No parecía mala idea querer agarrarse al frenetismo de Titanfall y a la exquisita coreografía de saltos al estilo Super Meat Boy. El aliño de ninjas cyberpunk en escenarios a lo Blade Runner no es mucho más que eso, un decorado en el que dar forma al cuerpo de Ghostrunner.
Su alma, como la mezcla de esos dos iconos anteriormente mencionados, es parkour para descerebrados. Saltos de locos para amantes del vértigo y retos, también de locos, capaces de hacerte estrellar el ratón contra la mesa tras el quinto intento frustrado. A Ghostrunner se viene a sufrir.
Un arcade de espadazos con saltos de fé
Con la excusa de una historia a la que es fácil dejar de prestarle atención -somos una suerte de cyborg ninja que busca acabar con la jefa de una megacorporación que tiene al pueblo sumido en la pobreza-, Ghostrunner nos invita a completar pequeños segmentos entrelazados que contienen un poco de plataformeo, encuentros con enemigos y una mezcla de ambos.
Los puzles, anecdóticas antesalas a la adquisición de un nuevo poder, son la herramienta que sirve para frenar un poco el asunto, algo que agradecerás tras la exigente propuesta que se alarga durante las no pocas horas que Ghostrunner tiene por delante para ti.
Con una precisión que no admite errores milimétricos, el juego nos tendrá corriendo de aquí para allí realizando saltos, corriendo por las paredes, deslizándonos por cuestas y grindando por raíles. En el mejor de los casos, como en Titanfall, el ir de aquí para allá será una auténtica gozada, pero lamentablemente la maestría del juego de Respawn en los saltos se pasea por aquí en contadas y escasísimas ocasiones.
Saltos que no se miden correctamente si no estás en el ángulo correcto, o escaladas que se reproducen cuando lo que buscabas era otra cosa, son el menor de los problemas. El mayor, en cambio, es que el diseño de niveles está lejos de ser perfecto, y hay secciones que se pueden llegar a hacer muy cuesta arriba por el simple hecho de tener que esperar a que una plataforma se coloque donde debe para poder continuar.
Romper el flow de un juego así es lo peor que te puede pasar, pero por suerte acabas cogiéndole el truco a su demandante precisión y, al tener el reintento a un mero segundo de distancia, volver a tropezar con la misma piedra duele bastante menos.
La fina línea entre la satisfacción y la frustración
Con el combate la cosa se complica bastante más y, por momentos, me he sentido más seguro con la suerte de mi lado que con la habilidad. Tus ataques -al menos hasta que alcances poderes como lanzar el típico corte que se desplaza por el aire hasta chocar con un enemigo, o la posibilidad de fastidiarles el cerebro para que se ataquen entre ellos-, demandan acercarte a centímetros del rival para poder asestarle un espadazo.
Además, sus disparos tienen el mismo efecto. Un tiro y estás muerto. Así que demanda que siempre estés en movimiento y, a base del ensayo y error, planees qué estrategia seguirás para acabar con todos los enemigos que te separan de la próxima sección.
Una acertadísima idea que, como un Hotline Miami en 3D, nos pide cuadrar cada salto y movimiento para ir saltando de una muerte a otra, a veces esquivando obstáculos, a veces desactivando por el camino los escudos que protegen a nuestros rivales.
En busca de la variedad y romper un poco con la rutina, por el camino iremos recibiendo nuevos enemigos con distintos ataques, pero lejos de darle alas a esos puzzles y promover la experimentación, lo que hacen es limitar aún más la libertad de enfocar el combate como creamos conveniente.
Por suerte, tanto las habilidades que se van introduciendo como las mejoras que podemos integrar en nuestro personaje -introducidas con un minijuego de gestión de inventario en el que cuadrar distintas formas geométricas en un espacio limitado-, dan alas a esa experimentación que tan buenos recuerdos deja durante las primeras horas.
La opinión de VidaExtra
Ghostrunner es uno de esos títulos que juega a poner al límite el reto para poner a prueba tu frustración, pero donde más daño acaba haciendo es en la paciencia. Sus imprecisiones en el control y ese tajo que por tercera vez no se ha producido, pese a asestarlo cuando aparentemente tocaba, acaban pesando más que sus buenas intenciones.
Como ese profesor duro -a lo Whiplash- que acaba dando aún más rabia por haber acertado en su exigencia, el gracejo con el que vuelves en una segunda vuelta, y la soltura con la que te mueves al asesinar como si fueses el auténtico Ghostrunner, acaba demostrando que algo de razón tenía. Todo depende de lo dispuesto que estés a aceptar ese primer sacrificio.
Ghostrunner
Plataformas | PS4, Xbox One, Switch y PC (versión analizada) |
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Multijugador | No |
Desarrollador | One More Level |
Compañía | 505 Games |
Lanzamiento | Ya disponible |
Precio | 23,99 euros |
Lo mejor
- Un adictivo reto de plataformas y acción
- El puzle que supone acabar con un grupo de enemigos
- Su sistema de perks y habilidades
Lo peor
- Algunas secciones pueden hacerse un poco pesadas
- Ciertos problemas con el control
- Los checkpoint tienen cierta mala baba y a menudo obligan a rehacer paseos innecesarios
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5 comentarios
Marce90
Tiene muy buena pinta, genial para calmarnos el hype mientras esperamos al que se pasa retrasando.
Gustavo Woltmann
No tiene mala pinta para nada pero parece algo limitado en comparación a otros.
Wassuup!
Por la imagen creía que era un nuevo personaje (otro más) del Valorant.
megatherion
Tiene una pintaza increible, es bastante entretenido, la ambientación perfecta y una historia que engancha sin embargo le encontré 2 grandes PEROS:
- El control es horrible, es poco intuitivo, pensé que con gamepad mejoraba la cosa pero, la verdad es que eso de saltar con el botón R se me hace algo poco intuitivo para ser un juego en primera persona.
Quizá se hizo con la intención de liberar el pulgar para "mirar" con el stick derecho sin embargo la acción va demasiado rápido y cual lo dice el review, peca de que los controles no son los más idóneos. A lo mejor un boton de "lock" para fijarnos en un objetivo en particular mejoraría sustancialmente la cosa, pero hasta ahora debo reconocer que de 10 niveles al menos 4 los paso gracias a la suerte de pegar espadazos casi a ciegas, porque de verdad, la dificultad es aplastante en la gran mayoria de las ocasiones.
- Soy de juegos como Hotline Miami, Celeste, o Katana Zero cuya dificultad es alta y la acción parece no detenerse nunca, tal cual Ghost Runner. Sin embargo, es cierto lo que dice el review. Morirás una veintena de veces sólo para aprender la ubicación de los enemigos o buscando el camino hacia el fin del nivel.
Con pocos avisos visuales y sin posibilidad de tomar un descanso en medio de un nivel nuevo para observarlo, me causa frustración que luego de matar 5 personajes y hacer 20 saltos imposibles, un ataque a traición por parte de un enemigo que aún no descubres, te elimina y debes volver a comenzar e intentar volver a hacer nuevamente esos 20 saltos imposibles que te llevaron allá.
Creo que seguiré intentando por enésima vez pero admito que la frustración me está ganando mas que las ganas de seguir avanzando en este Ghost Runner