuentan para cenar y emborracharse. En este lugar pasaremos gran parte del tiempo hablando con nuestros compañeros, la camarera, el resto de clientes o incluso con el encargado, un personaje de lo más misterioso. Las conversaciones que mantendrán hará que el argumento vaya cogiendo cada vez más peso y se vuelva más interesante.

En este lugar podremos utilizar también un teléfono móvil para mandar mensajes al trío de chicas que están volviendo loco a Vincent, recibir llamadas o echarle un vistazo a las fotos que nos vayan llegando, algunas de lo más... sensuales. Pero ahí no quedará todo, porque en este bar también está disponible la máquina recreativa Rapunzel que nos retará a pasarnos unos niveles similares a los puzles de cada noche, aunque más enrevesados todavía y con un toque pixelado.

De todos modos, los que estén buscando una experiencia distinta a la de la aventura principal, también se podrán decantar por alguno de los distintos modos de juego disponibles y que están enfocados únicamente a la resolución de puzles, ya sea en solitario o en compañía de otro jugador para cooperar con él o competir directamente contra esa persona con tal de ver quién es el más rápido en llegar a la cima.

Por ejemplo, uno de estos modos de juego por el que nos podremos decantar es Babel, en el cuál tendremos a nuestra disposición cuatro fases diferentes, cada una más desafiante que la anterior y en las que el juego nos premiará por subir todo lo alto que podamos y en el menor tiempo posible, lo que hará que nos adentremos en una tabla de clasificación para competir con el resto de jugadores del mundo. También hay que decir que este modo está únicamente orientado a los más expertos o se conozcan al dedillo todas las técnicas.

En cambio, los que prefieran compartir la experiencia con otro jugador, podrán elegir el modo Colosseum o Arena Online. El primero se tratará de un multijugador local cooperativo o competitivo, mientras que el segundo será únicamente online. En cualquiera de ellos los piques estarán a la orden del día, ya sea para ponerse de acuerdo sobre qué bloque es mejor mover o para intentar fastidiar a nuestro rival para que se quede atrás.

La opinión de VidaExtra

El que pueda parecer que hay más modos de juego más allá de la campaña principal, no quiere decir que sea una buena noticia, porque si bien hay más variedad, los que hayan jugado al Catherine original comprobarán que son los mismos, a excepción del modo online, por lo que se van a topar con pocas novedades en este sentido.

Por el contrario, la historia principal es infinitamente mejor con la llegada de Rin, las nuevas secuencias y tramas que se formarán a raíz los nuevos líos amorosos y las decisiones que vayamos tomando. Todo ello acompañado por un apartado visual mejorado y nuevas melodías, pero sobre todo destacan también los nuevos puzles que nos van a hacer sudar a base de bien y unos cuantos, muchos, intentos hasta superarlos.

Catherine: Full Body es una compra recomendada si no habéis jugado nunca a la obra de Atlus, aunque eso no quiere decir que los demás os podáis olvidar de él. Si lo que os importa es la campaña, entonces la disfrutaréis tanto o más como la primera vez, pero hay que tener en cuenta que las novedades prácticamente se limitan a ella. Al menos, gracias a su rejugabilidad, nos dará para una buena cantidad de horas hasta desbloquear todos los finales.

Ficha Análisis Catherine: Full Body

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