Si bien, cada vez es mayor el número títulos que se adaptan su planteamiento a las posibilidades de los dispositivos móviles, no es tan frecuente que nos encontremos con una versión calcada a la vista en otros sistemas. Pero ‘Fortnite: Battle Royale’ va un paso más allá: además de ofrecer lo mismo que en PC y consolas, quiere que sus jugadores compitan entre sí. ¿El resultado? Esta es nuestra experiencia.
Varios editores de VidaExtra hemos abrazado, como millones de jugadores, el formato de Battle Royale a través de sus juegos más conocidos y alguno menos comentado, rascando tiempo de juego de nuestros títulos favoritos y aquellos que queremos llevar al día. Pero el sistema de progresión de ‘Fortnite: Battle Royale’ es el mejor estímulo para darle prioridad. Desafíos diarios, temporadas y premios temáticos.
¿El plan maestro de Epic Games? Básicamente que te puedas llevar todo lo obtenido a -casi- cualquier otro sistema, ampliar esa experiencia y, ahora, que continúes jugando a ‘Fortnite’ cuando no estás frente a tu consola o PC. Es más, ahora lo puedes jugar mientras viajas en el autobús. Y sí, también hemos querido poner a prueba sus servidores en esas situaciones.
Pero para hablar con propiedad de ‘Fortnite’ primero hay que hacer un breve -pero necesario- repaso de lo que fue en un principio y del elemento que le está llevando a adelantar por la derecha a ‘PUBG’ en varios aspectos clave: su evolución.
Una necesaria retrospectiva ¿Qué es Battle Royale y de dónde viene?
Años antes de anunciar su modo de todos contra todos, Epic anunció el proyecto en un muy lejano 2011 y su propuesta de juego era un shooter con férreos elementos de crafteo y hordas de zombies por delante. ¿El resultado? Una mezcla muy interesante de ‘The Walking Dead’ con ‘Minecraft’ y toques de Survival.
El juego llegaría en 2017 en una especie de acceso anticipado, en vísperas de su previsto lanzamiento gratuito en PC y consolas y, no lo vamos a negar. El impacto que tuvo su lanzamiento no tiene nada que ver con la popularidad actual. ¿Qué marcó la diferencia? En verano de ese mismo año llegaría un modo Battle Royale gratuito, quedando relegada la propuesta inicial a un modo llamada ‘Salvar al mundo’.
Y pese a que inicialmente se le consideró una versión free-to-play de ‘PUBG’ no tardó en mostrar su verdadera naturaleza.
Ambos juegos disponen de multitud de similitudes: para quien no haya jugado a ninguno, se podría resumir en una apuesta en la que 100 jugadores deben aterrizar en una isla con puntos geográficos y localizaciones clave: zonas pobladas, pequeñas casetas y entornos rurales estratégicos. Podemos jugar en solitario o por equipos, pero el objetivo es el mismo: ser los últimos en quedar con vida.
Como detalle, tanto todas las versiones de 'Fortnite' han traducido los nombres de cada zona al español, incluidas las de móvil.
Naturalmente, ambos juegos tienen una serie de recursos para dar ritmo y emoción a cada partida: conforme avanza el tiempo se acotan las zonas habitables, concentrando a los jugadores que no se eliminen entre ellos en espacios cada vez más reducidos. La estrategia a seguir: saquear todos los emplazamientos que veamos en busca de armas y ser plenamente conscientes de que somos al tiempo cazadores y presas.
¿Qué es lo que hace único a ‘Fortnite: Battle Royale’? Bueno, no hay vehículos que podamos conducir, ni sistemas de mejoras de armas y en conjunto estamos hablando de un entorno y mecánicas de juego mucho más amigables: pero también de elementos únicos heredados del modo ‘Salvar el Mundo’ como la posibilidad de realizar construcciones a velocidades extremas o tener acceso a un arsenal más variado y divertido.
Ahora bien, ¿cuánto de todo lo anterior veremos en ‘Fortnite: Battle Royale’ para móviles? La respuesta rápida es estará todo. Bueno, técnicamente todo.
¿Qué me voy a encontrar al iniciar ‘Fortnite: Battle Royale’ en mi móvil?
La respuesta rápida es que en cuestión de calidad técnica o visual, el juego presenta un acabado similar al de consolas, con una resolución mucho menor y unas texturas que en pantallas de 40 pulgadas pierden todo su encanto, claro. Si nos referimos a los contenidos, absolutamente todos. Sin embargo hay demasiados matices por concretar para ser realmente justos.
Por empezar desde algún punto, una de las ventajas de los sistemas iOS es que todos los modelos que pasan el corte de iOS 11 (la última gran actualización) están preparados para ejecutar el software en condiciones similares. Evidentemente hay diferencias en relación a los tiempos de carga o la resolución, y luego está está el hecho de jugar desde iPad o iPhone.
En nuestro caso probamos ‘Fortnite: Battle Royale’ en un iPhone 7, tanto en Wifi como a través de conexión 4G e incluso mientras íbamos de copilotos en coche en trayectos urbanos. Además, en muy menor medida, también pudimos ponerlo a prueba en un iPad de 2017. La diferencia entre el teléfono y la tablet de Apple se reduce a la ergonomía, pero ya hablaremos más adelante de ello.
Actualmente el juego en iPhone ocupa 2GB exactos más unos pocos megas que sirven para los datos de nuestra partida. Una cantidad ridícula si la comparamos con los también muy aprovechados 10,26 GB que ocupa actualmente en PS4, sobre todo si tenemos en cuenta que ofrece el mismo mapa, las mismas armas, los mismos aspectos… y las mismos eventos y actualizaciones semanales.
De hecho, al iniciar por primera vez la app se nos dará la oportunidad de asociar la partida a una cuenta de Epic, PlayStation Network o Xbox Live, y el motivo es simple: al arrancar veremos exactamente los mismos elementos y contenidos que tenemos en nuestra versión de consola. Ni uno más, ni uno menos. La magia del cross-save se manifiesta en toda su grandeza.
Sin embargo, aquí nos encontramos con el primer gran obstáculo de que Xbox One y PS4 no compartan servidores, por decisión unilateral de Sony, todo sea dicho: actualmente dispongo de una cuenta en cada consola de Fortnite, con lo que en una versión estoy más avanzado que en otra. Incluso asociándolo a mi cuenta de Epic al final me topé la partida que menos había avanzado. Si es por una cuestión de aleatoriedad o no, eso queda en el aire, pero hemos comprobado casos en los que el cross-save es con PS4 y otros con Xbox. Quizás sepamos el porqué más adelante.
Por delante, nos encontramos con un aspecto que poco o nada tiene que envidiar al de las consolas: en cuestión de contenidos no es una adaptación con licencias: una vez saltamos del autobús hacia la isla nos encontraremos ante los mismos skins, los mismos eventos (incluidos los de la recientemente lanzada V.3.3).
Es más, El área nueva que se lanzó este mes está ahí. Y pese a que en una comparativa saldría perdiendo frente a los 4K a 60fps de Xbox One X, el resultado es formidable, y no es ningún secreto cómo se ha alcanzado este logro en técnico: el motor Unreal Engine lleva años sorprendiendo a los jugadores de dispositivos móviles y hemos visto toda clase de demos técnicas y grandes proyectos en iOS y Android que lo demuestran.
Un motor que, por cierto, está perfectamente optimizado para Nintendo Switch.
Ventajas e inconvenientes del cambio de formato
Afortunadamente, esta versión de ‘Fortnite’ para móviles está pensada en lo jugable para las posibilidad de estos dispositivos. Dicho de otro modo, Epic Games no ha hecho como Square Enix con su versión de ‘Chrono Trigger’ para Steam, sino que se ha preocupado de ofrecer una jugabilidad competitiva. Algo que es absolutamente esencial, ya que los jugadores de móviles deberán competir contra los de consolas y PCs.
En cuestión de ajustes tenemos la opción de activar o desactivar el autoapuntado, la recolección de objetos tapeando sobre ellos o la construcción turbo entre diversos factores. Es más, incluso podremos elegir la región de los servidores (Europa, La Costa Este de Estados Unidos, La Costa Oeste de Estados Unidos y Automático), y cómo no, ajustar la sensibilidad táctil en movimiento, mira y ADS.
Hay otras opciones que se quedan en el tintero de cara a la versión que hemos podido probar y que no descartamos que lleguen más adelante, como un sistema de ajuste para mandos por Bluethooth o un filtro para daltónicos que, por cierto, sí ofrece la versión de sobremesas. Además, se ofrecen opciones de chat de voz (vía altavoces) con la opción de pulsar para hablar. Bién por Epic games.
¿Y qué pasa cuando nos lanzamos del cielo y tocamos tierra? Bueno, ahí los que comienzan de cero parten con ventaja: con el pulgar izquierdo controlamos movimientos a través de un stick digital y con el derecho podremos ajustar la cámara pulsando en cualquier parte de la superficie derecha de la pantalla. Pero comandos que tenía muy interiorizados como agacharse o apuntar ahora cuentan con un botón en la propia pantalla.
Es necesario decir que, al menos en iPhone 7, tanto en los menús como en el juego la letra es diminuta. Algo comprensible en algunos aspectos más que en otros. Quizás se podría haber creado una interfaz única para esta versión pero, a su favor, hay que decir que el jugador que venga de PC y consolas sabe dónde está cada cosa sin tener que leer nada: si quiere revisar sus progresos en la temporada o comprar pavos (aquí llamados V-Bucks, por cierto), están justo donde los vió la última vez.
Y lo mismo ocurre con la interfaz en el juego: el mapa, el indicador de salud y el resto de elementos de la interfaz de consolas se han recolocado para maximizar lo que se muestra en pantalla y cederle protagonismo a los botones digitales. Y pese a que -al menos, de momento- no se puede personalizar la interfaz, todo ese conglomerado de información no estorba en absoluto a lo que ocurre en pantalla, aunque durante las primeras partidas hay que acostumbrarse a mirar el mapa y la salud en la parte superior derecha.
Como hemos recalcado varias veces, la versión 3.0 es perfectamente jugable e incluye todos los contenidos, pero a fin de cuentas se trata de una versión que actualmente está en fase de testeo, con lo que podemos esperar mejoras en este sentido de cara a la adaptación definitiva. Todo eso está muy bien... ¿y a la hora de jugar?
La experiencia ‘Fortnite: Battle Royale’ en iPhone
Tengo que reconocer que en muchos juegos de acción y disparos me desenvuelvo mejor con mando que con ratón y teclado, pese a que no suele ser lo más común. Por eso, mi adaptación a la versión para móviles de ‘Fortnite’ ha sido rápida.
Eso no quiere decir que no sea intuitivo, antes de subirnos al autobús que nos llevará a la isla podremos poner a prueba las novedades jugables mientras se suman el resto de jugadores. Un sistema de emparejamiento que, por cierto, no tarda demasiado incluso si no estamos conectados a una red Wifi. La conclusión es que estamos ante una adaptación inmejorable, pero cuya experiencia acaba siendo algo diferente. Me explico.
Al explorar tendremos en esencia los mismos elementos e incluso en la primera partida nos desenvolvemos con la misma soltura que en otros sistemas. De hecho, incluso se han añadido algunas mejoras la mar de agradecidas como una especie de “indicador” de Cofres Dorados, el cual suple acertadamente la desventaja del sonido que emiten sin que se nos revele la posición exacta. Sabremos por donde puede estar, pero no es una flecha que apunta hacia él.
Pero la gran diferencia la notamos en las confrontaciones con otros jugadores: en la versión de consolas llegas un punto en el que, de saltar para que no te lleguen las balas fácilmente, acabas creando pequeñas fortificaciones que sirven tanto de escudo como para despiste. Además, cuando tienes interiorizados los parámetros de construcción puedes hacer tus pequeñas escaleras e incluso intercambiar misilazos y escopetazos con cierta confianza. En la versión de móviles todavía me cuesta un poco ser tan atrevido en ambos aspectos y -hasta ahora- he notado en mis rivales lo mismo.
No me he encontrado con ninguna megaestructura que desafíe la lógica, incluso siendo de los diez últimos supervivientes, pero tampoco veo que se busque una confrontación frontal, si me ven acercarme decidido o disparar de manera furtiva, la respuesta más frecuente es la escapada. Y pese a que la visibilidad es bastante menor que en la pantalla que suelo usar para jugar en consolas, la proporción de pantalla mostrada y personaje es la misma. Confío en que, con el tiempo, ese aspecto cambiará drásticamente, aunque no me extrañaría que en un futuro se permitiera graduar la cámara manualmente.
En lo referente al online, emparejamientos rápidos y velocidades de carga mayores que en consola con un margen de tiempo bastante perdonable. De hecho, he podido jugar mientras viajaba en coche sin el más mínimo problema, más allá de tirones - más ocasionales que los vistos en consola- que no han desmerecido el logro. En ningún momento me sacó de la partida por fallo de conexión incluso cuando iba de copiloto y es más de lo que pueden presumir algunos Triple A actuales en sobremesa.
Ahora bien, en lo referencia al consumo de batería, ‘Fortnite: Battle Royale’ no tiene piedad alguna con la carga de nuestro móvil. Si tienes que hacer algún viaje largo, más te vale buscar aquella batería externa que compraste cuando fue el boom de ‘Pokémon Go’. La vas a necesitar.
Ya no necesitas una consola para jugar al Battle Royale de moda con tus amigos: la jugada maestra de Epic
El modo ‘Battle Royale’ fue un éxito que pilló desprevenida a Epic, y lo está blindando de lo lindo. Por algo será. De hecho, este movimiento está muy bien calculado, más allá de todos los clones que han salido en la Appstore y Google Play, y salvo que la versión para móviles de ‘PUBG’ salga oficialmente de China, su lanzamiento en iOS y Android reduce a cero las excusas para dar el salto a ‘Fortnite’.
De hecho, se podría decir que el obstáculo para no sumarse a este fenómeno de los ‘Battle Royale’ se reduce a los requisitos mínimos del mismo, los cuales se desconocen en Android y en Apple se resumen en tener actualizado el dispositivo a la versión de iOS 11 y disponer de un iPhone 6S/SE, iPad Mini 4, iPad Pro, iPad Air 2, iPad 2017 o cualquier modelo más actual.
Como nota a tener en cuenta, el iPhone 6S está disponible desde septiembre de 2015 y el iPad Air 2 desde octubre de 2014, con lo que la antigüedad de los dispositivos requeridos es bastante razonable.
Sin embargo, lo que más me llama la atención es la manera en la que Epic demuestra que el futuro de los videojuegos pasa por el cross-save y el juego cruzado: no tendrás que empezar una partida nueva, desde cero. No tendrás que pagar dos veces por el pase de batalla y la moneda de juego que adquieras te servirá allá donde vayas.
Y ojo, que esto tiene una segunda lectura: también tendrás una tienda para comprar Pavos guardada en el bolsillo.
De hecho, su sistema de reportes a otros jugadores también está disponible: una vez eres eliminado puedes ver lo que hace tu rival como en PS4 o Xbox. Y si ves que está haciendo trampas o que su comportamiento es abusivo denunciarlo para que se le haga un seguimiento. Una manera de promover el juego límpio y cortar la toxicidad de raíz sin tener que pasar por cambios incómodos en las políticas de juego.
‘Fortnite: Battle Royale’ tiene potencial de sobra para que ‘Clash Royale’ y el resto de juegos con mayores ingresos tiemble, ofreciendo una experiencia sólida de juego que poco tiene que envidiar de los sistemas de sobremesa, siendo el ejemplo definitivo de lo que supone ser un mid-core game: sencillo de entender, te lo puedes llevar donde quieras, gráficos de consola y, cuando llegas a casa, todo lo que has conseguido te está esperando en tu sistema principal.
Y ojo, que al mismo tiempo la llegada de ‘Fortnite’ a la AppStore y Google play acabará siendo el mejor embajador posible para las versiones de PC y consolas. Aquí no se da puntada sin hilo.
Epic ha desarrollado una adaptación magistral que saciará a los fans de ‘Fortnite: Battle Royale’ en contenidos, aunque tendrán que dar muchas concesiones, especialmente aquellos más acostumbrados a jugar. Sin embargo, lo más interesante es que la llegada a estos nuevos sistemas le deja en una posición de amplia ventaja frente a cualquier alternativa, siempre que los servidores aguanten lo suficiente, claro.
Como comentamos al comienzo, la evolución constante ha sido lo que ha llevado a Epic games a esta situación privilegiada, junto con el Unreal Engine, claro. Eso sí, tenemos muy claro que ‘Fortnite: Battle Royale’ anunciará más pronto que tarde que ha vuelto a pulverizar cualquier récord de jugadores simultáneos.
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