Respawn tenía un buen desafío por delante con ‘Titanfall 2’: introducir el demandado modo campaña que la mayoría de jugadores echaron de menos en el original por un lado, y mejorar el ya de por sí divertidísimo modo online por el otro.
Y se ha salido con la suya: ‘Titanfall 2’ es un más y mejor. Y aunque cabe decir que cuenta con algunos aspectos mejorables, esta segunda entrega se posiciona como uno de los FPS más interesantes de los últimos años. Debido en gran parte a su excelente campaña, precisamente.
¿De qué va Titanfall 2?
‘Titanfall 2’ va, básicamente, de acabar con los malos. Sean quienes sean. Pero, sobre todo, lo que ha querido hacer Respawn a nivel argumental es retratar la relación entre Jack Cooper, el protagonista, y un titán llamado BT-7274 (BT a secas para los amigos).
La cosa va así según yo lo he entendido (ya sabéis que la historia de la gran mayoría de los juegos, por muy sencilla que sea, acaba haciéndose bola en nuestras mentes): Cooper es un fusilero de la Milicia, no un piloto, así que lo envían al campo de batalla a luchar contra la IMC a pecho descubierto en un bonito planeta llamado Typhoon. Por lo que sea, la IMC logra patearle el culo a la Milicia, lo cual, entre otras cosas, deja a BT-7274 sin su piloto (muerto). BT decide conectarse neuralmente con Cooper para así poder colaborar y continuar la misión que le fue asignada. Y ahí es donde la historia arranca de verdad.
Antes de que eso suceda, el juego nos obligará a buscar un par de baterías para el titán. Será la excusa perfecta para que nos demos una vuelta por la montaña corriendo por muros, saltando como locos de un lado a otro y aniquilando a los soldados y robots de IMC que campan a sus anchas por Typhoon. Es quizás la parte más sosa y lenta del juego -que no aburrida-, pero en absoluto nada grave. Una vez hayamos recuperado las baterías y se las hayamos puesto a BT, la cosa se empieza a poner verdaderamente interesante.
El corazón de la historia de ‘Titanfall 2’ es la relación entre Cooper y BT. Sí, hay una gran misión que llevar a cabo. Y sí, esa misión incluye a su vez pequeñas misiones donde vamos a disparar y a hacer otro montón de cosas (de hecho hay muchos menos tiroteos de los que podría parecer a primera vista tratándose de un FPS. Ya llegaré a eso). Pero lo importante, o al menos lo que Respawn ha querido convertir en el centro de la experiencia, es la conexión existente entre el piloto y su titán.
Y lo cierto es que resulta muy interesante.
En ocasiones el juego obligará a Cooper a ir por un camino mientras BT deberá ir por otro, ya sea por voluntad propia o no; en otras BT nos ayudará a alcanzar según qué zonas a las que sería imposible llegar de otra forma; y evidentemente habrá momentos en los que tendremos que asumir el control del titán para aplastar al enemigo. Y todas estas situaciones funcionan.
Entre otras cosas porque Cooper y BT hablan mucho entre ellos, tanto cuando están juntos como cuando sus caminos toman rutas distintas por la razón que sea. Y aquí Respawn ha decidido introducir unas pequeñas opciones de diálogo a la hora de responder a BT. Digamos que, en estos casos, siempre tendremos dos formas de contestarle: agradablemente, como si fuera un amigo más que una máquina de combate, o de forma más distante.
Son opciones que no afectan de ninguna forma al desarrollo de la historia, simplemente nos ayudan a definir qué tipo de conexión personal decidimos tener con el robot. En mi caso, por si os interesa, opté por considerar a BT con un buen amigo. Y me gustó mucho el resultado de las conversaciones. De hecho, en algunas de esas ocasiones en las que el juego me obligaba a separarme del robot, echaba en falta la posibilidad de poder iniciar yo mismo una conversación por radio con BT para saber cómo le iba.
Plataformeo y puzzles que funcionan a la perfección
Aunque antes de jugar a ‘Titanfall 2’ era consciente de que su campaña iba a ofrecer algo más que simples tiroteos uno detrás de otro, lo cierto es que me ha sorprendido muy gratamente todo lo que tiene que ver con el plataformeo y la resolución de puzzles. Hay pocos puzzles, eso es cierto, pero las plataformas sí están presentes en una gran parte del juego.
La razón principal de que todo lo que no sea disparar sea extremadamente satisfactorio la encontramos en el soberbio sistema de control que ha implementado Respawn en esta saga. La facilidad con la que podemos llevar a cabo movimientos realmente locos parece cosa de brujería. Por ejemplo: algunas zonas de plataformeo hay que llevarlas a cabo no sólo ajustando bien los saltos, sino activando mecanismos en el aire para no caer al vacío. Suena desafiante. Y lo es, pero el exquisito sistema de control nos hará saltar del sofá cuando veamos que podemos hacerlo. Y que podemos hacerlo con resultados espectaculares.
‘Titanfall 2’ es un juego rápido, sí, y los enfrentamientos con grandes grupos de enemigos repartidos por amplios mapas pueden convertirse en verdaderos bailes de plomo y belleza si sabemos encadenar sprints por las paredes con la invisibilidad, los flanqueos y los golpes cuerpo a cuerpo. Pero nadie nos obliga a jugar así: los combates también pueden ser planteados de forma más estratégica y pausada. Queda en manos del jugador tomar la decisión. Y cualquiera de los dos enfoques resulta satisfactorio.
En cuanto a los puzzles, no puedo evitar hacer referencia a los que tienen que ver con una anomalía espacio-temporal con la que se topan Cooper y BT. Gracias a un dispositivo especial al que solamente tendremos acceso en una misión concreta, podremos efectuar saltos temporales entre el presente y el pasado para seguir avanzando... y no voy a dar más detalles. Todo un puntazo de misión.
En todo momento podemos elegir el tipo de configuración de titán que más nos guste
En realidad, Respawn se ha preocupado mucho por darle la mayor variedad posible a la campaña. Y lo ha conseguido: la sensación de repetición o monotonía no existe en ‘Titanfall 2’. De principio a fin vamos a ir sacándole partido a todas nuestras habilidades y armamento, junto a todo lo que ofrece BT, de forma que siempre nos toparemos con algo distinto. Por si esto fuera poco, a lo largo y ancho de cada nivel hay diseminados una serie de cascos que podremos coleccionar. Ideal por si queremos darle una segunda pasada a la campaña en busca de todos ellos.
El arsenal de BT también se irá viendo ampliado conforme avancemos. Antes de determinadas misiones encontraremos nuevas armas para el titán que desbloquearán distintas configuraciones: escudos, habilidades y más. Lo mejor es que en todo momento podemos elegir el tipo de configuración de titán que más nos guste con tan solo pausar el juego.
Entre sus puntos débiles, diría que los niveles de dificultad no están bien ajustados. Yo me he pasado la campaña en Difícil, para lo cual me han hecho falta siete horas y unos pocos minutos (7h 20m de reloj, concretamente), y me ha parecido sencilla para haber solamente un nivel más de dificultad por encima. Relacionado con esto, los combates con los jefes finales, que son siempre entre titanes, resultan muy facilones. Salvo uno (Viper), que tiene algo más de chicha, los otros son coser y cantar. Incluso los que hay en la parte final del juego.
También apuntaría algo sobre la IA de los enemigos. No me he encontrado ninguna barbaridad de tipo ponerme delante de alguno y que no me vea, pero su comportamiento es bastante primitivo. Por norma general no flanquean, sino que se limitan a correr de un lado para otro, esconderse y asomarse para disparar a distancia. No me ha molestado especialmente, porque el juego se disfruta por otras muchas cosas, pero sí es algo a comentar. Imagino que tiene que ver con que realmente, aunque los tiroteos se puedan enfocar de varias formas, el juego está pensado para jugar rápido y llevar la iniciativa masacrando a los enemigos a toda velocidad mientras encadenamos wallruns, flanqueos, granadazos y más.
Un multijugador divertidísimo
Después de haber estado probando el multijugador de ‘Titanfall 2’ durante un buen puñado de horas, la conclusión es que resulta divertidísimo. Sigue teniendo un ritmo frenético, pero sí es cierto que en comparación con el original ha pisado un poco el freno. Respawn tenía datos que indicaban que la duración de las partidas online en el primer ‘Titanfall’ era corta debido principalmente al cansancio que podía provocar su endiablada velocidad de juego, por lo que el estudio ha decidido poner solución.
Quiero dejar claro que sigue siendo un multi muy loco y rápido, pero entre otras cosas se ha disminuido el número de enemigos controlados por la IA. Esto, sumado a las grandes dimensiones de algunos de sus mapas, hacen que en ocasiones tardemos un poco más en cruzarnos con pilotos enemigos o infantería controlada por la IA que en el juego original. También hay menos verticalidad. En el primero había muchas opciones en cada mapa para subir a edificios de todo tipo, mientras que en ‘Titanfall 2’ no es tan acusado.
En todo caso hay mapas verdaderamente geniales que sí recogen el espíritu de los mejores mapas del primer ‘Titanfall’, no tan abiertos y con muchos muros y edificios para hacer todo tipo de locuras.
También hay cambios con respecto al funcionamiento de los titanes. Antes disponían de un escudo y una barra de salud, mientras que ahora funcionan con baterías. A nivel estratégico es interesante. Como atacante podemos subirnos a un titán enemigo para robarle las baterías y dejarlo tocado, mientras que como defensor podremos recoger las que hayan robado los enemigos a nuestros titanes y subirnos en uno de nuestro equipo para devolvérsela.
Personalmente soy de los que recogen las baterías sueltas para ayudar a los compañeros que van en titán, pero es cierto que esto no lo hace todo el mundo y que si no hay cooperación en este sentido tu titán puede durar muy poco en el campo de batalla. Puedes desembarcar para recogerla tú mismo y embarcar para activarla en tu titán, claro, pero durante ese instante quedas expuesto y con muchos números de acabar mordiendo el polvo. Por ahora me gusta el sistema, aunque será el tiempo el que diga si funciona o si ha sido una mala decisión por parte de Respawn.
Hay muchos modos distintos. Desgaste, que no es más que un duelo por equipos con posibilidad de invocar titanes y con enemigos controlados por la IA, es sin duda el modo estrella. Pero también hay modos de captura de objetivos, otro en el que sólo de juega con titanes y gana el último que quede en pie, los hay que incluyen IA y otros en los que sólo juegan pilotos… Incluso un modo para pilotos llamado Coliseo de 1v1 para el que además hay que usar un ticket para entrar (con 10 créditos del juego llega). Hay variedad suficiente como para pasar horas y horas ahí.
A nivel de personalización se han añadido nuevas opciones con respecto al primer ‘Titanfall’, donde este aspecto dejaba un poco que desear. Ahora disponemos de un gran arsenal que iremos desbloqueando al subir de nivel así como mejoras, accesorios, pinturas para armamento, pinturas para los titanes y más.
Lo más importante es que hay distintas clases de piloto en función de unas habilidades concretas: hay una que incluye un gancho para desplazarnos rápidamente, sobre todo hacia zonas elevadas; otra que ofrece un boost de velocidad y salud temporal; una con invisibilidad... y hay más. A todo esto hay que sumar que, con la desaparición de las cartas de la primera entrega, se incluyen unas habilidades desbloqueables que se activarán durante los combates pasado un tiempo al igual que se activan los titanes. De hecho usan la misma barra para ello.
Además de todo esto, Repawn introduce las llamadas Redes. A efectos prácticos son los clanes de toda la vida (podremos crear nuestra red o unirnos a otra), aunque con un giro interesante: cada red elige una franja horaria durante la cual se lleva a cabo la llamada hora feliz. Y si jugamos en dicho horario, obtenemos bonus de experiencia.
La opinión de VidaExtra
‘Titanfall 2’ aterriza en PC, PS4 y Xbox One con una de las mejores campañas que se han visto en un FPS moderno. No es especialmente larga, pero sí está llena de ideas muy interesantes para el género en el que se circunscribe el juego. Tiene momentos verdaderamente memorables, y la relación entre el piloto Cooper y el titán BT es muy estimulante.
Por otro lado, su multijugador es de los que prometen horas y horas de entretenimiento. Aunque no sea tan rápido como el de la primera entrega, sí sigue contando con un ritmo frenético y con muy buenos momentos gracias a las posibilidades que ofrecen tanto los pilotos como los titanes.
Me gustaría acabar el análisis con algo digno de mención: ‘Titanfall 2’ no tiene pase de temporada ni contará con contenidos adicionales de pago. Todos los mapas y modos que Respawn tiene pensado lanzar para el juego durante los próximos meses saldrán sin coste adicional. Además, es uno de los pocos juegos que no incluye un gran parche en su día uno, sólo una simple actualización de 88MB. Otra prueba del buen hacer de Respawn, que ha sido capaz de lanzar un juego bien acabado, divertido e ingenioso.
A favor
- La campaña es maravillosa
- Las fases de plataformas
- El multijugador
En contra
- No nos hubiera importado tener unas horas más de campaña
- Los niveles de dificultad no están bien ajustados
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