Análisis de World of Warcraft: Legion, una nueva esperanza para el MMORPG de Blizzard

Ya os lo hemos ido avisando desde hace unos días que a lo largo de la semana os traeríamos el análisis de 'World of Warcraft: Legion' y ya lo tenemos aquí. La sexta expansión de este fantástico MMORPG está a la venta desde la madrugada del 30 de agosto y numerosos jugadores se han unido a las filas de la Horda y la Alianza una vez más.

Pocos juegos pueden presumir de llevar más de una década activos y ahí sigue 'World of Warcraft' dando guerra. Para algunos la llegada de esta expansión será como un soplo de aire fresco tras mucho tiempo de espera por adentrarse en un nuevo contenido cargado de novedades.

A pesar del gran bajón de suscriptores que sufrió con 'World of Warcraft: Warlords of Draenor', es indiscutible que el MMORPG de Blizzard sigue siendo el rey por excelencia. Ha pasado más de un año desde el último parche de contenido, pero ahora queda saber si, ¿superará a la anterior y decepcionante expansión? Y de ser así, ¿será suficiente para recuperar a los suscriptores perdidos? Pasemos a comprobarlo.

Los campeones se preparan para un épico viaje a un nuevo continente

Para ponernos en situación tenemos que remontarnos al final de la banda Ciudadela del Fuego Infernal, en la que Archimonde enviaba al Gul'dan de Draenor a través del Portal Oscuro hablando de un pacto. Pues bien, gracias al relato de la Tumba de Sargeras, el cual se puede escuchar o leer gratuitamente en la página del juego, vimos cómo este Gul'dan conseguía lo que el original no llegó a hacer: utilizar el poder de la Tumba de Sargeras, localizada en las Islas Abruptas, para abrir un portal mediante el cual la Legión Ardiente pueda invadir Azeroth.

Aunque tanto la Alianza como la Horda se aliaron para detener la invasión, todo fue en vano, y no parecía que hubiese solución hasta que el archimago Khadgar dio con el conocimiento necesario para detener la invasión: los Pilares de la Creación. Estos artefactos, reliquias legadas por los titanes a los guardianes de Azeroth, se encuentran ahora en manos de los habitantes de las Islas Abruptas, y su poder conjunto podría cerrar el portal de la Legión.

Así pues, nuestro objetivo está claro: obtener los Pilares de la Creación y devolver a la Legión Ardiente al Vacío Abisal. Si ya en la anterior expansión reconocieron nuestro trabajo otorgándonos el título de comandante, dirigiendo a las fuerzas de nuestra facción en Draenor, en Legion alcanzaremos aún mayor reconocimiento si cabe, convirtiéndonos en los líderes de nuestra clase y dirigiendo a nuestros hermanos de armas a la batalla.

Los jugadores paladines, por ejemplo, serán nombrados Alto Señor de la Mano de Plata, mientras que los guerreros serán reconocidos como los campeones de Odyn en las Cámaras del Valor. Para aunar estos esfuerzos cada clase tendrá su propia sede diferente, que funcionará de manera similar a la Ciudadela de Draenor pero quitando la construcción de edificios. Es decir, podremos reclutar seguidores y enviarlos a hacer misiones, las cuales nos aportarán diferentes recompensas, o hacer que nos ayuden directamente en las Islas Abruptas.

Por descontado, cada clase contará con sus propios seguidores exclusivos. La sede tampoco estará tan vacía, pues veremos en ella a los demás jugadores de la misma clase que nuestro personaje. Aparte, un buen líder necesita también un arma a la altura de su categoría, y esa será una de las primeras tareas que hagamos al comenzar la expansión: ir a por un arma artefacto de nuestra clase y especialización de talentos.

Estas armas artefacto serán uno de los puntos centrales de la expansión, ya que por primera vez no obtendremos ningún arma más en Legion, y porque según vayamos realizando diferentes tareas iremos obteniendo un poder para mejorarlas, asignando puntos a habilidades pasivas como si de talentos se tratara. Para compensar el hecho de tener sólo un arma (o hasta tres si cambiamos de talentos) desbloquearemos apariencias alternativas, así no tendremos que ver toda la expansión la misma arma pegada a nuestra espalda.

Hay que adaptarse a los peligros con ayuda de una nueva clase

Las diferentes clases del juego han recibido un gran lavado de cara en casi todas sus especializaciones, algunas más que otras. El cazador supervivencia, por ejemplo, ahora lucha cuerpo a cuerpo mientras que el puntería no utilizará mascota.

También se ha ajustado aún más el número de habilidades para que las rotaciones se limiten a unos pocos botones y sea más sencillo para los recién llegados. Lo malo es que por el camino se han podado de paso algunas habilidades de utilidad que le daban más personalidad a las clases, pero en general el cambio para casi todos ha sido a mejor.

También hay que tener en cuenta que Legion nos permitirá, si tenemos un personaje de más de nivel 70, crearnos una nueva clase: el Cazador de Demonios. Estos Illidari, que comienzan a nivel 98, son luchadores cuerpo a cuerpo y más ágiles que los pícaros. Tienen habilidades que les permiten moverse con soltura por el campo de batalla y otras exclusivas para realizar un doble salto y planear. Pueden especializarse en daño o tanque y por supuesto también tendrán su sede de clase y sus armas artefacto según su especialización.

Volviendo al tema de las sedes, no hay que temer que estas se conviertan en el centro de la expansión y nos quedemos recluidos en ellas, como ocurrió en Draenor. El centro de la actividad será la capital de la expansión: Dalaran. Aunque ya vivimos en la ciudad de los magos en 'Wrath of the Lich King', la versión de las Islas Abruptas nos ofrecerá un acceso más ingenioso a las profesiones y alguna que otra novedad, como la posibilidad de practicar JcJ todos contra cualquier persona en sus alcantarillas.

Desde este punto central podremos volar a cualquiera de las cinco zonas de las Islas Abruptas. En maestro de vuelo, claro, dado que la habilidad de utilizar montura voladora estará restringida hasta un futuro parche. Esto, al igual que ocurrió en Draenor, está pensado para que disfrutemos de los hermosos entornos de las Islas Abruptas y exploremos a fondo cada recoveco, dado que en nuestro viaje nos encontraremos montones de tesoros y enemigos únicos con recompensas especiales.

De inicio podremos elegir entre cuatro zonas: Val´sharah, hogar ancestral de los Druidas; Monte Alto, donde moran los ancestros Tauren; Tormenheim, con una ambientación nórdica; y Azsuna, donde nos enfrentaremos a los Nagas. La capacidad de poder escoger entre estas cuatro zonas en cualquier orden se debe a que el nivel de los enemigos se ajustará al nuestro, lo cual nos da una gran libertad para seleccionar qué misiones queremos hacer y en qué orden, si bien la historia principal de cada zona sigue siendo lineal como es lógico.

Esto, junto al hecho de que subir al 110 no lleva tanto tiempo (el récord ya os contamos que está en poco más de cinco horas) hace que subir más de un personaje no sea tan pesado como en anteriores expansiones. La historia de estas zonas merece ser disfrutada con tranquilidad y en este sentido Blizzard se supera más cada vez. Nos encontraremos con personajes familiares a los que deberemos ayudar, pero no siempre con resultados esperanzadores.

¿Y qué pasa al subir al nivel 110?

Al fin y al cabo subir de nivel puede llevar más o menos tiempo, pero la mayor parte de una expansión se pasa haciendo contenido de nivel máximo. Para empezar tenemos las tareas de siempre: mazmorras, bandas, profesiones y JcJ.

Las mazmorras están en varios niveles de dificultad, aunque esta vez se añade una nueva opción: las mazmorras míticas +. Las mazmorras míticas, que llevan desde 'Mists of Pandaria', suponían el mayor desafío posible para grupos de cinco jugadores, pero ahora su dificultad se podrá ampliar gracias a unas llaves que obtendremos al completar estas mazmorras.

De esta forma, podremos proporcionar ventajas a los enemigos o causarnos desventajas a nosotros mismos a cambio de unas recompensas de mayor calidad, que según los desarrolladores podrán rivalizar con los botines de las bandas. Hay dos mazmorras, de hecho, que sólo están disponibles en dificultad mítica, por lo que se fomentará la comunicación entre jugadores, ya que en las mazmorras míticas no se puede usar el buscador automático.

La expansión también viene con dos bandas, aunque una se abrirá dentro de poco y la siguiente se abrirá en enero. En un principio no aportan cambios respecto a anteriores expansiones, aunque recordemos que están disponibles para un número variable de entre 10 y 25 jugadores, según la dificultad que se escoja.

Las profesiones, que ya sufrieron un lavado de cara en la anterior expansión, vuelven a reformarse y a tomar más relevancia. Para empezar, tendremos varias misiones relacionadas con ellas, las cuales nos permitirán ir adquiriendo más recetas o mejorar las que ya tenemos, generalmente haciendo que los objetos que fabriquemos cuesten menos materiales.

El modo JcJ (jugador contra jugador), por otra parte, es el que ha sufrido un mayor lavado de cara. En esta ocasión tendremos un árbol de talentos separado para este modo, que se irá expandiendo según vayamos subiendo de rango. Una vez alcancemos el máximo podremos resetear nuestro progreso para conseguir recompensas exclusivas. También se ha nivelado el nivel de objeto de todos los participantes, de modo que cuente más la habilidad que el equipo.

Aparte de estas tareas, que ya dan juego para rato, seguiremos haciendo misiones diarias por las Islas Abruptas, llamadas ahora misiones del mundo. Serán alertas que nos aparecerán por los mapas de las distintas zonas y que nos ofrecerán objetivos de lo más diversos. Lo bueno es que al ser aleatorias cada día tendremos distintas tareas para realizar y así no nos acabarán resultando tan tediosas.

Un pequeño apunte a la hora de explorar las Islas Abruptas es otra característica importada de 'Diablo III', la cual es la posibilidad de obtener un objeto legendario en cualquier momento. Hasta ahora estos objetos eran armas únicas de las que como mucho había una o dos por expansión, y o bien requerían una misión legendaria o bien eran el botín de alguno de los jefes finales.

Ahora, sin embargo, al tener ya las armas artefacto, muchas de ellas legendarias de por sí, aunque en términos jugables no se llamen así, ya no serán tan exclusivas. De esta forma, en cualquier momento podremos llevarnos una grata sorpresa en forma de objeto de nombre dorado. No obstante, y para que los jugadores más afortunados no destaquen de los demás, este sistema tiene un par de "peros".

El primero es que sólo podremos equiparnos con un objeto legendario a la vez, y este tampoco tendrá una apariencia "legendaria", sino que tendrá un aspecto repetido de otro objeto. Lo que los hace especiales, aparte de unas estadísticas elevadas, son las exclusivas habilidades pasivas que aportan, que complementan a la clase pertinente y pueden hacernos cambiar nuestro estilo de juego para activarlas. Sin embargo, y para nivelar las cosas, estas habilidades estarán desactivadas en el modo JcJ.

Para cambiar la apariencia tanto de estos objetos, como de cualquier otro, tendremos como de costumbre la útil función de transfigurar. En esta expansión mejora gracias al armario de apariencias, el cual nos guardará todas los diseños de objetos que hayamos conseguido sin necesidad de guardarlo en el inventario o en el banco. Cabe destacar que también podremos transfigurar los efectos visuales de los encantamientos que hayamos aprendido.

La opinión de VidaExtra

No podemos terminar el análisis de la expansión sin mencionar la estupenda banda sonora, que por difícil que parezca es cada vez más épica en cada expansión. En términos técnicos también cabe destacar las mejoras gráficas, sobre todo en las animaciones de los personajes que luchan cuerpo a cuerpo y la ampliada distancia máxima de visión para todos los equipos.

Como apunte final, cabe destacar que la expansión pinta excelente de momento, pero lo que decide el éxito o el fracaso son los parches de contenido, tanto por su frecuencia como por su calidad. De momento ya se ha anunciado el primero de ellos, que vendrá con nuevas misiones y una nueva mazmorra, así que en ese sentido parece que la situación mejora.

En cualquier caso, no olvidemos que el primer parche de "contenido" de 'Warlords of Draenor' se basó en permitirnos tomarnos selfies. Esperemos que Blizzard mantenga el buen ritmo, al igual que hizo con 'Mists of Pandaria'. Al menos, hasta que llegue ese momento, tendremos por delante una infinidad de horas de entretenimiento mientras recorremos las Islas Abruptas, probamos el Cazador de Demonios y disfrutamos de todas las novedades de 'World of Warcraft: Legion'.