Cuando hace unos días llegué a los créditos finales de ‘Gears of War 4’, tuve la sensación de que me lo había pasa bien con él, de que había sido un trayecto interesante y muy entretenido. Ahora, después de haber estado dándole vueltas a todo lo que ofrece para escribir este texto, me doy cuenta de que, además de eso, me ha hecho entrar en una contradicción.
Recuerdo otro detalle de vital importancia que escribí en el análisis del ‘Gears of War: Judgment’: la ausencia de Cliff Bleszinski se dejó notar mucho en dicha entrega. Lo mismo sucede en ‘Gears of War 4’. Podemos hacer todas las bromas que queramos acerca de Cliff y sus formas, pero el tío sabía lo que hacía. Era la esencia de ‘Gears of War’.
Gears of War 4: nuevo estudio y nueva etapa para la saga
The Coalition, inicialmente Microsoft Vancouver y despues Black Tusk Studios, ha sido la compañía encargada de llevar la saga hasta la Xbox One (y Windows 10) tras haberse ocupado de ‘Gears of War: Ultimate Edition’. Y, por la razón que sea, ha apostado por darle mucho más peso a los personajes y a la relación entre ellos que a la acción y los momentos más bombásticos.
Este cambio es lo que me ha hecho entrar en una contradicción. Me explico.
Una de las principales características de la trilogía original es que sus protagonistas son unos fortachones rudos y malhablados que, aunque en alguna que otra ocasión dejan entrever su lado más emocional, por norma general van por ahí abriendo fuego primero y luego ya veremos. Unos verdaderos machotes -signifique eso lo que signifique-. Y la historia tampoco es que se anduviera con tonterías: básicamente había que aniquilar a los Locust cuanto más rápida y salvajemente mejor.
‘Gears of War 4’ es un juego al que le faltan momentos verdaderamente espectaculares, de esos que nos hacen saltar del sofá y gritar de alegría
En ‘Gears of War 4’ nos vamos al otro extremo. Se introduce toda una serie de nuevos personajes (con el el hijo de Marcus Fenix, llamado JD, a la cabeza) y se crea un grupo protagonista que, más que una patrulla de soldados, es un círculo de amigos (al que se unirá el propio Marcus). Unos colegas entre graciosetes (a ratos) y entrañables que no dudarán en demostrar su amistad y lealtad hacia el resto en cuanto tengan la mínima ocasión.
Si digo que todo esto me ha resultado contradictorio es porque, en un primer momento, me ha gustado mucho esa apuesta de The Coalition por darle un mayor peso a la historia y a los personajes. Hablan constantemente entre ellos, se cuentan chistes, recuerdan aventuras pasadas y hacen que uno sienta cierto apego por ellos. De alguna forma, nos empieza a importar todo lo que les suceda tanto a ellos como a sus seres queridos.
Pero al comparar esto con lo que nos ofrecían los musculosos soldados de los tres primeros ‘Gears of War’, llego a la conclusión de que, por mucho que me haya gustado esa química entre los nuevos personajes, lo que le pega a un ‘Gears’ es la brutalidad y el salvajismo. La acción burra y llena de explosiones, tiroteos, enemigos gigantes, insultos y forzudos que sólo piensan en aplastar a los monstruosos enemigos.
Imagino que esto es un signo de los tiempos que corren. Pareciera que dotar a los protagonistas de los juegos actuales -de todos, no sólo de los que lo necesiten- de mayor profundidad y complejidad es una prueba de madurez. Y no quiero que se me malinterprete: me chifla la relación entre Ellie y Joel en ‘The Last of Us’, por poner un ejemplo claro de hasta dónde pueden llegar los juegos en este terreno, pero en un ‘Gears’, por mucho que me guste ese detalle en concreto, no cuadra del todo.
Si le he dedicado tanto tiempo a este tema es porque 1) se trata del mayor cambio con respecto a las anteriores entregas y 2) hace que el desarrollo del juego tenga un tono muy distinto. De hecho quiero enlazar esto con la ausencia de Cliff Bleszinski para volver a incidir en que ‘Gears of War 4’ es un juego al que le faltan momentos verdaderamente espectaculares, de esos que nos hacen saltar del sofá y gritar de alegría (¿recordáis aquello de ir a lomos de un Brumak o de un Reaver en ‘Gears of War 2’?).
De hecho, el prólogo del juego donde revivimos algunos combates de la trilogía original a modo de clase de historia es mucho más intenso que la mayoría de las nuevas misiones.
Es mejor que Gears of War: Judgment, pero…
Pero no es una obra maestra -tampoco estoy seguro de que necesitara serlo- ni el mejor ‘Gears of War’ de todos. Y esto sí era importante conseguirlo: la saga sigue a la sombra de la trilogía original y, viendo el camino tomado por The Coalition para esta nueva etapa, no tengo del todo claro que vayamos a llegar a ese punto algún día.
‘Gears of War: Judgment’ me dejó la sensación de ser un título de transición entre dos generaciones de consolas. Lamentablemente, este ‘Gears of War 4’ no acaba de ser el estreno por todo lo alto de la franquicia en la actual generación, a pesar de que sí es un juego entretenido y con ideas interesantes.
Creo que la mayor parte de culpa se la lleva el hecho de que, tal y como está sucediendo en el cine desde hace un tiempo con las películas que se plantean desde el principio como historias que van a ser contadas en tres o cuatro partes, ‘Gears of War 4’ es sólo el comienzo de una nueva etapa. Un aperitivo. Lo malo de esto es que ya veníamos del ‘Gears of War: Judgment’, que como decía más arriba nos dejó ese regusto a juego intergeneracional.
Había un aspecto del ‘Gears of War: Judgment’ que introducía mayor variedad en la campaña y que en su momento se quedó a medio gas: las oleadas tipo horda. En ‘Gears of War 4’ se ha recuperado esta mecánica mediante el Fabricante, una especie de arcón gracias al que podremos construir fortificaciones antes de cada oleada. Torretas, trampas con pinchos o incluso barreras eléctricas estarán a nuestro alcance para evitar que los enemigos se hagan con el emplazamiento.
Hay tres fases tipo horda repartidas por toda la campaña. Y sin duda son las que sacan a relucir lo mejor del juego. Son duras, sobre todo la última oleada de cada una de estas hordas, y capaces de ponernos en serios aprietos. El momento en el que se juntan varios tipos de enemigos (pequeños y rápidos, medianos y grandullones bien armados y escudados) y nuestros compañeros de equipo empiezan a caer, la cosa se complica de verdad.
Hablando de enemigos, aprovecho para comentar que algunos de los nuevos monstruos son muy puñeteros. Especialmente el Raptor. No os voy a desvelar lo que hace exactamente, prefiero que lo podáis sufrir en vuestras propias carnes, pero si os toca a vosotros lo vais a pasar especialmente mal…
Otra de las nuevas mecánicas tiene que ver con el clima. Hay fases en las que, de camino al siguiente objetivo, nos veremos en medio de una tormenta. Estas tormentas incluyen rayos y vientos fuertes, los cuales afectan tanto al movimiento de los personajes como al de las armas. Lanzar una granada ya no es tan sencillo cuando el viento se la lleva a tomar por saco. Y sí, la idea está bien, pero una vez en faena la realidad es que estas inclemencias tampoco influyen demasiado en los enfrentamientos. Se hubiera agradecido algo más de dureza con el jugador, algo un poco más desafiante.
Más allá de las fases con hordas que comentaba antes, al juego le hacen falta verdaderos desafíos. No hablo del nivel de dificultad, me lo he pasado en elevada y creo que está muy bien ajustada ahí: los enemigos son duros, nos flanquean y nosotros recibimos mucho daño (por encima sólo está el modo Locura). Hablo de más elementos que nos pongan contra las cuerdas. Y más momentos memorables. Reconozco que hay un par de ellos realmente espectaculares, pero la sombra del ‘Gears of War 2’ es demasiado alargada y llevamos dos entregas seguidas que no acaban de alcanzar ese listón.
No he hablado de las armas y no me gustaría dejar ese aspecto de lado antes de pasar al multijugador. Hay un par nuevas, sí, pero mirad, he jugado de principio a fin usando casi exclusivamente el Lancer y la Gnasher y no me ha hecho falta nada más. He probado las nuevas, claro, y molan, pero no marcan ninguna diferencia sustancial. Aquí lo tradicional funciona a las mil maravillas.
Un multijugador muy completo
El multijugador de ‘Gears of War 4’ sí se ha visto considerablemente ampliado con respecto a las anteriores entregas. A diferencia de lo que vimos en ‘Gears of War: Judgment’, donde no había una gran cantidad de modos online, en ‘Gears of War 4’ hay donde elegir.
En Enfrentamiento, además de poder entrar en una partida rápida social (sin complicaciones: entras, votas por el modo y el mapa donde quieres jugar y listo), tenemos todo eso:
Principal
- Duelo por equipos: pues eso, a eliminar al equipo contrario.
- Dodgeball: lo mismo que duelo por equipos, pero cada baja devuelve al juego a un compañero muerto.
- Rey de la colina: aquí deberemos capturar y mantener los anillos del objetivo para acumular puntos. El equipo que consiga más puntos, gana.
- Carrera armamentística: cada tres bajas cambia el arma de tu equipo.
- Guardián: hay que eliminar al líder del equipo rival para impedir reapariciones y luego acabar con el resto.
- Zona de guerra: ojo, sólo hay una vida por ronda.
Competitivo
- Escalada: te tocará capturar y defender los anillos para ganar puntos o bien capturar los tres de golpe para la partida de forma inmediata. Con cada nueva ronda se añade un arma.
- Ejecución: elimina a todos los miembros del equipo rival con ejecuciones. Pero ojo, sólo tendrás una vida por ronda.
Dodgeball es quizás el modo que más me ha gustado. Cuando quedas tú solo en pie contra todo el equipo contrario, matas a uno y consigues devolver a un compañero a la partida gracias a esa baja, la sensación de poder darle la vuelta a una situación que parecía casi imposible es tremenda.
En general, y como viene siendo habitual en la saga, el multijugador es un sumidero de horas. Es sólido y tiene suficientes modos como para no aburrirse en un tiempo.
Además de esos modos, existen los Cooperativos, donde basta con elegir la dificultad para liarse a tiros en equipos de hasta cinco jugadores contra la IA, y los Privados. Estos son ideales para crear salas con reglas propias donde se puede elegir modo, mapa, armas, etc. Y sí, también hay un modo para jugar en LAN.
Luego está el nuevo modo Horda 3.0. La diferencia principal de esta versión con respecto a las anteriores es que podremos defender el punto del mapa que nosotros elijamos gracias al Fabricante. Sí, el mismo Fabricante que aparece en las fases de horda de la campaña. Esa especie de arcón que permite crear defensas y fortificaciones.
De esta forma no estaremos obligados a defender unos puntos predeterminados, sino que podemos ir hasta la zona que más nos guste o que creamos que podemos defender mejor, colocarlo allí y empezar a poner trampas, torretas o lo que nos venga mejor.
Cada elemento tendrá un coste, y serán los enemigos caídos los que dejen caer la energía necesaria que deberemos acumular para poder crearlos. Como siempre, el modo horda es sinónimo de diversión. No hay nada como trabajar en equipo e intentar aguantar el máximo número de oleadas reventando cabezas y generando las mejores defensas en el Fabricante. Se puede jugar en modo Estándar seleccionando la dificultad de la IA o en privado.
Otro de los aspectos en los que The Coalition ha puesto especial énfasis dentro del multijugador de ‘Gears of War 4’ lo encontramos en todo lo que tiene que ver con la personalización. Desde skins para los personajes hasta algunos diseños quizás demasiado extremos para las armas. Un lancer con una skin animada de colores chillones es de lo más loco que se ha visto.
Y no sólo hay novedades a nivel estético, sino que encontraremos Habilidades de Clase y Recompensas. Las Habilidades de Clase son modificadores y pueden ir desde mejoras que permiten recibir menos daño cuando estamos tras una cobertura hasta otras para reparar más rápido las fortificaciones. Las Recompensas, por su parte, son unas cartas que podemos activar para, por ejemplo, obtener un boost de experiencia si matamos a un número concreto de enemigos. Pero hay muchas y muy distintas.
En conjunto, sumando las opciones de personalización estéticas a las habilidades y las recompensas, las partidas en el multi son muy variadas y divertidas.
Gears of War 4: la opinión de VidaExtra
‘Gears of War 4’ es un buen juego de acción. Es entretenido, su campaña me ha durado 11 horas en dificultad elevada y el multijugador ofrece horas y horas de diversión. Ahora bien, no estamos ante el mejor ‘Gears of War’: es el aperitivo de una nueva etapa de la saga que irá desarrollándose durante los próximos años. Queda por encima del ‘Gears of War: Judgment’, pero en su conjunto está definitivamente por debajo de los títulos que forman la trilogía original.
En definitiva, Microsoft tiene entre manos una saga enorme (recordemos que se la compró a Epic a principios de 2014) a la que todavía no le ha sabido extraer su máximo potencial.
A favor
- Los enfrentamientos
- Las (pocos) momentos espectaculares. Y las dos últimas misiones
- Las fases tipo horda y el multijugador
En contra
- A la campaña le falta más espectacularidad
- Las armas nuevas no son especialmente memorables
- Que no esté Cliff Bleszinski
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