Os mirasteis a los ojos y enseguida os disteis cuenta de que aquello era amor. Vuestras manos se entrelanzaron buscando el calor de dos corazones enamorados que, por fin, zanjaban cuentas pendientes. Todo era dulzura, colores pasteles, nubes de algodón, felicidad, sonrisas y buenos sentimientos. De hecho, en ese momento, las venas de la gente eran recorridas por azucar y dulce de leche.
Pero todo momento de felicidad tiene, por necesidad, que durar poco. Y en aquella ocasión fue un conductor llamado Max Damage el que decidió hacer trizas la ocasión. El salpicón de zumo llegó hasta el balcón del tercer piso, suerte que estabais en Alemania y allí, como todos sabéis, la sangre es verde. Pero el susto no os lo quita nadie.
En efecto, aquello era ‘Carmageddon’, una auténtica locura que vio la luz en el año 1997 y que utilizaremos como punta de lanza para introducirnos en un mundo sórdido, sucio, brutal y pringoso. El mundo de 5 de los videojuegos más sangrientos, gores y polémicos que han visto la luz. Aguantad las tripas con vuestras manos, que seguro que están mejor dentro que fuera.
Y es que parece que algunos juegos necesitan llegar acompañados de polémica para conseguir ventas, o quizá es que hemos crecido con esa falsa percepción. Los títulos que veremos hoy han sufrido diversa suerte. Algunos colmaron las listas de ventas, otros pasaron sin pena ni gloria, pero hay algo que los une y es que todos decidieron ir un paso más allá de lo políticamente correcto y montar un Cristo de cuidado.
‘Carmageddon’
Allá por el año 1997 y después de haber sido el prototipo para un par de juegos basados en licencias cinematográficas que no llegaron a cuajar, SCI decidió dar licencia creativa a los diseñadores de Stainless Software y publicar el juego como título propio.
El resultado lo sabéis muchos, un juego que pasará a la historia como uno de los más polémicos jamás creados. Podíamos conducir, al principio sólo dos coches, unas auténticas máquinas de hacer puré a viandantes. La sangre rezumaba por todas las megas que formaban el CD de instalación e incluso en la mitad del mercado tuvo que venderse una versión alterada en la que, en lugar de reventar a personas, hacíamos lo mismo con Zombies.
Claro, la gracia no era comparable. Años mas tarde llegó su segunda versión y allí, aunque los peatones ya eran tridimensionales y no sprites, el juego se la pegó de lo lindo. Podíamos abrir las puertas en carrera y reventar a cientos de personajes o mutilarlos, pero la gracia ya había pasado y el paso a las tres dimensiones completas no resultó todo lo molón que se esperaba.
No obstante, los más viejos del lugar, aún recordamos el eco que se hizo la prensa en su momento. “Un juego que te permite atropellar peatones y concede diversas puntuaciones en base a lo bestia que eres”. La frase más típica y sangrienta en los colegios de toda España era aquella de:
“Las embarazadas y las ancianas valen doble”
Vaya animales.
‘Postal 2’
Viajo directamente a la segunda, y más recordada, parte de ‘Postal’. El videojuego más salvaje que jamás se ha creado, según lo definieron en su momento los que lo tacharon de brutal, descarado, violento, nazi, descarado y poco recomendable.
Encarnábamos al encantador “Postal Dude” y podíamos, durante cierto tiempo, vivir un día de su complicada vida en el pueblo de ‘Paradise’. Y digo complicada por que aquel pueblo era lo más redneck y deprimente que jamás se haya inventado.
Una mujer que te echaba de casa, unos vecinos que te insultaban, vacas que te pisaban, Talibanes con bombas en las iglesias, cabezas mutiladas y rellenas de Anthrax e incluso la posibilidad de entrar en una escuela de secundaria a pegar tiros y matar alumnos.
El juego se ganó el baneo en la mitad del mundo civilizado y en los planetas de la conferencia este del sistema de Galactus, vamos, que una salvajada así no fue bien recibida por la mayoría de los estamentos oficiales.
Eso sí, la posibilidad de mear sobre cabezas de vecinos recién cortadas y luego chutarlas, caló hondo entre la mayoría de la población española en edad de revolución hormonal. ‘Postal 2’ es uno de los juegos más salvajes que jamás se hayan creado y otros títulos actuales que van de violentos no son más que una piruleta si los comparamos.
‘Mortal Kombat’
En aquella época sólo podías pertenecer a dos bandos enfrentados. Los que preferían la lucha estilística y sexy de ‘Street Fighter’ o los que gustaban de reventar cabezas a luchadores que parecían humanos en ‘Mortal Kombat’.
Aún recuerdo el impacto que causó la recreativa del juego original y las colas de expectación que generaba en el salón recreativo. Colocada al lado del juego de Capcom y con un sistema de juego más sencillo y rudimentario, era capaz de generar mucho más ruido que los mamporros entre Ryu y Ken.
No nos engañemos, un Hadooken es algo sexy y guay, pero ver como Kano le arrancaba el corazón al creído de Cage en medio de una orgía de sangre y violencia era algo mucho más poético.
Y como en aquella época a todos nos interesaba mucho la poesía, nos convertimos en expertos del ensayo del fatality. Digo ensayo ya que en eso consistía, ensayar y después de 100 fallos llegaba el regalo. En televisión se escandalizaron, se llevaron las manos a la cabeza y se preguntaron acerca del tipo de degenerado que podría salir si los niños se dedicaban a perder el tiempo con eso.
En muchas casas fue un título prohibido cuando salió para consola y es que parece que al padre medio español de aquella época, le resultaba más violento ver como un monstruo de cuatro brazos escupía sangre al ser golpeado, que ver a un luchador de sumo envuelto en llamas por culpa de un Yoga Flame. Total, los que crecimos con ‘Mortal Kombat’ no estamos tan mal, ¿no?.
‘Manhunt’
Y llegamos al turno de Rockstar Games. Una empresa especializada en el desarrollo de videojuegos polémicos y salvajes que empujan un poco hacia delante el límite de lo permisible en el terreno de los videojuegos. Vamos a obviar a la franquicia más conocida y nos centraremos en ‘Manhunt’.
Una auténtica maravilla del gore, con cierto toque de cine snuff en su aspecto visual que encendió las alarmas de lo correcto y lo sano en el año 2003. El juego nos permitía acabar con nuestros enemigos de formas radicalmente bestias.
Y cuando digo bestias, me refiero a cosas totalmente cavernarias como arrancarle los testículos a un contrincante, ahogarlos con una bolsa de plástico o extraerles el cráneo con un machete. Por supuesto que en su momento fue censurado en medio mundo e incluso se lo relacionó con la muerte de un chico. ‘Manhunt’ se ganó por derecho propio el honor de ser considerado uno de los juegos más brutos que jamás se hayan programado.
Tuvo una continuación que se debatió en los tribunales antes de salir. ‘Manhunt 2’ estaba llamado a ser mucho más sangriento y violento que la primera parte, pero la negativa de Sony y Nintendo a publicarlo tal cual se había desarrollado llevó a que, al final, se distribuyese una versión censurada.
‘Soldier of Fortune 2’
Debo admitirlo, yo fui el que compró la segunda parte del exitoso juego de Raven. Y es que el primer ‘Soldier of Fortune’ era un señor juegazo. Fases memorables y la capacidad de desmembrar a los enemigos con un tiro certero.
En su momento pareció una autentica bestialidad que debía ser superada, sí o sí, con la segunda parte, ‘Soldier of Fortune 2’. Y vaya si fue superada. No hablaremos del juego ya que rozaba lo ridículo, en aquella época y comparado con otros títulos coetáneos ya parecía antiguo, pero sí que nos centraremos en su violencia.
Por primera vez nos enfrentábamos a enemigos diseñados para ser reventados a trocitos muy pequeños. En aquel Junio del 2002 pudimos disfrutar de desmembramientos, cabezas cortadas, caras reventadas, piernas rotas, dedos amputados… el nivel de detalle al que se podía llegar en ‘Soldier of Fortune 2’ era terrible.
Quizá fue el menos mediatico de los que hemos visto hoy, pero a los jugones de la época que tirábamos a gusto de nuestras flamantes Ati Radeon 9700 se nos quedó grabado a fuego. Demostró dos cosas, que una segunda parte mala podía hundir a una franquicia (aunque luego resucitó) y que los enemigos, en los FPS, deben de ser diseñados para ser partidos a golpe de shotgun.
Estoy convencido de que si ponéis vuestros cerebritos a pensar os saldrán muchos más títulos salvajes y polémicos que merecerían figurar en el top 5. Pero visto lo visto preguntémonos una cosa, ¿estos títulos necesitaban la violencia explícita que demostraron para ser buenos juegos?... ¿o quizá la necesitaban para vender y ocultar alguna que otra carencia de diseño?.
Lo que está claro es que algunos no consiguieron salvarse por mucha violencia que presentaran, pero sí obtuvieron réditos publicitarios. En ocasiones, dice el dicho popular, es mejor que hablen de ti mal a que no hablen y está claro qué camino tomaron los 5 ejemplos de hoy.
Eso sí, parece que estamos volviendo, poco a poco, a la edad dorada de la sangre en las paredes virtuales. ‘MadWorld’, en otro momento histórico habría resultado ofensivo para cientos de asociaciones, y el hecho de que una saga tan perdida como ‘Mortal Kombat’ haya decidido volver a sus orígenes violentos para levantar el vuelo, da qué pensar.
Mientras tanto, en otro punto del planeta en el que los dos tortolitos del principio del post viven felices comiendo castañas, Miyamoto observa la polinización de unas abejas mientras diseña el que será un auténtico juegazo. Eso sí, el día que Miyamoto decida presenciar la matanza de una gallina, no quiero pensar el tipo de juego que diseñará para Wii.
¿Qué juego es el más salvaje y bestia al que habéis jugado?.
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