El otro día, en un ataque de nostalgia, me dio por jugar a ‘Batman Returns’ para Super Nintendo. Quería echar la vista atrás, no del todo, para ver un poco todo lo que había avanzado el caballero oscuro en el mundo de los videojuegos. Desde entonces ha llovido bastante en Gotham y dentro de poco nos llegan sus últimas aventuras: ‘Batman: Arkham Origins’.
El cuento de navidad de Batman y los ocho asesinos
Resulta difícil comenzar una introducción de esta trilogía sin mencionar el excelente trabajo de ‘Rocksteady Studios’ en las anteriores dos entregas. En la presentación del juego, sus nuevos padres —gente del estudio de Warner Bros— nos comentaban que recibieron como una bendición un disco duro de 1TB con todo el código, animaciones y modelos de los anteriores juegos.
A raíz de esta base, que no cabe dudas de que es excelente, Warner Bros se ha encargado de hacer una tercera aventura para explorar los primeros pasos de Batman. Una época en la que la policía todavía era el enemigo y el bromance entre Bruce Wayne y Gordon no había aflorado todavía.
Una historia que buscar ser tensa y digna de un episodio de ‘24’. Máscara negra ha puesto una recompensa para acabar con el hombre murciélago. En Nochebuena, los ocho asesinos más peligrosos del mundo pugnan por acabar con él y hacerse con el dinero. ¿Qué hace Bruce Wayne? Quedarse en casa a disfrutar de un poco de jamón con Alfred. No, sale a repartir cera.
Muchos enemigos en una sola noche, con esta propuesta Batman sale de la batcueva a explorar la ciudad y encontrar más pistas sobre el paradero de Máscara negra. Salimos a la ciudad para movernos con total libertad, como ya ocurría en ‘Arkham City’. Gotham es nuestra esta noche.
Por ella podremos movernos con la libertad de movimiento que sólo Batman puede conseguir: sobrevolando, moviéndonos con sus artilugios. Una experiencia divertida y bastante sencilla para no tener que estar enredando demasiado con los obstáculos y las combinaciones de botones.
'Batman: Arkham Origins' es un salto tímido pero continuando a la perfección una línea bien definida
Esta vez la Batcueva estará en una isla a las afueras, podemos volver en cualquier momento, siempre y cuando no estemos peleando. En ella, nuestro espacio personal, podremos descubrir diferentes secretos y mejorar las habilidades de Batman. Tendremos un centro de entrenamiento muy completo donde no sólo practicaremos sino que servirá para subir de nivel y no sólo conseguir medallas.
En ella también podremos ir descubriendo los nuevos gadgets que irá creando Alfred. Tras acabar en la Batcueva es hora de volver a Gotham a repartir un poco de justicia, bien haciendo las misiones principales o atendiendo las llamadas de crímenes puntuales. Libertad absoluta, aunque al contrario que en otros sandbox moverse mucho tiempo con libertad no supone un aliciente especialmente grande.
Caemos sobre un grupo de delincuentes y empezamos a liarnos a tortazos con ellos. El sistema de combate no ha introducido grandes cambios. Se mantienen las bases además de unos cuantos movimientos nuevos. Si algo funciona no lo toques y aquí Warner ha sido inteligente: funcionaba bien, era divertido y con unos pocos cambios la sensación sigue siendo la de combates intensos y con una curva de dificultad apreciable.
Esta vez, además de darnos de leches con los malos también lo haremos con la policía. En esta época, Gordon no tenía del todo firme a los agente de Gotham y ellos, muy corruptos, decidieron dar caza a Batman aprovechando la recompensa que ofrecía Máscara Negra. Craso error.
Además de las misiones principales y los crímenes puntuales, tendremos secundarias donde algunos malos del universo Batman como el sombrerero loco tendrán su protagonismo. De hecho, este villano será quien ponga el toque psicodélico en esta entrega como ya lo hizo en su día el Espantapájaros. Viajes inducidos por la hipnósis aunque no tan aterradores.
Y la gran pregunta es ¿cómo va a hacer Batman frente a tanta gente en tan poco tiempo? De momento no podemos dar una respuesta a semejante enigma pero tras pelear con Deadshot podemos decir que los jefes van a estar a la altura de lo que ya hemos visto en el universo de Arkham.
Un combate intenso donde pondremos a prueba nuestra habilidad para contraatacar porque, de lo contrario, este mercenario curtido en mil peleas nos va calentar la cara una y otra vez con sus armas. Durante la presentación, Warner nos explicó que elegir a estos ocho malvados fue difícil debido a la gran cantidad de posibilidades.
Finalmente se han decantado por ocho personajes que cuadran en Gotham y que sus habilidades representen un reto para el jugador y las mecánicas. No quieren que sea un machaca botones y que al final, tras muchas horas de juego, realmente dominemos el juego y no tras unos cuantos combates.
‘Batman: Arkham Origins’, conclusiones tras probarlo
La primera sensación ha sido bastante positiva. Warner ha logrado mantener el nivel y, a priori, no da la sensación de ser un título facilón para hacer caja. Tampoco supone un salto muy grande ni un cambio radical pero es innegable que la fórmula sigue funcionando y es atractiva para los fans de Batman y de los juegos de acción.
Quedan cuestiones por resolver, sobre todo en un desarrollo que se antoja muy rápido debido a la celeridad de la narración ya que en cierto modo sería irónico acabar un juego ambientado en una noche en algo más de ocho horas, siendo generosos. De momento lo que hemos visto nos ha gustado, en la línea con el resto de títulos que conforman esta trilogía.
Plataformas: PC, PS3 (versión analizada), Wii U, y Xbox 360 Desarrollador: Warner Bros. Games Montréal Distribuidor: Warner Bros. Interactive Entertainment Lanzamiento: 25 de octubre 2013 Precio: 59,95 euros (en Amazon
lo tienen por 54,95 euros, por ejemplo)
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