La mezcla de géneros se ha convertido en una formidable forma de abrir caminos a la hora de crear ideas. Con la unión de las visual novel y los puzles estilo picross, Murder by Numbers se convierte en uno de los grandes exponentes de esa, cada vez más, refinada moda.
Sin embargo, aunar dos conceptos no significa que también se mezclen los seguidores de uno y otro, provocando así una dualidad en la intención de alcanzar un público más amplio y cerrarse aún más el nicho. Dicho de otro modo, puede que te encanten los puzles pero te aburran las visual novel o viceversa. En ese caso, Murder by Numbers puede llegar a atragantarse.
Phoenix Wright vs. Colombo
Viajamos al Hollywood de los 90 para toparnos con la historia de una actriz que se cruza con un curioso robot capaz de escanear objetos. Confundida con un investigador real por formar parte de una serie de detectives, ambos se verán envueltos en un caso de asesinato que intentarán resolver por su cuenta.
Como si los mundos de la saga Picross y Phoenix Wright colisionaran, el juego nos pedirá movernos de sala en sala interrogando sospechosos y buscando pistas que den paso a nuevas líneas de diálogo y zonas a explorar.
Cuatro casos distintos que, además de mantener hilos comunes entre ellos en lo que respecta a la historia, mantendrán constantemente esa fórmula de generosas conversaciones y búsqueda de pistas. En ese último punto entra en juego la fórmula picross.
La magia del nonograma
Para los que no los conozcan, los puzles picross o nonograma nos invitan a cerar una imagen en base a marcar casillas en una cuadrícula. Si una línea indica que hay cinco casillas a pintar en una fila de cinco significa que todas deben estar marcadas. Si una columna nos dice que hay dos y dos entre esas cinco casillas, las dos primeras y las dos últimas deberán ser marcadas dejando un hueco entre ambas que completará la columna.
Conforme la fórmula se va complicando las cuadrículas crecen en número y en posibilidades, lo que invita a estar contando y cotejando la guía de números como si de un sudoku visual se tratase. Un pasatiempo fantástico que lleva muchos años paseándose por móviles y consolas, especialmente las portátiles.
Murder by Numbers añade un par de giros a la idea como, por ejemplo, la necesidad de escanear una zona para buscar la pista que dará lugar a un puzle, o picross más pequeños y accesibles que deben completarse en un tiempo concreto para hackear al robot que nos acompaña.
Más visual novel que picross
La mala noticia es que tanto la historia como el género picross es, como se suele decir, café para muy cafeteros. Con más peso en lo primero que en lo segundo durante gran parte de la aventura -aunque con un apartado con puzles adicionales que iremos desbloqueando dependiendo de nuestro rendimiento-, si no casas con lo afinado de su guión y te aburre estar ante largas conversaciones, es muy probable que acabes teniendo la sensación de que hay menos puzles de los que debería.
Por el contrario, si eres fan de las visual novels pero se te atraganta el estar contando casillas para poder cerrar un puzle, vas a sufrir de lo lindo cuando estos empiecen a crecer hasta alcanzar cuadrículas de 15x15 casillas.
Por suerte siempre podrás agarrarte a un sistema de pistas que aligerará un poco la dificultad de los mismos, pero teniendo en cuenta que es parte de la gracia del juego, recurrir a ello parece más una medida desesperada que no evitará que sigas atascándote en casos más avanzados.
La opinión de VidaExtra
Es muy difícil encontrar un equilibrio perfecto en una mezcla de géneros y, aunque Murder by Numbers está cerca de presentar un balanceo adecuado, la gran carga de texto de su historia hace que eso acabe pesando bastante más. No lo hace un juego menos disfrutable, pero sí debería pesar para aquellos que sólo se acerquen a él pensando en sus puzles.
Lo mejor: una entretenida mezcla con un guión muy divertido.
Lo peor: se echan en falta más puzles.
Ver todos los comentarios en https://www.vidaextra.com
VER 0 Comentario