'Call of Juarez: Gunslinger' para Xbox 360: análisis

Tras lo ocurrido en el pasado uno no llega a 'Call of Juarez: Gunslinger' con muchas esperanzas. Creo además que es algo de lo que se ha acabado contagiando Ubisoft, que ha llevado el juego al mercado con demasiada cautela y pocos usuarios se acercaran a leer cuatro letras sobre él. Me sabe francamente mal porque ha sido un juego tremendamente divertido.

Es uno de esos ejemplos que lo tienen todo lo necesario para cuadrar de forma perfecta y acaban consiguiendo su objetivo con honores, al menos a nivel de solidez. Barato, largo si lo aprovechas al 100%, divertido y con una dificultad que te pica cada dos por tres. Una sorpresa muy agradable.

Call of Juarez: Gunslinger, el mejor de la saga

Estamos ante un FPS con un planteamiento muy cerrado. Tienes un nivel con un camino pocas veces abierto, una serie de enemigos que te cierran el paso y un enfrentamiento final que puede presentarse con varias alternativas. Simple, sin grandes alardes ni ideas revolucionarias, pero lo que hace lo hace casi perfecto.

El control es tosco y resbaladizo, pero de una forma natural que acabas perfeccionando hasta convertirla en algo ágil y preciso. Es de esos juegos que se presenta como un absoluto caos pero no tarda en ofrecerte la batuta, en colocar la acción de la forma idónea para que vayas cogiendo el truco a todas tus habilidades.

No pasará mucho hasta que lo termines, tres tardes puede ser suficiente para exprimirle bastante el jugo, pero reconozco que pocas veces en esta generación había terminado un juego y automáticamente sentido la necesidad de empezar una nueva partida. Cumple perfectamente con su precio y el que está a los mandos se lo acaba reconociendo.

John Woo y Clint Eastwood

En 'Call of Juarez: Gunslinger' contamos con la conocida habilidad de ralentizar el tiempo y que los enemigos se marquen en rojo para poder ventilarlos con mayor facilidad. El gran añadido a la fórmula lo presenta un espíritu puramente arcade en el que los tiros a la cabeza y los combos nos rellena la barra de ese poder.

El de la segunda oportunidad, en cambio, lo obtendremos con el paso de los segundos. Una vez completo la próxima vez que estemos a un toque de la muerte, la siguiente bala enemiga se ralentizará en el aire para que podamos esquivarla. Todo muy Matrix y, lejos de quedar como un pegote, le sienta tan bien al juego a nivel visual como jugable.

El árbol de habilidades suma el primer concepto a las mejoras de armas para que poco a poco mejore nuestra puntería o nuestros combos aporten un valor añadido. Entre las ruedas de poder que iremos completando se encuentran también nuevas armas. En realidad meros skins que aportan daño extra o recarga a mayor velocidad.

Las armas de Call of Juarez: Gunslinger

Debo pararme ahí para comentar el que, sin lugar a dudas, me parece el fallo más garrafal del desarrollo. No me interesa lo que el árbol de habilidades de 'Call of Juarez: Gunslinger' tiene que ofrecerme. Sí, hay varios añadidos que le sientan francamente bien al juego, sobre todo los relacionados con facilitarnos la vida al hacer combos, pero en general son bastante sosos.

No pido más variedad en las armas. Revolver, escopeta, escopeta recortada y fusil, cumplen perfectamente con su cometido, pero sí creo que con su cambio de aspecto hay muchas oportunidades desaprovechadas. Hay un momento del juego en el que consigues el arma especial de uno de tus enemigos, y se anuncia con un brevísimo montaje animado que se recrea sin exceso en su presentación. No ocurre más y se acaba echando de menos.

Dame el rifle de Billy the Kid o una pistola de los Hermanos Dalton, si lo haces bien estableciendo a los personajes sobre el escenario, hazlo también con sus armas, que al fin y al cabo es algo que vamos a tener delante durante todo el juego. Pese a ello no lo llamemos fallo, me parece más adecuado oportunidad desaprovechada. Que lo tengan en cuenta para la próxima entrega porque la esperaré aún con más ganas.

Una historia que merece ser escuchada

Citaba dos nombres clásicos del Salvaje Oeste y los detalles no son baladí. El juego nos presenta a un viejo cazarrecompensas que está narrando la historia de su vida en un bar, y da la maldita casualidad de que el antiguo pistolero se ha encontrado con la flor y la nata de la época más célebre de esa zona y época.

Lo hace tremendamente bien, uniendo el juego a la forma de contar la aventura, con pausas y ralentizaciones provocadas por discusiones de quienes escuchan y viajes a la barra a por un trago. Algo que sobre el papel sonará fatal: las escenas rebobinándose para volvernos a situar sobre la acción desde el mismo punto, pero con una historia y presentación alternativa, está muy bien llevado.

La historia popular cuenta que entraste en el banco derribando la puerta en tiempo bala, la oficial que atacaste por los tejados junto a otros compañeros y la cierta es que cuando entraste ya se habían ido y tuviste que perseguirlos. Todas las vives, saltando de una a otra entre comentarios ingeniosos y el suficiente ritmo para que la cosa no decaiga. No ocurre muy a menudo, pero juega muy bien con los clímax. Estamos siempre con el concepto de nuevas narrativas en la boca y 'Call of Juarez: Gunslinger' se mea en mucho de lo proclamado como genialidad hasta ahora.

Call of Juarez: Gunslinger es una agradable sorpresa

Hay un pero que es necesario incluir, y es que al ser un título descargable todo está mucho más condensado: los niveles ofrecen lo justo para llevar la acción de un sitio a otro, los enemigos no son variados (aunque no me ha llegado a molestar) y plantea la duración como una bondad en vez de un punto negativo.

Para que nos entendamos, se acaba cuando tiene que acabar, sin estirar la vida de su campaña más de lo necesario y ofreciéndote tres posibilidades: empezar el juego de nuevo manteniendo habilidades y con la posibilidad de acceder a otro nivel de dificultad (dos más además del normal), el modo duelo (el típico encuentro bajo el sol en el que premia la velocidad y la precisión, demasiado lento para mi gusto) y la joya de la corona que usaremos para cerrar el análisis, el modo arcade.

Todo lo anterior sin cortes para explicar la historia y reclamando que utilices lo aprendido durante la campaña para hacerlo lo mejor posible. Es el momento de fliparse, de salir a cámara lenta fusil en mano e ir ampliando el combo para que no decaiga nunca. Si además lo cierras con un revolver en cada mano y reventando cabezas, la sensación de estar viviendo una película del Oeste cargada de acción te atrapará.