Bayonetta 2: análisis

No sé bailar. No me gusta, no me siento cómodo, así que cuando tengo que tragar con ir a una boda o discoteca prefiero quedarme a un lado con una copa en la mano, entretenerme viendo a los que sí saben y reírme de aquellos que tienen el mismo ritmo que yo en las venas pero prefieren ridiculizarse en público en vez de asumir sus limitaciones. Todo esto viene al caso porque 'Bayonetta 2' sí sabe bailar, y el resto de juegos no.

Es un baile que enamora, divierte y sorprende desde que la música empieza a sonar. Llevas toda la vida viendo patos mareados creyendo que se mueven igual de bien, intentando esconder sus defectos en vez de potenciar sus virtudes, probablemente porque nunca las han tenido claras, así que cuando llega 'Bayonetta 2' y se hace con el control de la pista lo único que puedes hacer es sentarte a disfrutar del espectáculo mientras tiras dinero con la intención de que eso nunca acabe.

Es la diferencia entre intentar abarcar todos los palos o ceñirte a aquellos que realmente pueden llevarte al estrellato, una estrategia que el equipo de Team Little Angels de Platinum Games ha tenido clara desde el principio. Aquí no hay puzles, ni ganas de convertir al protagonista en icono, ni aspiraciones de GOTY. No hay nada más allá de la intención de divertir a quienes están disfrutando del baile.

Bayonetta 2: las mecánicas como arte

'Bayonetta 2' sabe qué objetivo tiene y lo cumple a la perfección desde que el juego empieza a girar dentro de Wii U. De hecho lo hace tan rápido que se crea un remolino bajo la máquina de Nintendo que la eleva hasta las alturas, colocándola como actual salvadora de la nueva generación. La consola, una vez más, viene a lo mismo que 'Bayonetta', a crear jugadores y arropar con un beso en la frente a los que ya lo son. A ella volvemos a darle las gracias, antes de pasar a la acción, por hacer posible lo que el resto de puertas cerradas de la industria convirtieron en un sueño casi imposible. Gracias por cedernos este último baile al grito de "Avavago".

Volando voy

Vuelven las fases de vuelo y conducción, a veces mero guiño a otras sagas y siempre una excusa para descansar de los combates convencionales.

Hay mucho que hablar sobre 'Bayonetta 2', pero permitidme que empiece por mi parte preferida. Más aún que el primero, y a continuación veremos por qué, su acción y combates son los que le pides al último blockbuster veraniego antes de lamentarte porque la cámara está demasiado cerca, el montaje es pobre y nunca llegas a apreciar en todo su esplendor lo que está ocurriendo en pantalla.

Es otra historia, es empezar a soltar puñetazos y patadas como si no hubiese un mañana, esquivar un golpe enemigo arrastrándote con las rodillas por el suelo y volver al combo haciendo que un puño de dos pisos de altura salga del suelo para elevar a tu enemigo varios metros más allá.

Es mantenerlo en el aire disparándole para después saltar y continuar trabajándole el estómago mientras lo único que no va a cámara lenta son tus interminables piernas propinándole golpes, preparando la carne para que tu invocación de Baal pueda saborear un bocado lo más tierno posible.

Bayonetta es una bruja y lo que consigue transmitirte cuando estás a los mandos es pura brujería. O eso parece cuando empiezas a buscarle un rival entre el resto de juegos del estilo y te das cuenta de que tal cosa no existe. “Pero en 'God of War' aprietas los sticks y le arrancas los ojos a un fulano”. Pues sí, y menudo momentazo, pero antes de eso pasarás un buen rato paseando por el escenario, haciendo puzles insulsos y repitiendo ese combo que funciona tan bien que no estás dispuesto a abandonarlo.

Más y mejor

Más armas, más enemigos, más personajes, más invocaciones... más todo e igual de bien que esperabas encontrártelo.

La diversión y el reto como máximo objetivo

Eso aquí no pasa porque, en primer lugar, el espectáculo lo marcas tú al entender que 'Bayonetta 2' se disfruta más cuando lo juegas bien, al utilizar los ataques tortura cada dos por tres o al aprovechar su nueva alternativa, el Clímax de Umbra que te permitirá realizar invocaciones sin necesidad de esperar a que el guión marque que deben llegar. 'Bayonetta 2' es un blockbuster en el que tú eres director, montador y coreógrafo.

Puede que tu máxima preocupación llegados a ese punto sea saber si el guión con el que vas a trabajar también está a la altura, pero si esto es así deberías volver al inicio de este texto y empezar a leer otra vez, tal vez no hayas entendido nada. Su historia no es ninguna maravilla, no hay giros que comentar cuando apagas la máquina, es sólo una excusa para que pases de luchar sobre un avión a hacerlo bajo el agua, algo con lo que dotar de identidad a sus personajes y que te permita descargar la tensión de los pulgares antes de que empiecen a bailar sobre el pad otra vez.

'Bayonetta 2' podría ser una sucesión de pantallas sin unión alguna y seguiría siendo el juegazo que es porque los esfuerzos están centrados donde realmente deben estarlo, en un sistema de combos infalible, unas animaciones magistrales y un cariño por el fan que pocas veces sale a relucir de una compañía que necesita vender su juego para que sus hijos puedan comer.

Es así porque, simple y llanamente, evitan el camino fácil para tomar el lógico, el que perfectamente podría unir el primer título con el segundo en una sesión prolongada de juego capaz de hacerle explotar la cabeza al más entero. Precisamente por eso empiezas con algunos deberes hechos, con esa transformación a pantera que sabe a gloria tener desde el minuto uno y combos ya aprendidos para que puedas lucirte sin preocuparte de los halos que vas a gastar en las primeras visitas a Rodin.

Amor por Platinum, por SEGA y por Nintendo

Son esa serie de pequeños pero jugosos detalles que el fan de 'Bayonetta' sabrá apreciar y valorar, pero aunque llegues de nuevas también hay mimo para ti, ya sea con los clásicos homenajes a la historia de SEGA y el género o, también en esta ocasión, los que rinden pleitesía al universo Nintendo.

Espero que llegados a ese punto no te centres en si a Bayonetta vestida de Peach se le ven o no las bragas, lo que significa eso para el sexismo y bla bla bla... y sí disfrutes con algo tan aparentemente tonto pero cargado de amor por los videojuegos como la invocación de puños de Bowser, las pistolas con forma de naves Arwing o la inclusión de Chomp Cadenas como arma atada al pie.

Sorpresas con pinzas

Siempre hay sorpresas, pero no todas son igual de agradables y en alguna ocasión desearás volver a la rutina lo antes posible.

Para entonces ya estarás farmeando halos mientras te diviertes con el desafío de ir a por el Platino en todos los combates, intentando superar el juego en dificultades elevadas o superando retos que te permitan seguir amasando grandes cantidades de dinero. Te hará falta para dejar a Rodin sin existencias, el verdadero punto y final de un juego que, tras ello, aún guarda una carta más.

La evolución en Bayonetta 2

Son varias, en realidad, las que irás desbloqueando y te darán acceso a las distintas fases del modo online de 'Bayonetta 2', cooperativo y competitivo a la vez que te permitirá acompañar a otro jugador con distinto personaje o una Bayonetta igual de disfrazada y modificada que la tuya en una lucha con más o menos cuartel dependiendo de la apuesta inicial.

Batallarás contra hordas de enemigos o jefes finales en busca de la mejor puntuación para restregárselo por la cara a tu rival. Y él o tú caeréis más de una vez en combate, y veréis como el otro, a la vez compañero y adversario, correrá en tu ayuda para salvarte, puede que porque realmente necesite tu ayuda, puede que para evitar que tengas una excusa para haber perdido en un duelo de combos.

Best combat ever

El combate contra el sabio de Lumen con las invocaciones de ambos luchadores en segundo plano es una delicia.

Pierde cierta parte de la gracia embarcarte en ese reto acompañado de la CPU, pero te vale para seguir entrenando hasta que un nuevo compañero aparezca, hasta que tengas otra oportunidad de demostrar al mundo que tú sí sabes jugar a Bayonetta y que es una lástima que no haya un panorama competitivo que te permita gritarlo a los cuatro vientos, dando a conocer a quienes aún no hayan entendido nada que aquí no vale con jugar de forma eficaz, también es un logro saber hacerlo bonito.

Bayonetta 2: el GOTY incomprendido

'Bayonetta 2' es el juego de acción perfecto y lo mantiene hasta mientras ruedan los créditos. El título que llevabas esperando desde que te cansaste (aunque dudo que eso sea posible) de rejugar el primero.

Uno de esos juegos con los que alguien como yo se pone a escribir y nunca ve el momento de terminar el texto, no por la innumerable lista de bondades a relatar sino por el miedo que da enfrentarse al apartado de Lo peor sin parecer un completo idiota y un desagradecido.

Wii U ya tiene su vendeconsolas (otro más) y, como una nueva excusa de los ateos para que justifiquemos que Dios no existe, lamentablemente no va a servir de nada.

No va a ser culpa de 'Bayonetta 2', ni muchísimo menos, porque si de algo son capaces sus mecánicas es de enamorar al primero que llegue con el ceño fruncido, pero a veces la vida es así de injusta con las grandes joyas.

Ojalá todo esto sirva para que el final de 'Bayonetta 2' sea un mero punto y aparte, que la música vuelva a sonar, Bayonetta salga a bailar acompañada de Platinum Games y tengamos ocasión de reírnos de todos los que intentarán hacernos creer que ellos también saben hacerlo. Ojalá un 'Bayonetta 3' que nos permita volver a disfrutar a este nivel en el futuro. Ojalá fuera cierto.