Me he hecho viejo para 'Call of Duty'. Igual he tardado demasiado tiempo en darme cuenta, pero la beta de 'Call of Duty Black Ops 4' me lo ha dejado cristalino. Recuperando su velocidad habitual y dejando de lado los saltos y las florituras con jetpack, Treyarch vuelve a sus orígenes sin olvidar su pasado más reciente, aprovechando las bondades que hicieron de 'Black Ops 3' uno de sus juegos más exitosos.
Sin campaña a la que agarrarse, los ojos están más fijos que nunca en la experiencia multijugador y, con el modo Blackout a lo Battle Royale y sus clásicos zombis aún por probar, lo vivido en la beta de este pasado fin de semana es el único clavo ardiendo al que podemos agarrarnos. Aún es pronto para discernir si la base es lo suficientemente sólida, pero al menos el clavo ha tenido el diámetro suficiente para mantenernos enganchados durante los dos últimos días.
Con fantasmadas pero sin saltitos
'Call of Duty Black Ops 4' nace con la intención de dejar atrás todas las críticas que se han ido vertiendo sobre sus últimas ideas. Si con 'WW2' volvíamos a poner los pies en el suelo, con lo nuevo de Treyarch mantenemos esa premisa sin olvidarnos de los especialistas, una serie de soldados de lo más variopinta que incluyen ventajas adicionales que se suman a las rachas de bajas habituales.
Antes un hueco para granadas aturdidoras y de fragmentación, L1 y R1 dejan espacio a los chutes de salud y la bonificación propia de cada personaje. El primero supone el fin de la regeneración automática, estando obligados a parapetarnos para curarnos cuando así lo deseemos, sea cual sea la pérdida de vida a la que nos hemos visto sometidos. El cambio no es revolucionario, ya que antes hacíamos lo propio para dejar que la vida empezase a subir, pero en este caso hay un botón implicado en el proceso.
El otro, desde sensores que muestran los enemigos que pasan por allí hasta minas que se activan al superar una línea láser, son los encargados de ceder cierto hueco a la estrategia y, sobre todo, la colaboración entre distintos personajes con objetos dispares pero complementarios. Como ya ocurría en 'Black Ops 3', ahí hay que sumarle los ataques especiales de cada especialista y, aún más que en aquél, lo importante que es tener un grupo lo más variado y equilibrado posible.
Eso se nota más si cabe en Control, el nuevo modo de juego en el que se apoya gran parte de la experiencia de la beta. La novedad plantea una mezcla entre Domino, Punto Caliente y Buscar y Destruir, ofreciendo dos zonas que debemos tomar o defender para ganar y, tras llegar a cierto punto, las vidas de cada equipo pueden marcar también la victoria o la derrota. La idea es que los respawn son limitados para generar tensión, pero lo suficientemente amplios para que las partidas no se hagan pesadas y puedas reaparecer varias veces antes de que estés en apuros.
Más estrategia, mismo frenetismo
Los nuevos especialistas y sus poderes, algunos recuperados de 'Black Ops 3', otros nuevos como el de tener un perro en plan bulldozer arrasando con todo lo que se cruce, son la clave estratégica sobre la que se apoya el juego. No sería descabellado decir que quiere acercarse a títulos como 'Overwatch' o 'Rainbow Six Siege', donde la colaboración es primordial y una buena estrategia puede facilmente darle la vuelta a la partida.
Reinventarse sin perder su espíritu, que dirían algunos, y es que pese a las vueltas y vueltas que ha dado la saga, ese shooter frenético y la sensación que transmiten sus armas al impactar sobre el enemigo siempre han estado ahí. La beta probablemente sirva para balancear el asunto y, con un poco de suerte, encontrar esa mezcla perfecta entre lo que supone nacer y morir en cuestión de segundos y disparar balas de gominola. Aún hay que darle tiempo.
Al final, como de costumbre, gran parte de la diferencia la marcan los mapas, que en esta ocasión vuelven al estilo de los tres caminos pero parecen seguir siendo algo más enrevesados de la cuenta. Cuestión de gustos, como siempre, pero me sigo quedando con el esquema del segundo 'Black Ops', más propenso a los enfrentamientos directos en una línea y sin muchos laberintos en los que perderse para intentar buscar la espalda del equipo contrario.
Yo me he hecho viejo y lo de hacer buenas rachas de bajas (bastante sosas las de la beta, por cierto) me queda ya muy lejos, pero puedo ver a toda una nueva generación de jugadores sumándose a este 'Call of Duty Black Ops 4' y sabiendo valorar lo que por edad, agotamiento o desidia, yo ya no encuentro con la misma facilidad de antes. Hay razones para tener fe en él y no niego que vaya a disfrutarlo, pero desde luego no lo haré con el mismo entusiasmo que antes.
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