‘Crash Bandicoot N.Sane Trilogy’, el remaster vitaminado de los tres primeros juegos de ‘Crash Bandicoot’, se ha convertido en todo un éxito alzándose como el exclusivo con mejores cifras de PS4 y hay gente que se sorprende de ello.
Son los que en el 96 estaban a otra cosa, los que se cabrearon porque en el 98 la tercera entrega se meó en otros grandes plataformas o los que, ya sea por su dificultad o porque simplemente ‘Crash Bandicoot’ no era lo suyo, ya se extrañaban de que este juego fuese a aportar algo antes incluso de poder ponerse a los mandos.
La nostalgia bien medida
Dicen que la nostalgia es puñetera, y no les falta razón, que lo que hoy recordamos como emblemático no aguanta el peso cuando lo sacas de un punto concreto del mapa y el tiempo. También que está muy bien eso de que el Bandicoot apareciese en Los Simpsons o incluso en Friends, que era parte de la maniobra publicitaria de Sony y que precisamente por eso, por una nostalgia nacida de un embutido metido por el gaznate a finales de los 90, hoy tenemos adoración por un personaje y juegos que tampoco fueron para tanto.
Pues bien ‘Crash Bandicoot N.Sane Trilogy’, su calidad y sus cifras, son el esparadrapo perfecto para mantener callados a toda una generación que aún no ha entendido que puede haber de todo y que no todo tiene que gustarte, que lo que tú consideras plano o soso puede ser una joya para una legión y que, al final del día, lo importante es disfrutar de todo lo que acaba pariendo este medio.
Y ahí, siguiendo con una remasterización con la que puedes tener tus más y tus menos, está lo innegable, lo que no admite una cuestión de gustos, de nostalgia o de querer mirar para otro lado, que lo creado por Vicarious Visions y Activision es formidable porque ha sabido mantener una jugabilidad intacta que no necesitaba retoques y lo ha llevado tres generaciones más allá con un cambio de aspecto espectacular.
Incluyendo los tres juegos originales con todas sus bondades y costuras en lo jugable, ‘Crash Bandicoot N.Sane Trilogy’ actualiza todos sus gráficos y añade curiosidades como poder jugar con Coco, la hermana de Crash, sin intentar venirse arriba prometiendo nuevos niveles que podrían no estar a la altura, y limitando las restricciones al máximo pudiendo elegir en todo momento saltar de una a otra entrega sin necesidad de superar la siguiente.
Sigue siendo un plataformas fantástico
La sorpresa, y en realidad no es tal cosa, es que todas esas mandangas de la nostalgia desaparecen unos minutos después de empezar a jugar, cuando recuerdas qué te tuvo las fiestas navideñas completamente absorbido midiendo saltos imposibles, lanzándote a las fauces de un nuevo enemigo para ver qué animación de muerte te encontrabas o por qué ‘Crash Bandicoot’ y sus secuelas es uno de esos títulos que entiende la rejugabilidad y el reto como ningún otro.
Como entonces, morir por intentar destruir esa caja que te falta aunque estés a un paso de la meta, es parte de un proceso de aprendizaje en el que las concesiones son tan justas como probablemente inexistentes, recordándonos en el proceso que tampoco hay que irse tan atrás para ver cómo ha cambiado la dificultad en los juegos.
Si llegas de nuevas a ‘Crash Bandicoot N.Sane Trilogy’ te vas a encontrar con un desafío que escala a un ritmo endiablado y que, incluso una vez dominado, te va a poner el reto de hacerlo todo mejor y más rápido si quieres superar el juego al máximo. Ideal que aquí Vicarious Visions también haya decidido meter mano para trasladar las partidas con tiempo de ‘Crash Bandicoot 3: Warped’ a los otros dos títulos, y es que pese a ser algo secundario resulta ser uno de los enganches más gordos que he tenido frente a un videojuego.
Los tiempos en los que la dificultad era adictiva
Más allá de recoger cajas colocadas a mala baba o intentar convertirte en speedrunner para sacar los mejores tiempos en cada nivel, la dificultad, y gran parte del éxito de Crash, está en cómo se abordaron esos palos en las ruedas a tu progreso. Si en un plataformas de Nintendo la clave está en una mezcla de habilidad y originalidad y variedad en los retos, aquí el cóctel es habilidad y mala leche. Cada uno tiene sus limitaciones, y la de Crash es que hasta llegar al segundo no empieza a tener grandes ideas en lo jugable, manteniéndose en la primera entrega en un reto que continuamente te escupe en la cara como un Pato Donald mientras dice: “tú crees que sí puedes, pero yo te digo que no”.
Crash Bandicoot es un producto bien medido a todos los niveles
No hay hueco para la evolución, sólo más peligros en medio de saltos igual de ajustados que en el primer nivel. Salta un poco antes de lo que deberías y estás muerto, no hay margen de error, y una vez entendidas y aceptadas las reglas por las que se rige, el cerebro hace click y lo que en otra situación podría convertirse en frustrante, aquí es adicción pura y dura.
Añadiendo más escenarios, más personajes, más vehículos y peligros, Naughty Dog demostró hasta dónde podía seguir creciendo el marsupial con una tercera entrega que tomaba la base de correr, saltar y girar del primero, y la suma del deslizamiento y la plancha del segundo, para llevarlas a un nuevo nivel en un tercer juego en el que la adquisición de nuevos poderes como el sprint o el bazooka de manzanas te invitaba no sólo a ir asimilando nuevos conceptos, también a experimentar con viejos niveles para ver qué podías rascar allí con lo aprendido.
El resto de lo que convirtió en éxito a ‘Crash Bandicoot’ y se repite aquí en ‘Crash Bandicoot N.Sane Trilogy’ es fruto de un producto bien medido a todos los niveles, incluido el artístico. Tremenda la idea de controlar a un personaje de dibujos animados que por momentos recordaba a la estética de Tex Avery y la Warner de los 40 en adelante, algo gamberro y cafre pero sin dejar de rodearse de tortugas y puercos a lo Looney Tunes y Merrie Melodies.
De eso último recogía también el testigo de que la música fuese otro gran pilar, especialmente en las tonadillas de la segunda y tercera entrega, donde es imposible dejar aparcado el juego y no seguir con alguna de sus canciones repitiéndose continuamente en tu cabeza.
La opinión de VidaExtra
Con semejante historial de bondades y sumándole aquí la posibilidad de disfrutar de tres juegos que ya por separado valían su peso en oro, ‘Crash Bandicoot N.Sane Trilogy’ es uno de esos ejercicios de nostalgia bien medida con la que, mientras unos recuerdan viejos tiempos, otros pueden alcanzar a comprender qué convertía a los juegos de aquella época en algo especial.
Así, ‘Crash Bandicoot N.Sane Trilogy’ no es sólo una pieza de museo con un buen lavado de cara, es también un plataformas tan divertido como desafiante que pondrá contra las cuerdas a grandes y pequeños para recordarles que no todos los grandes personajes son Mario y que, huyendo de los mundos abiertos, a menudo los pasillos también pueden tenerte enganchado durante semanas.
A favor
- Tres juegos en uno
- Formidable en todos los sentidos
- Añadidos que hacen crecer las obras originales
En contra
- Los tiempos de carga son demasiado lentos
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