Todos los que hemos sido usuarios de Dreamcast le tenemos un cariño especial. Aparte de estrenar la sexta generación de consolas, la máquina de SEGA contó con un catálogo de exclusivos envidiable y muchos seguimos sin entender los motivos de su muerte por mucho tirón que tuviese la PS2.
A nivel comercial, Dreamcast duró tan solo tres años. Murió demasiado pronto, a pesar de seguir recibiendo juegos en su país de origen, Japón. De hecho, técnicamente aún no ha muerto, por mucho que la producción de la consola haya cesado desde primeros de 2001. Sin ir más lejos, en 2015 los alemanes Hucast Games publicaron el shoot'em up de scroll vertical, 'Ghost Blade'.
Precisamente este último recibió hace poco una reedición HD, bajo el nombre de 'Ghost Blade HD', para los sistemas actuales. Y es que no es la primera vez que se rescata un juego de la consola de 128 bits de SEGA, más o menos conocido, de cara a la generación actual. El problema es que este trabajo de Hucast Games está muy a la sombra de los mejores shmups de Dreamcast, una consola que nos ha brindado muchas joyas y cuya sucesora espiritual fue Xbox (y 360).
Inspirado en los grandes de los años noventa...
Es difícil hoy en día, desde luego, destacar en un género tan complejo (en todos los sentidos) como es el de los matamarcianos. Pocos en la actualidad, como 'Jamestown', nos acaban sorprendiendo. Porque ya se han explorado mil y una facetas del apartado jugable, desde el comportamiento de la nave con sus distintos power-ups, hasta los patrones de los enemigos y su festín de balas.
'Ghost Blade HD', y por lo tanto el original de 2015, es demasiado continuista en este sentido. No aporta nada novedoso al género, convirtiéndose en uno más... suficiente para colmar las necesidades del que ansíe una ración de shoot'em up, pero que olvidará al poco tiempo. Esa falta de personalidad es preocupante.
Y es una pena, porque en lo jugable se muestra bastante consistente (aunque a la sombra de los clásicos de Cave o Treasure, claro está) y si nos matan será por falta de concentración o habilidad, no porque el juego esté mal diseñado y nos ponga en situaciones imposibles. Aunque aquí hay que dejar claro algo, estamos ante un danmaku (o bullet hell, como prefiráis), esa variante de los juegos de naves que nos asalta con tropecientas balas de golpe siguiendo una coreografía de luces y colores que tan solo los nipones llegan a dominar a la perfección.
En lo personal, eso sí, me ha parecido bastante más accesible que otros más conocidos, como 'Mushihimesama', pese a que tanto en modo Normal como en Difícil (especialmente en éste) nos acabará poniendo contra las cuerdas.
...pero Ghost Blade HD no llega a esa excelencia
Vale, pero ¿cuáles son los números de 'Ghost Blade HD'? Va bastante escaso, la verdad: tres naves, tres niveles de dificultad, tan solo cinco fases, tres modos de juego (Arcade, Score Attack y Training), marcadores online y un modo cooperativo local para dos jugadores (la novedad de peso respecto al de Dreamcast).
Un aspecto que me ha llamado mucho la atención es el tema de los power-ups para el disparo de la nave, porque llegaremos a su máximo posible en la primera fase, y da igual que nos maten, que lo seguiremos conservando. De ahí que no importe tanto la elección de nave, puesto que todas, a su máximo nivel, cubren prácticamente el mismo terreno. La diferencia, no entre las naves en sí, sino en el disparo, viene dado, como suele ser habitual en los shmups de corte nipón, entre el disparo rápido (más abierto) y el disparo potente (concentrado).
Con el rápido nuestra nave se moverá velozmente, mientras que con el potente iremos más despacio, ideal para calcular mejor los movimientos cuando se acumulan 100 balas por metro cuadrado. Eso, o recurrir a la bomba, claro.
Se agradece, por otro lado, el tipo y color de las balas enemigas, ya que no generan dudas sobre lo que nos hace daño. Ni siquiera cuando nos invaden miles de estrellas de bonificación. Donde sí hay diferencia, e importante, en 'Ghost Blade HD' es entre los niveles de dificultad: en Fácil la bomba se usa automáticamente si nos dan; en Normal algunas balas desaparecen si matamos al enemigo; y en Difícil es justo al contrario, porque esos enemigos sueltan balas al morir.
La opinión de VidaExtra
Por lo demás, un título que nos puede entretener un rato, pero que olvidaremos fácilmente poco después ya que no cuenta con ninguna situación memorable. Y es que hasta los jefes finales tiran de lo visto (y explotado) en los noventa...
A favor
- Muchos tipos (y colores) de balas enemigas
- El añadido del cooperativo a dos bandas
En contra
- No aporta nada novedoso al género
- Es bastante corto y poco rejugable
- Banda sonora sin chispa
- La interfaz del menú es muy pobre